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               "Un 
                nuevo día, un nuevo comienzo" 
              Por 
                nuestro reportero WU XINYI 
              
                 
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                  | Zhou 
                    Yupeng ( derecha ) y el doctor Berit, primer 
                    consejero delegado de Intel, colocando una placa con la inscripción 
                    “Made in China” | 
                 
               
              El 14 de 
                enero del 2003, Pudong publicó los siguientes datos en su sitio 
                 web : “En el 2002, el Nuevo Distrito 
                de Pudong fue testigo de las máximas inversiones en activos fijos, 
                de la más ambiciosa renovación de la vieja ciudad y del mayor 
                porcentaje de materialización de inversiones foráneas. Apoyándose 
                en estos tres superlativos, el año pasado (2002) el PIB de Pudong 
                fue de 125.100 millones de yuanes, cifra que supuso un incremento 
                del 16,7 por ciento en relacion con el año precedente, proporción 
                que a su vez sobrepasó la tasa media municipal en 5,8 puntos porcentuales. 
                Hasta la fecha, Pudong ha mantenido una tasa de crecimiento de 
                dos dígitos a lo largo de 12 años consecutivos”. 
              Estas cifras son un reflejo de los éxitos logrados por los habitantes 
                de Pudong durante la pasada década. Desde el 18 de abril de 1990, 
                fecha en la que el Primer Ministro anunció la iniciación del proyecto 
                de Pudong, en este trozo de lo que otrora fueron tierras de cultivo 
                se han producido grandes cambios. Hay quienes afirman que durante 
                la pasada década Pudong ha logrado lo que Nueva York y Tokio tardaron 
                respectivamente 100 y 50 años en conseguir. Al pasear por las 
                calles de Pudong, con sus rascacielos propios de la era espacial, 
                cuesta imaginar su aspecto original: una extensión de cultivos 
                de verduras habitada únicamente por ranas. Tras recorrer el distrito, 
                este reportero visitió a Zhou Yupeng, miembro del comité permanente 
                del Comité del PCCh del municipio de Shanghai, vicealcalde del 
                mismo y secretario del Comité del PCCh del Nuevo Distrito de Pudong. 
              Nacido en 1949, Zhou pasó 13 años de su juventud trabajando en la 
                negra tierra de la provincia de Heilongjiang. Esa experiencia 
                le ayudó a formar su fuerte constitución física y su tenaz carácter. 
                Zhou lleva siete años trabajando en Pudong. “Por favor, escriba 
                sobre el pueblo”, me rogó. “Pudong ha sido creado mediante los 
                esfuerzos de varios grupos de constructores. Yo solamente soy 
                uno más de los que trabajan en este proyecto. Mi función y la 
                de mis compañeros consiste en materializar, bajo la dirección 
                del gobierno municipal, el borrador del proyecto diseñado a partir 
                de la estrategia elaborada por Deng Xiaoping, el Comité Central 
                del PCCh y el Consejo de Estado”. 
              Zhou ha participado en el XV y el XVI Congreso Nacional del PCCh. 
                En ambas ocasiones, el Secretario General del PCCh, Jiang Zeming, 
                se refirió al desarrollo de Pudong, señalando que este flamante 
                distrito tipifica la modernización de Shanghai y simboliza la 
                reforma de China, así como su apertura al mundo exterior. Esta 
                valoración motivó enormemente a Zhou: “En el XVI Congreso Nacional 
                del PCCh, celebrado recientemente, el Secretario General Jiang 
                Zemin impuso nuevas exigencias a Pudong. Ahora siento aun más 
                presión y responsabilidad”. 
              La elevación de la posición política de China y su fortalecimiento 
                económico exigen un escaparate a través del cual el mundo pueda 
                observar nuestro país. Zhou cree que Pudong es ese escaparate. 
                Zhou se graduó en la Escuela Secundaria de Shanghai Anexa a la 
                Universidad Normal del Este de China, una prestigiosa escuela 
                secundaria bajo la jurisdicción directa del Ministerio de Educación. 
                En septiembre del 2002, se invirtieron 200 millones yuanes en 
                su traslado de Puxi a Pudong, no por el simple hecho de que fuera 
                el alma máter del jefe del distrito. “El establecimiento de escuelas 
                de primera categoría en Pudong es una maniobra estratégica del 
                gobierno distrital”, afirma He Xiaowen, director de la escuela. 
              El desarrollo de Pudong está más enfocado al progreso social en su 
                conjunto que a la ejecución de proyectos individuales. El gobierno 
                distrital destina una cuarta parte de sus ingresos anuales al 
                desarrollo de la educación, con miras a mejorar el entorno educativo 
                y cultural del distrito, y transformarlo en un centro de recursos 
                humanos no sólo para el propio Pudong, sino también para Shanghai 
                y el resto de China. Pudong ha establecido una serie de excelentes 
                escuelas y ha creado un número considerable de complejos de viviendas 
                para instituciones de enseñanza superior. Según el anteproyecto, 
                en el 2005 el nivel educativo general del nuevo distrito se desarrollará 
                a un ritmo superior al de su crecimiento económico, lo que a grandes 
                rasgos le permitirá alcanzar el estándar educativo de los países 
                desarrollados de nivel medio e igualar en ciertas áreas el de 
                los países desarrollados.  
              A los ojos de la gente común de Pudong, Zhou Yupeng es su representante. 
                Cuando hace 20 años llegó a Shanghai procedente de la negra tierra 
                de Heilongjiang, no encontró trabajo en esta populosa ciudad y 
                se vió obligado a ganarse la vida con empleos eventuales. Pero 
                su tenacidad lo empujó hacia adelante y, siguiendo su propio camino 
                paso a paso, finalmente llegó a dirigente gubernamental. Sobre 
                su mesa de trabajo hay un adorno de cristal que lleva esta inscripción: 
                “Cada día es un nuevo comienzo”. 
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