NOVIEMBRE  2002

 

 

 

 

 

 

 

 


Reforma del sistema bancario chino

Por Wang Zhipeng

El sistema bancario chino está reformándose con gran rapidez

A fines de agosto, el excedente monetario en sentido amplio (M2) era de 173 billones de yuanes, mientras que el excedente en sentido estricto (M1) era de 65 billones de yuanes, cifras que representaron unos incrementos respectivos del 15,5 y 14,6 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado; la cantidad de depósitos de los ciudadanos fue de 83 billones de yuanes, es decir, un 18 por ciento superior; y el valor de los préstamos concedidos por el conjunto de las instituciones bancarias fue de 123 billones de yuanes, cifra un 13,3 por ciento superior a la de dicho período. Estas cifras, proporcionadas por el Banco Central, muestran la excelente situación de la gestión financiera y la buena marcha de la reforma del sistema bancario chino.

Al hablar de dicho sistema, lo primero que hay que hacer es referirse a los cuatro bancos estatales que durante mucho tiempo han monopolizado el sector bancario: el Banco Industrial y Comercial, el Banco de China, el Banco de la Construcción y el Banco Agrícola. El bajo rendimiento, la falta de capitales y el alto porcentaje de deudas incobrables habían debilitado el sistema bancario. En vista de ello, a fines del siglo pasado el Gobierno chino decidió reestructurar estos cuatro bancos estatales. Con ese propósito, fundó sendas empresas de gestión de capitales encargadas de recaudar o renegociar deudas dudosas, simplificar la organización, optimizar la distribución del personal y mejorar el nivel de la administración para elevar el rendimiento e incrementar el capital libre. Las cifras revelan que, tras haber revisado 140 billones de deudas incobrables en 1999, a fines de diciembre del 2001 la tasa de préstamos no devueltos a estos cuatro bancos era todavía del 25,4 por ciento. De acuerdo con los reglamentos del Banco Central, antes del 2005 dicha tasa debería haberse reducido al 15 por ciento, lo que exige una reducción anual de entre el 3 y el 5 por ciento. A fin de alcanzar tal meta, los bancos han hecho grandes esfuerzos por cobrar o renegociar las deudas dudosas y elaborar sus propias estrategias para introducirse en el mercado de valores. Al mismo tiempo, han intentado convencer al Gobierno de que, para facilitarles la revisión de las deudas incobrables, les aplique exenciones fiscales, les permita emitir obligaciones del Estado y anule las restricciones políticas a la entrada de capitales foráneos.

Los bancos han tomado todas estas medidas debido a la fuerte presión de la OMC (Organización Mundial del Comercio), organización a la que China se incorporó el 11 de diciembre del 2001. La transición del monopolismo a la multiplicación de la oferta es, pues, una tendencia irreversible. Algunos bancos foráneos, como CitiBank y HSBC, están apresurándose a cooperar con los chinos y llegan incluso a comprar parte de sus acciones. El porcentaje máximo de acciones de un banco chino adquiridas por capital foráneo ha llegado ya al 15 por ciento. En comparación con los bancos chinos, los foráneos poseen una serie de ventajas en los ámbitos de la gestión interna, los capitales, los servicios ofrecidos a los particulares, la gestión mixta (acciones y seguros) y la manera de concebir los servicios y la competencia. Según el acuerdo suscrito con la OMC, los bancos foráneos podrán operar con fondos empresariales en  renminbi  (moneda de China) dos años después del ingreso de nuestro país en esta organización; y cinco años después, podrán hacer lo mismo con los depósitos bancarios de los ciudadanos. Ello significa que dentro de poco más de cuatro años los bancos foráneos tendrán derecho a establecer sucursales en cualquier parte de China y que las restricciones sobre su emplazamiento y sus clientes deberán haber desaparecido. Se prevé que los bancos foráneos experimenten un desarrollo notable y que pasen a ocupar un importante lugar dentro de nuestro sistema bancario.

En medio de esta situación, un tercer elemento está cobrando un protagonismo creciente. En efecto, más de cien bancos metropolitanos y diez bancos comerciales por acciones, encabezados por el Banco de Transporte y Comunicaciones, el Banco CTIC y el Banco Merchant, se han enzarzado en una reñida lucha con los bancos foráneos y los bancos estatales. El año pasado, diez bancos comerciales por acciones acordaron mantener reuniones periódicas para fortalecer sus relaciones y potenciar su competitividad en el mercado. A fines del 2001, en China había 108 bancos metropolitanos, cuyo capital global sumaba 873.000 millones de yuanes. Aparte de algunos de gran envergadura, la mayoría de estos bancos se hallan en la etapa inicial de su desarrollo, por lo que sus capitales oscilan entre los 10.000 y los 20.000 millones de yuanes. Tras obtener la autorización del Banco Central, a iniciativa del Banco de Shanghai y los bancos de algunas ciudades, en agosto de este año se emprendió en dicha ciudad la creación del Centro de Liquidación de Capitales de los Bancos Metropolitanos, cuya entrada en funcionamiento está prevista para fines del año en curso. Su misión principal consistirá en facilitar la liquidación entre los bancos de las ciudades, contribuyendo así a incrementar la competitividad del conjunto de los bancos metropolitanos.

En las ciudades de importancia regional y nacional, los bancos comerciales chinos ya ofrecen sus servicios por Internet

Los tres elementos mencionados, a saber, los bancos estatales, los bancos foráneos y los bancos metropolitanos y comerciales, forman y formarán el cuerpo principal del sistema bancario chino, sistema que garantizará el ofrecimiento de diversos tipos de servicios a clientes también diversos. La resolución del problema planteado por las deudas incobrables es una medida encaminada a evitar la crisis financiera; pero para el Gobierno lo más importante es reagrupar los bancos estatales de bajo rendimiento, ya que de este modo resultará más sencillo evitar que la tasa de elevación de dichas deudas siga creciendo. No cabe duda de que la entrada de capital foráneo ejercerá una presión extraordinaria, pero también será un acicate para el perfeccionamiento del sistema bancario chino y el aumento de su poderío. Al mismo tiempo, el Gobierno debe no sólo incrementar la fuerza de los pequeños y medianos bancos comerciales mediante la utilización de los fondos foráneos y los depósitos bancarios de los ciudadanos, sino también establecer una amplia red de bancos de estas características para satisfacer las necesidades financieras de los campesinos y de las pequeñas y medianas empresas. Así se mejorará nuestro sistema bancario, lo que permitirá optimizar su funcionamiento y garantizar su estabilidad financiera.

A fines del primer semestre, la intranet de los bancos se extendía ya por más de 300 ciudades y la libre utilización de tarjetas bancarias por cien. Las tarjetas bancarias interregionales ya se han usado 4,73 millones de veces y el valor de las operaciones realizadas por este medio ha sido de 670 millones de yuanes, cifras que equivalen a multiplicar respectivamente por 1,6 y 1,9 las correspondientes al total del año pasado. Todo ello demuestra que el sistema bancario chino avanza. No obstante, queda todavía un largo trecho para llegar a un sistema bancario seguro y eficaz.

(El autor es doctorando del Instituto de Administración Económica de la Universidad Qinghua) 

Dirección : 24, calle Baiwanzhuang, Beijing, 100037, China
Fax : 86-10-68328338
Sitio Web : http://www.chinatoday.com.cn
E-mail: chinahoy@chinatoday.com.cn
Todos los derechos reservados: China hoy