Butros
Butros-Ghali: “Los logros de China polarizan la atención mundial”
He visitado
China en más de diez ocasiones. La primera vez apenas había
bicicletas; la segunda, casi todo el mundo tenía una; en visitas
posteriores comprobé que el número de automóviles iba en aumento;
y ahora, por las calles de las grandes ciudades, como Beijing,
circulan muchísimos automóviles, algunos de ellos de gran categoría.
China ha cosechado grandes éxitos en la construcción
de las ciudades. En Beijing, Shanghai, Nanjing y Dalian se apiñan
altos edificios, y los rascacielos de la zona de Pudong (Shanghai)
sorprenden a los occidentales.
Pero lo que más me ha impresionado ha sido la
mejora de la calidad humana de los ciudadanos. He participado
en varios simposios celebrados en China y, siempre, al terminar
mi ponencia, cuando llegaba el turno de las preguntas, tanto
los estudiantes y los especialistas, como los diputados de la
Asamblea y de la Conferencia Consultiva Política plantearon
cuestiones muy agudas, lo que significa que su nivel es el mismo
que tienen los especialistas de París o Nueva York.
Los éxitos logrados por China se relacionan estrechamente
con la inteligencia y la acertada guía de los dirigentes chinos.
Cuando era viceprimer ministro de Egipto mantuve contactos e
intercambié opiniones con el entonces Presidente Li Xiannian
sobre temas candentes, entre ellos los de Etiopía y Somalia.
Siendo Secretario General de la ONU, me entrevisté con los dirigentes
chinos en diversas ocasiones, como la cumbre de Río de Janeiro
y la cumbre de Copenhage, y
quedé gratamente impresionado ante su talento político y su
capacidad de liderazgo.
El XVI Congreso Nacional polariza la atención
mundial porque es un gran acontecimiento para la sociedad china.
En mi opinión, lo más elogiable es que en China la sucesión
en el poder se produce sin sobresaltos y de forma pacífica,
lo que garantiza la continuidad del avance en la aplicación
de las políticas, continuidad que, a su vez, favorece el progreso
y el desarrollo de la sociedad. He oído hablar del concepto
de la triple representatividad. Supongo que uno de las causas
del triunfo del PCCh es que, a diferencia de los países occidentales,
la sociedad china se apoya en firmes creencias.
Quisiera recalcar que el milagro económico de
China es obra de la dirección de los líderes chinos y de los
esfuerzos de todo el pueblo chino. En mis reiteradas visitas
he constatado que los chinos son muy trabajadores y dedicados.
China, miembro permanente del Consejo de Seguridad
de la ONU, desempeña un destacado papel en los asuntos internacionales.
En este sentido, lo más loable es que un país en vías de desarrollo
como China esté ayudando a otros países más atrasados a desarrollar
su economía.
Por último, hago votos por que este país adquiera
un mayor protagonismo en la escena política internacional, ya
que China y el resto del mundo se necesitan mutuamente.
