Hacer
Negocios en China
Por
ANDRES HUMBERTO CHOG GENG
Este
artículo pretende dar una idea sobre los cambios operados en
China en lo tocante al comercio desde que este país comenzó
a aplicar su política de apertura al exterior. Todos los días
se aprueban y dan a conocer cambios en los terrenos tanto económico
como legislativo, evolución que los círculos comerciales internacionales
observan expectantes.
Reforma del comercio exterior de China
La política de apertura dio paso a nuevas políticas
dirigidas al sector empresarial. Al principio, alrededor del
80 por ciento de la producción industrial del país se encontraba
bajo el control del Estado, lo que significaba que más de un
millón de empresas estatales competían por sobrevivir. Tras
el inicio de la reforma, la economía centralizada fue abandonada,
no sin algunas importantes excepciones, y las decisiones económicas
pasaron a ser responsabilidad de los gerentes, en cuyas manos
se dejó el manejo de los planes.
En primera instancia, las industrias, con la excepción
de algunas calificadas de críticas,
quedaron a merced del libre juego de las fuerzas del
mercado. El objetivo era romper el “cuenco de hierro”, es decir,
terminar con un sistema laboral en el que el trabajador, fuera
cual fuese su rendimiento, no podía ser despido. Actualmente,
la dirección de una empresa puede no sólo contratar personal,
sino también despedirlo. Otra importante medida reformista fue
la promulgación de la Ley de Quiebras, por la que se regula
el cierre de las empresas ineficaces y deficitarias.
Gracias a la reforma, las empresas privadas gozan
de una mayor libertad para poder desarrollarse. Las numerosísimas
compañías privadas grandes y pequeñas existentes hoy día en
nuestro país emplean a centenares de millones de ciudadanos.
El Gobierno viene abandonando progresivamente el
sistema de fijación de precios, muchos de los cuales no reflejaban
el verdadero valor de los productos ni la relación entre la
oferta y la demanda. Las políticas aplicadas tienden a reducir
considerablemente el número de productos con precios fijos y
a incrementar el número de aquellos cuyo precio depende de las
fluctuaciones del mercado. Muchos consumidores prefieren pagar
precios más altos que comprar en los mercados libres, dado que
la selección y la calidad son mejores.
Prácticas del comercio exterior chino
Hasta mediados de la década de 1970 hacer negocios
en China resultaba muy dificultoso, sobre todo por razones culturales
y políticas. Hacer negocios era muy simple, pero las bases eran
muy rígidas. Los compradores usaban tarjetas de crédito, mientras
que los vendedores pagaban en efectivo, tanto si se trataba
de una simple máquina como si se trataba de una planta completa.
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La política de apertura al exterior comenzó a allanar
el camino a la realización de negocios en China. En sus inicios,
se introdujeron y aplicaron en toda su amplitud una serie de
opciones comerciales, entre ellas el comercio compensatorio,
las empresas mixtas y los acuerdos de créditos gubernamentales.
Esta mayor flexibilidad en los negocios trajo nuevas
oportunidades, más opciones, pero a la vez más dificultades
y mayor confusión. Cualquiera que desee hacer negocios en China
debe entender profundamente las circunstancias que rodean esta
actividad y que van más allá de la simple compra y venta. En
una sencilla transacción se combinan elementos de viejas formas
de comercio con sofisticados arreglos financieros. En China,
para tener éxito en los negocios el requisito previo es tener
bien claro el tipo de negocio que se quiere hacer.
Estructura del comercio exterior
Para describir el laberíntico comercio exterior chino
sería preciso redactar un texto tan largo y complicado como
un clásico confuciano. Pero para la persona de negocios común
y corriente no es necesario conocer dicha estructura en todos
sus detalles, puesto que para establecer contacto con la persona u organización
adecuadas no resulta indispensable saber desenredar esa intrincada
madeja.
A pesar de las reformas realizadas, en el Comercio
Exterior de China subsisten todavía algunas formas de intervención
estatal de tipo tanto administrativo como económico. Dicha intervención
se concreta en el control de la moneda extranjera, la concesión
de autorizaciones a organizaciones relacionadas con el comercio
exterior, la expedición de licencias, la supervisión de la importación
y exportación de productos, y el establecimiento de cuotas,
todo lo cual se lleva a cabo mediante procedimientos establecidos
y controlados por la aduana.
La estructura
del comercio exterior chino puede dividirse en cuatro categorías:
1) Sociedades
mercantiles
El primer tipo de sociedades mercantiles corresponde
a las tuteladas directamente por el Ministerio de Comercio y
Cooperación Económica con el Exterior (MOFTEC, en sus siglas
en inglés). Este tipo de organización comprende las corporaciones
de comercio exterior y las nuevas sociedades mercantiles. Técnicamente,
la función del MOFTEC es la de supervisar, promulgar políticas
y aprobar ciertos proyectos relacionados con las inversiones
extranjeras, aunque en la práctica cotidiana se limita a los
diferentes aspectos de la realización de negocios.
El segundo tipo es el integrado por las llamadas
sociedades mercantiles ministeriales, algunas de las cuales
son conocidas como corporaciones “especializadas” o “industriales”.
Este tipo de sociedades suelen competir con los grupos del MOFTEC,
debido a la tendencia mostrada por las industrias básicas y
tecnológicas, como la minera, la petrolera y la aeronáutica,
a ser áreas muy sensibles.
El tercer tipo de sociedades mercantiles son las
corporaciones “independientes” o plantas de nivel provincial
o municipal, cuyas exportaciones suelen estar sometidas a restricciones.
2) Organismos
de inversión
Esta poderosa categoría del comercio exterior chino
se encarga de los negocios internacionales de las corporaciones
de fideicomiso e inversiones. Una macroorganización, la misma
que participa en operaciones comerciales y de otro tipo, coordina
las inversiones extranjeras y los acuerdos de cooperación, además
de hacer negocios convencionales
y de apoyar el establecimiento de empresas de capital riesgo
( joint ventures ).
En el terreno de las inversiones, la China International Trust
and Investment Corporation (CITIC) desempeña un papel de primer
orden tanto a nivel provincial y municipal como en las zonas
económicas especiales
3) Zonas
de comercio
En las ciudades y regiones que han sido abiertas
es frecuente que las sociedades mercantiles y los organismos
de inversión se superpongan. En estas zonas, que incluyen las
zonas económicas especiales y 14 ciudades costeras, se aplican
políticas de liberalización del comercio.
4) Compañías
de servicios
Se trata de compañías especializadas que respaldan
el comercio. Entre sus servicios figuran el transporte, los
seguros y el fomento del comercio.
Superposición de funciones
La clara división cuatripartita del comercio exterior
chino que acabamos de esbozar no debería llamarnos a engaño:
hay sociedades mercantiles que también se dedican a la inversión,
así como organismos de inversión que hacen negocios; todas las
entidades pueden encontrarse en todos los niveles, es decir,
el nacional, el provincial y el municipal; y es frecuente que
las responsabilidades sobre productos concretos se superpongan;
por ejemplo, las prendas de lana fabricadas en Shanghai pueden
obtenerse bien por medio del Buró de Importaciones y Exportaciones
de Shanghai, bien por medio de la Sucursal de la Corporación
Nacional de Lanas, bien por medio de uno y otra.
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La
publicidad de los centros comerciales incita al consumo |
Algo más frustrante para el comercio exterior es
la lista de burócratas cuya jurisdicción prevalece sobre el
derecho de vender y cualquier otro tipo de acuerdo relacionado
con las inversiones foráneas. Las negociaciones con una fábrica
de aceros especiales empiezaN con una exigencia de ésta en apariencia
simple: la presentación de un fabricante extranjero que pueda
proporcionarle una línea de producción y la tecnología necesaria;
el contacto inicial es aparentemente simple y directo.
A fin de lograr este propósito, el representante
de la fábrica china inicia las discusiones y ofrece las explicaciones
necesarias para lograr la autorización de las comisiones de
planificación local y provincial, y de dos departamentos distintos
de un ministerio del Gobierno Central, así como el respaldo
del MOFTEC y del Banco de China. Todas estas entidades exigen
un estudio de viabilidad, para lo cual la fábrica china debe
contratar los servicios de dos consultorías gubernamentales,
una del Ministerio de Industria Metalúrgica y otra del MOFTEC.
Mientras tanto, en la primera reunión que mantienen
la parte china y el cliente foráneo ha surgido otro problema:
la moneda extranjera es decisiva. Si no hay divisas, el derecho
de compra se extingue, estableciéndose así el requisito de que
la firma extranjera encuentre el financiamiento y obtenga una
garantía de la devolución de la inversión reservándose un porcentaje
de la producción para venderla en el exterior. Las compañías
extranjeras también han aprendido que las futuras alianzas ya
no dependen exclusivamente de las negociaciones con el representante
de la fábrica y los funcionarios del gobierno local, sino que
están vinculadas por lo menos con una docena más de entidades
de nivel local, provincial y nacional. La parte extranjera no
se ve obligada a acudir por separado a cada una de estas entidades,
pero debe asegurarse de que todas ellas estén representadas
en las negociaciones pertinentes, a fin de que todas las partes
involucradas entiendan claramente la estructura del negocio.
Una vez que ambas partes negociadoras han llegado
a un acuerdo preliminar (lo que toma alrededor de ocho meses,
a pesar del apremio de la parte china), se tarda dos meses en
preparar una nueva propuesta, afinar el estudio de viabilidad
y obtener la aprobación, y otros tres meses en lograr el acuerdo
de joint venture
y obtener la aprobación del contrato.
Unas palabras de aliento. Para tener éxito en los
negocios realizados en China no es imprescindible conocer a
fondo todas sus facetas ni la compleja estructura del comercio
exterior chino. Pero es aconsejable tener los conocimientos
básicos necesarios para emprender los negocios correctamente,
comprender su complejidad y asumir que la parte china es la
que debe establecer y coordinar las relaciones con las diferentes
organizaciones que conforman la estructura comercial de este
país.
Finalmente, a manera de resumen, la mejor aproximación
para el éxito en los negocios es encontrar la organización apropiada
para el negocio que se quiere realizar, establecer el contacto
y, con la ayuda del socio chino, localizar las organizaciones
relacionadas con el negocio en cuestión dentro de la estructura
comercial. Lo que hay que saber de dichas organizaciones es
qué personas están involucradas, quiénes tienen autoridad para
firmar contratos y quiénes están facultados para dar la aprobación.