Un
nuevo modo de prosperar
Por
Li Xia
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Siheyuan
(conjunto de habitaciones en torno a un patio
cuadrado) de la dinastía Ming bien conservado que se encuentra
en el distrito de Mentougou |
Al llegar la temporada turística, Li Lianfen sólo
puede reunirse con su marido y su hijo una vez a la semana,
ya que su casa está incluida en el proyecto de turismo rural
de su aldea y ella tiene que atender a los turistas venidos
de la ciudad, con el deseo de pasar unos días en el campo para
conocer una vida y unas costumbres diferentes de las suyas.
Como Li Lianfen hace de patrona, de camarera y de cocinera,
no le queda tiempo para cuidar de sus asuntos domésticos ni
de acompañar a su hijo a la escuela. Éste vive ahora con su
padre en un distrito situado a 20 kilómetros.
La temporada en la que la familia de Li Lianfen está
más ocupada es la que va de marzo a octubre. Ésta es también
la estación en la que Shicheng, aldea del distrito de Miyun,
luce sus mejores galas. Los turistas procedentes de la ciudad
no pueden sino detenerse casi a cada paso para contemplar el
lago, las flores encarnadas y los verdes árboles. A diferencia
de las familias campesinas de hace 20 años, la de Li Lianfen,
compuesta por tres generaciones, cuenta sólo con otros cuatro
miembros: los suegros, el marido y el hijo, que tiene siete
años. Según la tradición, en una familia de estas características
el suegro es quien desempeña el papel más importante de la familia.
En el caso de la familia de Li Lianfen, el suegro es además
el gerente de la conocida Zona Paisajística del Valle Taoyuan
(Valle del Melocotonar de los Inmortales). Dado que su situación
económica es bastante buena, cuando el proyecto de turismo rural
se puso en marcha, la familia de Li Lianfen decidió unirse a
otras muchas familias de la aldea deseosas de participar en
él.
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La
famosa antigua ciudad estratégica Gubeikou, parte de la
Gran Muralla es el lugar más frecuentado por los habitantes
de la ciudad que vienen al distrito de Miyun |
La aldea de Shicheng se encuentra a menos de 100
kilómetros de la ciudad de Beijing, más concretamente, en el
distrito de Miyun, llamado también “Jardín de las afueras de
la capital”. Dentro de su demarcación existen muchos lugares
pintorescos y de valor histórico, los más conocidos de los cuales
son Simatai (tramo de la Gran Muralla), el distrito estratégico
de Gubeikou y el palacio temporal del emperador, a los que hay
que añadir las montañas de Wuling y Yunmeng, dos reservas forestales
de categoría nacional, y el Valle de Taoyuan, considerado el
mejor lugar turístico con ríos y montañas de los alrededores
de Beijing. A pesar de que China es un país agrícola, la vida
en el campo sigue siendo una gran desconocida para los habitantes
de la ciudad, acostumbrados a vivir rodeados por el cemento
y el asfalto. Los niños de ciudad no ven cerdos, ovejas ni vacas
de verdad, ni saben distinguir las variedades de cereales. El
escapar a las afueras de la ciudad para vivir en una casa de
campesinos y experimentar la vida rural está convirtiéndose
en un forma muy atractiva de pasar las vacaciones. Gracias al
desarrollo económico, cada día son más las familias de ciudad
que poseen automóvil. Según las estadísticas, los 13 millones
de residentes de Beijing tienen un total de siete millones de
automóviles privados. Con un automóvil es más fácil hacer excursiones,
tanto es así que, desde más o menos el año 2000, el viajar a
las afueras de Beijing se ha convertido en la primera opción
para pasar los días festivos y las vacaciones. Este cambio de
costumbres de los habitantes de las ciudades ha animado a los
campesinos a buscar nuevos caminos para prosperar.
El depósito de Miyun, símbolo del distrito, abastece
de agua potable a la ciudad de Beijing. A fin de proteger este
recurso imprescindible, el distrito tiene el deber de mantenerlo
limpio y libre de contaminación. Durante los últimos años, el
gobierno de Miyun no sólo ha excluido de su proyecto de desarrollo
económico a muchas industrias potencialmente contaminantes,
sino que ha ordenado el traslado o el cierre de las fábricas
establecidas cerca del depósito. Por lo tanto, en esta época
de pujanza económica, el distrito de Miyun, a diferencia de
otros distritos, no puede basar su desarrollo en el establecimiento
de empresas cantonales.
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Los
estudiantes de bellas artes son visitantes asiduos de la
aldea de Shicheng |
Como la aldea de Shicheng se encuentra en una zona
montañosa donde la tierra cultivable escasea, sus habitantes
eran muy pobres. Aunque el distrito de Miyun está a sólo 25
kilómetros, muy pocos aldeanos tenían recursos suficientes para
ir allá y, mucho menos, a Beijing. La última voluntad de la
mayoría de ellos era ir a la capital para ver como vivía la
gente de ciudad.
Hoy día, los aldeanos ven todos los días a gente
de ciudad. Y ya no les resulta misteriosa, pero sí un poco rara,
ya que viene de lejos nada más que para pintar y tomar fotos,
y hacer cosas que ellos han hecho generación tras generación,
como recoger fruta, comer verdura silvestre y dormir en camas
de ladrillos. En cualquier caso, gracias la presencia de turistas
prosperan fácilmente y, como Li Lianfen, pueden permitirse enviar
a sus hijos a estudiar a la escuela del distrito y llevar una
vida que poco tiene que envidiar a la de las ciudades.
El gobierno distrital ha apoyado y dirigido en todo
momento a los habitantes de Shicheng en la ejecución del proyecto
de turismo rural. Las familias que, como la de Li Lianfen, tienen
un solo hijo, pueden solicitar préstamos libres de intereses.
Además, a los dueños de tiendas turísticas se les permite arrendar
cierta superficie de tierras de cultivo para plantar árboles
frutales, con el fin de poder ofrecer a los turistas la posibilidad
de participar en la recogida de fruta. Por otra parte, el Gobierno
asigna fondos para construir caminos, canalizar el agua, suministrar
electricidad y mejorar el medio ambiente a todas aquellas aldeas
donde el número de familias participantes en dicho proyecto
llega al 40 por ciento. Para garantizar la calidad de los servicios,
el Buró de Turismo del Distrito de Miyun ha establecido una
oficina que se encarga de elaborar las normas y los reglamentos
que deben cumplir las familias dedicadas al turismo rural.
A lo largo de estos 20 años de desarrollo económico,
los gobiernos de los distintos niveles, pero sobre todo los
locales, se han ido dando cuenta de que el cultivo de cereales
no es la única forma de subsistencia. Jia Haijiang, subdirector
del Departamento de Divulgación del gobierno distrital de Miyun,
dijo que los campesinos de este distrito ya no viven del tradicional
cultivo de cereales, puesto que también están desarrollando
la fruticultura, la silvicultura, la horticultura y otras ramas
de la agricultura. Con el fin de ayudar a los campesinos a aprovechar
al máximo los recursos, en dicho distrito se han establecido
más de 400 organizaciones económicas que se encargan de facilitar
a los campesinos su entrada en el mercado y de subvencionarlos
en caso de pérdidas. El gobierno distrital también orienta a
los campesinos a la hora de cultivar, para el consumo familiar,
las tierras en las que se acaban de plantar árboles frutales
y les ofrece una subvención de 200 yuanes por cada mu
(0,0667 hectáreas) durante los cuatro o cinco años que éstos
tardan en dar fruto.
Con la ayuda del gobierno también se han creado varias
empresas de elaboración de productos agrícolas y de ocupaciones
auxiliares. El año pasado, los ingresos per cápita de los campesinos
de Miyun superó los 4.000 yuanes, cifra que si bien no es la
más alta de los distritos de las afueras de Beijing, es la que
está aumentando con mayor rapidez.
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Una
casa hotel bajo la antigua muralla de la aldea de Yaoqiaoyu |
Actualmente, en las 24 aldeas del distrito de Miyun
hay 2.000 familias dedicadas al turismo rural y 12.000 personas
que viven de esta actividad. Los ingresos anuales de estas familias
oscila entre los 8.000 y los 100.000 yuanes, cifra esta última
que resulta elevada incluso en las ciudades. Por otro lado,
el desarrollo del turismo rural impulsa el de otros sectores,
como la agricultura, la ganadería y la artesanía.
Por supuesto, enriquecerse no es tan fácil. En la
temporada turística, Li Lianfen y su suegra tienen que levantarse
todos los días a las cinco de la madrugada, preparar la comida
para más de 30 personas, comprar verduras y cereales, y arreglar
las habitaciones. En la temporada alta no tienen más remedio
que contratar a un ayudante. Quienes se alojan en su casa suelen
volver. La mayoría de sus clientes son universitarios y estudiantes
de bellas artes, cuya desbordante energía juvenil llena de vitalidad
este pequeño patio rural. También hay turistas que se quedan
unos días. En el cuenco de sopa de arroz que les ofrece Li Lianfen
cabe también toda su hospitalidad y sencillez.
Alojarse en una de estas casas resulta muy económico,
puesto que el precio por persona es de 35 yuanes al día, precio
que incluye el alojamiento y la comida. Y si la estancia supera
los diez días, el precio es de 20 yuanes diarios. Una vez Li
Lianfen tuvo como clientes a unos turistas de Shanghai. Al principio,
los shanghaineses, que tienen fama de ahorradores, se quejaban
con frecuencia, puesto que les parecía demasiado caro. Pero
al final, conmovidos por la honestidad y la afabilidad de la
familia, pidieron perdón por lo que habían dicho y hecho.
Gracias a este proyecto de turismo rural, los habitantes
de las ciudades pueden descubrir la sencillez y sinceridad de
los habitantes de la aldea, mientras que éstos tienen la oportunidad
de familiarizarse con la vida de las modernas ciudades. En otro
sentido, dicho proyecto no sólo ayuda a los campesinos a mejorar
su situación económica, reduciendo así las diferencias entre
el campo y la ciudad, sino que tiende un puente para la comunicación
y los intercambios entre la población urbana y la rural. Estos
eran justamente los objetivos principales de sus promotores.