Benny Pollack
Embajador de Chile en la República Popular China
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Benny Pollak, Excelentísimo
Embajador de Chile en Beijing |
Hace casi un año que llegué a China en calidad de
nuevo Embajador de Chile. Este tiempo ha sido un periodo tanto
de desafíos como de gratificaciones.
Cuando el Presidente Ricardo Lagos me pidió que abandonara
mi larga carrera académica para hacerme diplomático, mi primera
reacción fue de incredulidad. Pero finalmente consiguió convencerme
de que aceptase el puesto, el cual me parecía, tengo que confesarlo,
espero que no con falsa modestia, bastante abrumador. Creía
que la vida más bien contemplativa del profesor universitario
tal vez no era la más adecuada para el agitado estilo de vida
y las exigencias de un embajador, sobre todo en un país tan
importante como la República Popular China.
No obstante, debo decir a los lectores que gradualmente
fui descubriendo que las habilidades analíticas y la capacidad
de pensar, comparar y deducir, exigibles en todo el mundo a
todo profesor universitario mínimamente respetable iban a serme
muy útiles en mi nuevo papel de embajador. Ahora sé que los
diplomáticos y los profesores universitarios comparten un amplio
espectro de intereses y de enfoques del conocimiento. Sus trabajos
y funciones son fácilmente intercambiables. Para mí, este “descubrimiento”
ha sido muy alentador.
Este primer año en China nos ha proporcionado a mi
esposa y a mí una oportunidad única de conocer a personas de
diferentes culturas, profesiones e intereses, no ya en los diversos
niveles del Gobierno chino, las universidades, la administración
pública y el mundo de los negocios, sino también entre la gente
común que hemos conocido por casualidad. Siempre se nos ha tratado
con cordialidad y comprensión. Además, hemos tenido el privilegio
de conocer a multitud de colegas diplomáticos de todo el mundo,
contactos de los que han nacido amistades que apreciamos en
mucho.
Hemos intentado permanecer en contacto con la reducida
colonia chilena. Debo admitir que en este empeño todavía no
hemos conseguido un éxito absoluto; pero también debo subrayar
que nuestra Embajada espera avanzar en esa dirección. Confío
que la modesta recepción ofrecida en la Casa de Chile con motivo
de nuestro Día Nacional marque el inicio de una relación más
estrecha con nuestros compatriatos expatriados.
Durante este mi primer año en China, hemos avanzado
en varios frentes de nuestras relaciones bilaterales. Las relaciones
comerciales, culturales, científicas, educativas y artísticas
están floreciendo; sin embargo, la presunción y la autosatisfacción
son enemigas de los verdaderos éxitos. Conscientes de estos
peligros, mis compañeros de la Embajada y yo, estamos comprometidos
en seguir trabajando para hacer más. Es indudable que en todas
estas áreas todavía puede y debe hacerse mucho.
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Jiang Zemin y Benny
Pollak |
Sería injusto si no mencionase un factor clave en
mi tarea de Embajador de Chile en China. Se trata del factor
humano. Lo que quiero decir es que estoy muy agradecido a todos
y cada uno de mis compañeros de la Embajada. Sin su lealtad
y dedicación, mi cometido sería completamente ineficaz. Les
debo mi reconocimiento por trabajar intensamente en bien de
nuestro país, a veces en condiciones difíciles, por ayudarme
a familiarizarme con los entresijos de la diplomacia moderna
y por no haberme hecho sentir torpe o inadecuado en ninguna
ocasión. Forman un excelente equipo que protege y representa
muy bien los intereses de Chile.