Relaciones
económicas sino-peruanas
Por
ANDRÉS HUMBERTO CHONG GENG

Tianjin,
la mayor ciudad litoral del norte de China |
Las relaciones económicas y comerciales sino-peruanas
vienen de antiguo. Su inicio se remonta al 15 de octubre de 1849,
fecha de la llegada al Perú del primer contingente de jóvenes
chinos, con lo que dio comienzo la primera migración china (1849-1874),
que concluyó con el Tratado de Paz, Amistad y Navegación, firmado
en Tianjin el 26 de junio de 1874 por el capitán Aurelio García
y García, Ministro Plenipotenciario del Perú, y su excelencia
Li Hong Chang, Ministro Plenipotenciario de su Majestad, el Emperador
de China. Con esfuerzo, tesón y sacrificio, esta generación de
chinos soportó a veces las injustas condiciones de trabajo, participó
en la construcción de las primeras líneas férreas, contribuyó
a la prosperidad de las haciendas de caña y algodón, y extrajo
el guano de las islas situadas frente a la costa del Perú. Posteriormente
se produjo una segunda inmigración (1890-1930), más reducida,
formada por empresarios provenientes de Hong Kong deseosos de
invertir en el Perú, donde establecieron casas comerciales, compañías
de seguros y firmas navieras, y arrendaron o compraron propiedades
agrícolas para cultivar sobre todo caña de azúcar.
Familias emprendedoras cerraron el círculo de
la presencia china en el Perú, mostrando las dos clases sociales
en el interior de la comunidad china. Aunque entonces una ocultara
a la otra, tesonera y silenciosamente se complementaban, destacando
el aporte indiscutible de los emigrantes chinos a la economía,
la cultura, la política y la sociedad peruanas. La mayor colonia
china de Latinoamérica es la del Perú, donde representa el 10
por ciento de la población total.

El puente de Jiangyin sobre el río Yangtsé (provincia de Jiangsu)
es el mayor de sus características tendido sobre dicho río
Yangtsé |
Al fundarse la Republica Popular China en 1949,
las relaciones políticas y económicas entre ambos países se interrumpieron.
Las relaciones económicas se restablecieron en 1971, coincidiendo
con la nueva política impulsada por el auge exportador del Perú
registrado a fines de la década de los 60, auge que determinó
la búsqueda de nuevos mercados como China, con el fin de diversificar
las exportaciones peruanas. A raíz de los primeros contratos sobre
el cobre y la harina de pescado, se enviaron diversas misiones
a China, cuya labor se concretó en el “Convenio de Cooperación
Económica y Técnica”, firmado el 28 de noviembre de 1971, fecha
en la que se inició una sólida y estrecha relación económica y
comercial que se consolidaría el 9 de agosto de 1972 con la firma
del Convenio Comercial.
A partir de la segunda mitad de los años 70,
el Perú reelaboró su papel como país ribereño de la cuenca del
Pacífico y tomó importantes medidas para afianzar su presencia
en el área. En este sentido, el 2 de noviembre de 1988 las relaciones
económicas bilaterales sino-peruanas ingresaron en una nueva fase
de entendimiento gracias a la firma del Convenio Básico de Cooperación
Económica y Técnica, cuyo objeto era desarrollar, intensificar,
diversificar y consolidar las relaciones económicas, comerciales
y de cooperación entre ambos países a través de la Comisión Mixta
Económica Comercial.
Las economías de ambos países pueden ser consideradas
complementarias tanto por lo que hace a la producción como en
lo tocante al consumo de las respectivas poblaciones. En ese sentido,
puede apreciarse que el intercambio comercial bilateral se ha
venido desarrollando gradualmente y que en la actualidad se encuentra
en su nivel más alto, tal como se desprende del siguiente cuadro:
Intercambio
Comercial Perú-China
(Miles
de dolares)
Año
|
Total
|
Importaciones desde Perú
|
Exportaciones del Perú
|
Superávit a favor de Perú
|
1996
|
558,157
|
166,578
|
419,385
|
252,806
|
1997
|
685,963
|
195,925
|
490,062
|
284,138
|
1998
|
424,320
|
191,506
|
232,814
|
41,308
|
1999
|
416,959
|
201,464
|
215,495
|
14,031
|
2000
|
699,396
|
260,435
|
438,761
|
178,126
|
2001
|
747,304
|
322,098
|
425,206
|
103,108
|
2002 (*)
|
812,847
|
293,172
|
519,675
|
226,503
|
|
|
|
|
|
Enero-Septiembre
Fuente: Aduanas del Perú
|
Se aprecia que el intercambio comercial entre
ambos países es ampliamente favorable al Perú. Los principales
productos que China importa del Perú son materias primas (harina
de pescado, mineral de hierro, refinado y chatarra de cobre),
mientras que China exporta al Perú sobre todo productos acabados
(maquinaria, equipos, medicamentos, productos textiles) y en mucho
menor medida materias primas (como coque metalúrgico).
Es importante destacar que el principal producto
de exportación del Perú es la harina de pescado, del cual este
país es el mayor productor mundial, mientras que China, que compra
casi el 50 por ciento de la producción peruana, es el mayor consumidor
mundial. En años normales, es decir, aquéllos no afectados negativamente
por los fenómenos naturales, Perú exporta a China casi un millón
de toneladas de harina de pescado, que en su mayor parte va a
parar a las fábricas de piensos equilibrados. La harina de pescado
peruana es un componente insustituible en la alimentación de los
animales, ya que contiene un elemento, conocido como “factor de
crecimiento”.
El contenido fundamental de las relaciones sino-peruanas
es la economía y la cooperación, orientadas ambas al incremento
del comercio y las inversiones. Según cálculos conservadores,
la expansión de China a nivel mundial en inversiones en el exterior
ha alcanzado una cifra de casi 6.000 mil millones de dólares,
a través de más de 4.000 empresas distribuidas por más de 120
países y regiones. Aunque el segmento más importante de esta inversión
se encuentra en Asia, muchos de los capitales chinos se han dirigido
también a América Latina y África.
China necesita diversificar sus fuentes de aprovisionamiento.
Para su expansión a otros mercados, le es necesario contar con
puntos de irradiación que faciliten su acceso a economías de consumo,
lugares éstos que deben ofrecer condiciones particulares, entre
ellas alcanzar la competitividad en los costos de producción,
ser economías complementarias y contar no sólo con recursos humanos
y naturales, sino también con tecnología aplicable a la consecución
de esos objetivos.

La captación de capitales extranjeros fomenta la prosperidad
económica |
En este sentido, el proceso de modernización
y apertura del Perú ofrece a la inversión extranjera ventajas
comparativas basadas en una legislación muy abierta. A ello se
suman las condiciones estratégicas derivadas de la situación geográfica
del Perú, ubicado en el centro de Sudamérica, lo que le permite
actuar de puerta de entrada de los productos chinos y abrir corredores
hacia los países andinos y de Mercosur no ribereños del Pacífico.
Para alcanzar dicho objetivo es necesario establecer centros de
distribución y plantas de ensamblaje en el Perú, y, posteriormente,
lograr una integración industrial basada en las tecnologías chinas.
Asimismo, tales corredores permitirían dar salida a los productos
y abundantes recursos autóctonos, los cuales servirían para satisfacer
la creciente demanda de la población y la industria chinas.
Las inversiones chinas en el Perú se concentran
en la minería, el petróleo, la pesca, la industria ligera y la
agroindustria. Entre las inversiones chinas destaca el éxito notorio
cosechado por la empresa Shougang Hierro Perú, que ha supuesto
la mayor inversión de China en el exterior. También son de destacar
las realizadas por la Corporación de Petróleo (Sapet) en el campo
de la prospección y la explotación petrolíferas; las de la Corporación
de Construcción y Maquinaria Agrícola, que ha establecido una
red de centros para el mantenimiento de tractores fabricados en
China; y las de la Empresa de Tecnología Aérea (Catic), que ha
montado un centro de servicio para el área sudamericana, encargado
del mantenimiento de, entre otros, los aviones Y-12.
En el futuro, la difusión de la información
y la identificación de los canales más apropiados para lograrla
serán dos de las tareas prioritarias de las relaciones sino-perunas.
En efecto, a pesar de que ambos países comparten aspectos de sus
respectivas historias, lo que convierte sus relaciones en algo
especial, los programas han logrado poco éxito. Sirva de ejemplo
el Intercambio Científico, Técnico y Cultural, cuyo objetivo es
precisamente dotar a ambos países de un instrumento para el conocimiento
mutuo. Ello induce a pensar que es necesario crear un “Comité
Binacional” que permita relacionarse a los grupos interesados
de ambos países, privilegiando los aspectos económicos y de inversión,
y en el que a la vez los Estados, los empresarios y los especialistas
se comprometan a buscar una alternativa integral.
ANDRÉS
HUMBERTO CHONG GENG, economista peruano y consultor económico
y comercial de una empresa china.
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