Las calamidades nos hacen cambiar
Cuando se supo que una de las vías de transmisión del SIDA
es la sexual, el empuje de la liberalización sexual, urgida
en los países europeos y americanos a mediados del siglo
pasado,comenzó a perder fuerza y empezaron a resurgir los
valores tradicionales de la vida hogareña y familiar. Las
calamidades cambian el comportamiento de la gente y modifican
sus escalas de valores.
Poco después
de detectarse en China el primer brote de SRAG (síndrome
respiratorio agudo y grave), se supo que más de la mitad
de los 7.000 afectados en todo el mundo eran chinos. Esta
epidemia, que lleva ya varios meses perturbando la vida
cotidiana, obliga a la gente a usar mascarillas y la mantiene
alejada de los restaurantes y de los centros de ocio. Al
producirse un fuerte aumento de nuevos casos, no pocas empresas
y entidades obligaron a sus empleados a permanecer en sus
hogares. Por lo tanto, las actividades cotidianas no se
desarrollan con toda normalidad.
Pero no solamente están produciéndose tales cambios, sino que
también se observan modificaciones en las costumbres y la
manera de pensar. En cierto sentido, la irrupción de esta
enfermedad está impulsando el progreso. Quienes se deleitaban
con platos elaborados con animales salvajes han abandonado
esta costumbre, pues algunos especialistas sospechan que
el SRAG proviene de una especie animal; antes, todos los
miembros de la familia comían de los mismos platos, mientras
que ahora cada uno come del suyo; quienes eran objeto de
burla, a veces, por volver a casa inmediatamente después
de terminar la jornada laboral, ahora son elogiados por
preparar la cena para toda la familia; y el vicio de escupir
y hacer las necesidades en cualquier parte está siendo censurado
y castigado.
La esencia de la filosofía clásica china reside en saber analizar
todo asunto de manera dialéctica. Esta filosofía explica
que lo malo pueda convertirse en bueno y viceversa, idea
que subyace al refrán "no hay mal que por bien no venga".
Los cambios que la propagación del SRAG ha introducido en
la vida del pueblo chino vienen a corroborar dicha concepción
filosófica, la cual le ofrece el respaldo espiritual necesario
para afrontar esta calamidad con optimismo.
Precisamente
sobre esta epidemia trata "El SRAG está cambiando China
en silencio", artículo complementado con noticias al
respecto y consejos para evitar el contagio. En el presente
número nuestros lectores encontrarán también un interesante
artículo titulado "Al Tíbet en tren", que versa
sobre la construcción de la que será la línea férrea situada
a mayor altura del mundo, así como las habituales páginas
de "China y el mundo hispanohablante", dedicadas
a ofrecer información sobre estas dos culturas y sus relaciones
e intercambios.
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