FEBRERO 2003

 

 

 

 

 

 

 

 


                         China en el contexto latinoamericano

 

Por ANDRÉS HUMBERTO CHONG GENG

Nuevo aspecto de la ciudad de Xiamen, Jujian

En las últimas dos décadas, China avanzó con paso firme, adaptándose al mundo y el mundo a China en la medida en que todo va cambiando. Mientras que en América Latina se experimentó la llamada “década perdida” de los 80, en esos años China crecía en silencio como un gigante. En ese mismo lapso, la mayoría de los países de la región dejaron de crecer y se empobrecieron. El afán de superación del pueblo chino es admirable; su deseo por consumir es parecido al latinoamericano; pero su esfuerzo por producir es superior y sin los problemas de los salarios y los costos característicos de América Latina.

El trabajador chino es disciplinado, pacífico, honesto, sin los vicios típicos de los países latinoamericanos. Se ha educado e informado más, consume más y está orgulloso de ver como su nación es considerada el “Gran Dragón del Siglo XXI”.

La abundancia del trabajo y ese deseo de superación han sido las llaves que han abierto las puertas de la modernización del gigante que ahora crece incontenible. El nuevo orden interno que vislumbró el líder Deng Xiao Ping en 1978 se inició con la actual modernización y la apertura económica, que llegó a los sectores urbanos; y la liberación de los mercados trasladó el enriquecimiento del campo a las ciudades.

Otro factor que permitió a China ingresar en la fase de desarrollo fue la creación de las cinco zonas económicas especiales y las 14 ciudades costeras, configurando una franja litoral abierta al exterior. Todo ello generó trabajo, creó un clima favorable para la inversión foránea y facilitó la introducción de tecnología extranjera punta.

Y la otra llave, China está realizando esfuerzos para intensificar la reforma de las empresas estableciendo un sistema por acciones y estimulando a las grandes empresas a reunir fondos en los mercados bursatiles tanto nacionales como internacionales. Para lo cual se ha planteado la formación de entre 50 y 100 conglomerados empresariales, cuyo objetivo será desarrollar nuevas industrias, especialmente de tecnología punta, que les permitan ser competitivos en los mercados internacionales y convertirse en los pilares de la economía nacional.

El comercio exterior ha crecido hasta niveles considerables totalizando en el año 2001 un valor de 502.000 millones de dólares, cifra que coloca a China entre los 10 primeros países exportadores del mundo. Alrededor de una quinta parte del comercio exterior chino se origina en las citadas 5 zonas especiales.

Los dirigentes chinos saben que cuentan con el mayor mercado potencial de consumo del mundo, que para poder mantener el crecimiento económico son necesarios importantes montos de inversión extranjera y que a medida que se vaya liberalizando la economía el flujo de capitales extranjeros será cada vez mayor. A este respecto, es de destacar el esfuerzo que realiza el gobierno chino para mejorar el ambiente de inversiones poniendo mayor énfasis en el desarrollo de las infraestructuras, tanto en su magnitud como en el número de proyectos que requieren inversiones foráneas.

En tal sentido, en el gran mercado de China están representadas las principales transnacionales, que se dedican a la exploración, la inversión y el comercio. La ejecución de proyectos de infraestructuras va a exigir la importación de grandes cantidades de productos, tanto de consumo como de materias primas. Por sus vastas dimensiones geográficas y los ricos recursos naturales, el conjunto de países latinoamericanos constituye una de las regiones que atesoran mayor potencialidad y mejores perspectivas a nivel mundial.

En línea con el proceso de apertura política y reforma económica, desde la década de los 80 las relaciones con América Latina ingresaron en una nueva dinámica caracterizada por el intercambio fluido de visitas de alto nivel, la efectiva presencia china en la política regional latinoamericana y el aumento de las inversiones en el subcontinente.

La construcción de autopistas y cruces a desnivel avanza con rapidez

Está situación se ha debido principalmente a un mayor conocimiento entre ambas partes y a un reconocimiento mutuo de las coincidencias y las posibilidades económicas y comerciales. América Latina ha experimentado desde aquella época un retorno progresivo a la institucionalidad democrática y ha alcanzado tasas de crecimiento en distintas esferas económicas. Por tal razón, ofrece la estabilidad política y la seguridad jurídica necesarias para la explotación de los recursos naturales, además de un creciente mercado de consumo y financiación.

En estas circunstancias, a partir de la década de los 80 América Latina se presenta como un espacio privilegiado para las inversiones extranjeras, un espacio que viene siendo examinado y ocupado por países con economías industrializadas, proceso en el cual China no desea permanecer al margen.

Con anterioridad al proceso de reforma y apertura, las relaciones de China, basadas en los principios de solidaridad y no alineación de su política exterior, estaban orientadas preferentemente hacia el continente africano y los países árabes. La modernización de su estructura hizo variar está visión y observar pragmáticamente en América Latina y ver en ella un conjunto socioeconómico abierto a la inversión extranjera, con importantes recursos naturales y que además le ofrecía las garantías necesarias para la colocación de sus capitales.

En un esfuerzo por intensificar su vinculación con América Latina, China viene haciendo uso de vías políticas y económicas. Como se recordará, en noviembre de 1993, luego de la Primera Cumbre Informal de la Región Asia-Pacífico, el Presidente Jiang Zemin efectuó una primera gira por el continente en cuyo transcurso visitó Cuba y Brasil, países que, cada uno en su esfera, pueden ser considerados los principales socios políticos y económicos de América Latina. Es a partir de ese momento cuando se profundizan las relaciones y se incrementan las visitas de alto nivel a dicha región.

Los objetivos de China con respecto a nuestra región han sido muy precisos desde el inicio de sus relaciones y, aunque inscritos en la relación horizontal que China desea mantener con los países del tercer mundo, en el curso de los 15 años se han perfilado con características distintivas.

China ha centrado su atención en cuatro aspectos considerados puntos claves:

1.- Ampliar activamente los lazos comerciales. El nivel actual entre ambas partes dista de ser elevado. La variedad de las mercancías latinoamericanas es limitada y la proporción de éstas dentro del comercio exterior chino es muy baja.

2.- Fomentar la cooperación interempresarial. Los sectores empresariales chinos y latinoamericanos muestran interés común por desarrollar la cooperación económico-comercial en múltiples formas y han acumulado una amplia experiencia al respecto.

3.- Promover la modalidad de sociedades en partición como forma de explotación y aprovechamiento de los abundantes recursos naturales de la región. Se han dado ya los primeros pasos en la explotación del hierro y del petróleo .

4.- Reforzar los intercambios científicos y técnicos, dado que éstos tiene cada día un mayor peso en la cooperación económica. El estrechamiento de la cooperación sino-latinoamericana en este ámbito coadyuva a fortalecer el poderío económico, en la búsqueda del desarrollo compartido en medio de una competencia internacional cada vez más reñida.

En los últimos años, se observa que los esfuerzos chinos hacia América Latina se dirigen a determinados países de acuerdo con su peso económico, tales como Chile, Argentina, México y Perú y, en un segundo plano, Cuba, Ecuador y Uruguay. Sin embargo, la relación con Brasil, dada su condición de potencia regional, se ha convertido en estos últimos años en una “asociación estratégica”.

Cabe señalar que la emergencia del Perú como socio comercial importante data de pocos años. La necesidad de invertir en el extranjero explica la compra realizada por el Grupo Shougang, que representó la inversión china en el exterior más cuantiosa. A raíz de ello, la prioridad de Perú se hizo evidente en ese entonces en el contexto latinoamericano, pero esa prioridad ha ido desvaneciéndose a causa del poco interés mostrado por el sector empresarial peruano, debido a su desconocimiento de la pujanza de China como potencia económica mundial.

En estos últimos años nos ha tocado presenciar el ímpetu alentador de progreso que presentan las inversiones y las sociedades en partición o de capital íntegramente chino que han ido extendiéndose por los países y territorios de la región. Además, el Gobierno chino ha prestado asistencia económica libre de todo condicionante político a la mayoría de los Estados de esta zona.

El interés chino por incrementar el comercio descansa en las siguientes características de los países de América Latina :

- Son países en vías de desarrollo

- Tienen necesidades de consumo y de capitales

- Por su riqueza de materias primas, constituyen fuentes de suministro para los planes de modernización

- Es un mercado de grandes potencialidades para la colocación de sus productos

La aparición de numerosos mercados de productos comerciales y agrícolas impulsa la economía nacional

Los altibajos del comercio sino-latinoamericano han seguido la tendencia de los problemas de la región, como el pago de la deuda externa, que impidió aumentar las importaciones, y los bajos precios de las materias primas. De la parte china sus productos de exportación no son esencialmente productos básicos: aparte del petróleo, el carbón y el arroz, el grueso de las ventas al exterior son equipos, maquinarias, productos textiles, medicinales, eléctricos, electrónicos, artesanales y de la industria ligera.

Un grave problema que afronta China en la consolidación de sus exportaciones dentro del mercado mundial es la fuerte competencia de los países y regiones de Asia, como Japón, Corea del Sur, Taiwan, Hong Kong y Singapur, sobre todo en lo que se refiere al servicio  posventa.

Con el propósito de hacer frente a está situación, China está desplegando grandes esfuerzos para impulsar sus relaciones económicas y comerciales con los países latinoamericanos, con los cuales coincide en el deseo de promover la cooperación económica y comercial.     

* Andrés Humberto Chong Geng, economista peruano y consultor económico y comercial de una empresa en China

Dirección : 24, calle Baiwanzhuang, Beijing, 100037, China
Fax : 86-10-68328338
Sitio Web : http://www.chinatoday.com.cn
E-mail: chinahoy@chinatoday.com.cn
Todos los derechos reservados: China hoy