ABRIL 2003

 

 

 

 

 

 

 

 


Costumbres y contrastes

Por GUILLERMO DAÑINO

A los turistas extranjeros les gusta intentar comer con palillos

Es interesante descubrir en China las costumbres y tradiciones que resuelven necesidades vitales como las nuestras, pero de manera muy diferente, incluso opuesta, a las formas a las que estamos habituados en nuestra cultura. He aquí algunas:

Si quieren mandar una carta, escriben en el sobre los datos en este orden: el nombre del país, de la ciudad, de la institución, la calle y el número, el nombre del destinatario y su función si la tiene e interesa consignarla. Secuencia más lógica que la nuestra, a mi parecer.

Si se les da algún objeto como obsequio, metido en una caja o envuelto en un papel, no abren el envoltorio o la caja, ni miran el regalo. Lo agradecen como diciendo que el gesto de afecto es más importante que el obsequio mismo.

Al nombrarse, o al nombrar a otra persona, dicen o escriben primero el apellido y luego el nombre propio. Así en Mao Zedong, Deng Xiaoping y Jiang Zeming, Mao, Deng y Jiang son los apellidos.

Los niños no usan chupón nunca. Sus pantaloncitos, más o menos hasta la edad de dos años, están abiertos en la zona de la entrepierna para facilitar sus actos de liberación, como se dice en chino.

En la medicina tradicional, un médico no ausculta con estetoscopio o instrumentos sofisticados para diagnosticar. Con tomar el pulso, observar las orejas, los ojos y la lengua, puede lograr información suficiente para recetar y curar.

La acupuntura y el masaje de la medicina tradicional china despiertan el interés de los amigos extranjeros

En una secuencia de nombres propios, si se incluye el que habla, éste se nombra a sí mismo en primer lugar y cita al final al más importante.

En una comida oficial de muchos platos, la sopa es el último. Prefieren, además, que el número de platos servidos sea par. Por la armonía que resulta del uso simultáneo del  yin  y del  yang , el número par es considerado símbolo de la perfección y el equilibrio.

El pico de la tetera no debe apuntar a ningún comensal, pues se considera un signo agresivo o de mal gusto.

El idioma chino no tiene género, ni masculino ni femenino. Excepto en unas cinco palabras, tampoco hay número singular o plural. El verbo no se conjuga. La misma palabra puede, en ciertos casos, funcionar como sustantivo, adjetivo, verbo o adverbio, según su posición en la frase y sin ningún cambio morfológico.

El saludo tradicional consiste en una breve inclinación con las dos manos junto al pecho, la izquierda sobre la derecha. La mano izquierda es la del corazón, la derecha es la de la fuerza; este gesto significa “pongo mi fuerza bajo mi corazón para servirte”.

El gesto de las manos para expresar que se tiene hambre consiste en abrir la mano izquierda hacia arriba con los dedos un poco doblados como si fuera un tazón de arroz; el índice y central de la mano derecha extendidos se acercan girando en círculo a la mano izquierda abierta hacia arriba, como si los palillos que representan estos dedos sacaran arroz del tazón que es la mano izquierda. Para mayor claridad, los dedos, que simulan ser palillos, se acercan a la boca del hambriento.

Las manos también pueden indicar números: para el 6, se cierra el puño y se levantan el pulgar y el meñique; para el 7, se juntan las yemas del índice, del pulgar y del medio; para el 8, se cierra el puño y se levantan el pulgar y el índice; para el 9, el pulgar y el índice forman un semicírculo acercando las yemas, mientras que los otros dedos se mantienen plegados; para el 10 se cruzan el medio y el índice o, también, se gira dos veces la mano abierta.

Cuando el hablante quiere señalarse a sí mismo, al decir  wo  (“yo”) por ejemplo, apunta su nariz con el índice de su mano derecha. Si está muy arrepentido de alguna falta cometida, puede ser que se golpee las mejillas con ambas manos.

La brújula, invento chino, señala el sur. La misma palabra  zhinánzhen  lo dice: “aguja que apunta al sur”.

Bailando el  yangge , una danza tradicional muy popular entre los chinos de más edad

Cuando envuelven un objeto con papel, por ejemplo un libro o una caja, doblan las puntas hacia el centro y terminan asegurando el paquete con el mismo papel, de modo que queda perfectamente cerrado y sin necesidad de pegarle nada.

No existía en China, en la cultura han, una tradición del baile familiar o de amigos, o en salas de clubes o discotecas. Desde hace algún tiempo ésta es una novedad aceptada con mucho entusiasmo por gente de toda edad. El detalle es que, por lo general, bailan como quien está dando una lección y, como no conocen mucho de la música bailable internacional, son capaces de bailarlo todo y a como dé lugar. Un himno nacional es un tango y un villancico puede convertirse en polka, vals o música disco.

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