Cangzhou:
cuna de la industria china de la azufaifa
Mientras se dirigía al campo de azufaifos, Deng
Lianjun dijo orgullosamente: “Estos azufaifos tienen 800 años
de historia”. En su rostro podía verse reflejada la alegría
por la pronta llegada de una abundante cosecha. Deng vive en
Pusi, pueblo de Cangzhou (provincia
de Hebei) conocido también por el sobrenombre de “pueblo natal
de las azufaifas chinas”. El suelo salino de esta región es
muy favorable al crecimiento de este árbol ramnáceo subtropical
o tropical, cuyo cultivo se inició hace ya 3.000 años.
Pero la plantación a gran escala de azufaifos y la industrialización de
su fruto no empezaron hasta que China comenzó a poner en práctica
sus políticas reformistas. Deng Lianjun ha sido testigo de esta
transformación extraordinaria. Como él nos explica, en los tiempos
de la economía planificada, los campesinos no podían elegir:
en cumplimiento de las órdenes de los dirigentes, tenían que
cultivar cereales, fueran cuales fuesen las características
del terreno. Como sus paisanos, Deng vivía en una sencilla casa
de tapias y llevaba una vida difícil. Ahora, en cambio, los
campesinos llevan una vida próspera, construyen grandes patios
delimitados por paredes altas y compran electrodomésticos, sobre
todo acondicionadores de aire, televisores, neveras y lavadoras.
Todo ello es fruto del ajuste de las políticas a la agricultura
industrial, ajuste que ha animado a los campesinos a desarrollar
una economía específica acorde con las condiciones locales.
Decidido a aprovechar esta oportunidad, Cangzhou se ha propuesto
reducir las tierras de cultivo y ampliar las plantaciones de
azufaifos, inciativa emprendida con general entusiasmo. En el
pueblo de Pusi, los ingresos anuales puede llegar a superar
los 30.000 yuanes, cifra inimaginable hace unas décadas. El
pueblo de Pusi se ha convertido en un importante centro de producción
de azufaifas. Sus 300 habitantes, entre los que hay más de diez
ancianos mayores de 90 años, creen que los azufaifos les está
trayendo buena suerte y longevidad.
En los últimos años, Cangzhou se ha dedicado a
la producción de nuevas variedades de azufaifas. Por otro lado,
los cangzhouneses utilizan tecnología punta, de modo que cada
vez son más numerosos los campesinos que se benefician del desarrollo
de la industria relacionada con
los azufaifos. Al mismo tiempo, dicha industria ha abandonado
los métodos de cultivo obsoletos y está normalizando los procesos
de elaboración y la administración. Cangzhou exporta sus productos
a 12 provincias y ciudades chinas, entre ellas Beijing, Guangdong
y Sichuan, y a varios países y regiones, como Singapur, Indonesia,
Tailandia, Filipinas y Hong Kong.
El desarrollo de la industria de la azufaifa de
Cangzhou es un reflejo en miniatura, pero fiel, del desarrollo
de la agricultura china y de la mejora de las condiciones de
vida de los campesinos de nuestro país.