La
meteorología y la marcha de los negocios
Los
empresarios descubren un nuevo parámetro económico
Por
Lu Yifan
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El
director del Centro Meteorológico Nacional en una sala montaje
de programas televisivos |
Los empresarios chinos han comenzado a reconocer
la importancia de la meteorología. En Alemania y Japón se oyen
comentarios como éstos: “Si la temperatura media de este verano
sube un grado, venderemos 2,3 millones de botellas de cerveza
más”; y “si la temperatura se mantiene por encima de los 30
grados un día más, al final de la temporada se habrán vendido
40 mil acondicionadores de aire”. Las empresas chinas toman
cada vez más en cuenta las repercusiones de la meteorología
en la venta de diversas mercancías.
Se han hecho también algunos cálculos sobre la relación
existente entre el tiempo y el número de pasajeros, las ganancias
de los restaurantes y la venta de helados y bañadores. El impacto
de la meteorología en la economía es un nuevo parámetro económico
que ha llegado recientemente a China procedente del extranjero.
Se le da tanta importancia, que algunas empresas adaptan su
trabajo diario a los pronósticos meteorológicos.
En China, sin embargo, la “meteorología económica”
no es tan madura como en algunos países, donde las grandes empresas
se benefician considerablemente de la información meteorológica.
Ha sido precisamente la falta de este tipo de información lo
que ha acarreado pérdidas a numerosas empresas de nuestro país.
La mala
pasada del tiempo
China es un país de clima continental caracterizado
por la marcada inestabilidad de las temperaturas: un verano
puede ser muy caluroso y el siguiente puede ser templado. Esta
variabilidad perjudica a las industrias sensibles a las
condiciones climáticas, como la textil y la de los acondicionadores
de aire.
Este verano, por ejemplo, algunas empresas de acondicionadores
han sufrido pérdidas considerables, puesto que las ventas han
bajado mucho debido a que las temperaturas han subido menos
de lo esperado.
El año pasado, la venta de acondicionadores se disparó
y alcanzó las 14millones unidades, cifra que supuso un aumento
del 40 por ciento con respecto al año precedente. Los empresarios
del sector pronosticaron que este verano también sería muy caluroso
y que se venderían entre 15 y 18 millones de unidades.
En abril y mayo, las temperaturas fueron las habituales
y los acondicionadores se vendieron muy bien. Ante esta perspectiva
tan halagüeña, las empresas ampliaron los turnos de trabajo
e incrementaron su producción, lo que provocó una sensación
de prosperidad dentro de este sector. El mes de junio suele
marcar el comienzo del verano y es el mes en que generalmente
se venden más acondicionadores. Pero este año, las lluvias caídas
en la mayor parte del territorio chino refrescaron el ambiente
y en algunos lugares se registraron las temperaturas más bajas
de los últimos 50 años. En consecuencia, el volumen de ventas
de acondicionadores decepcionó a los fabricantes. En el primer
semestre se vendieron en China 6 millones de unidades, mientras
que en el mismo período del año anterior se habían vendido 7
millones. Lo más preocupante era que los fabricantes y los vendedores,
que habían estado preparándose para atender una demanda mayor,
tenían en sus almacenes 5 millones de acondicionadores. Generalmente,
los fabricantes de estos aparatos comienzan a reducir su producción
a fines de agosto; este año, en cambio, debido a la apatía del
mercado, la reducción se inició dos meses antes, es decir, en
junio. A finales de julio, la temperatura empezó a subir y las
ventas alcanzaron los niveles normales. Pero el mes de agosto
ha sido el más fresco de los últimos años, de forma que la fuerte
caída de las ventas ha sido inevitable.
No es ésta la primera vez que una mala pasada del
tiempo acarrea graves pérdidas a los fabricantes. A pesar de
que los pronósticos meteorológicos no les eran favorables, los
fabricantes, impelidos por la fuerte competencia y su deseo
de lograr una mayor cuota de mercado, decidieron arriesgarse.
Antes de este año, las existencias de acondicionadores
era de 5 millones y se calcula que a finales del presente esa
cifra podría ascender a 10 millones. Si ponemos el costo bruto
de cada unidad en 500 yuanes, el capital inmovilizado suma por
lo menos 5.000 millones de yuanes. Para resolver este problema,
los fabricantes se han enzarzado en una guerra de precios y
en una competencia sin cuartel.
El progreso
inicial
Las empresas perjudicadas por los caprichos climáticos
no han sido solamente las dedicadas a la fabricación de acondicionadores
de aire. Cabe decir que en casi todas las industrias sensibles
a los cambios de clima ocurre algo similar. Tomemos el ejemplo
de la industria textil: a consecuencia de la tibieza del pasado
invierno, en los almacenes se amontonaron 32 millones de anoraks.
A medida que la economía de mercado se va implantado,
el movimiento de los productos se rige cada vez más por la ley
de la oferta y la demanda. Sin embargo, muchas empresas chinas
permanecen ancladas en la etapa de producción y no toman en
consideración las fluctuaciones del
mercado; y algunas empresas no han hecho nunca estudios
de mercado, no siendo de extrañar, por lo tanto, que algunos
productos no se vendan.
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Los
especialistas explican las causas y las tendencias de un
fenómeno que preocupa a los beijineses: las tormentas de
arena |
El clima es, como se ve, un factor de gran importancia
para el mercado. Son muchos los ejemplos que demuestran que
las empresas chinas ya no pueden permitirse el lujo de pasar
por lo alto las condiciones climáticas. En este sentido, los
especialistas consideran que la acumulación de grandes stocks
de acondicionadores de aire tiene su lado positivo, ya que puede
servir, por una parte, para que los fabricantes reflexionen
sobre las consecuencias de la competencia desleal y, por otra,
para que en el futuro tengan en cuenta los factores naturales
y eviten la producción a ciegas.
La “meteorología económica” es una novedad para las
empresas chinas. No resulta fácil obtener beneficios y reducir
las pérdidas al mínimo dirigiendo una empresa de acuerdo con
los cambios del clima. En China esa dificultad es aun mayor
debido a las limitaciones de los servicios meteorológicos.
La mayoría de las instituciones que ofrecen servicios
meteorológicos son gubernamentales. Algunas de ellas ofrecen
servicios a las empresas de manera limitada.
La estación meteorológica de Beijing intentó ampliar
esta oferta, para lo cual creó una agencia especial dedicada
a proporcionar pronósticos a la televisión y a las empresas.
Pero los resultados obtenidos no han sido satisfactorios, ya
que sus ganancias anuales equivalen a la centésima parte de
las de la mayor empresa de servicios meteorológicos de Japón.
El Centro Meteorológico Nacional de China fundó una
empresa de pronósticos que ofrece sus servicios a la navegación
marítima. Sin embargo, los servicios ofrecidos a un barco durante
seis meses solamente le proporcionan unas ganancias de entre
7.000 y 8.000 yuanes. Su gerente dijo que este es el primer
año que la empresa obtiene beneficios, aunque éstos son sólo
de poco más de 100.000 yuanes.
En China, todavía no existe una gran demanda de información
meteorológica y las instituciones que podrían ofrecerla carecen
tanto de capital como de experiencia comercial. De ahí que el
desarrollo de este sector se encuentre estancado.
Grandes
posibilidades
Los servicios de información meteorológica no son
fáciles de comercializar, entre otras razones porque en China,
a diferencia de lo que ocurre en otros países, se considera
que la información y los pronósticos del tiempo son asuntos
de interés público y que, en consecuencia, estos servicios deben
ser subvencionados por el Gobierno y ofrecidos a la sociedad gratuitamente. Muchas empresas
siguen negándose a pagar por recibir información meteorológica.
En opinión de algunos especialistas, este sector
pronto comenzará a prosperar, ya que el desarrollo económico
de nuestro país hará que la gestión más normalizada de las empresas
chinas dependa cada vez en mayor medida de la información meteorológica
y de la consiguiente evitación de riesgos.
Un economista occidental afirma que por cada dólar
invertido en información meteorológica se obtienen 98 dólares
de ganancias. Algunos investigadores chinos aseguran que por
cada yuan invertido en este sector las empresas chinas podrían
ganar 40 yuanes, lo que no deja de ser rentable.
Poco a poco, las empresas chinas van aceptando los
servicios meteorológicos de pago. Aunque el avance es lento,
este hecho ya es positivo. Entre los clientes del Centro Meteorológico
Nacional hay centenares de empresas, algunas de ellas muy famosas.
Las empresas chinas están adoptando la práctica internacional
consistente en tener en cuenta los pronósticos meteorológicos
a la hora de lanzar sus productos. Esta tendencia contribuirá
a expandir la demanda nacional de este tipo de servicios.
La información meteorológica por teléfono ya funciona
en algunas ciudades y está siendo bien acogida por el público.
En Guangzhou, 20.000 personas utilizan diariamente este servicio
y a veces más de 40.000. Además 190.000 usuarios de teléfono
celular están abonados a este servicio.
En Chaohu, un pequeño distrito de la provincia Anhui,
todos los días miles de personas, en su mayoría campesinos,
utilizan el servicio de información meteorológica por teléfono.
Algunas estaciones meteorológicas elaboran pronósticos
exclusivamente para las empresas. Además, ofrecen datos relacionados
con la vida cotidiana, como el índice de bienestar atmosférico, el índice de rayos violetas, la humedad
del aire y la tasa de polen.
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Caída
de lluvia artificial en Beijing |
Con el fin de reducir costos y evitar riesgos, algunas
empresas se han acostumbrado a planificar su producción y comercialización
de acuerdo con las condiciones climáticas. Por ejemplo, varias
empresas farmacéuticas han comenzado a comercializar sus productos
tomando como referencia índices relacionados con las enfermedades
asmáticas, los resfriados y la hipertensión.
Cansadas de sufrir pérdidas evitables, las empresas
chinas han empezado a prestar atención a los factores climáticos,
cambio de actitud que está propiciando la adopción de diversas
modalidades de servicios meteorológicos. Al mismo tiempo, algunas
entidades de Japón, Estados Unidos y de Europa de este sector
ya han puesto sus ojos en el mercado chino y han establecido
oficinas de representación en Beijing y Shanghai. Se trata de
una buena noticia tanto para la incipiente “meteorología económica”
china como para el pronto establecimiento de mejores servicios
meteorológicos comerciales en nuestro país.