El
Palacio de Verano, jardín imperial de Beijing
Por
LU RUCAI
En
el oeste de Beijing, a unos 20 Km. de la Ciudad Prohibida
y sobre una superficie de 290 ha. se extiende un jardín
imperial que data de la dinastía Qing (1644-1911). Es el
Palacio de Verano, una obra clásica que cuenta con más de
3.000 habitaciones, y donde se combinan perfectamente el
paisaje montañoso, el acuático y el artificial, ofreciendo
una hermosa variedad de vistas según varían las condiciones
climáticas. En noviembre de 1998, cuando la UNESCO declaró
al palacio Patrimonio Cultural de la Humanidad, la organización
registró los siguientes datos: Se construyó en 1750. Fue
destrozado durante la guerra de 1860 y restaurado en 1886.
Es una obra maestra de jardines clásicos chinos, donde las
arquitecturas artificiales, las colinas y la vasta superficie
del agua constituyen un conjunto artístico armonioso.
Prolongada construcción
El
Palacio de Verano se ubica al pie de la cordillera que cubre
el oeste de Beijing, donde abundan el aire fresco, los manantiales
montañosos y las vistas pintorescas, por lo que reúne las
condiciones ideales para la construcción de jardines y palacios
de recreo imperiales. A partir de 1153, los gobernantes
feudales erigieron sucesivamente construcciones para su
relajación y reposo.
En
1749, con motivo del sexagésimo aniversario de su madre,
el emperador Qianlong de la dinastía Qing ordenó realizar
un amplio dragado y construcción en el sitio. Las tierras
y lodos sacados del lago fueron llevados a la colina, con
lo cual se logró establecer el rasgo fundamental del jardín
un año más tarde, cuando se dio forma de murciélago a la
montaña y de durazno al lago, dos símbolos respectivos de
la felicidad y la longevidad en la civilización china. En
aquel entonces, el jardín precursor del Palacio de Verano
fue bautizado como Parque del Agua Ondulada y Límpida.
Lamentablemente,
sólo cien años después de su conclusión, la obra fue arrasada
en 1860 por las fuerzas anglo-francesas, que también saquearon
otro famoso y mayor jardín imperial, Yuanmingyuan (Palacio
de la Luna Llena), al cual procedieron luego a incendiar
hasta dejarlo en total destrucción. En 1886, la nueva soberana
de la dinastía Qing, la emperatriz viuda Cixi mandó a reconstruir
el Parque del Agua Ondulada y Límpida. Diez años más tarde,
cuando la restauración se concluyó a un costo total de 30
millones de onzas de plata, el parque fue rebautizado como
Yiheyuan (Palacio de la Armonía, nombre original de Palacio
de Verano). Sin embargo, en 1900 fue nuevamente pasto del
fuego de las tropas aliadas de las ocho potencias imperialistas,
que entraron en Beijing para sofocar la rebelión de los
Boxers, y no fue reconstruido hasta el 1903. Luego de la
caída de la dinastía Qing, en 1911, el último heredero de
la corona, el emperador Puyi, fue expulsado de la Ciudad
Prohibida. Poco tiempo después, este jardín imperial, que
había sido testigo de la opulencia y las intrigas, quedó
abierto oficialmente al público.
Sede de gobierno y punto de distracción
La
emperatriz madre Cixi pasaba la mayor parte de su tiempo
en el Palacio de la Armonía. Cada año, llegaba al lugar
en enero y no regresaba a la Ciudad Prohibida hasta octubre,
después de festejar su cumpleaños el diez de ese mes (según
el calendario lunar de la antigua china). Durante este lapso,
la emperatriz sostenía entrevistas con los cortesanos, atendía
asuntos gubernamentales y organizaba ceremonias rituales,
las cuales hacían del parque el segundo centro político
de Beijing después de la Ciudad Prohibida.
La
principal entrada del Palacio de Verano se sitúa al este,
formada por la puerta central que servía para el paso del
emperador, la emperatriz y otras concubinas, y otras dos
laterales, para los cortesanos y guardias. Después de la
entrada, un pórtico y un pabellón forman el sector de las
actividades políticas. El nombre del pabellón, Benevolencia
y Longevidad, fue dado por la emperatriz madre Cixi, que
auguraba a los benévolos una larga vida. En el centro del
pabellón se ubica una plataforma cuadrada, rodeada en tres
lados por las escaleras y balaustradas de madera con exquisitos
bajorrelieves. Encima de esta estructura, se exhibe el trono,
una mesa larga y otros adornos, entre los cuales se destaca
un biombo detrás del trono con más de 200 caracteres chinos,
entre los que destaca el emblema de la “longevidad”. Los cuartos auxiliares
a ambos lados del pabellón servían de habitación de descanso
para la emperatriz madre Cixi y el emperador Guangxu, al
concluir las entrevistas con los funcionarios de la corte.
Detrás
del Pabellón de Benevolencia y Longevidad se extienden tres
patios, donde habitaban la emperatriz viuda Cixi, el emperador
Guangxu y sus mujeres. El patio de Cixi, llamado de la Alegría
Longeva, se sitúa entre el lago Kunming y el teatro Dehe.
En este sitio hay una sala de estar en el centro, un dormitorio
al oeste y un cuarto de descanso al este, todos amueblados
según su disposición original. Cuatro incensarios dorados
adornados con motivos de murciélago y durazno ocupan los
cuatro rincones de la sala. El teatro Dehe cuenta con un
escenario de tres pisos y tribunas para los espectadores,
principalmente los miembros de la familia real y los aristócratas.
Los pisos del escenario se componen de las tablas movibles
para que los actores subieran y bajaran libremente durante
los espectáculos que representaban a los inmortales o espíritus.
En el piso más alto hay un torno que servía para cambiar
el fondo. Debajo del último piso hay un pozo profundo y
cinco estanques de agua cuadrados, que servían para mejorar
la resonancia y subir agua a la escena cuando la representación
así lo requería.
El
cuerpo principal del Palacio de Verano lo forman el lago
Kunming y la colina de la Longevidad. El conjunto arquitectónico
comienza en el pórtico Yunhuiyuyu a la orilla del lago,
y asciende hasta la cima de la colina, donde remata con
el muro Mar de la Sabiduría. En la extensión entre el pórtico
y el muro se yerguen la Puerta Paiyun (de las Nubes Dentadas),
la Puerta Ergong (de Dos Palacios), la Sala Paiyun (de las
Nubes Dentadas), el Palacio Dehui (del Brillo Moral) y el
Templo Foxiang (del Incienso Búdico), edificaciones que
dan al palacio un aire majestuoso.
Entre
el sector de paisaje, el residencial y el de actividades
políticas pasa una galería de pinturas de 728 m de largo.
En ella hay más de 8 mil dibujos a color sobre los temas
históricos, figuras humanas, flores y animales. En 1992,
fue incluido en el récord Guinness como la galería más larga
del mundo.
Recuperación de los paisajes desaparecidos
Al
oeste del Palacio de Verano había una zona compuesta por
el arrozal, un bosque de moreras y viveros de peces, paisaje
parecido a los poblados lacustres del sur de China. El emperador
Qianlong lo denominó como Vista de la Vida Rural. Pero este
paisaje desapareció con las guerras y calamidades, y después
de la fundación de la Nueva China, en 1949, se llenó de
barrios de viviendas y fábricas. En noviembre de 2004, después
de dos años de construcción, una nueva Vista de la Vida
Rural reapareció ante los visitantes, junto con otras arquitecturas
clásicas que habían sido arruinadas.
La calle Suzhou es un tramo de 300 m
de largo en las dos orillas del lago Houhu, donde se reunían
comercios y tiendas de antigüedades, joyerías, sederías
y expendios de té, etc. En los días en que el emperador
salía a navegar por el lago, los eunucos y las damas de
honor se disfrazaban de dueños de negocios y clientes que
en apariencia se divertían con las ventas y compras. En
los últimos años, durante la Fiesta de Primavera se festejan
en este lugar la Feria Imperial, que pretende recuperar
la fisonomía de tiempos idos, mostrando adornos tradicionales
y ofreciendo espectáculos de las ceremonias imperiales de
la dinastía Qing.
Típico jardín imperial de la dinastía
Qing, el Palacio de Verano atrae cada año a más de seis
millones de visitantes, sobre todo en la temporada pico,
cuando las visitas diarias pueden sobrepasar las 150 mil
personas. Para aliviar la presión que supone el intenso
flujo de turistas, desde fines de 2004, las entradas al
parque han aumentado su precio de 20 a 60 yuanes (en invierno)
y de 30 a 80 yuanes (en verano). El incremento ha suscitado
numerosas quejas e insatisfacción de turistas y ciudadanos,
pero no se aprecia una disminución obvia en el flujo de
visitas.
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