Palabras
de felicitación del Embajador de México
Por
SERGIO LEY LÓPEZ

Sergio Ley López, Embajador de México en China,
durante su intervención en la presentación del
libro |
Uno de los temas centrales y sin duda de mayor
interés para tratar de entender las sociedades latinoamericanas
es el de la agricultura. La región en su conjunto ha tenido que
atravesar controversias y revoluciones tanto sociales como políticas
que han girado alrededor del tema del campo. Revoluciones como
la de México y la de Cuba se cimentaron en el ideal de una reforma
agraria en donde se abolieran los latifundios y se repartiera
la tierra a aquellos que la trabajaban. Dentro del vocablo de
la mayoría de los latinoamericnos están muy arraigadas las palabras
“tierra” y “campo”, en la medida en que han sido algo por lo que
muchas generaciones han tenido que luchar.
Para las sociedades pre-colombianas la agricultura
era el centro de la vida, porque a su alrededor giraba la economía,
la sociedad y la religión. Los productos emanados de la tierra
representaban no sólo el sustento económico sino también el espriritual
de las sociedades. Aztecas, mayas e incas celebraban rituales
al maíz, al cacao y la fertilidad en general, elementos que podemos
encontrar representados en sus códices, esculturas y grabados.
Para entender el desarrollo del tema agrícola hasta el presente
es muy importante observar la estrecha relación que se dio entre
la tierra y la familia, aspecto también presente en las sociedades
coloniales. Esta práctica fue creando el concepto de la propiedad
privada, privilegio que después pertenecería sólo a las clases
acomodadas de la colonia y que sería el detonante de las guerras
de independencia y de las revoluciones agrarias antes mencionadas.
El tema de la revolución es reiterativo en este
prólogo porque la cuestión agrícola no ha sido de solución sencilla
después de la independencia de América Latina, como no lo es tampoco
en la actualidad. A lo largo y ancho de Latinoamerica el poder
colonial se consolidó a través de la riqueza emanada del oro y
la plata, pero también por la fertilidad de la tierra y el trabajo
indígena y mestizo.
Esto forjó la herencia cultural y social que
prevalece hasta nuestros días, con problemáticas sociales y económicas
que en muchos sentidos nos son particulares a cada país. Irónicamente
vivimos rodeados de territorios fértiles y variados en donde se
mezclan la selva con el bosque y el desierto con el mar, y en
donde crecen de manera natural las más variadas flora y fauna
que no han sido debidamente aprovechadas. La ironía es que en
buena medida el desarrollo económico no se ha sustentado en lo
que produce el campo, por lo menos no en países como México, por
poner un ejemplo. La industrialización que llegó a vastos sectores
no se expandió de manera regular al campo, dando pie a un crecimiento
desigual que dividió más a las sociedades.
En este brevísimo contexto histórico se sitúa
la obra del profesor Feng Xiuwen, sin duda uno de los investigadores
y académicos chinos más prolíficos en temas latinoamericanos.
El Desarrollo de la Agricultura Latinoamericana contribuye de
manera excepcional al análisis y entendimiento de las economías
agrícolas latinoamericanas. Quizás lo más interesante de esta
obra es que presenta un estudio latinoamericano no sólo desde
la perspectiva de un académico, sino de alguien que pertenece
al país más poblado del orbe y para el cual la agricultura ha
sido la piedra angular de su desarrollo social, económico y cultural.
Hay que recordar que dentro de la gran cultura
china, la agricultura representa un eje en toda su historia, que
como es sabido, es una de las más antiguas del mundo. El antiguo
calendario chino está íntimamente relacionado con la producción
agrícola y los ciclos de la naturaleza. Los imperios que se asentaron
alrededor de los ríos Amarillo y Changjiang (Yangtsé) dependían
de la siembra de sorgo, mijo y arroz; lo mismo que aquellos de
la cuenca del río Liaohe. Con la revolución de la tierra realizada
en 1949, la repartición de la tierra y la igualdad entre los campesinos
se convirtieron en la esencia de la China contemporánea, preceptos
que prevalecen hasta el presente.
Dentro de esta obra de Feng Xiuwen nos encontramos
con un estudio detallado de la evolución histórica de la agricultura
latinoamericana, comenzando por la agricultura indígena y colonial,
y terminando con los problemas de la agricultura en tiempos modernos.
Este libro nos transmite un mensaje que no es meramente histórico
y de hechos concretos, sino que ahonda en la problemática que
ha girado alrededor del campo y de la agricultura dentro de la
región. De hecho uno de sus capítulos se titula “Avance Histórico:
la agricultura latinoamericana en modernización y sus problemas”,
en donde el profesor Feng plantea su preocupación sobre lo que,
en su opinión, no ha funcionado en el desarrollo agrícola de nuestra
región y en el que hace propuestas para dar solución a estos rezagos.
Como mexicano y como latinoamericano, me parece
loable que en Asia se produzca interés de estudiar y de escribir
sobre el tema agrario de Latinoamérica, en la medida en que expande
las perspectivas para que el tema sea analizado. El valor de esta
obra se sustenta en la experiencia de muchos años del profesor
Feng Xiuwen dentro del conocimiento de América latina; primero
como estudioso del idioma español y más adelante como investigador
dentro del Instituto de Historia Universal de la Academia de Ciencias
Sociales de China, en el área de Historia de México y de América
Latina. El profesor Feng ha contribuido al desarrollo del estudio
de los temas latinoamericanos a través de una serie de artículos
de los cuales me parecen esenciales los siguientes: “Historia
de la Guerra de Independencia de Latinoamérica”, “Sobre la Modernización
de América Latina” y “Estudio Comparativo del Desarrollo Agrícola
en México y en China”, entre otros. Dichos estudios, aunados a
otros libros escritos y a su experiencia como académico invitado
a El Colegio de México y la Universidad Complutense de España,
son prueba fehaciente del conocimiento de Feng Xiuwen sobre América
Latina. Por tanto, esta obra contribuye al debate agrario tanto
en términos históricos como actuales en la medida en que crea
una conciencia del pasado para plantear las soluciones en el presente
y mejorar las perspectivas para el futuro. Para todo aquel que
desconozca las raíces de la cuestión de la agricultura en América
Latina y su evolución, esta obra es obligada. Para aquellos interesados
o expertos en el tema, El Desarrollo de la agricultura latinoamericana
es fundamental.
Tengo la certeza de que esta obra nos invitará
a reforzar el interés por el tema agrícola latinoamericano, no
sólo a los nativos de la región sino a los estudiosos de la sociedad
china, quienes en esta nueva etapa de su historia se unen a la
comunidad internacional contemporánea en donde la cultura, el
idioma y las costumbres han dejado de ser barreras para convertirse
en puentes de encuentros.
Para el profesor Feng Xiuwen, como suelen decir
los chinos, “Deseamos que los éxitos se multipliquen, así como
crecen los brotes de bambú tras las lluvias de primavera”.
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