La
gloria enterrada
Por
LI RUI

Vasija
(de dinastía Zhou del Oeste) (año 42 lai ding). En
los 270 caracteres repartidos entre las 25 líneas de la inscripción
interior se explica que la familia real ha premiado a Mi Ji
y a su padre por sus méritos de guerra
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En la tarde del 19 de enero del 2003, un día
como otro antes del año nuevo chino, unos campesinos de una aldea
de la provincia de Shaanxi (oeste de China) estaban excavando
la tierra, cuando de repente descubrieron un subterráneo en el
que 27 objetos de bronce llevaban 3.000 años esperando a que alguien
les devolviera su antiguo esplendor.
Shaanxi, conocida por el hallazgo del ejército
de terracota, es un paraíso para los arqueólogos. Se comprende,
pues, que este descubrimiento no desconcertase a los campesinos,
quienes llamaron a los especialistas y permanecieron donde se
había producido. De pronto, la aldea de Yangjia, distrito de Meixian,
ciudad de Baoji, volvía a ser noticia en toda China. En la provincia
de Shaanxi ya se han hallado tres subterráneos con objetos de
bronce y un conjunto de campanas acordadas también de bronce.
Los cuatro subterráneos encontrados están separados 200 metros
de este a oeste, y 100 metros de norte a sur.
El espectacular descubrimiento de estos objetos
de bronce en la aldea de Yangjia se suma a otros dos no menos
admirables de artículos de bronce con inscripciones de la dinastía
Zhou del Oeste. Nos referimos al subterráneo de Qishandongjia
(1975) y al N. 1 de Fufengzhuang (1976). Aparte de su valor estético,
estos objetos ofrecen importantes datos para la historiografía
de la dinastía Zhou del Oeste y la investigación del origen concreto
de la historia de China.
El valor de los objetos de bronce

Vasija
de vino Shanwufu hu (de dinastía Zhou del Oeste)
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“Estoy muy emocionado. Este acontecimiento seguramente
tendrá una gran repercusión dentro y fuera del país”, dijo Li
Xueqin, jefe del grupo de historiadores y arqueólogos especializados
en las dinastías Xia, Shang y Zhou y director del Instituto de
Investigación Cultural e Ideológica de la Universidad Qinghua.
China, una de los cuatro países con una civilización
más antigua, cuenta con una larga historia. Ésta puede conocerse
a través de libros antiguos y documentos históricos: la civilización
china se inicia con Fu Hsi; una sociedad ganadera (antepasada
del pueblo chino) florece en Huangdi con el emperador Huang; después
llegan los monarcas legendarios de la China antigua: Yao, Shun
y Yu. Si seguimos remontándonos en el tiempo, nos encontraremos
con You-ch’ao Shih, constructor de las primeras viviendas, y Suei-jen
Shih, el descubridor del fuego. Las tres dinastías Xia, Shang
y Zhou fueron para la civilización china épocas de gran prosperidad.
Pero lamentablemente, carecemos de una cronología exacta para
esta época. Nuestra historia propiamente dicha se remonta sólo
hasta el año 841 a.n.e., esto es, el año Gonghe del emperador
Zhouzhao. Por otro lado, gracias a los más de cien años de esfuerzos
de los eruditos occidentales los orígenes del Antiguo Egipto se
remontan a más de 6.000 años atrás. El objetivo de tomar las dinastías
Xia, Shang y Zhou como límites de períodos históricos es poder
elaborar una cronología sobre esta época partiendo de datos científicas,
con lo se establecería la base necesaria para estudiar más a fondo
el origen y la evolución de la civilización china antigua.
Recientemente, un grupo de científicos encabezados
por el señor Li ha presentado un trabajo en el figuran los reinados
de todos los emperadores de la dinastía Zhou del Oeste ordenados
cronológicamente. Este nuevo descubrimiento puede corroborar o
desmentir algunas fechas expuestas en dicho trabajo.
Los 27 objetos de bronce desenterrados llevan
inscripciones. Una de ellas contiene más de 350 caracteres, lo
que la convierte en la más extensa de su tipo descubierta desde
1949. Se han encontrado también 12 calderos de bronce con inscripciones
cuya extensión media es de 300 caracteres. Además, en las inscripciones
se enumera a todos los emperadores, excepto Youwang, el último
de la dinastía Zhou del Oeste. En cuanto a su contenido, éste
es muy rico y va desde la consignación de acontecimientos históricos,
hasta el claro y minucioso registro de los años, los meses, los
Troncos Celestes, las Ramas Terrestres, las fases lunares y la
fecha de entronización de algún emperador. (En la antigua China,
no se escribía el nombre de emperador, sino sólo el del año.)
“Todo ello nos permitirá comprender la historia de la dinastía
Zhou del Oeste con mucha mayor claridad”, indicó el señor Li.
La familia Shan

Vasija
de agua Shuwufu yi (dinastía Zhou del Oeste)
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En la antigua China, la división de la sociedad
en clases estaba muy marcada, tanto es así que a cada una le correspondía
un tipo distinto de cubiertos. Entre estos 27 objetos hay 12
calderos de bronce, el mayor de los cuales tiene una altura de
58 centímetros y un diámetro de 45. Si el dueño de estos objetos
era un noble, ¿por qué poseía tantos calderos?
Según explica el señor Li, en el período de
Primavera y Otoño (722-481) la familia Shan seguía perteneciendo
a lo más célebre de la nobleza de la dinastía Zhou. Sin embargo,
los más de mil años transcurridos desde su aparición siguen siendo
un enigma. Basándose en las notas de los Registros históricos,
los especialistas consideran unánimemente que el primer antepasado
de la familia Shan fue Zhen, el benjamín del emperador Zhoucheng.
Según los textos inscritos en estos objetos de bronce pertenecientes
a la primera generación de los Shan, debió de tratarse de una
familia de altos funcionarios bajo el mandato de los emperadores
Zhouwen y Zhouwu.
De acuerdo con dichas inscripciones, el dueño
de los objetos de bronce pertenecía a la octava generación de
la familia Shan. Fue funcionario de silvicultura y, posteriormente,
sirvió como oficial en la guerra contra los pueblos primitivos.
El emperador Zhouxuan lo recompensó en persona. En las inscripciones
se detallan también los éxitos de los emperadores que van de Zhouwen
hasta Zhouxiao, así como las dádivas concedidas a la familia Shan.
Referencias a las hazañas de la familia Shan
pueden encontrarse igualmente en objetos de bronce desenterrados
con anterioridad. Los expertos infieren que los feudos de Shan
se extendían a lo largo de la aldea de Yangjia. Por lo tanto,
hace unos 3.000 años residía aquí una familia eminente y noble.
Pero, ¿dónde están sus patios y sus tumbas? ¿Y dónde han ido a
parar los objetos de bronce de los demás miembros de la familia?
Para intentar responder a estas y otras preguntas, un grupo de
arqueólogos va a iniciar una excavación en dicha aldea. Esperamos
que esta iniciativa consiga sacar a la luz muchas más antigüedades
y objetos valiosos que puedan ayudarnos a conocer y valorar la
historia de los Zhou del Oeste.
¿Por qué en un subterráneo?

Vasija
de vino Laihe (de dinastía Zhou del Oeste)
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Hace 3.000 años, los feudos de Baoji, provincia
de Shaanxi, constituían una región muy próspera. Ya en aquella
época, el nivel artístico de los objetos de bronce, símbolo de
nobleza, alcanzó su máxima cota. No obstante, las invasiones de
los pueblos bárbaros que acabaron con la dinastía Zhou del Oeste
obligaron a los nobles a huir precipitadamente y a abandonar sus
valiosos pero pesados objetos de bronce con la esperanza de recuperarlos
más tarde. Lo cierto es que jamás volvieron a verlos y que han
permanecido 3.000 años sepultados bajo el polvo.
Lo más extraordinario de este hallazgo es la
existencia de una cueva adicional. En general, resulta evidente
que quienes huían excavaban un hoyo a todo correr y allí dejaban
sus objetos. Pero en este nuevo yacimiento hay no sólo una hoyo,
sino también una cueva; además, los objetos de bronce están puestos
en orden. Todo ello parece indicar que la construcción de este
subterráneo obedecía a un plan. Pero cuál era su verdadero propósito.
¿Protegerse de la invasión de los pueblos bárbaros? ¿Alguno más?
A lo
largo de las cuatro paredes del subterráneo se aprecian huellas
del fuego, lo cual revela que sufrió un incendio. ¿Pero cuál fue
la llama que lo prendió?
Estos
27 objetos de bronce plantean una serie de enigmas hoy por hoy
impenetrables.
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