FEBRERO 2003

 

 

 

 

 

 

 

 


Shenzhen, pionera de la reforma y la apertura de China

 

Por nuestro corresponsal LI WUZHOU

La tecnología punta: el futuro de Shenzhen

La zona de tecnología punta de Shenzhen

Jindie en el sur de China y Yongyou en el norte son dos famosas empresas chinas de tecnología punta dedicadas principalmente a desarrollar programas informáticos de contabilidad. En Shenzhen, Xiu Shaochun, gerente general de Yongyou, llevó esta empresa a una nueva etapa de desarrollo.

Xiu llegó a Shenzhen hace diez años. En la estación de Shenzhen, vio dos carteles indicadores: uno señalaba en dirección a Shenzhen y el otro en dirección a Hong Kong. Fue entonces cuando Xiu comenzó a tener la clara sensación de que Shenzhen era de hecho la punta de lanza de la reforma de la econónica. Una vez sentado en el autobús, le pareció que los autobuses de Shenzhen circulaban a mayor velocidad que los de otras ciudades.

Jindie, la primera empresa privada que se registró en Shenzhen, se fundó en 1991. Por aquel entonces, el gobierno local seguía el principio de “no intervenir en la gestión de las empresas”, pero durante ocho años ofreció políticas preferenciales al sector de la tecnología punta. Refiriéndose a las ventajas de Shenzhen, Xiu dijo: “Aquí el éxito de la gestión no depende de las relaciones sociales. Al principio, llevábamos personalmente nuestro  software  a los posibles clientes para demostrarles las prestaciones de nuestro producto. A este respecto, cabe decir que Shenzhen lleva ya mucho tiempo en la OMC”.

Jindie es solamente una de las numerosas empresas de tecnología punta que se han desarrollado con gran rapidez en la fértil tierra de Shenzhen.

El peso de Shenzhen en el mundo

El vicepresidente de IBM en Asia formuló la siguiente hipótesis: “Si se congestionara la autopista Dongguan-Shenzhen, los productos informáticos de todo el mundo se encarecerían un 70 por ciento”.

No se trata de ninguna exageración. La mayoría de los más de 1.500 proveedores de IBM están en Shenzhen y sus alrededores, área cuyas exportaciones anuales han superado los 2.000 millones de dólares.

En esta joven y pujante ciudad ha surgido una serie de industrias de tecnología punta, entre ellas las de computadoras,  software , telecomunicaciones y microelectrónica, de modo que esta zona se ha convertido en un importante centro de producción de computadoras, aparatos de telecomunicaciones y cámaras digitales.

El presidente de la compañía aérea Lufthansa durante el acto de celebración de la finalización de las obras en una sucursal

Tomemos como ejemplo las computadoras. En las 1.500 fábricas de  hardware  informático establecidas actualmente en Shenzhen y sus alrededores se producen 40 millones de unidades al año. En esta misma zona pueden encontrarse el 99 por ciento de los repuestos. Dicho de otro modo, con las piezas que pueden conseguirse en una superficie de 1,5 kilómetros cuadrados es posible armar una computadora.

Los repuestos de un elevado porcentaje de los productos son de fabricación nacional: un 90 por ciento en el caso de las impresoras; un 60 por ciento, en el de los discos compactos; y un 69 por ciento, en el de las fotocopiadoras.

El presidente de Fuji-Sherox S.A. de Shenzhen afirmó que el 95 por ciento de los repuestos que precisa dicha empresa están a una hora de camino, lo que además de representar un importante ahorro en los costos de gestión contribuye a acelerar la producción.

Alrededor de las empresas de tecnología punta se han establecido más de 3.500 empresas auxiliares. Sirva de ejemplo la empresa taiwanesa Foxconn, famosa por su velocidad de reacción. En efecto, cuando una empresa cercana lanza un nuevo producto, al día siguiente Foxconn ya puede conseguirlo y al cabo de dos días ya está en condiciones de servir pedidos del producto en cuestión. Esta velocidad ha sido la que permitido transformar lo que hace unos pocos años era una pequeña fábrica en una de las cien empresas de tecnología informática más potentes del mundo.

Shenzhen ya no es aquella población de 3 kilómetros cuadrados y menos de 30.000 habitantes de hace 20 años, ni aquella ciudad en la que diez años atrás abundaban las industrias de procesamiento. Muy al contrario, Shenzhen es ahora una de las regiones con la mayor concentración de empresas de tecnología punta. En el 2001 el valor de la producción de dichas empresas supuso un 45 por ciento del valor de la producción industrial. Se calcula que en el 2002 esa proporción llegará al 47 por ciento, la más alta de las ciudades chinas.

El tema al que el alcalde Yu Youjun se refirió con mayor frecuencia durante nuestra entrevista fue el de las industrias de tecnología punta. Yu dijo que la franja de tecnología punta de más de 100 kilómetros de longitud y 100 kilómetros cuadrados de superficie, actualmente en construcción, impulsará la transformación de Shenzhen en un importante centro mundial de la tecnología punta.

La resonancia del consejo de un profesor

En octubre del 2002 se celebró la IV Feria de Tecnología Punta de Shenzhen.

Entre los 300.000 asistentes hay que destacar a comerciantes e inversores de 40 países, quienes mostraron 7.749 programas y firmaron 1.581 contratos, cuyo valor total fue de 12.160 millones de dólares.

Jimmy Tan, canadiense de origen chino y científico mundialmente famoso, había diseñado un innovador programa, pero llevaba cuatro o cinco años intentando encontrar un socio que le ayudase a poner en marcha la producción. En dos ferias consecutivas de Shenzhen, su programa ocupó el primer puesto y atrajo a algunos colaboradores. Ahora, la empresa Chaomei S.A. de Shenzhen obtiene beneficios gracias a la fabricación del mencionado programa.

Cada vez son más las empresas y las personas que, como Jimmy Tan, empiezan a disfrutar de las ventajas de dicha feria. En la jornada inaugural de su cuarta edición, Jindie firmó un contrato de diez millones de yuanes con el Grupo Taide Shidai de Hong Kong, mientras que la empresa Saige Sanxing firmó un contrato valorado en 4.500 millones de yuanes con la comisión de administración del barrio de Dachang sobre la producción del mostrador y repuestos de TN/SN.

La celebración de la feria de tecnología punta de Shenzhen respondió a la iniciativa de un profesor. Cuatro años atrás, Pan Aihua, gerente general de la empresa Kexing y profesor de la Universidad de Beijing, dijo al alcalde Yu: “En lugar de la feria anual de fruta, lo que Shenzhen necesita es una feria de tecnología punta”. En aquel entonces, el valor de la producción de las industrias de tecnología punta de Shenzhen era de 47.400 millones de yuanes; esta cifra suponía un 36,6 por ciento de aumento con respecto al año precedente, doblaba la tasa de incremento del valor de la producción de otros sectores industriales y representaba un 35 por ciento del valor de la producción industrial. Siguiendo el consejo del profesor, el municipio decidió sustituir la feria de la fruta, que ya llevaba 14 años celebrándose, por la feria de tecnología punta. Por lo tanto, dicho consejo dio un fuerte impulso a la industria de la tecnología punta de Shenzhen.

Guo Wanda, secretario general adjunto del Instituto Chino de Desarrollo (ICD), afirmó que en Shenzhen se han establecido un mecanismo y un ambiente muy favorables a la industrialización de la tecnología punta, uno de los eslabones esenciales de la cadena de la industria mundial. Las palabras de Guo son muy acertadas, no en vano lleva muchos años dedicado al estudio de las empresas de tecnología punta y trabaja en una entidad conocida como “el banco de cerebros de China”.

Shenzhen atrae a especialistas en tecnología punta

Exposición de tecnología punta

Shenzhen atrae a personas de talento y altamente cualificadas provenientes de todo el país. En la actualidad, esta ciudad cuenta con más de 600.000 especialistas, más de 1.600 doctores y decenas de miles de másters. Todos los años, más de 10.000 graduados universitarios comienzan a trabajar en Shenzhen.

Chen Jiansheng llegó a Shenzhen a principios de la década 1980 con sólo 22 años. Dueño de la primera empresa china dedicada al diseño de automóviles, su fortuna supera actualmente los 100 millones de yuanes. Fuertemente atraído por el desarrollo de la tecnología punta de Shenzhen, empezó a invertir importantes sumas en telecomunicaciones e Internet, construyó un mercado de computadoras y diseñó  software  pensado para las nuevas viviendas. Chen dijo: “Shenzhen incrementa mi confianza en la tecnología punta y me da valentía para trabajar; además me proporciona un amplio espacio para llevar a cabo mis actividades empresariales”.

Guo Wanda, que ha sido profesor universitario, funcionario de un departamento gubernamental y empleado de una empresa, se dedica ahora a estudiar las empresas de tecnología punta. Basándose en su experiencia, afirma que Shenzhen es un lugar muy conveniente para las personas de talento.

Según Guo: “En la empresa Ricoh sólo hay cinco o seis administradores japoneses; todos los demás son chinos. La contratación de personal chino representa para esta empresa un ahorro”.

“En Shenzhen existen mecanismos de competencia, la economía de mercado está ampliamente implantada y la propiedad intelectual goza de gran protección, todo lo cual favorece el desarrollo de la tecnología punta”, explicaba Ding Xueguo, vicegerente general de Kexing Biotech S.A., la primera empresa china de biotecnología.

Ding añadió: “Ricoh tiene sólo 4.000 metros cuadrados y 200 empleados. Sin embargo, debido a sus buenas condiciones para el desarrollo, en pocos años sus ventas anuales alcanzaron los 200 millones de yuanes, convirtiéndose así en la mayor empresa dedicada a la elaboración de medicamentos biotecnológicos. Tras constatar el mantenimiento de las condiciones favorables, en el 2001 la empresa decidió invertir 700 millones de yuanes en la construcción del 'Valle de la Biotecnología'”.

Señalando los altos edificios, Ding dijo que en la zona de la tecnología punta de Shenzhen se han establecido numerosas empresas de gran prestigio, como Legend, Zhongxing, Huawei y Jindie. Ding agregó que dos empresas de Shenzhen encabezan la lista de las cien compañías de  software  más poderosas de China, lista en la que figuran otras siete empresas radicadas en esta ciudad.

Una ciudad en rápido desarrollo

Grandes almacenes del barrio de Luohu

En la sede de la empresa Wal-Mart, situada en una sala de menos de 100 metros cuadrados del segundo piso del edificio Jiali (en el barrio de Luohu), hay un flujo continuo de clientes provenientes de diversos puntos del país. Desde aquí se venden anualmente productos chinos por un valor que supera los 10.000 millones de dólares.

Wal-Mart llegó a Shenzhen hace seis años, pero no comenzó a obtener ganancias hasta en el 2001. De los 22 establecimientos que tenía a fines de septiembre del 2002, siete se encontraban en Shenzhen. Los restantes se habían establecido en  Kunming, Dalian, Fuzhou, Xiamen, Shenyang, Harbin y otras tres ciudades chinas.

James Lee, vicepresidente de Wal-Mart China S.A. originario de Malasia, declaró ante los medios de comunicación de todo el mundo que el éxito de Wal-Mart en China había demostrado que la decisión de establecer su central en Shenzhen había sido muy acertada.

Al explicar por qué se había elegido esta ciudad, James Lee dijo: “Shenzhen es la región con el mayor grado de apertura y el desarrollo económico más veloz; sus mecanismos de administración gubernamental son muy eficaces; Shenzhen y sus alrededores se han convertido en un importante centro manufacturero en el que es posible encontrar buenos productos y excelentes comerciantes; Shenzhen es una ciudad de emigrantes, la mayoría de los cuales son personas de talento procedentes del resto del país”. En 1996 Wal-Mart eligió Shenzhen para situar un importante punto estratégico no ya de China sino de todo el mundo.

James Lee, que se mostró muy impresionado por el rápido desarrollo de Shenzhen, afirmó que éste era positivo y proporcionaba múltiples oportunidades. De ahí que en el 2001 la sede central de Wal- Mart, hasta entonces en Hong Kong, se trasladase a Shenzhen junto con algunas secciones importantes de la sede central de Asia.

Eso fue solamente el preludio del desarrollo de Wal-Mart en Shenzhen. Situada en el delta del río Zhujiang, esta ciudad es uno de los primeros centros manufactureros de China y el mayor fabricante de gafas y relojes del mundo. Aparte de las industrias de tecnología punta, dentro de un radio de 300 kilómetros se producen la mitad de los televisores del conjunto del país, así como más del 60 por ciento de las prendas de vestir de marcas mundialmente famosas, el 70 por ciento de las joyas, un tercio de las neveras y una séptima parte de las lavadoras.

Esta gran capacidad productiva ha animado a famosas empresas transnacionales, como  Wal-Mart, Carrefour e IBM, a establecer su sede central en Shenzhen. El 95 por ciento de las mercancías que Wal-Mart vende en China proviene de esta ciudad.

Pero Shenzhen no es sólo un centro de producción de múltiples mercancías, sino también uno de los principales puntos de enlace de China con el mercado mundial, como lo demuestra el hecho de que haya mantenido relaciones comerciales con más de 120 países y regiones, y de que el valor de sus exportaciones haya llegado a representar una séptima parte del valor de las exportaciones del conjunto del país.

Animada terminal de transporte por carretera

El aeropuerto de Shenzhen es uno de los cuatro mayores de China. En el 2001, la capacidad de su puerto llegó a los 5,08 milones de contenedores, cifra que lo situó entre los ocho mayores del mundo. Shenzhen también está comunicada con otras ciudades por medio de autopistas y líneas férreas: en efecto, las líneas Beijing-Guangzhou y Beijing-Kowloon (Hong Kong), dos de las principales arterias ferroviarias de China, se entrecruzan en esta ciudad, que además está muy bien enlazada con Hong Kong y Guangzhou gracias a las autopistas Guangzhou-Shenzhen y Hong Kong-Shenzhen. Los más de 800 kilómetros de vía rápida y la línea de metro que empezaron a construirse a fines de 1999 convertirán Shenzhen en una ciudad más eficiente.

Las excelentes comunicaciones terrestres, marítimas y aéreas de Shenzhen facilitan la circulación de las mercancías. La red de transportes y la utilización de sistemas informáticos contribuirán a transformar esta moderna ciudad en un destacado centro de la circulación de mercancías.

El 24 de septiembre del 2002, cinco empresas hongkonesas firmaron un contrato por el que se comprometían a invertir conjuntamente 2.500 millones de yuanes en la construcción de Huanan, un inmenso mercado de productos industriales que impulsará el futuro desarrollo de la circulación de mercancías en Shenzhen. 

Shenzhen, bella ciudad jardín internacional

En 1999, la Asociación Internacional de Arquitectura concedió a Shenzhen el primer premio a la Planificación Urbanística de Asia; en diciembre del 2002, en el cotejo internacional de ciudades jardín, Shenzhen ocupó el primer lugar en la categoría de localidades con más de un millón de habitantes, siendo la primera ciudad jardín internacional de Asia.

“Shenzhen no sólo reúne las marcadas características de las ciudades costeras modernas y la cultura de las zonas verdes, sino que también es una ciudad modelo en la protección del medio ambiente; es realmente un lugar ideal para vivir”, dijo Hu Haohua, subgerente general de la parte china de Samsung Sdi S.A. Hu Haohua, anteriormente funcionario del Ministerio de Finanzas del Estado, se ha traslado con toda su familia de Beijing a Shenzhen.

El edificio Wal-Mart, uno de los principales centros comerciales de Shenzhen

Por la misma razón, después de jubilarse, varios gerentes generales y subgerentes generales extranjeros de dicha compañía se han quedado en Shenzhen y han fundado sus propias compañías dedicadas a los negocios entre China y Corea del Sur. Además, un jefe surcoreano de esta compañía también ha vuelto a Shenzhen tras haber renunciado a su cargo.

Apenas dos años después de su fundación, el Parque de Empresas de Tecnología Punta de Chinos de Ultramar S.A. se ha convertido en el mayor parque empresarial de China abierto a los estudiantes que regresan a nuestro país. Zhang Binglong, actual presidente-director general de esta compañía, fue a EE.UU. en 1986 a estudiar y obtuvo el título de doctor en matemáticas por la Universidad de Columbia. Según él mismo dijo, vive en una casa amplia y cómoda de la bella ciudad de Shenzhen, y todos los días va a trabajar conduciendo su automóvil. Por ello no siente que exista realmente diferencia alguna entre su vida actual y su vida en EE. UU. En cuanto al consumo, en China los precios son más bajos que en el extranjero, por lo que, en cierto sentido, la calidad de la vida es aquí más alta que en el exterior. En la presente coyuntura, caracterizada por la atonía del sector de la tecnología informática en todo el mundo, Shenzhen resulta más atractiva que otras zonas.

“Shenzhen ha alcanzado el nivel internacional tanto en las comunicaciones como en las telecomunicaciones. Es una urbe cubierta de verde y cuenta con un excelente ambiente de vida, sólo que existen apenas más de diez campos de golf ”, dijo Jan L.S. King, gerente general alemán de Lufthansa Technik Shenzhen S.A. Al hablar de su vida en Shenzhen, King mostró su satisfacción y aseguró que no es muy diferente de la vida en Alemania o EE.UU.

Pero también formuló algunas críticas: las condiciones para el ingreso en la escuela de los hijos de los empleados extranjeros no son muy satisfactorias. Estos empleados esperan que las escuelas usen los materiales de enseñanza de sus propios países, pero por el momento eso es algo difícil de realizar en China. Por otro lado, en nuestro país no hay hospitales de alto nivel para tratar a los extranjeros y por las calles y carreteras patrullan pocos policías, lo que produce cierta sensación de inseguridad.

Lo cierto es, sin embargo, que los planes del gobierno municipal incluyen el establecimiento de escuelas internacionales bilingües para los hijos de los trabajadores y comerciantes extranjeros, y de escuelas para los hijos de hongkoneses y taiwaneses, así como la construcción de hospitales de alto nivel para extranjeros.

La “velocidad de Shenzhen” y la gran eficacia del gobierno municipal

La fabricación de productos de tecnología punta exige la máxima precisión

A principios de la década 1980, la “velocidad de Shenzhen”, de la que la gente hablaba con tanto interés, se refería a la construcción de un piso al día; cuando la aguja del tiempo indica el siglo XXI, la explicación más apropiada de esta velocidad es la gran eficacia del gobierno.

Al mencionar el ambiente para el establecimiento de empresas, a todos los empresarios de Shenzhen les acudían a la mente miles de ideas. Las personas que no están informadas creen que la función del gobierno de Shenzhen se debilitará enormemente cuando la economía de mercado esté madura. Pero no será así. Como dijo Ding Xueguo, subgerente general de la compañía de Tecnología Biológica Kexing de Shenzhen: “Aquí las órdenes del gobierno circulan sin tropiezos. Ello se debe a que el gobierno municipal toma el pulso del mercado. El gobierno comunica sus planes a los empresarios”. Varios hechos corroboran tales afirmaciones.

En cierta ocasión, Chen Zhangliang, presidente del consejo directivo de Tecnología Biológica Kexing y vicerrector de la Universidad de Beijing, dijo al alcalde de Shenzhen mostrándole su cédula de trabajador foráneo: “Mire, llevo ya varios años en Shenzhen, pero sigo siendo un trabajador foráneo”. El profesor Chen nunca pensó que su broma quedaría grabada en la mente del alcalde. Los trabajadores foráneos consideran que Shenzhen es ya su hogar. Justamente a finales del mes en el que se produjo esta anécdota, todos los trabajadores foráneos cualificados sin domicilio registrado cambiaron sus documentos amarillos de residencia temporal en la zona económica especial de Shenzhen por los documentos azules de residencia para el personal cualificado que trabaja en dicha zona. El profesor Chen es el titular de la cédula azul de residencia número uno.

“El gobierno de Shenzhen ha aplicado algunas medidas: las empresas foráneas deben asegurar a sus empleados; el departamento de protección del medio ambiente exige que en vez de aceites pesados se use gasóleo, cuyo precio es relativamente alto; y las empresas deben pagar a sus empleados un  salario mínimo. Todo ello hace que en Shenzhen los costes laborales sean superiores a los de otros lugares. No obstante, la aplicación de estas y otras medidas tiene también sus ventajas. En efecto, la evitación de los cobros abusivos y la existencia tanto de una administración legalizada y normalizada como de un mercado normal regido por un gobierno altamente eficiente contribuyen a reducir los costes empresariales”, manifestó Hu Haohua, subgerente general de la parte china de Shenzhen Samsung Sdi S.A. al referirse a la atracción que Shenzhen ejerce sobre los inversores foráneos.

Dicha compañía, fundada conjuntamente en junio de 1996 por la Samsung Sdi de Corea del Sur y la Compañía de Administración de Inversiones de Shenzhen, está especializada en la fabricación de piezas de monitores de televisores en color. A pesar de la atonía mundial del sector de la tecnología de la información, esta compañía ha obtenido ganancias varios años consecutivos. “Dada la confianza que inspira el ambiente inversor, planeamos aumentar nuestras inversiones para instalar una quinta línea de producción”, señaló Hu Haohua.

Casi todas las empresas entrevistadas elogiaron la eficiencia del gobierno de Shenzhen. La mayoría de los empleados tanto chinos como extranjeros de la compañía transnacional Wal-Mart salen del país con frecuencia. Conforme a lo estipulado en China, se tarda más o menos dos meses en tramitar los visados. Tras ser informado de este asunto, el Buró de Seguridad Pública de Shenzhen estableció un “pase verde” para las 500 empresas más poderosas del mundo y las grandes compañías, de modo que ahora la tramitación de los visados para desplazarse a Hong Kong y al extranjero se realiza en un día y tres días, respectivamente.

El índice de la bolsa de Shenzhen es un barómetro de la economía china

Para encarar con garantías los desafíos planteados por la incorporación de China en la OMC (Organización Mundial del Comercio), el gobierno de Shenzhen ha reajustado ciertas medidas, entre ellas las tendentes a mejorar los servicios y a incrementar la eficiencia, con el fin de adaptarse a “las nuevas reglas de juego”. Desde la segunda mitad del 2001 hasta junio del 2002, dicho gobierno ha revisado 2.800 documentos normativos, de los cuales 1.270 han sido o van a ser anulados. Los documentos que seguirán en vigor se darán a conocer a través del sitio  web  del municipio de Shenzhen en forma de comunicado gubernamental; los documentos no publicados por este medio se considerarán automáticamente anulados.

Con el objetivo de aliviar las cargas que pesan sobre las empresas, desde comienzos del 2002 el gobierno municipal ha reducido la cantidad de cobros de 330 a 192. Es de esperar que dentro de poco tiempo se supriman los peajes en las carreteras (excepto las autopistas) y los automóviles no tengan que pagar un segundo peaje para entrar en la zona especial de Shenzhen por segundo paso.

Zhang Jinsheng, subdirector del Buró de Comercio y Cooperación Económica con el Exterior, nos explicó que Shenzhen ha llevado a cabo recientemente una nueva reforma del sistema de examen y aprobación. Más de 20 departamentos han establecido sus organismos en dicho Buró para abordar los asuntos de manera conjunta. Siempre que los nuevos proyectos cumplan las leyes y las normas, bastan de 2 a 3 días laborales para su examen y aprobación, mientras que los de mayor complejidad requieren cinco días. En cuanto a los rubros sujetos a alguna limitación, dichos departamentos convocarán una reunión conjunta para su revisión y aprobación, con lo cual se evitará a los interesados el peregrinaje de un departamento a otro.

Shenzhen, la locomotora de la economía china

Recientemente, esta ciudad joven y llena de vigor se ha fijado nuevas metas en su camino hacia el desarrollo: ser la primera en culminar el proceso de modernización (2005); ascender al nivel de los países medianamente desarrollados (2010); y emparejarse con los países desarrollados (2030). ¿Son alcanzables tales metas?

A Shenzhen no le faltan en absoluto oportunidades para desarrollarse. En el pasado, esta joven ciudad de emigrantes caracterizada por la amabilidad y la creatividad forjó mitos comerciales y protagonizó incontables milagros económicos, todo lo cual la convirtió en una paraíso de la inversión.

De 1997 a septiembre del 2002, se ejecutaron en Shenzhen 10.208 proyectos presentados por 67 países y regiones, llegando las inversiones a un total de 16.969 millones de dólares; cerca de una quinta parte de las 500 empresas más poderosas del mundo han invertido en Shenzhen; y un 40 por ciento del volumen de la inversión proviene de la inversión agregada. Desde su entrada en Shenzhen en 1983, la compañía Sanyo (junto con las compañías mixtas) ha fundado siete empresas multiplicando por 17 la inversión agregada, cuyo total alcanzó los 194 millones de dólares.

Shenzhen se ha mantenido siempre a la vanguardia de la economía china y sus éxitos están a la vista de todo el mundo. Sin embargo, tanto dentro como fuera del país son muchos quienes recelan del optimismo mostrado por el municipio de Shenzhen tras el ingreso de China en la OMC . Tal desconfianza se basa en que a raíz de dicho ingreso Shenzhen ya no goza de políticas preferenciales, por lo que se encuentra en la misma línea de salida que las demás ciudades chinas. Entonces, ¿en qué se apoya para seguir siendo la locomotora de la economía china?

En opinión de Yu Youjun, alcalde de Shenzhen, la pertenencia a la OMC no restará atractivo a esta ciudad ni hará mella en su reconocida competitividad. No hay que olvidar que cuenta con una serie de condiciones favorables, como lo avanzado de su ciencia y su tecnología, la cantidad y calidad de sus recursos humanos, la notable productividad de sus instalaciones complementarias, el agradable entorno y la probada eficiencia de su gobierno municipal. Además, Shenzhen tiene una “arma exclusiva”.

Vista panorámica de Shenzhen

Yu Youjun agregó: “Tras el acceso de China en la OMC, Shenzhen no podía seguir disfrutando de políticas preferenciales. Pero recientemente Shenzhen ha conseguido el 'derecho a hacer experimentos'; es decir, siempre que respete los compromisos suscritos por China antes de su incorporación a la OMC, Shenzhen puede dar uno o dos pasos hacia delante antes que los demás; en cuanto a los compromisos no relacionados con la OMC, Shenzhen también podrá realizar pruebas antes que nadie. Por ejemplo, según dichos compromisos, los bancos de inversión mixta no podrán entrar en el mercado chino hasta dentro de tres años; pero en el año 2002 en Shenzhen ya se estableció un banco de este tipo; y próximamente, tras obtener la autorización del Estado, se establecerá una compañía de seguros.

Otro ejemplo, éste fuera del marco de la OMC. El establecimiento de grandes almacenes de capital exclusivamente foráneo no está autorizado. Sin embargo, con Shenzhen se ha hecho una excepción, lo que ha permitido no hace mucho trasladar los establecimientos Wal-Mart de Singapur y Hong Kong a este municipio; por otro lado, de las más de diez  cadenas transnacionales de grandes almacenes que están negociando su trasladado a Shenzhen, son ya siete las que han firmado contratos con esta ciudad.

Recientemente, Shenzhen ha cooperado con varias empresas extranjeras del sector público y ha convocado licitaciones relacionadas con el gas, las comunicaciones y otras ramas. Esta es la primera vez que las empresas estatales chinas aceptan la compra de parte de sus acciones con capital foráneo. Además, el apoyo de la correspondiente comisión del Consejo de Estado también se obtuvo de antemano.

Yu Youjun dijo: “Antes, lo 'especial' de la zona especial de Shenzhen consistía en que esta ciudad era el primer lugar de China que daba los primeros pasos en todos los aspectos. En adelante, lo 'especial' será el 'derecho a hacer experimentos', es decir, de dar un paso antes que los demás. Ello significa que Shenzhen, al 'ser la primera', ha sido la locomotora de la economía china durante más de 20 años y que en el futuro seguirá desempeñando esta función”.

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