La
medicina es en realidad un medio benévolo
Por
Huo Jianying

Figurilla
de bronce de la dinastía Song (960-1279) para el aprendizaje
de la acupuntura |
Ahora
todo el mundo llama a las enfermeras ángeles de túnica
blanca. En la antigüedad, los chinos veneraban a los médicos
como si fueran santos; desde tiempos remotos, quienes
han ejercido la medicina han tomado sobre sí la sagrada
misión de salvar vidas.
En
aquellos tiempos, muchos renombrados médicos fueron respetados
como reyes de los fármacos y las esculturas en su honor
erigidas en templos de toda China eran veneradas por el
pueblo. Entre estos célebres médicos chinos sobresalen
Wang Pitong, Bian Que, Hua Tuo, Zhang Zhongjing, Huang
Fuyi y Sun Simiao, cuyas esculturas son veneradas en el
Templo de los Fármacos de Anguo (provincia de Hebei).
Su consumada habilidad médica, así como sus brillantes
contribuciones al desarrollo de la medicina tradicional
china les elevaron a la categoría de santos.
Shen Nong Shi, mártir de la farmacología
La
medicina tradicional china, de larga tradición, fue surgiendo
con una prolongada práctica basada en el reconocimiento
de las virtudes farmacológicas de las plantas, animales
y minerales, y en el resumen de las experiencias y lecciones
de la lucha contra las enfermedades. El fundador y máximo
representante de la medicina tradicional china es Shen
Nongshi, el legendario emperador Yan.
Cuenta
la leyenda que los precursores de la nación china fueron
Fu Yi, Shen Nong y Nü Wa, tres personajes considerados
emperadores por los antiguos chinos. Shen Nong Shi fue
quien mayor influencia ejerció en la evolución histórica
de la nación china.
En
la remota antigüedad, el hambre y la enfermedad constituían,
aparte de las calamidades naturales, las mayores amenazas
a la supervivencia del ser humano. Shen Nong Shi hizo
grandes aportes a la resolución de estos dos grandes problemas.
No solamente enseñó a la gente a identificar y recoger
frutas y verduras silvestres, sino también a cultivar
cereales. Con estas y otras enseñanzas, la gente logró
vencer al hambre.
Frente
a la amenaza de las enfermedades, se entregó a la búsqueda
de hierbas medicinales. A fin de descubrir sus virtudes
curativas, experimentó en su propia persona una gran variedad
de plantas, con lo que descubrió las propiedades terapéuticas
de muchas de ellas. Se intoxicaba con frecuencia (en cierta
ocasión 72 veces en un solo día) y murió en el curso de
una de sus pruebas.

Retrato
legendario de Shen Nong Shi |
Pese
a que la existencia real de este personaje todavía no
ha sido confirmada, los chinos han tenido en alta estima
a este precursor, quien no duda en sacrificar su vida
en aras de la subsistencia y la existencia de la nación
china. Los antiguos chinos lo representaban como a un
inmortal con cabeza de buey y cuerpo humano, y situaban
su tierra natal en Shennongjia, un misterioso bosque en
las montañas de la provincia de Hubei. Del nombre de ese
lugar derivó la leyenda de que fue allí donde Shen Nong
Shi construyó una choza para guardar hierbas medicinales.
Shennongjia
es una tierra sagrada y aún virgen abundante en especies
animales y vegetales únicas. En esta tierra bendecida
con más de 2.000 tipos de sustancias medicinales fue precisamente
donde Shen Nong Shi gobernó a su pueblo, inició la agricultura
y fundó la medicina china.
Su
espíritu de sacrificio, hondamente respetado por el pueblo
y concretado en su ética profesional, es un ejemplo eterno
para las nuevas generaciones de médicos. Desde la antigüedad,
el pueblo chino se ha sentido orgulloso de sus antepasados.
Salvar vidas con medicinas
En
las pinturas de médicos antiguos, éstos aparecen siempre
llevando en la cintura el calabacín donde guardaba las
medicinas con las que trataban a los enfermos. Los médicos
ambulantes adoptaban gustosos esta imagen como símbolo
de que asumían la responsabilidad de salvar vidas, lo
que para ellos constituía un deber ineludible y una obligación
moral.
De
acuerdo con el concepto tradicional chino, el camino de
la medicina es el camino de la benevolencia. Se trata
de un concepto deontológico inspirado en el pensamiento
confuciano que exige a los médicos salvar vidas con amor
y actuar con la nobleza del caballero.
En
el pasado, los médicos se dividían en ambulantes y sedentes.
Los enfermos solían consultar al médico en la misma farmacia
donde compraban los medicamentos. A veces estos médicos
también salían para hacer visitas a domicilio, tipo de
asistencia médica con varios milenios de historia.

Compendio
de hierbas medicinales, de Li Shizhen (1518-1593), farmacólogo de la dinastía
Ming. Tratado con 1.160 ilustraciones que presenta
1.892 substancias medicinales |
Muchas
farmacias de medicina tradicional se han mantenido prósperas
durante largos años gracias a su honesta gestión. El lema
de productos auténticos a un precio razonable es especialmente
apreciado en el sector farmacéutico. La renombrada y antigua
farmacia Hu Qing Yu Tang, de Hangzhou, tiene sobre su
puerta un letrero que advierte a sus empleados: “Prohibido
engañar a los clientes”.
Pero
los médicos antiguos no sólo debían ser versados en medicina
y poseer un elevado nivel moral, sino que también debía
mostrar un firme sentido de la responsabilidad social.
Los médicos se clasificaban en tres niveles: los que curaban
al país pertenecían al superior; los que atendían a pacientes
formaban el medio; y los que trataban las enfermedades
constituían el inferior. Por lo tanto, los médicos tenían
a su cargo la enorme responsabilidad social de velar por
la prosperidad nacional y la buena salud del pueblo. De
ahí el dicho que corría entre los estudiosos: “Si no se
logra ser un buen ministro, por lo menos conseguir ser
un buen médico”. A ellos les daba igual ser ministro o
médico; lo que les importaba era contribuir al bienestar
del pueblo.
Eterno ejemplo para las nuevas generaciones
Muchos
excelentes médicos antiguos chinos, consumados practicantes
del confucianismo y la medicina con integridad moral y
aptitud profesional, hicieron imperecederas contribuciones
a la subsistencia y el desarrollo de la nación china.
Uno de ellos, Sun Simiao (581-682), fue reconocido nacional
e internacionalmente como “médico divino” y fue nombrado
“rey de los farmacólogos” por Li Shimin, emperador de
la dinastía Tang (618-907).
Sun
era inteligente y estudioso. Leía todo tipo de libros
y estudió obras de varias escuelas anteriores a la dinastía
Qin (221 a.n.e –206 a.n.e.), logrando una profunda comprensión
del confucianismo y el taoísmo. Además, se adentró en
el budismo y la medicina, ciencia ésta en la que alcanzó
una sólida formación. De niñez enfermiza, conocía muy
bien la amenaza de las enfermedades y no tardó en tomar
la decisión de practicar la medicina.
Cuando
le llegó la fama, rechazó en varias ocasiones un cargo
de funcionario conferido por la corte de la dinastía Tang,
prefiriendo dedicarse en cuerpo y alma a la medicina.
Además
de estudiar los tratados de los precursores, recorría
muchos lugares para visitar a renombrados médicos con
el fin de adquirir habilidades peculiares. No solamente
hacía gala de una técnica médica sobresaliente, sino que
se mostraba como un dechado de ética profesional. Fuera
de día, fuera de noche, trataba a todos los pacientes
sin hacer distinciones entre ricos y pobres. Al mismo
tiempo que estudiaba los clásicos de la medicina, daba
mucha importancia a resumir sus experiencias clínicas
en diversos aspectos. En el año 652 concluyó su obra Recetas
de oro para casos urgentes; 30 años después finalizó
Recetas de oro auxiliares, obras clásicas ambas
y de lectura obligatoria para quienes posteriormente se
dedicaron a la medicina tradicional.

Rótulos de farmacias antiguas
tradicionales |
Sun
Simiao, fundador de la ginecología y la pediatría chinas,
propugnaba el tratamiento combinado. Versado en acupuntura
y la aplicación de fármacos, era al mismo tiempo muy hábil
en la moxibustión y el fortalecimiento de la salud. Era
un médico innovador. Al mismo tiempo que aprendía de las
obras legadas por sus antecesores, se valió de su rica
experiencia para someter los métodos antiguos a numerosas
pruebas, lo que le permitió revisar y suplementar aquellas
obras. La redacción de su propia obra le obligó a asimilar
los nuevos logros de la medicina de aquel entonces. Su
longevidad (vivió 101 años) se debe en parte a sus grandes
conocimientos sobre medicina y el cuidado de la salud,
pero también parece dar la razón al dicho popular: “Los
benévolos son longevos”.
Nuevos retos para la medicina tradicional
china
De
acuerdo con la medicina tradicional china, la enfermedad
tiene que ver con el qi, que se divide en genuino
y patógeno. El qi genuino se refiere a la función
normal fisiológica y la inmunidad, mientras que el qi
patógeno abarca todos los factores causantes de la enfermedad.
La aparición de la enfermedad se debe a que el qi
genuino se encuentra débil, por lo que el qi patógeno
puede infiltrarse; en caso de que el qi sea bastante
fuerte, al qi patógeno no le resulta fácil salirse
con la suya. Por lo tanto, la medicina tradicional china
concede suma importancia a la inmunidad del cuerpo humano.
Lo fuerte o débil del qi genuino está estrechamente
vinculado con la constitución, el estado de ánimo, las
condiciones de vida, la alimentación y el ejercicio físico.
La medicina tradicional china toma el tratamiento como
un proceso de lucha entre el qi genuino y el qi
patógeno. Razón por la cual, tonificar el qi genuino
y eliminar el qi patógeno constituye el pensamiento
guía básico de la terapia tradicional china.
El
diagnóstico de la medicina tradicional china consiste
en la diferenciación de síntomas. En ese proceso, hay
que definir la causa y la naturaleza de la enfermedad,
así como la parte afectada y la gravedad. Además, se debe
percibir la evolución de la lucha entre el qi genuino
y el qi patógeno. Los métodos del diagnóstico son:
observación, auscultación y olfateo, interrogatorio y
tacto. Ello significa observar el estado de ánimo, la
figura del cuerpo, el color del semblante y el color de
la saburra de la lengua del enfermo; conocer los cambios
de la voz, la respiración y el olor de los excrementos
del enfermo; preguntar al paciente cómo se siente; y tomarle
el pulso para definir la causa y la evolución de la enfermedad.
Las más de 20 manifestaciones del pulso señalan a diferentes
enfermedades.
Según
los criterios de la medicina tradicional china, el actual
SRAG (Síndrome Respiratorio Agudo y Grave) es una enfermedad
febril, ya que está causada por factores patógenos exteriores.
El síntoma principal de este tipo de enfermedad grave
es la fiebre prolongada. Los factores patógenos exteriores
a los que refiere la medicina tradicional china son los
microbios, las bacterias y los virus que invaden el cuerpo
humano. Una vez dentro de él, estos factores provocan
una fiebre cada vez más alta, al tiempo que generan una
gran cantidad de elementos tóxicos perjudiciales para
los órganos. De ahí que las funciones de los medicamentos
tradicionales usados en la prevención de SRAG sean el
fortalecimiento del sistema inmunológico y la eliminación
del calor y los elementos tóxicos. La práctica corrobora
la eficacia del tratamiento del SRAG basado en la combinación
de las medicinas occidental y tradicional china.