ENERO 2003

 

 

 

 

 

 

 

 


Las danzas de la dinastía Tang

Por HUO JIANYING

La danza  El sueño de Dunhuang  relata una historia de amor

En el año 633, en Chang´an, capital de la dinastía Tang, los soldados, protegidos por cascos, se mueven de un lugar a otro para cambiar la formación de las tropas. El pueblo contempla arrobado cómo los soldados saltan y esgrimen sus armas al son de una majestuosa música militar. No, no se trata de una batalla campal, sino de la recreación artística de una escena bélica, concretamente de la ejecución de la danza titulada  El triunfo del rey Qin , creada y dirigida por el emperador Taizong (Li Shimin).

Aunque la guerra había terminado 15 años atrás con la fundación de la dinastía Tang,  durante la representación de esta danza, Taizong tenía la sensación de estar dirigiendo a miles de soldados en el campo de batalla.

Este emperador, que participó por primera vez en una batalla cuando tenía 19 años de edad y recordaba perfectamente lo difícil que había resultado fundar su dinastía, seguía pensando en la guerra incluso en tiempos de paz. Y solía decir a sus cortesanos estas palabras: “Ahora reina la paz; pero si nos olvidamos de la guerra, el peligro volverá”.

Las danzas marciales

 El triunfo del rey Qin  canta las hazañas de Taizong, quien antes de subir al trono llevaba el título de “rey Qin”. Esta danza se creó para mantener en alto la moral de la nación en todo tiempo.

Los dos grandes tipos de danzas de la dinastía Tang, las marciales y las líricas, eran totalmente distintos. Las danzas marciales se distinguían por su agilidad y valentía, mientras que las líricas se caracterizaban por su suavidad y delicadeza.

 El triundo del rey Qin  era una danza marcial impregnada de heroísmo y majestuosidad. En su ejecución intervenían generalmente 100 músicos, 100 cantantes de coro y 120 bailarines. El acompañamiento musical fue obra de Lu Cai, músico de la corte que recreó baladas y coplas populares, mientras que los movimientos fueron compuestos por el mismo emperador. Esta danza mostraba 12 tipos de formación de tropas, con carros de combate en primera fila seguidos inmediatamente por soldados de infantería. Los espectadores no podían evitar sentirse conmovidos ante esta escena y su acompañamiento coreográfico y musical.

Otra coreografía representativa de las danzas marciales fue  La danza de la esgrima , cuyos movimientos se inspiraban en el ejercicio de esta arte. En la dinastía Tang, la más famosa ejecutante de esta danza fue una hermosa dama llamada Gongsun, cuyas interpretaciones dejaron una huella indeleble en la memoria del poeta Du Fu.

Muchos años después, estando en Linying (actual provincia de Henan), Du Fu fue a presenciar esa danza ejecutada por Li Shi´er, una discípula de Gongsun. En determinado momento, le pareció ver la figura de Gongsun; poseído por la inspiración de ese instante, el poeta, que a la sazón contaba ya 50 años, compuso la poesía clásica titulada  La discípula de Gongsun ejecutando la danza de la esgrima .

En la antigüedad se creía que la habilidad del esgrimidor dependía no sólo de la ejercitación sino también de su compresión del arte de esgrimir y, a veces, de la combinación de ambas.

Se cuenta que cuando el famoso calígrafo Zhang Xu vio bailar a Gongsun llegó a una nueva concepción de la caligrafía que potenció su creatividad artística.

Las danzas líricas

Vestido de la dinastía Tang

Después de subir al trono, Taizong discutió algunas veces con sus cortesanos sobre la gobernación del país. A su juicio, en tiempos de paz, la misión más importante de todo gobierno era la construcción económica y el desarrollo de la cultura.

En 633, momento de gran prosperidad de la dinastía Tang, Taizong regresó a Wugong, lugar donde nació, y ofreció un banquete a todos los cortesanos. Tras escribir una poesía para la ocasión, ordenó a los músicos que compusieran una melodía de acompañamiento y no tardó en aparecer la danza titulada  Festejo de felicidad , cuya coreografía se inspiró en dicha poesía. La elegancia de la melodía y el donaire de la danza reflejaban artísticamente la armonía y la felicidad propias de los tiempos de paz. Esta obra, una de las más representativas de las danzas líricas de la dinastía Tang, revelaba además la determinación de Taizong de fomentar la vida cultural.

En años posteriores, paralelamente al florecimiento de dicha dinastía, este tipo de danzas fue cobrando auge hasta llegar a su cenit en la época del emperador Xuanzong (principios del siglo VIII).

La afición compartida por la música y la danza encendió el amor entre Xuanzong (56 años) y Yang Yuhuan (22 años), quienes terminaron por contraer matrimonio. Xuanzong, que además de compositor, intérprete, cantante y gran conocedor de la música era un virtuoso del tambor, compuso para su esposa, la bailarina perfecta, una danza titulada  El hada vestida de nube . Se trata de una pieza romántica y a la vez mística que simbolizaba la unión del amor humano y la belleza celestial, así como la armonía entre el mundo ideal y el real. En esta obra Xuanzong encarnó al hada de la danza que había visto entre sueños, muy parecida a Yang y que como ella era el único ser que tenía cabida en su corazón. Algunas melodías se inspiraban en la música religiosa del oeste, lo que no suponía ninguna dificultad para Yang, que ejecutaba los pasos líricos y los pasos rápidos del oeste con la misma maestría, y era capaz de cantar y bailar tras haber echado una ojeada a la partitura.

Como se desprende del título, en esta danza el vestuario desempeña un papel fundamental. Generalmente, la bailarina lleva un vestido con los colores del arco iris y un tocado acorde; las largas mangas ondean en el fluido aire y el brillante color de la falda atrae la mirada. Se dice que en tiempos de la dinastía Tang ese vestido embelesaba a los espectadores.

 El hada vestida de nube  se dividía en tres partes: la primera era exclusivamente musical; en la segunda había canto y danza; y en la tercera, los ritmos líricos alternaban con los rápidos. En la dinastía Tang, esta danza era ejecutada por una bailarina o una pareja de bailarines, pero en ocasiones fue ejecutada por centenares de bailarinas.

Las danzas de las minorías étnicas

Figurillas de terracota con instrumentos musicales

El amplio mundo de la danza se extendía más allá de la capital imperial, puesto que los bailes de las minorías étnicas se encontraban por todas partes.

Li Bai fue el único poeta invitado a la corte imperial. Pero cada vez que el emperador ordenaba llamarlo, sus servidores tenían que recorrer tabernas y teatros para encontrarlo. Durante los dos años que permaneció en la corte, Li Bai apenas compuso poesías para el emperador, pero escribió sobre algunos temas relacionados con el canto y la danza. En aquel entonces, las danzas de las minorías étnicas del oeste no sólo atraían a Li Bai, sino a muchos aristócratas, literatos y artistas.

Las danzas chinas tradicionales eran líricas, delicadas y de ritmo relativamente lento, características que las oponían claramente a las danzas del oeste, razón por la cual fueron muy bien acogidas en nuestro país. La dinastía Tang constituyó una época de prosperidad, apertura y grandiosidad. Fue justamente la frecuencia de los contactos con las etnias del oeste lo que explica la entrada de sus danzas en la vida cotidiana de la dinastía Tang y su consiguiente integración en el acervo cultural de China. De las diez danzas que se ejecutaban en la corte poco después de fundarse la dinastía Tang, una procedía de Corea, siete venían del oeste y sólo dos eran del estilo tradicional y folclórico chino.

Los habitantes del oeste entraban en el territorio gobernado por dicha dinastía a través de la “ruta de la seda” y en los teatros y tabernas de Chang´an se apiñaban bailarines de diversas nacionalidades.

Además de vino y comida, las tabernas de entonces ofrecían a sus clientes cantos y danzas del oeste. Todo ello contribuía al enriquecimiento de la vida artística y cultural de la época Tang, período de la historia de China en el que la danza llegó a su apogeo y el canto y el baile se pusieron en boga, tanto en la corte imperial como entre el pueblo llano. Lamentablemente, hasta nuestros días no ha llegado ninguna de las 100 piezas coreográficas que llegaron a componerse. Por poner un ejemplo, la famosa danza  El hada vestida de nube  se ejecutó por última vez en el 755, año en que se produjo una guerra civil.

Li Yu, el último emperador de la dinastía Tang, intentó volver a ponerla en escena, pero la agitación social y las dificultades financieras se lo impidieron. Mil años después, lo único que se sabía de las danzas Tang era lo que decían los poemas. Por fortuna, en la década de 1980 se recrearon algunas piezas a partir de los murales de Dunhuang, entre ellas  Lluvia en la ruta de la seda ,  El sueño de Dunhuang ,  Saliendo del paso de Yangguan  y  La danza de la esgrima . De este modo, las danzas de estilo Tang resurgieron en el mundo contemporáneo como una nueva corriente artística.

Durante los últimos 20 años, las danzas de dicho estilo, admiradas por tantos poetas famosos, han atraído a un número creciente de espectadores y han sido ejecutadas en más de diez mil ocasiones. Es una gran alegría comprobar que este género artístico ha despertado de su sueño de mil años para subir de nuevo a la mucho más amplia escena de la China actual.

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