La medicina yao , joya de la medicina china
Por QI JUAN
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Tan
Xunyun, director del Hospital de Medicina yao
Dekun de Daqing |
Un periodista
del semanario estadounidense Times
contó una vez la historia de un buscador de tesoros que tuvo
la mala fortuna de contraer paludismo en Camboya. Al final,
fue la medicina tradicional china la que le salvó la vida. En
uno de sus artículos decía suspirando: “¡Qué pena que las dudas
de Occidente sobre los fundamentos teóricos y las virtudes terapéuticas
de la medicina tradicional china hayan pospuesto su estudio
y su práctica hasta estos últimos años!”. Según se dice, este
año la Academia Estatal de Sanidad Pública de EE.UU. invertirá
220 millones de dólares en el estudio de las medicinas alternativas,
entre las que destaca la ciencia médica asiática.
No obstante,
la medicina tradicional china sigue siendo una gran desconocida
en el ámbito internacional. Para rectificar en alguna medida
esta situación, a partir del presente número China hoy presentará a sus lectores
de forma sistemática la medicina tradicional de nuestro país.
Empezamos presentándoles la medicina de la etnia yao.
----La Redacción
El que se mide sus fuerzas
con el dios de la muerte
La montaña de Dayao es
conocida como el “reino de los vegetales”. A quienes la visitan
suele sorprenderles su majestuosidad y un fenómeno que el habla
popular describe diciendo: “dondequiera que mires, verás plantas
medicinales”. Las investigaciones han revelado que en esta montaña
hay por lo menos 4.000 especies de plantas con virtudes terapéuticas.
En 1985, junto con su padre
y sus hermanos, Tan Xunyun, nacido en la misteriosa tierra de
la etnia yao y miembro de una familia de médicos
de solera, partió hacia el norte y fundó el Hospital Dekun de
Daqing, especializado en tratar el cáncer y el lupus eritematoso
con la medicina yao .
Decidido a conocer mejor
esta valiosa rama de la ciencia médica china, fui a Daqing para
entrevistar al doctor Tan Xunyun.
Un médico de la montaña
de Dayao
“En China conviven tibetanos, uigures, mongoles, zhuang , dai y miembros de otras 56 minorías étnicas, cada una de las cuales,
tras años de experiencia, posee una ciencia médica con destacados
rasgos propios. Además de haberme criado en la montaña de Dayao,
estoy imbuido de la medicina yao de la familia Tan,
convertida ahora en parte esencial de la medicina tradicional
china.”
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Tan Xunyun
 |
Recogiendo
hierbas medicinales |
Tan Xunyun es el décimo
tercer sucesor de la medicina yao
de los Tan, familia muy conocida en el lugar. De niño, su padre
dejaba en el suelo las hierbas que había recogido en la montaña
y le enseñaba el nombre y las propiedades curativas de cada
una de ellas. Poco a poco, en el pequeño Tan Xunyun fue naciendo
un gran interés por la medicina y los medicamentos de los yao .
A los 11 años, Tan comenzó
a ir a la montaña con su padre a recoger hierbas medicinales.
A sus ojos, su padre era no sólo un médico de gran talento,
sino también una persona muy bondadosa y noble, que a menudo
atendía gratuitamente a los aldeanos con pocos recursos económicos.
El sueño infantil de Tan era llegar a ser un médico como su
padre.
Por azares del destino,
su padre curó a un ingeniero del campo petrolífero de Daqing,
quien lo invitó a trasladarse a Daqing para ejercer su profesión.
Considerando que la joven ciudad de Daqing contaba con equipos
avanzados pero carecía de médicos experimentados, padre e hijo
decidieron trasladarse desde la provincia de Guangxi hasta la
de Heilongjiang, lo que en aquella época suponía un viaje en
tren de cuatro días, para establecer una clínica de medicina
yao .
“Aparte de los 108 medicamentos
de la familia, utilizamos otros elaborados con hierbas que recogemos
observando normas muy estrictas. Sólo usamos las plantas silvestres
recogidas por el grupo de profesionales de la montaña de Dayao,
gracias a lo cual, a pesar de ser una pequeña clínica, logramos
sobrevivir y ganarnos la confianza de los daqineses.” Al llegar
aquí, Tan ya no pudo contener su orgullo: “Las hierbas medicinales
que se venden en el mercado suelen ser cultivadas por campesinos.
Debido al uso de fertilizantes químicos, generalmente son grandes
y bonitas, pero sus efectos dejan mucho que desear”.
“Cuando voy con el grupo
en busca de plantas, enseño a mis compañeros a recoger únicamente
tallos, hojas o raíces fibrosas, y a no cortar la raíz principal,
para que puedan seguir reproduciéndose y de este modo no se
agote la fuente de medicinas de calidad. A veces descubro una
nueva hierba; para conocer a fondo sus funciones, tengo que
ingerirla y experimentar las reacciones.” Al notar mi sorpresa,
sonrió y dijo: “Sí,
es un poco peligroso. Por eso, antes de probarla, pido a mi
esposa que se quede a mi lado y tenga a punto los principales
antídotos de la medicina yao . Ella es quien se encarga de registrar los síntomas de la
reacción y me ofrece oportunamente los antídotos más indicados”.
Esta meticulosidad es la
que ha permitido a aquella pequeña clínica transformarse en un hospital moderno de más de 2.000 metros
cuadrados, que integra en un conjunto el estudio científico,
el tratamiento médico y la elaboración de medicamentos. Cuatro
y tres de sus más de 40 series de medicamentos han obtenido,
respectivamente, premios nacionales de oro y plata. En 1997,
Tan participó en el primer Foro Internacional de Ciencias Médicas
Tradicionales, celebrado en Beijing; y en el 2000, fue el único
representante de la medicina yao
que participó en el Congreso Internacional de Medicinas Tradicionales,
celebrado también en Beijing. Las tesis que expuso en ambos
congresos fueron premiadas y llamaron la atención de los funcionarios
de la OMS (Organización Mundial de la Salud).
Reputación en el extranjero
“China está cada día más abierta al mundo y trata de
alcanzar los niveles internacionales en muchos ámbitos, incluido
el de la medicina yao , que también debe darse a
conocer a más gente para fomentar su divulgación en el resto
del mundo.”
----Tan
Xunyun
 |
Especialistas
extranjeros consultando a médicos yao |
En 1998, Tan recibió una
carta enviada desde Beijing, en la que su remitente le rogaba
que salvase a su padre, quien después de haber emigrado a Nueva
Zelanda vio como se reproducía su cáncer de garganta y se encontraba
agonizando.
Las condiciones sanitarias
de los hospitales de Auckland, capital de dicho país, son excelentes.
Por ello, al reaparecer la enfermedad, el paciente fue operado
inmediatamente. Los médicos confiaban en su pronto restablecimiento,
pero después de tres operaciones, desahuciaron al enfermo y
le aseguraron que sólo le quedaban tres meses de vida.
Después de estudiar a fondo
la historia clínica del enfermo, Tan le prescribió un preparado
compuesto principalmente por hierbas de los yao
y complementado con otros medicamentos. Después de administrarle
22 recetas de este preparado, el tumor cancerígeno desapareció
misteriosamente. Asombrados, los especialistas del Hospital
Estatal de Auckland levantaron el pulgar en señal de felicitación:
“¡La medicina tradicional china es realmente maravillosa! Aunque
sus fundamentos teóricos nos resultan difíciles de comprender,
estamos plenamente convencidos de su eficacia terapéutica”.
Insatisfecho con el aura
de misterio que suele envolver a la medicina yao , Tan se dedicó durante 16 años a recopilar datos de primera
mano, de los que se sirvió para redactar La Ciencia Médica de la Medicina Yao . Esta extensísima obra,
publicada en el 2001 por la Editorial de las Nacionalidades,
constituye no sólo el primer tratado teórico sobre la medicina
yao , sino un excelente medio para difundirla más allá de nuestras
fronteras.
A medida que la medicina
yao amplia
su esfera de influencia tanto nacional como internacional, cada
día son más numerosos los especialistas procedentes de Hong
Kong, Macao, Taiwán, EE.UU., Canadá, Alemania, Singapur, Malasia,
Tailandia y otros países y regiones, que se desplazan hasta
nuestro país para estudiarla, hacer consultas y participar en
intercambios. La medicina yao
ha dejado de ser sinónimo de misterio para empezar a ser mejor
conocida por la cientificidad de sus teorías, sus maravillosos
resultados y su elevada seguridad.
Tan reacciona a todos estos
éxitos con su naturalidad de siempre: “Lo que hacemos es curar
enfermedades y salvar vidas, sea aquí en China, sea en el extranjero.
Si un enfermo se recupera gracias a nuestra ayuda, es como si
a él y a su familia les entregásemos una porción de felicidad
y de esperanza. En este sentido, los médicos y la medicina no
tienen fronteras”.