Las
cifras hablan de los cambios
En Un nuevo modo de prosperar, uno de
los reportajes que les ofrecemos en este número, se describe
el cambio de estilo de vida tanto de los habitantes de Miyun,
distrito rural de Beijing, como de los habitantes de la capital.
Lo cierto es que los ciudadanos chinos en general, vivan en
el campo o en la ciudad, están siendo testigos y protagonistas
de cambios similares.
Según las cifras proporcionadas por los departamentos
correspondientes, el valor global de la producción nacional,
que en 1990 fue de 1.854,79 millardos de yuanes, llegó en el
año 2001 a los 9.593,33 millardos. Por otra parte, durante ese
mismo período el volumen total del comercio exterior pasó de
los 115.440 millones de yuanes a los 509.800 millones. Para
la gente común y corriente, el incremento de estas cifras se
manifiesta en los siguientes fenómenos.
En la billetera hay más dinero. Si en
1989 los depósitos bancarios de los ciudadanos sumaban 500.000
millones, en el año 2002 totalizan 8 billones.
Las viviendas son más espaciosas. Si
a principios de la década de los 90 del siglo pasado la superficie
de vivienda per cápita era de 6,7 metros cuadrados en las ciudades
y de 17,8 en el campo, en el año 2002 estas cifras se han elevado
respectivamente a 10 y 25 metros cuadrados.
El nivel educativo es más alto. Si en
1990 la tasa de ingreso en centros de estudios superiores fue
del 3,4 por ciento, en el año 2001 ésta subió al 12 por ciento.
Cada vez más, las vacaciones se aprovechan
para hacer turismo. Si en la década de los 90 el número
de ciudadanos chinos que salieron del país en viajes turísticos
fue de tres millones, en el año 2001 ese número alcanzó los
12,13 millones.
Los servicios de telecomunicaciones se han
extendido y diversificado. En julio de este año, había
en China más de 200 millones de usuarios de teléfonos convencionales
y 180 millones de usuarios de teléfonos celulares, cifras que
sitúan a nuestro país en el primer puesto mundial.
La esperanza de vida es más larga. La
esperanza de vida, que en 1990 era de 68,55 años, llegó en el
2000 a los 71,4.
El coeficiente de Engel ha descendido.
A principios de la década de los 90 del siglo pasado, en la
ciudad dicho coeficiente era del 54,7 por ciento y en el campo
del 58,8 por ciento, mientras que en el 2001 estos porcentajes
bajaron hasta el 37,9 y el 47,7 por ciento, respectivamente.
La mejora de las condiciones de vida del pueblo chino
se materializa de diversas formas.
La elevación del nivel de vida contribuye a enriquecer
nuestra vida cultural, moral y política, de la que también forman
parte la democracia y los derechos humanos.
En la IV Sesión del XIII Congreso del PCCh, celebrado
hace ahora 13 años, se eligió a un nuevo comité central, encabezado
por el Presidente Jiang Zemin. Desde entonces, este grupo de
dirigentes, guiado por la consigna de trabajar en beneficio
de las amplias masas populares, ha avanzado decididamente,
ha impulsado la modernización del país y ha orientado a su población
de 1.300 millones habitantes en la superación de las dificultades
para bien de toda China. Esa es justamente la razón por la cual
los ciudadanos chinos prestan tanta atención al XVI Congreso
del PCCh, cuya celebración está prevista para este mismo mes.