Shenzhen,
pionera de la reforma y la apertura de China
Por
nuestro corresponsal LI WUZHOU
La tecnología
punta: el futuro de Shenzhen
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La
zona de tecnología punta de Shenzhen |
Jindie en el sur de China y Yongyou en el norte son
dos famosas empresas chinas de tecnología punta dedicadas principalmente
a desarrollar programas informáticos de contabilidad. En Shenzhen,
Xiu Shaochun, gerente general de Yongyou, llevó esta empresa
a una nueva etapa de desarrollo.
Xiu llegó a Shenzhen hace diez años. En la estación
de Shenzhen, vio dos carteles indicadores: uno señalaba en dirección
a Shenzhen y el otro en dirección a Hong Kong. Fue entonces
cuando Xiu comenzó a tener la clara sensación de que Shenzhen
era de hecho la punta de lanza de la reforma de la econónica.
Una vez sentado en el autobús, le pareció que los autobuses
de Shenzhen circulaban a mayor velocidad que los de otras ciudades.
Jindie, la primera empresa privada que se registró
en Shenzhen, se fundó en 1991. Por aquel entonces, el gobierno
local seguía el principio de “no intervenir en la gestión de
las empresas”, pero durante ocho años ofreció políticas preferenciales
al sector de la tecnología punta. Refiriéndose a las ventajas
de Shenzhen, Xiu dijo: “Aquí el éxito de la gestión no depende
de las relaciones sociales. Al principio, llevábamos personalmente
nuestro software
a los posibles clientes para demostrarles las prestaciones de
nuestro producto. A este respecto, cabe decir que Shenzhen lleva
ya mucho tiempo en la OMC”.
Jindie es solamente una de las numerosas empresas
de tecnología punta que se han desarrollado con gran rapidez
en la fértil tierra de Shenzhen.
El
peso de Shenzhen en el mundo
El vicepresidente de IBM en Asia formuló la siguiente
hipótesis: “Si se congestionara la autopista Dongguan-Shenzhen,
los productos informáticos de todo el mundo se encarecerían
un 70 por ciento”.
No se trata de ninguna exageración. La mayoría de
los más de 1.500 proveedores de IBM están en Shenzhen y sus
alrededores, área cuyas exportaciones anuales han superado los
2.000 millones de dólares.
En esta joven y pujante ciudad ha surgido una serie
de industrias de tecnología punta, entre ellas las de computadoras,
software , telecomunicaciones y microelectrónica,
de modo que esta zona se ha convertido en un importante centro
de producción de computadoras, aparatos de telecomunicaciones
y cámaras digitales.
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El
presidente de la compañía aérea Lufthansa durante el acto
de celebración de la finalización de las obras en una sucursal |
Tomemos como ejemplo las computadoras. En las 1.500
fábricas de hardware
informático establecidas actualmente en Shenzhen y sus alrededores
se producen 40 millones de unidades al año. En esta misma zona
pueden encontrarse el 99 por ciento de los repuestos. Dicho
de otro modo, con las piezas que pueden conseguirse en una superficie
de 1,5 kilómetros cuadrados es posible armar una computadora.
Los repuestos de un elevado porcentaje de los productos
son de fabricación nacional: un 90 por ciento en el caso de
las impresoras; un 60 por ciento, en el de los discos compactos;
y un 69 por ciento, en el de las fotocopiadoras.
El presidente de Fuji-Sherox S.A. de Shenzhen afirmó
que el 95 por ciento de los repuestos que precisa dicha empresa
están a una hora de camino, lo que además de representar un
importante ahorro en los costos de gestión contribuye a acelerar
la producción.
Alrededor de las empresas de tecnología punta se
han establecido más de 3.500 empresas auxiliares. Sirva de ejemplo
la empresa taiwanesa Foxconn, famosa por su velocidad de reacción.
En efecto, cuando una empresa cercana lanza un nuevo producto,
al día siguiente Foxconn ya puede conseguirlo y al cabo de dos
días ya está en condiciones de servir pedidos del producto en
cuestión. Esta velocidad ha sido la que permitido transformar
lo que hace unos pocos años era una pequeña fábrica en una de
las cien empresas de tecnología informática más potentes del
mundo.
Shenzhen ya no es aquella población de 3 kilómetros
cuadrados y menos de 30.000 habitantes de hace 20 años, ni aquella
ciudad en la que diez años atrás abundaban las industrias de
procesamiento. Muy al contrario, Shenzhen es ahora una de las
regiones con la mayor concentración de empresas de tecnología
punta. En el 2001 el valor de la producción de dichas empresas
supuso un 45 por ciento del valor de la producción industrial.
Se calcula que en el 2002 esa proporción llegará al 47 por ciento,
la más alta de las ciudades chinas.
El tema al que el alcalde Yu Youjun se refirió con
mayor frecuencia durante nuestra entrevista fue el de las industrias
de tecnología punta. Yu dijo que la franja de tecnología punta
de más de 100 kilómetros de longitud y 100 kilómetros cuadrados
de superficie, actualmente en construcción, impulsará la transformación
de Shenzhen en un importante centro mundial de la tecnología
punta.
La
resonancia del consejo de un profesor
En octubre del 2002 se celebró la IV Feria de Tecnología
Punta de Shenzhen.
Entre los 300.000 asistentes hay que destacar a comerciantes
e inversores de 40 países, quienes mostraron 7.749 programas
y firmaron 1.581 contratos, cuyo valor total fue de 12.160 millones
de dólares.
Jimmy Tan, canadiense de origen chino y científico
mundialmente famoso, había diseñado un innovador programa, pero
llevaba cuatro o cinco años intentando encontrar un socio que
le ayudase a poner en marcha la producción. En dos ferias consecutivas
de Shenzhen, su programa ocupó el primer puesto y atrajo a algunos
colaboradores. Ahora, la empresa Chaomei S.A. de Shenzhen obtiene
beneficios gracias a la fabricación del mencionado programa.
Cada vez son más las empresas y las personas que,
como Jimmy Tan, empiezan a disfrutar de las ventajas de dicha
feria. En la jornada inaugural de su cuarta edición, Jindie
firmó un contrato de diez millones de yuanes con el Grupo Taide
Shidai de Hong Kong, mientras que la empresa Saige Sanxing firmó
un contrato valorado en 4.500 millones de yuanes con la comisión
de administración del barrio de Dachang sobre la producción
del mostrador y repuestos de TN/SN.
La celebración de la feria de tecnología punta de
Shenzhen respondió a la iniciativa de un profesor. Cuatro años
atrás, Pan Aihua, gerente general de la empresa Kexing y profesor
de la Universidad de Beijing, dijo al alcalde Yu: “En lugar
de la feria anual de fruta, lo que Shenzhen necesita es una
feria de tecnología punta”. En aquel entonces, el valor de la
producción de las industrias de tecnología punta de Shenzhen
era de 47.400 millones de yuanes; esta cifra suponía un 36,6
por ciento de aumento con respecto al año precedente, doblaba
la tasa de incremento del valor de la producción de otros sectores
industriales y representaba un 35 por ciento del valor de la
producción industrial. Siguiendo el consejo del profesor, el
municipio decidió sustituir la feria de la fruta, que ya llevaba
14 años celebrándose, por la feria de tecnología punta. Por
lo tanto, dicho consejo dio un fuerte impulso a la industria
de la tecnología punta de Shenzhen.
Guo Wanda, secretario general adjunto del Instituto
Chino de Desarrollo (ICD), afirmó que en Shenzhen se han establecido
un mecanismo y un ambiente muy favorables a la industrialización
de la tecnología punta, uno de los eslabones esenciales de la
cadena de la industria mundial. Las palabras de Guo son muy
acertadas, no en vano lleva muchos años dedicado al estudio
de las empresas de tecnología punta y trabaja en una entidad
conocida como “el banco de cerebros de China”.
Shenzhen
atrae a especialistas en tecnología punta
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Exposición
de tecnología punta |
Shenzhen atrae a personas de talento y altamente
cualificadas provenientes de todo el país. En la actualidad,
esta ciudad cuenta con más de 600.000 especialistas, más de
1.600 doctores y decenas de miles de másters. Todos los años,
más de 10.000 graduados universitarios comienzan a trabajar
en Shenzhen.
Chen Jiansheng llegó a Shenzhen a principios de la
década 1980 con sólo 22 años. Dueño de la primera empresa china
dedicada al diseño de automóviles, su fortuna supera actualmente
los 100 millones de yuanes. Fuertemente atraído por el desarrollo
de la tecnología punta de Shenzhen, empezó a invertir importantes
sumas en telecomunicaciones e Internet, construyó un mercado
de computadoras y diseñó software
pensado para las nuevas viviendas. Chen dijo: “Shenzhen incrementa
mi confianza en la tecnología punta y me da valentía para trabajar;
además me proporciona un amplio espacio para llevar a cabo mis
actividades empresariales”.
Guo Wanda, que ha sido profesor universitario, funcionario
de un departamento gubernamental y empleado de una empresa,
se dedica ahora a estudiar las empresas de tecnología punta.
Basándose en su experiencia, afirma que Shenzhen es un lugar
muy conveniente para las personas de talento.
Según Guo: “En la empresa Ricoh sólo hay cinco o
seis administradores japoneses; todos los demás son chinos.
La contratación de personal chino representa para esta empresa
un ahorro”.
“En Shenzhen existen mecanismos de competencia, la
economía de mercado está ampliamente implantada y la propiedad
intelectual goza de gran protección, todo lo cual favorece el
desarrollo de la tecnología punta”, explicaba Ding Xueguo, vicegerente
general de Kexing Biotech S.A., la primera empresa china de
biotecnología.
Ding añadió: “Ricoh tiene sólo 4.000 metros cuadrados
y 200 empleados. Sin embargo, debido a sus buenas condiciones
para el desarrollo, en pocos años sus ventas anuales alcanzaron
los 200 millones de yuanes, convirtiéndose así en la mayor empresa
dedicada a la elaboración de medicamentos biotecnológicos. Tras
constatar el mantenimiento de las condiciones favorables, en
el 2001 la empresa decidió invertir 700 millones de yuanes en
la construcción del 'Valle de la Biotecnología'”.
Señalando los altos edificios, Ding dijo que en la
zona de la tecnología punta de Shenzhen se han establecido numerosas
empresas de gran prestigio, como Legend, Zhongxing, Huawei y
Jindie. Ding agregó que dos empresas de Shenzhen encabezan la
lista de las cien compañías de software más poderosas de China,
lista en la que figuran otras siete empresas radicadas en esta
ciudad.
Una ciudad
en rápido desarrollo
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Grandes
almacenes del barrio de Luohu |
En la sede de la empresa Wal-Mart, situada en una
sala de menos de 100 metros cuadrados del segundo piso del edificio
Jiali (en el barrio de Luohu), hay un flujo continuo de clientes
provenientes de diversos puntos del país. Desde aquí se venden
anualmente productos chinos por un valor que supera los 10.000
millones de dólares.
Wal-Mart llegó a Shenzhen hace seis años, pero no
comenzó a obtener ganancias hasta en el 2001. De los 22 establecimientos
que tenía a fines de septiembre del 2002, siete se encontraban
en Shenzhen. Los restantes se habían establecido en
Kunming, Dalian, Fuzhou, Xiamen, Shenyang, Harbin y otras
tres ciudades chinas.
James Lee, vicepresidente de Wal-Mart China S.A.
originario de Malasia, declaró ante los medios de comunicación
de todo el mundo que el éxito de Wal-Mart en China había demostrado
que la decisión de establecer su central en Shenzhen había sido
muy acertada.
Al explicar por qué se había elegido esta ciudad,
James Lee dijo: “Shenzhen es la región con el mayor grado de
apertura y el desarrollo económico más veloz; sus mecanismos
de administración gubernamental son muy eficaces; Shenzhen y
sus alrededores se han convertido en un importante centro manufacturero
en el que es posible encontrar buenos productos y excelentes
comerciantes; Shenzhen es una ciudad de emigrantes, la mayoría
de los cuales son personas de talento procedentes del resto
del país”. En 1996 Wal-Mart eligió Shenzhen para situar un importante
punto estratégico no ya de China sino de todo el mundo.
James Lee, que se mostró muy impresionado por el
rápido desarrollo de Shenzhen, afirmó que éste era positivo
y proporcionaba múltiples oportunidades. De ahí que en el 2001
la sede central de Wal- Mart, hasta entonces en Hong Kong, se
trasladase a Shenzhen junto con algunas secciones importantes
de la sede central de Asia.
Eso fue solamente el preludio del desarrollo de Wal-Mart
en Shenzhen. Situada en el delta del río Zhujiang, esta ciudad
es uno de los primeros centros manufactureros de China y el
mayor fabricante de gafas y relojes del mundo. Aparte de las
industrias de tecnología punta, dentro de un radio de 300 kilómetros
se producen la mitad de los televisores del conjunto del país,
así como más del 60 por ciento de las prendas de vestir de marcas
mundialmente famosas, el 70 por ciento de las joyas, un tercio
de las neveras y una séptima parte de las lavadoras.
Esta gran capacidad productiva ha animado a famosas
empresas transnacionales, como
Wal-Mart, Carrefour e IBM, a establecer su sede central
en Shenzhen. El 95 por ciento de las mercancías que Wal-Mart
vende en China proviene de esta ciudad.
Pero Shenzhen no es sólo un centro de producción
de múltiples mercancías, sino también uno de los principales
puntos de enlace de China con el mercado mundial, como lo demuestra
el hecho de que haya mantenido relaciones comerciales con más
de 120 países y regiones, y de que el valor de sus exportaciones
haya llegado a representar una séptima parte del valor de las
exportaciones del conjunto del país.
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Animada
terminal de transporte por carretera |
El aeropuerto de Shenzhen es uno de los cuatro mayores
de China. En el 2001, la capacidad de su puerto llegó a los
5,08 milones de contenedores, cifra que lo situó entre los ocho
mayores del mundo. Shenzhen también está comunicada con otras
ciudades por medio de autopistas y líneas férreas: en efecto,
las líneas Beijing-Guangzhou y Beijing-Kowloon (Hong Kong),
dos de las principales arterias ferroviarias de China, se entrecruzan
en esta ciudad, que además está muy bien enlazada con Hong Kong
y Guangzhou gracias a las autopistas Guangzhou-Shenzhen y Hong
Kong-Shenzhen. Los más de 800 kilómetros de vía rápida y la
línea de metro que empezaron a construirse a fines de 1999 convertirán
Shenzhen en una ciudad más eficiente.
Las excelentes comunicaciones terrestres, marítimas
y aéreas de Shenzhen facilitan la circulación de las mercancías.
La red de transportes y la utilización de sistemas informáticos
contribuirán a transformar esta moderna ciudad en un destacado
centro de la circulación de mercancías.
El 24 de septiembre del 2002, cinco empresas hongkonesas
firmaron un contrato por el que se comprometían a invertir conjuntamente
2.500 millones de yuanes en la construcción de Huanan, un inmenso
mercado de productos industriales que impulsará el futuro desarrollo
de la circulación de mercancías en Shenzhen.
Shenzhen, bella ciudad jardín internacional
En 1999, la Asociación Internacional de Arquitectura
concedió a Shenzhen el primer premio a la Planificación Urbanística
de Asia; en diciembre del 2002, en el cotejo internacional de
ciudades jardín, Shenzhen ocupó el primer lugar en la categoría
de localidades con más de un millón de habitantes, siendo la
primera ciudad jardín internacional de Asia.
“Shenzhen no sólo reúne las marcadas características
de las ciudades costeras modernas y la cultura de las zonas
verdes, sino que también es una ciudad modelo en la protección
del medio ambiente; es realmente un lugar ideal para vivir”,
dijo Hu Haohua, subgerente general de la parte china de Samsung
Sdi S.A. Hu Haohua, anteriormente funcionario del Ministerio
de Finanzas del Estado, se ha traslado con toda su familia de
Beijing a Shenzhen.
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El
edificio Wal-Mart, uno de los principales centros comerciales
de Shenzhen |
Por la misma razón, después de jubilarse, varios
gerentes generales y subgerentes generales extranjeros de dicha
compañía se han quedado en Shenzhen y han fundado sus propias
compañías dedicadas a los negocios entre China y Corea del Sur.
Además, un jefe surcoreano de esta compañía también ha vuelto
a Shenzhen tras haber renunciado a su cargo.
Apenas dos años después de su fundación, el Parque
de Empresas de Tecnología Punta de Chinos de Ultramar S.A. se
ha convertido en el mayor parque empresarial de China abierto
a los estudiantes que regresan a nuestro país. Zhang Binglong,
actual presidente-director general de esta compañía, fue a EE.UU.
en 1986 a estudiar y obtuvo el título de doctor en matemáticas
por la Universidad de Columbia. Según él mismo dijo, vive en
una casa amplia y cómoda de la bella ciudad de Shenzhen, y todos
los días va a trabajar conduciendo su automóvil. Por ello no
siente que exista realmente diferencia alguna entre su vida
actual y su vida en EE. UU. En cuanto al consumo, en China los
precios son más bajos que en el extranjero, por lo que, en cierto
sentido, la calidad de la vida es aquí más alta que en el exterior.
En la presente coyuntura, caracterizada por la atonía del sector
de la tecnología informática en todo el mundo, Shenzhen resulta
más atractiva que otras zonas.
“Shenzhen ha alcanzado el nivel internacional tanto
en las comunicaciones como en las telecomunicaciones. Es una
urbe cubierta de verde y cuenta con un excelente ambiente de
vida, sólo que existen apenas más de diez campos de golf ”,
dijo Jan L.S. King, gerente general alemán de Lufthansa Technik
Shenzhen S.A. Al hablar de su vida en Shenzhen, King mostró
su satisfacción y aseguró que no es muy diferente de la vida
en Alemania o EE.UU.
Pero también formuló algunas críticas: las condiciones
para el ingreso en la escuela de los hijos de los empleados
extranjeros no son muy satisfactorias. Estos empleados esperan
que las escuelas usen los materiales de enseñanza de sus propios
países, pero por el momento eso es algo difícil de realizar
en China. Por otro lado, en nuestro país no hay hospitales de
alto nivel para tratar a los extranjeros y por las calles y
carreteras patrullan pocos policías, lo que produce cierta sensación
de inseguridad.
Lo cierto es, sin embargo, que los planes del gobierno
municipal incluyen el establecimiento de escuelas internacionales
bilingües para los hijos de los trabajadores y comerciantes
extranjeros, y de escuelas para los hijos de hongkoneses y taiwaneses,
así como la construcción de hospitales de alto nivel para extranjeros.
La “velocidad
de Shenzhen” y la gran eficacia del gobierno municipal
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La
fabricación de productos de tecnología punta exige la máxima
precisión |
A principios de la década 1980, la “velocidad de
Shenzhen”, de la que la gente hablaba con tanto interés, se
refería a la construcción de un piso al día; cuando la aguja
del tiempo indica el siglo XXI, la explicación más apropiada
de esta velocidad es la gran eficacia del gobierno.
Al mencionar el ambiente para el establecimiento
de empresas, a todos los empresarios de Shenzhen les acudían
a la mente miles de ideas. Las personas que no están informadas
creen que la función del gobierno de Shenzhen se debilitará
enormemente cuando la economía de mercado esté madura. Pero
no será así. Como dijo Ding Xueguo, subgerente general de la
compañía de Tecnología Biológica Kexing de Shenzhen: “Aquí las
órdenes del gobierno circulan sin tropiezos. Ello se debe a
que el gobierno municipal toma el pulso del mercado. El gobierno
comunica sus planes a los empresarios”. Varios hechos corroboran
tales afirmaciones.
En cierta ocasión, Chen Zhangliang, presidente del
consejo directivo de Tecnología Biológica Kexing y vicerrector
de la Universidad de Beijing, dijo al alcalde de Shenzhen mostrándole
su cédula de trabajador foráneo: “Mire, llevo ya varios años
en Shenzhen, pero sigo siendo un trabajador foráneo”. El profesor
Chen nunca pensó que su broma quedaría grabada en la mente del
alcalde. Los trabajadores foráneos consideran que Shenzhen es
ya su hogar. Justamente a finales del mes en el que se produjo
esta anécdota, todos los trabajadores foráneos cualificados
sin domicilio registrado cambiaron sus documentos amarillos
de residencia temporal en la zona económica especial de Shenzhen
por los documentos azules de residencia para el personal cualificado
que trabaja en dicha zona. El profesor Chen es el titular de
la cédula azul de residencia número uno.
“El gobierno de Shenzhen ha aplicado algunas medidas:
las empresas foráneas deben asegurar a sus empleados; el departamento
de protección del medio ambiente exige que en vez de aceites
pesados se use gasóleo, cuyo precio es relativamente alto; y
las empresas deben pagar a sus empleados un
salario mínimo. Todo ello hace que en Shenzhen los costes
laborales sean superiores a los de otros lugares. No obstante,
la aplicación de estas y otras medidas tiene también sus ventajas.
En efecto, la evitación de los cobros abusivos y la existencia
tanto de una administración legalizada y normalizada como de
un mercado normal regido por un gobierno altamente eficiente
contribuyen a reducir los costes empresariales”, manifestó Hu
Haohua, subgerente general de la parte china de Shenzhen Samsung
Sdi S.A. al referirse a la atracción que Shenzhen ejerce sobre
los inversores foráneos.
Dicha compañía, fundada conjuntamente en junio de
1996 por la Samsung Sdi de Corea del Sur y la Compañía de Administración
de Inversiones de Shenzhen, está especializada en la fabricación
de piezas de monitores de televisores en color. A pesar de la
atonía mundial del sector de la tecnología de la información,
esta compañía ha obtenido ganancias varios años consecutivos.
“Dada la confianza que inspira el ambiente inversor, planeamos
aumentar nuestras inversiones para instalar una quinta línea
de producción”, señaló Hu Haohua.
Casi todas las empresas entrevistadas elogiaron la
eficiencia del gobierno de Shenzhen. La mayoría de los empleados
tanto chinos como extranjeros de la compañía transnacional Wal-Mart
salen del país con frecuencia. Conforme a lo estipulado en China,
se tarda más o menos dos meses en tramitar los visados. Tras
ser informado de este asunto, el Buró de Seguridad Pública de
Shenzhen estableció un “pase verde” para las 500 empresas más
poderosas del mundo y las grandes compañías, de modo que ahora
la tramitación de los visados para desplazarse a Hong Kong y
al extranjero se realiza en un día y tres días, respectivamente.
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El
índice de la bolsa de Shenzhen es un barómetro de la economía
china |
Para encarar con garantías los desafíos planteados
por la incorporación de China en la OMC (Organización Mundial
del Comercio), el gobierno de Shenzhen ha reajustado ciertas
medidas, entre ellas las tendentes a mejorar los servicios y
a incrementar la eficiencia, con el fin de adaptarse a “las
nuevas reglas de juego”. Desde la segunda mitad del 2001 hasta
junio del 2002, dicho gobierno ha revisado 2.800 documentos
normativos, de los cuales 1.270 han sido o van a ser anulados.
Los documentos que seguirán en vigor se darán a conocer a través
del sitio web
del municipio de Shenzhen en forma de comunicado gubernamental;
los documentos no publicados por este medio se considerarán
automáticamente anulados.
Con el objetivo de aliviar las cargas que pesan sobre
las empresas, desde comienzos del 2002 el gobierno municipal
ha reducido la cantidad de cobros de 330 a 192. Es de esperar
que dentro de poco tiempo se supriman los peajes en las carreteras
(excepto las autopistas) y los automóviles no tengan que pagar
un segundo peaje para entrar en la zona especial de Shenzhen
por segundo paso.
Zhang Jinsheng, subdirector del Buró de Comercio
y Cooperación Económica con el Exterior, nos explicó que Shenzhen
ha llevado a cabo recientemente una nueva reforma del sistema
de examen y aprobación. Más de 20 departamentos han establecido
sus organismos en dicho Buró para abordar los asuntos de manera
conjunta. Siempre que los nuevos proyectos cumplan las leyes
y las normas, bastan de 2 a 3 días laborales para su examen
y aprobación, mientras que los de mayor complejidad requieren
cinco días. En cuanto a los rubros sujetos a alguna limitación,
dichos departamentos convocarán una reunión conjunta para su
revisión y aprobación, con lo cual se evitará a los interesados
el peregrinaje de un departamento a otro.
Shenzhen,
la locomotora de la economía china
Recientemente, esta ciudad joven y llena de vigor
se ha fijado nuevas metas en su camino hacia el desarrollo:
ser la primera en culminar el proceso de modernización (2005);
ascender al nivel de los países medianamente desarrollados (2010);
y emparejarse con los países desarrollados (2030). ¿Son alcanzables
tales metas?
A Shenzhen no le faltan en absoluto oportunidades
para desarrollarse. En el pasado, esta joven ciudad de emigrantes
caracterizada por la amabilidad y la creatividad forjó mitos
comerciales y protagonizó incontables milagros económicos, todo
lo cual la convirtió en una paraíso de la inversión.
De 1997 a septiembre del 2002, se ejecutaron en Shenzhen
10.208 proyectos presentados por 67 países y regiones, llegando
las inversiones a un total de 16.969 millones de dólares; cerca
de una quinta parte de las 500 empresas más poderosas del mundo
han invertido en Shenzhen; y un 40 por ciento del volumen de
la inversión proviene de la inversión agregada. Desde su entrada
en Shenzhen en 1983, la compañía Sanyo (junto con las compañías
mixtas) ha fundado siete empresas multiplicando por 17 la inversión
agregada, cuyo total alcanzó los 194 millones de dólares.
Shenzhen se ha mantenido siempre a la vanguardia
de la economía china y sus éxitos están a la vista de todo el
mundo. Sin embargo, tanto dentro como fuera del país son muchos
quienes recelan del optimismo mostrado por el municipio de Shenzhen
tras el ingreso de China en la OMC . Tal desconfianza se basa
en que a raíz de dicho ingreso Shenzhen ya no goza de políticas
preferenciales, por lo que se encuentra en la misma línea de
salida que las demás ciudades chinas. Entonces, ¿en qué se apoya
para seguir siendo la locomotora de la economía china?
En opinión de Yu Youjun, alcalde de Shenzhen, la
pertenencia a la OMC no restará atractivo a esta ciudad ni hará
mella en su reconocida competitividad. No hay que olvidar que
cuenta con una serie de condiciones favorables, como lo avanzado
de su ciencia y su tecnología, la cantidad y calidad de sus
recursos humanos, la notable productividad de sus instalaciones
complementarias, el agradable entorno y la probada eficiencia
de su gobierno municipal. Además, Shenzhen tiene una “arma exclusiva”.
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Vista
panorámica de Shenzhen |
Yu Youjun agregó: “Tras el acceso de China en la
OMC, Shenzhen no podía seguir disfrutando de políticas preferenciales.
Pero recientemente Shenzhen ha conseguido el 'derecho a hacer
experimentos'; es decir, siempre que respete los compromisos
suscritos por China antes de su incorporación a la OMC, Shenzhen
puede dar uno o dos pasos hacia delante antes que los demás;
en cuanto a los compromisos no relacionados con la OMC, Shenzhen
también podrá realizar pruebas antes que nadie. Por ejemplo,
según dichos compromisos, los bancos de inversión mixta no podrán
entrar en el mercado chino hasta dentro de tres años; pero en
el año 2002 en Shenzhen ya se estableció un banco de este tipo;
y próximamente, tras obtener la autorización del Estado, se
establecerá una compañía de seguros.
Otro ejemplo, éste fuera del marco de la OMC. El
establecimiento de grandes almacenes de capital exclusivamente
foráneo no está autorizado. Sin embargo, con Shenzhen se ha
hecho una excepción, lo que ha permitido no hace mucho trasladar
los establecimientos Wal-Mart de Singapur y Hong Kong a este
municipio; por otro lado, de las más de diez cadenas transnacionales de grandes almacenes
que están negociando su trasladado a Shenzhen, son ya siete
las que han firmado contratos con esta ciudad.
Recientemente, Shenzhen ha cooperado con varias empresas
extranjeras del sector público y ha convocado licitaciones relacionadas
con el gas, las comunicaciones y otras ramas. Esta es la primera
vez que las empresas estatales chinas aceptan la compra de parte
de sus acciones con capital foráneo. Además, el apoyo de la
correspondiente comisión del Consejo de Estado también se obtuvo
de antemano.
Yu Youjun dijo: “Antes, lo 'especial' de la zona
especial de Shenzhen consistía en que esta ciudad era el primer
lugar de China que daba los primeros pasos en todos los aspectos.
En adelante, lo 'especial' será el 'derecho a hacer experimentos',
es decir, de dar un paso antes que los demás. Ello significa
que Shenzhen, al 'ser la primera', ha sido la locomotora de
la economía china durante más de 20 años y que en el futuro
seguirá desempeñando esta función”.