Yu
Youjun, el alcalde más joven de Shenzhen
Por nuestro reportero
SHEN HONGLEI
La escultura más conocida de la ciudad de Shenzhen
es la llamada Buey
roturando la tierra . Ello se debe no sólo a su calidad
artística, sino también al hecho de que plasma acertadamente
el espíritu de los promotores y pioneros de esta ciudad.
Yu Youjun fue nombrado alcalde de Shenzhen en el
2000, es decir, a los 48 años, circunstancia que lo convirtió
en el alcalde más joven de la historia de esta zona económica
especial.
En China, todo el mundo conoce el Fin de Semana del Sur , periódico
que publica reportajes especiales donde se denuncian los casos
de corrupción, contribuyendo así a fomentar entre los ciudadanos
la reflexión sobre los problemas sociales. Cuando Yu Youjun
se encargaba del Departamento de Propaganda de la provincia
de Guangdong, dedicó mucho tiempo y entusiasmo a este periódico,
actualmente muy bien acogido por el pueblo.
En cierta ocasión, un cuadro del Departamento de
Comercio e Industria viajó a Shenzhen por asuntos oficiales
y pidió a la entidad que le atendía que le organizase visitas
turísticas e incluso que le procurara la compañía de “señoritas”.
Tales exigencias causaron muy mala impresión entre los ciudadanos.
Sin embargo, cuando el gobierno municipal, encabezado por Yu,
tomó la decisión de sancionar a dicho cuadro, quienes acudieron
a interceder por él no dejaron de importunar al alcalde hasta
que éste hizo pública la sanción. Al aludir a estos hechos,
Yu no pudo evitar decir suspirando: “Lo que yo quería no era
sancionar a un cuadro, sino establecer una regla; de lo contrario,
sería indigno de la confianza del pueblo.”
En vísperas de la celebración del XVI Congreso Nacional
del PCCh, Yu conversó con Wu Nansheng, antiguo jefe del Consejo
de Administración Central de la Zona de Explotación Económica
de Shekou. Wu recordó que en los primeros años de su construcción
Shenzhen atrajo la inversión de numerosos comerciantes compatriotas
de Hong Kong, Macao y Taiwan, gracias a las políticas preferenciales
y a los lazos familiares con chinos de ultramar. “No obstante”,
prosiguió Yu, “si Shenzhen quiere mantenerse a la vanguardia
del desarrollo económico del país, además de valorar y cuidar
bien estos lazos familiares, tiene que prestar mayor atención
a dos cualidades: la sinceridad y la confianza”. Atraída por
la actitud que revelan dichas cualidades, la compañía japonesa
de productos electrónicos Sumitomo, una de las 500 empresas
más poderosas del mundo, decidió establecer su sede central
en Shenzhen, proyecto en cuya primera fase ha invertido 700
millones de dólares.
Gracias a los esfuerzos realizados durante más de
veinte años, Shenzhen se ha transformado en una de las ciudades
chinas de mayor rendimiento económico y en la más atractiva
del delta del río Zhujiang. El sueño de los pioneros de esta
tierra se ha hecho realidad. Hoy en día, lo que más preocupa
a los shenzheneses es que el “fenómeno de Shenzhen”, la “rapidez
de Shenzhen” y el “espíritu de Shenzhen” sean solamente flores
de un día. Si bien es verdad que en los últimos veinte años
esta ciudad ha generado una riqueza de valor incalculable, no
es menos cierto que ello ha sido el resultado de la aplicación
de las políticas preferenciales promulgadas por el Gobierno.
Si, como parece probable, Shenzhen deja ser una región económica
especial, ¿qué estrategias adoptará la nueva generación de dirigentes
para seguir cosechando éxitos tan brillantes?
No hace mucho, Yu Youjun y Huang Liman, secretaria
del comité municipal del PCCh, encabezaron una comisión de investigación
que visitó Shanghai, Suzhou y otras ciudades de las provincias
de Zhejiang y Jiangsu, lugares donde la economía está desarrollándose
con una rapidez extrema. Muchas de las personas de negocios
extranjeras interesadas en invertir en China han puesto sus
ojos en estos lugares. Yu Youjun advirtió que se trata de una
señal de alarma para Shenzhen, que tiene que mejorar en todos
los aspectos el ambiente favorable a la captación de inversiones
y fortalecer así su competitividad.
A juzgar por sus palabras, este joven alcalde es
muy consciente de que la posibilidad de una crisis es real.
Después de profundas reflexiones, Yu ha llegado a la conclusión
de que el futuro de Shenzhen exige su transformación en una
ciudad eficiente. Por lo tanto, al rendir cuenta de su labor
ante al Gobierno Central, Yu dijo a los dirigentes del país
que Shenzhen había logrado sus éxitos gracias a las políticas
preferenciales promulgadas por el Gobierno y al espíritu intrépido
de sus iniciadores; pero añadió que lo que esta ciudad pide
hoy al Gobierno es “el derecho a hacer experimentos”.
¿Qué experimentos? En los últimos veinte años Shenzhen
ha dejado de ser una pequeña aldea para convertirse en una ciudad
próspera y desarrollada. ¿Cómo será dentro de veinte años?