JUNIO
2005


Producción de bajo coste, ¿bendición o castigo?

Por LUO YUANJUN

Con sus producciones abaratadas y su indiscutible condición de fábrica del mundo, asumiendo rubros que otros desechan, China encara por igual la buena aceptación de millones de consumidores del orbe y la ojeriza de sus competidores en mercados extranjeros

El 16 de septiembre de 2004, varias peleterías chinas en Elche, España, fueron atacadas y su calzado quemado; el 12 de marzo de 2005, un cargamento de zapatos procedentes de Wenzhou, por valor de más de 100 millones de yuanes (equivale a 12 millones de dólares) quedaron retenidos en la aduana de Rusia.

Ambos ejemplos son representativos de la difícil situación que encara la industria china del calzado allende los mares. Cada aumento de la producción de la industria ligera china con destino a mercados foráneos se ve acompañado de diversas presiones, que suelen confluir en la aplicación de políticas antidumping.

Ocupando el mercado internacional con el bajo coste

El bajo coste, estrategia básica de los comerciantes chinos cuando desean copar el mercado internacional, conspira a la larga contra sus aspiraciones. Es asimismo el  motivo principal detrás del rechazo a los zapatos chinos en el extranjero. Según se informa, en Elche, el precio de un par de ellos oscila entre 3 y 5 euros.

A otros renglones de la industria ligera china les espera suerte similar, como es el caso de las guirnaldas lumínicas de Navidad. En los países europeos y EE.UU. se consume gran cantidad de esas lámparas. Como productos perecederos y baratos - una bombilla vale sólo un centavo y varios cientos apenas unos yuanes -, las empresas extranjeras no tienen interés en producirlas, dados los escasos beneficios que pueden obtener. No obstante, en el campo chino, donde sobra la mano de obra, son numerosos los fabricantes que siempre obtienen beneficios.

En la etapa inicial de la aplicación de la reforma y apertura en China, múltiples empresas extranjeras llegaron al país y comenzaron a fabricar productos ligeros aprovechando lo barato de la mano de obra local. Dichas producciones eran exportadas a los países europeos y EE.UU. Desde entonces, China ha ido ganando la condición de manufacturera mundial de la industria ligera. Sin embargo, al controlar los inversionistas extranjeros la marca, canales de ventas y la redes de servicios postventa, los comerciantes locales no ganaban mucho.

Cuando los chinos salen del país para invertir en producciones en algún otro país, siguen apegados a la estrategia del bajo coste, pero al entrar en competencia con sus pares locales aparecen los roces de siempre. Aunque el traslado de los productos de mano de obra intensiva a los países en vías de desarrollo es una  ley inexorable, en algunos países donde este traslado ocurre lentamente, las mercancías menudas chinas se convierten en el azote de los fabricantes del sector.

Para eliminar las influencias negativas causadas por el bajo coste, los comerciantes wenzhouneses se proponen una serie de medidas, incluida la cooperación activa con los países a los que exportan. Hasen, empresa de calzado china, ha establecido relación cooperativa con el Centro de Elaboración de Calzado Hasen-Wilson y ha comprado la marca de Italia Wilson. La compra de las famosas firmas locales contribuye a resolver la sensación de marginación.

¿Por qué el rechazo?

Lo barato sale caro, podría ser un axioma aplicable a lo que ocurre en la actualidad económica china. Pero el valor de la mano de obra, con todo lo que se diga, ha mostrado un incremento en los últimos años, fenómeno que tiene cierta influencia sobre el desarrollo ulterior de los productos ligeros chinos.

A partir del 1 de enero del año corriente,  la UE (Unión Europea) canceló la cuota de  importación de zapatos chinos, de forma que los comerciantes wenzhouneses poseen un espacio mercantil aún más amplio. Lógicamente, según aumenta el volumen comercial, así crecen los roces por este motivo. Pero, por otra parte, en la medida en que el predominio del bajo coste disminuye, se normaliza la competencia.

“Para resolver los crecientes conflictos debemos orientarnos por el concepto de desarrollo científico y modificar de raíz la estrategia tradicional, que toma el ingreso de divisas por exportaciones como meta”, indica el vice director de  la Academia de Investigación del Ministerio de Comercio de China, Shen Danyang.

En la noche del 12 de marzo, un nutrido contingente policial económico ruso se presentó en el Mercado de Flores y Aves de Sadavowt, a 14 kilómetros de Moscú, y procedió a requisar varios contenedores de zapatos chinos, por valor de más de 80 millones de yuanes. Según la prensa, la mayoría de los zapatos retenidos provenían de más de 20 empresas wenzhounesas. Antes de este suceso, el departamento de impuestos de Rusia había sellado el almacén, considerando que las mercancías eran de contrabando y no cumplían con las normas de declaración aduanera.

Lo sucedido en Rusia apunta a un típico caso de “declaración aduanera gris” por parte de los comerciantes chinos. Esto significa que, para evitarse complicados trámites, el consignador encarga los mismos a compañías especiales. Esas compañías hacen los trámites y cobran los impuestos, pero no proporcionan al consignador los documentos de declaración. En realidad la “declaración aduanera gris” es un acto ilícito, pues esas compañías sólo pagan derechos aduaneros para una parte pequeña de los productos importados y usan otra parte del dinero para “untar” la mano de los aduaneros.

Los comerciantes chinos optan por este procedimiento dados los positivos resultados que se suele obtener, además de lo que se ahorran con respecto a los pagos por trámites normales. A la larga, empero, tal método conspira contra la imagen de las mercancías chinas en el extranjero.

Cabe mencionar que el gobierno chino se esfuerza por resolver este problema, para cuya solución ha propuesto varias medidas, incluida la propuesta del establecimiento de una compañía china para efectuar la declaración en Rusia. Después de la publicación de la nueva ley de impuestos en Rusia, la parte china ha invitado a los funcionarios aduaneros a Beijing a explicar las nuevas cláusulas nuevas, lo cual ayudará a que las empresas chinas conozcan las reglas y riesgos del mercado ruso.

“Aspiramos a normalizar la exportación”, expresó un responsable del departamento de economía y comercio exteriores de la provincia de Zhejiang. Para las empresas que han violado varias veces la ley y las normas, el departamento pertinente contempla sanciones, como cancelar el derecho de políticas preferenciales en la  exportación y la participación en algunas ferias.

Otro motivo de queja son los esfuerzos de ciertos comerciantes chinos por inflar sus precios en el extranjero mediante la competencia desleal.

“Necesitamos los productos chinos”

A pesar de la carencia de marcas famosas, los productos de la industria ligera china han ganado cierta cuota de fama mundial en conjunto. El periodista de la Agencia Noticias Xinhua, Liu Guoqiang, describe en los siguientes términos los productos chinos en Lima, capital de Perú: “Las tiendas llenas de productos fabricados en China reciben frecuentes visitas cada día. Los detallistas pregonan por la calle los encendedores y tijeras, lo que nos hace pensar que estamos en una bulliciosa ciudad del sur de China”.

A fines de 2004, la Feria Internacional de Productos Ligeros, celebrada en Yiwu, China, atrajo a 12.312 participantes extranjeros provenientes de 142 países y regiones. Hubo 15 grupos transnacionales minoristas que vinieron a hacer compras.

China se ha convertido en importante proveedora para minoristas mundiales como Carrefour, el mayor grupo de Europa y segundo en el mundo. En los últimos años, el ritmo de aumento de compras en China por parte de Carrefour, Auchan y Metro, entre otros, se ubica en más del 20 por ciento. La participación activa en las negociaciones de productos en las zonas chinas se ha convertido en destacada variante de compra internacional.

“Aquí hay lo que queremos, porque lo que se nos ofrece es lo que necesitamos”, admite Pu Manhao, gerente general de Carrefour en la zona este de China, “muchos de los pequeños enseres de uso diario sólo se encuentran en China”.

Debido a los menguados beneficios, nadie intenta asumir la fabricación de esos artículos en países donde la mano de obra es costosa, lo que convierte a China en el único país suministrador de las mismas.

Por otra parte, como muchos fabricantes chinos emplean la forma de producción de talleres familiares, pueden actualizar los productos con bajo coste. Las renovaciones no sólo son prácticas, sino que se adaptan a la moda y resultan siempre bien acogidas por el mercado.

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