ABRIL 2003

 

 

 

 

 

 

 

 


El cine chino quiere aunar arte y éxito comercial

Por TANG YUANKAI

Zhang Yimou, director de  Héroes , recibe elogios y críticas con igual alegría

Es muy probable que desde los últimos meses del 2002 hasta ahora el director de cine chino Zhang Yimou haya recibido más insultos y críticas que a lo largo de toda su vida artística.

Ello no se debe simplemente a que en el rodaje de una película comercial haya invertido 30 millones de dólares, cifra astronómica para el cine chino; ni tampoco al hecho de que el argumento de esa película gire entorno del asesinato del emperador Qin, tema antiguo y reiterado en nuestra cinematografía. Los insultos y las críticas se deben a que el mensaje que el cineasta Zhang Yimou intenta transmitir al público es tan marcadamente feudal que despide un olor nauseabundo: “El emperador es siempre sabio y clarividente; quienes le desobedezcan deben pagar con su vida”. En la pantalla, el asesino incumple su promesa, reniega de su fe y abandona el odio abrigado durante décadas, porque aquel tirano ambicioso que provocó incesantes guerras es descrito por Zhang como un gran personaje que persiguió la paz mundial. Esta presentación del emperador Qin resulta inaceptable. En opinión de los espectadores constituye la mayor ironía de las que ha producido  Héroes .

Para el espectador común y corriente, el hecho de que una película sea “agradable de ver” es obviamente más importante que su valor educativo. No cabe duda de que en esta ocasión lo que ha querido Zhang Yimou ha sido alagar al máximo los sentidos de los espectadores. Para lograr su objetivo, se rodeó de Li Lianjie, campeón nacional de artes marciales, Liang Chaowei, rey del Festival de Cannes, Zhang Manyu, reina del Festival de Berlín, así como de actores tan experimentados como Chen Daoming y Zhen Zidan, y de la nueva estrella china internacional Zhang Ziyi, protagonista de  Tigre y Dragón . Además, este rutilante elenco de estrellas se desplazó por toda China para filmar en los lugares más pintorescos del país y conseguir así los planos más bellos. Zhang Yimou comentó al respecto: “En esta película no hay historias enrevesadas ni psicologías complejas; la rodé para proporcionar al espectador un deleite audiovisual incomparable”.

No obstante, para que una película sea un éxito comercial no basta con estimular la vista y el oído. Dado que los personajes de la película carecen de relieve dramático y psicológico, los actores que los interpretan no han tenido oportunidad alguna de sacar a relucir sus dotes artísticas y se han convertido en meras marionetas a las que el director se ha limitado a pegar una etiqueta. El resultado es una producción que no conmueve ni deja lugar para el amor romántico.

El gran cartel de  Héroes

Hay quienes afirman que la estructura narrativa de  Héroes  es similar a la de  Roshomon , del magistral director japonés Akira Kurosawa: el argumento se desarrolla gradualmente a través de las narraciones de los personajes. Pero a diferencia de lo que sucede en  Roshomon , los tres relatos de  Héroes  no se presentan en sucesión, sino de forma paralela, y el tercero de ellos niega totalmente la veracidad de los dos anteriores. Además, su final no es abierto. Otros consideran que lo que pretendía Zhang Yimou era que su última película superase a  Tigre y Dragón , película ganadora de un Óscar que muestra fielmente la civilización y los normas sociales de Oriente. Está claro que Li An, su director, no se limitó a hacer que los actores bailasen sobre bosques de bambú y a ejecutar acrobacias encima de tejados, sino que supo armonizar perfectamente las culturas oriental y occidental, logrando con ello unos efectos estéticos de particular belleza. En cuanto a  Héroes , la putrefacta concepción feudal que intenta vehicular crea una atmósfera pesada y deprimente que impide todo goce estético.

Cuando los cineastas empiezan a ver sus propias obras como productos comerciales, a dejarse llevar por el mercantilismo y a preferir el éxito de taquilla al valor artístico y cultural, entonces el surgimiento de contradicciones resulta inevitable, tal como ha quedado patente en esta  Héroes . De ahí su gran repercusión social.

Hace cinco años, Chen Kaige, otro famoso director del cine chino, dirigió también una película inspirada en el asesinato del emperador Qin, en la que se invirtieron cerca de 20 millones de dólares. Desde su llegada al mundo del cine, este “filósofo de la pantalla” ha reflexionado profundamente sobre China, su historia, su sociedad y su cultura, actitud que le ha llevado a dirigir grandes producciones, tanto por la estructura narrativa y la forma de expresión, como por su elevados costes. En opinión del público, Chen Kaige nunca ha trabajado ni trabajará pensando en el mercado y la recaudación en taquilla.

Chen Kaige, director de la Quinta Generación del cine chino, conversando con la protagonista de  Junto a ti

No obstante, el año pasado rodó  Junto a ti , película en la que se aprecia un acercamiento a la postura de Zhang Yimou y otros directores que, cada vez más interesados en la popularidad y el éxito comercial, promueven la mercantilización de la industria cinematográfica china, aunque ello exija a algunos cineastas sacrificiar el arte.

Parece que el Chen Kaige de hoy ya no es el de ayer. Sus ideas sobre el cine comercial, los premios artísticos y los festivales son muy claras. En efecto, el año pasado, después de finalizar el montaje de su nueva película, decidió presentarla en un festival; pero en contra de lo esperado, no la llevó a uno de los más prestigiosos del mundo, sino al modesto Festival de Toronto. La razón era muy sencilla: este festival no es de mucha categoría, pero le ofrecía una buena ocasión para tantear el mercado  cinematográfico internacional. Además, el Festival de Toronto es un barómetro del éxito que las películas pueden conseguir en las taquillas norteamericanas. “En la actualidad, lo más importante para el cine chino no es la consecución de premios, sino la ocupación de una parcela del mercado más amplia y más sólida”. Al regresar de Toronto, Chen Kaige no se tomó ni un solo día de descanso, sino que se puso al frente de los principales actores principales de  Junto a ti  para realizar una gira de promoción que les llevó a Beijing, Shanghai y otras grandes ciudades chinas.

Chen Kaige repite con insistencia que su condición de artista no ha sufrido ningún cambio “En esta película he cambiado de estilo; pero eso no significa que durante el proceso de creación haya renunciado a mi libertad e independencia. Lo que he hecho es mi propio film, en el que no faltan las cosas agudas”.

 Junto a ti  tiene dos hilos narrativos: uno de ellos relata el amor de un padre por su hijo, amor que lo lleva a hacer todo lo posible por que éste llegue a ser un gran músico; el otro es el nebuloso y arrebatado enamoramiento juvenil del hijo. Mediante la descripción de las emociones, Chen Kaige censura duramente la sociedad cada día más materialista, así como el creciente alejamiento en las relaciones humanas.

Quienes conocen bien a Chen saben que lo que en realidad intentó con el rodaje de esta película fue relatar su camino de crecimiento espiritual y exorcisar sus propios demonios. Durante la “Revolución Cultural” (1966-1976), cuando Chen tenía 14 años echó por el suelo y traicionó a su padre, Chen Huaikai, uno de los cineastas más famosos de China. Al final de la película, el hijo deja escapar la oportunidad de hacerse famoso y regresa junto a su padre. Con este desenlace Chen sublimaba los remordimientos que lo han perseguido durante décadas.

En la edición del año pasado del Gallo de Oro, el festival de cine más importante de China, el premio al mejor director fue concedido ex aequo a Chen y Yang Yazhou, cineasta más joven que Chen, cuya obra  Pies grandes y bonitos  obtuvo el premio a la mejor película. A primera vista se trata de una producción muy parecida a  Ni uno menos , película que Zhang Yimou rodó hace ya varios años. En ella se narra el choque en las maneras de pensar y de vivir que se producen entre una maestra rural y una joven voluntaria procedente de Beijing. Aunque se rodó con el propósito de ganar un premio, la película fue también un éxito de taquilla.

El año pasado Zhang Yuan, director aun más jóven que Yang, filmó tres películas:  Te amo , basada en una novela muy popular;  Jiang Jie , historia revolucionaria conocida por todos; y  Té verde , que contó con la participación de Jiang Wen, uno de los actores más famosos de China, y Zhao Wei, actriz de telenovelas que goza de gran aceptación. Parece que lo que Zhang pretendía con la filmación de películas en las que el argumento ocupa una posición central era desprenderse de la etiqueta de director  underground .

El director Lu Chuan ( primero por la derecha ) y el actor Jiang Wen ( primero por la izquierda ) durante el rodaje de  Buscando la pistola

Resuelto a conciliar el valor artístico con el éxito comercial, el director Lu Chuan invitó a Jiang Wen a protagonizar  Buscando la pistola , su  opera prima . Su estreno estuvo presidido por el director actualmente más taquillero de China. Después de comprar el guión, la productora cinematográfica Huayi Brothers and Taihe Film Investment Co.Ltd vendió los derechos de autor a la compañía estadounidense Columbia Pictures por 1.500.000 dólares. Era la primera vez que en China una película comenzaba a obtener beneficios antes de ser rodada.

Al dirigir  Primavera en la pequeña ciudad , Tian Zhuangzhuang, compañero de Chen Kaige en la universidad, insistió en preservar su personalidad artística y la película no sólo ganó un premio en el Festival Internacional de Venecia, sino que obtuvo una buena recaudación.

El panorama de la producción cinematográfica china es actualmente mucho más alentador. Así, por ejemplo, de los 80 filmes rodados el año pasado, 30 de ellos, entre los que se encuentra  Junto a ti , fueron producidos por Century Hero, compañía transindustrial cuyos dos socios mayoritarios son la China International Trust and Investment Corporation (CITIC) y el Grupo Cinematográfico de China, corporaciones que cuentan con grandes capitales y una dilatada experiencia en el mundo del cine. En el año y medio transcurrido desde su fundación, la Century Hero ha invertido 150 millones de yuanes en la producción de películas y telenovelas, y en la exploración del mercado cinematográfico. Ello es una señal inequívoca de que los grandes grupos industriales y las poderosas instituciones financieras están comenzando a interesarse por el cine, lo que sin duda alguna contribuirá de forma decisiva a transformar el cine chino en una verdadera industria.

Al mismo tiempo, las empresas privadas, como Huayi Brothers and Taihe Film Investment Co.Ltd, también están introduciéndose en el mercado cinematográfico chino. Y lo que es más significativo, muchas de ellas se crean pensando en las perspectivas de dicho mercado y orientan su capitalización en ese sentido.

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