El guqin
y su melodía
Por
HUO JIANYING
|
Yang
Chunwei, profesora del Conservatorio de la Academia China,
tañendo el guqin |
Cinco años atrás, un fragmento de una pieza de música
tradicional ejecutada con el antiguo instrumento guqin fue lanzada al espacio a bordo
de una astronave china, con la esperanza de que tarde o temprano
llegue a oídos de algún ser extraterrestre inteligente. Se decidió
utilizar la música como vehículo de comunicación debido a que
se la suele considerar un tipo de lenguaje sin limitaciones
espaciales ni temporales, característica que la convertiría
en un canal idóneo para una eventual transmisión de información
sobre los seres humanos a los seres
extraterrestres.
A pesar de que este mensaje musical intergaláctico
todavía no ha recibido contestación alguna, la gente tiene plena
confianza en que algún día llegará una respuesta. Dicen que
el fragmento musical lanzado al espacio está grabado en un disco
que podrá reproducirse durante los próximos mil millones de
años.
"La
alta montaña y el agua
que corre"
|
Lámina
inspirada en la historia La alta montaña y el agua que corre |
El mensaje musical enviado al espacio es un fragmento
de La alta montaña
y el agua que corre , pieza china que con sus más de
dos mil años de historia es una de las más antiguas que se conservan.
Su melodía es un eco de la majestuosidad de la montaña que se
alza ataviada con el verdor de un inmenso bosque entrecruzado
por arroyuelos, los cuales van confluyendo hasta desembocar
en una catarata cuyas aguas se desploman ferozmente. Esta pieza
describe un bello paisaje natural y, al mismo tiempo, expresa
la elevada ambición artística de su compositor.
A los chinos les gusta esta obra musical no sólo
por su hermosa melodía, sino también porque se cuenta que a
través de ella quien la compuso encontró a su amigo eterno.
En el período de Primavera y Otoño, hace más de dos mil años,
una noche otoñal de luna llena Yu Boya, funcionario del reino
de Jin que volvía a su patria tras haber cumplido una misión
oficial en el reino de Chu, detuvo su barco junto a la orilla
para descansar. Se puso a tañer el guqin
(instrumento musical de siete cuerdas parecido a la cítara)
y al cabo de un rato se le rompió una cuerda. Yu se sorprendió,
ya que según una creencia popular eso sucedía cuando algún intruso
andaba cerca. Inmediatamente ordenó buscarlo y no tardaron en
encontrar a un leñador que había estado escuchando furtivamente
todo el tiempo. Después de charlar un poco con él, Yu se dio
cuenta de que tenía bastantes conocimientos musicales. Entonces
volvió a interpretar La
alta montaña y el agua que corre y el leñador dio
claras muestras de percibir su profundidad. Cada vez más sorprendido,
Yu se levantó y lo trató con cortesía. Zhong Ziqi, que así se
llamaba el leñador, también estuvo muy contento de haber trabado
amistad con alguien dotado de talento musical. Los dos se hicieron hermanos juramentados e
intercambiaron opiniones sobre la música. El día que Yu partió,
acordaron volverse a encontrar en ese mismo lugar justo un año
después.
|
El
ejecutante y sus oyentes ,
célebre pintura china del siglo XII. Se dice que el ejecutante
representa al emperador Huizong de la dinastía Song del
Norte |
Transcurrido un año, Yu acudió al lugar acordado
pero no encontró a Zhong. Entonces fue a
su casa a buscarlo y le dijeron que el leñador había
fallecido tres meses atrás y que mientras agonizaba expresó
su deseo de ser enterrado donde ambos habían acordado reunirse,
como una manera de disculparse por no haber acudido a la cita.
Hondamente conmovido, Yu ejecutó una pieza ante la tumba de
Zhong en homenaje a su hermano y fiel amigo. Cuando terminó,
rompió el instrumento y juró que jamás en la vida volvería a
tocar pieza alguna. Poco después Yu abandonó su empleo oficial
y se hizo cargo de los padres de del leñador.
Zhong se ganó el respeto de Yu no solamente por su
amplios conocimientos musicales sino también por su nobleza
de carácter. Yu había sugerido a Zhong que viajase con él por
entre ríos y montañas para afinar su sensibilidad artística,
pero el leñador, obligado a mantener a sus ancianos padres,
no pudo aceptar su invitación. Además de pena, Yu sintió remordimientos
por la muerte de su amigo, puesto que antes de despedirse de
él, le había regalado plata para que pudiera vivir más holgadamente; pero Zhong, deseoso de adquirir conocimientos
con los que servir a su patria, compró muchos libros y se pasó
noches enteras leyéndolos. Consumidas sus energías por la dedicación
excesiva al estudio, murió a los 27 años.
La sociedad feudal imperante hace dos mil años estaba
estrictamente jerarquizada. Por lo tanto, entre Yu, un alto
funcionario, y Zhong, un sencillo leñador, había una considerable
distancia social, razón por la cual la amistad entre ambos conmovió
a toda la sociedad.
La historia de la amistad entre Yu y Zhong se transmitió
a la posteridad junto con La
alta montaña y el agua que corre . No obstante, cabe
precisar que la vitalidad de esta pieza musical se debe a su
propio valor artístico.
Dotado de sobresalientes cualidades artísticas, Yu
dedicó grandes esfuerzos a la creación musical. Cuando estudiaba,
había llegado a permanecer diez días en una isla desierta haciendo
ejercicios musicales ante las olas del mar. Sus logros artísticos
fueron fruto de su dedicación al estudio y de la práctica constante.
Con el envío al espacio de un fragmento de esa antigua
melodía de Yu se espera establecer contacto con posibles amigos
que vivan fuera de nuestro planeta.
Entre
la gente y el guqin
|
Ladrillo
tallado hace dos mil años en el que se ve a Nie Zheng ( segundo
por la derecha ) asesinando al rey Han ( primero
por la derecha ), escena de la famosa pieza Guang Ling San |
Según la mentalidad china, romper un instrumento
musical constituye una torpeza. Sin embargo, cuando Yu rompió
su guqin la gente se sintió conmovida.
En la antigüedad, este instrumento era considerado
un objeto sagrado, ya que a su sonido se le
atribuía la virtud de poder llegar directamente al mundo
interior del ser humano. La vitalidad del guqin
está en su especial capacidad expresiva y en la gran destreza
técnica necesaria para tañerlo.
El guqin
tiene ahora siete cuerdas, pero en el pasado llegó a tener 25.
Al vibrar, las cuerdas son capaces de evocar vívidamente paisaje
naturales, sentimientos e incluso acontecimientos sociales.
Confucio fue también un músico consumado. En sus
Analectas se registra la anécdota
de que en el reino de Qi estuvo tres meses escuchando música
con tanto interés que a pesar de su conocida afición a la gastronomía
acabó por no prestar atención alguna a lo que comía. Tal vez
el hechizo de la música era lo único que podía desviar la atención
de Confucio.
Fue justamente Confucio quien convirtió el guqin en el instrumento más importante,
tanto es así que en las orquestas actuales desempeña el papel
de “primer violín”. Y en el ámbito pedagógico, hizo que el aprender
a tocar el guqin fuera una asignatura obligatoria.
En la antigüedad se prohibía tocar el guqin cuando hacía demasiado frío
o demasiado calor, soplaban fuertes vientos, llovía mucho, relampageaba
o nevaba. Por lo general, este instrumento debía tañerse solamente
si se daban determinadas circunstancias y observando ciertas
normas. Así, por ejemplo, el ejecutante debía estar de buen
humor y se exigía un ambiente apacible y silencioso. En ocasiones,
se tocaba en presencia de un amigo oyente y con incienso encendido.
En algunas obras literarias, el misterio que rodeaba
al guqin
se exageró hasta el extremo. En manos de los guerreros, este
instrumento se convertía a veces en un arma de poderes ilimitados,
capaz de provocar con su sonido tormentas de arena y la rápida
derrota del adversario.
Pero en cierta ocasión, el guqin mostró realmente su poder.
En la época de los Tres Reinos (220-280), el ejército del reino
de Wei cercó una ciudad aparentemente abandonada del reino de
Shu. En ella se encontraba el conocido político y estratega
Zhuge Liang, quien ordenó abrir las puertas de la ciudad y dejar
entrar al enemigo. Seguidamente, Zhuge se sentó en la muralla
y empezó a beber y a tañer el guqin
tranquilamente. Sima Yi, general del reino de Wei, no sabía
a ciencia cierta si la ciudad estaba vacía o si, por el contrario,
ocultaba a numerosas tropas. Al ver la calma con la que Zhuge
tocaba su instrumento, sospechó que en la ciudad estaban preparándose
importantes maniobras y decidió retirarse. De esta manera Zhuge
evitó una derrota segura. Este hecho inspiró varias obras teatrales
que siguen representándose hoy día.
La antigua pieza Guang Ling San narra la venganza de un asesinato. En la época
de los Reinos Combatientes, el rey Han ordenó matar a un espadero
por haberse demorado en la fabricación
de una espada. A fuerza de practicar, Nie Zheng, hijo
del espadero, se convirtió en un virtuoso del guqin .
El rey Han, muy aficionado a la música, mandó traerlo a su presencia
para que le mostrara sus habilidades. Aprovechando que el rey
estaba absorto en la música, Nie desenvainó su daga, lo mató
y, para no comprometer a sus familiares, se suicidó. Al principio,
la melodía expresa la simpatía por Nie; a continuación, describe
su firme decisión de vengarse; y, por último, elogia su valentía.
En la antigüedad, los funcionarios y aristócratas
tocaban el guqin
para expresar sus sentimientos más elevados. De hecho, estos
constituyen el tema de la mayoría de la tres mil piezas compuestas
para el guqin . Una de las más famosas, la titulada Flor de Ciruelo , evoca tanto la fragancia de este flor como la elegancia
de los literatos. En otra pieza, Oca sobrevolando la playa , se plasman las grandes esperanzas
del músico.
El antiguo
guqin
|
Guqin de la dinastía Ming (1368-1644) expuesto en
el Museo de Historia de China |
Los orígenes del guqin se remontan a
hace tres mil años. Al principio, este instrumento era muy simple:
tenía una o pocas más cuerdas, su gama de tonos era bastante
reducida, no se oía muy fuerte y su resonancia dejaba mucho
que desear. Poco a poco, se fue perfeccionando y en las dinastías
Qin y Han (a fines del siglo III a.n.e) su número de cuerdas
quedó fijado en siete.
El cuerpo del instrumento es una caja de resonancia
de 110 centímetros de longitud, cuya anchura es de 17 centímetros
en la cabeza y de 13 centímetros en la cola. En la tabla inferior
de esta caja, fabricada con madera de tung
o abeto chino, hay dos ojos. Las cuerdas se presionan con la
mano izquierda y se pulsan con la izquierda.
Para fabricar un buen instrumento es indispensable
contar con el material apropiado. Un día, Cai Yong (133-192),
famoso literato y músico de la dinastía Han del Este, oyó un
ruido especial proveniente de la cocina, entró en ella y vio
un tronco de madera ardiendo en el fuego. Lo sacó en seguida
y lo utilizó para hacer un instrumento. Al tañerlo, salían de
él lindas melodías, pero su apariencia no era ni mucho menos
perfecta, ya que en la cola había huellas del fuego. No obstante,
este instrumento es uno de los más famosos de la historia.
Tal vez esta anécdota no tenga mucho interés, después
de todo la madera había sido tan bien tratada que fue posible
utilizarla para fabricar un guqin
que producía hermosos sonidos. Pero de repente se nos ocurre
que si tratásemos bien todas las cosas de la tierra, la humanidad
seguramente disfrutaría de escenas y melodías mucho más bellas.