Libro
blanco sobre protección ecológica en el Tíbet
La Oficina de Información del Consejo de Estado de China
publicó el lunes en Beijing un libro blanco titulado "Protección
ecológica en el Tíbet", en el que se afirma que el Gobierno
chino concede gran atención a la protección de los ecosistemas
y del medio ambiente en el Tíbet.
El documento, de unos 12,000 caracteres chinos, está
dividido en cinco partes: desarrollo de los proyectos ecológicos
y de la protección del medio ambiente del Tíbet; mejoras de
los ecosistemas y protección de la diversidad biológica; mejoras
de los ecosistemas y protección ambiental en medio del desarrollo
económico; construcción de una vía férrea modelo de protección
de los ecosistemas y del medio ambiente, el ferrocarril Qinghai-Tíbet;
y opción estratégica del desarrollo sostenible.
Este es el quinto libro blanco sobre el Tíbet publicado
por el Gobierno chino desde el año 1992.
El libro blanco indica que desde hace medio siglo, la
protección de los ecosistemas y del medio ambiente, siendo importantes
aspectos de la modernización del Tíbet, ha sido impulsada al
mismo paso que su desarrollo económico, progreso social y elevación
del nivel de vida del pueblo, obteniendo significativos éxitos.
La liberación pacífica del Tíbet en 1951 puso fina a
la servidumbre feudal y abrió el proceso del estudio del ambiente
ecológico de manera científica, para protegerlo con iniciativa
y para mejorarlo con entusiasmo.
Los departamentos de protección medioambiental de toda
China han ayudado a establecer centros de monitoreo sobre el
medio ambiente de la región autónoma, formando y preparando
un nutrido grupo de personal técnico especializado en la protección
y la gestión medioambientales, así como en la elaboración de
programas de protección y tratamiento de la contaminación.
El Consejo de Estado incluyó la zona congelada y de deshielo
de la meseta Qinghai-Tíbet entre las ocho grandes zonas de ecosistemas
del el país y diseñó para ella un plan especial. En el 2001,
el Gobierno Central convocó el Cuarto Foro sobre el Trabajo
del Tíbet y aumentó las inversiones destinadas a las construcciones
ecológicas del Tíbet.
El libro blanco señala que el Tíbet es una de las cinco
grandes zonas de pastoreo de China, con una quinta parte de
la superficie nacional de prados naturales. "Mediante la
protección eficaz de los bosques naturales y la plantación de
árboles, la cobertura forestal del Tíbet aumenta sin cesar,
pasando de menos del uno por ciento en la década de 1950 al
actual 5.93 por ciento, lo cual desempeña un papel muy positivo
en la mejora del medio ambiente.”
En los últimos años, el Estado y la Región Autónoma han
aumentado sus inversiones en proyectos para evitar la pérdida
de agua y tierra, habiendo conseguido éxitos notables. Según
el libro blanco, al terminar el año 2001, el Estado había invertido
más de 36.8 millones de yuanes, habiéndose tratado una área
de 1,166 kilómetros cuadrados afectada por la pérdida de agua y tierra.
Dicho documento destaca que el Tíbet es una de las zonas
de mayor diversidad biológica del mundo y, por lo tanto, un
valioso banco de genes para proteger la diversidad biológica
del planeta. Un tercio de la superficie de esta región forma
parte de reservas naturales.
Basándose en los datos más recientes, afirma que, en
lo fundamental, el aire y el agua del Tíbet no están afectados
por la contaminación, y que la mayoría de sus principales ríos
y lagos se encuentran en su estado original.
El Tíbet se esfuerza por elevar su producción de cereales
mediante la mejora de la condiciones ecológicas que favorecen
el desarrollo agrícola. Hasta el 2001, durante 14 años consecutivos
el Tíbet ha logrado buenas cosechas, gracias a lo cual ahora
puede autoabastecerse de cereales.
Además, el Tíbet escoge proyectos industriales prioritarios
y refuerza la prevención y el tratamiento de la contaminación,
para garantizar que el desarrollo de las industrias modernas
no altere el equilibrio ecológico ni perjudique al medio ambiente.
A la hora de desarrollar enérgicamente el turismo respetuoso
con el medio ambiente, el Tíbet adopta medidas positivas para
prevenir y tratar la contaminación.
El libro blanco indica que la construcción del ferrocarril
Qinghai-Tíbet es un anhelo compartido por las diversas etnias
del Tíbet y que "tender una vía férrea modélica por su
respeto al medio ambiente " es la meta definida desde el
inicio del proyecto. Por lo tanto, los fondos invertidos en
las obras de protección del medio ambiente a lo largo de la
línea férrea totalizarán 1,200 millones de yuanes, la mayor
suma en la historia de la construcción ferroviaria de China.
En
el 2001, añade dicho documento, el Tíbet empezó a ejecutar un
grandioso plan de mejoras de los ecosistemas y protección del
medio ambiente. Desde ahora hasta mediados de siglo, se invertirán
más de 22,000 millones de yuanes en la construcción de más de
160 ítems de protección del ambiente ecológico, fomentando con
ello el mejoramiento constante de los ecosistemas y el medio
ambiente de esta región.