Jiamusi,
puente continental rumbo al Pacífico
Por YU JIE y
LI MENG
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Vista
panorámica de Jiamusi |
Jiamusi se encuentra en
el este de la provincia de Heilongjiang.
Desde tiempos inmemoriales,
los ríos Heilong, Songhua y Wusuli llegan serpenteando hasta
aquí, donde a lo largo de los siglos ha ido formándose lo que
hoy es la llanura aluvial de Sanjiang (tres ríos). Jiamusi se
encuentra precisamente en esta fértil llanura, un río la separa
con Extremo Oriente, y la línea fronteriza es 438 kilómetros.
Los primeros rayos de
sol
Jiamusi, ubicada en el
extremo este de China, recibe los primeros rayos de sol, por
lo que también se conoce como “la primera ciudad de Oriente”.
El pueblo de Wusu, que está bajo la jurisdicción de Jiamusi,
es el pueblo más pequeño del mundo, puesto que de norte a sur
mide unos 500 metros y de este a oeste unos 100. En este pueblo
hay solamente una casa en la que viven tres personas y cuyo
techo recibe los primeros rayos de sol.
Jiamusi es una ciudad bastante
diferente de las ciudades del sur de China, envueltas casi siempre
en una llovizna neblinosa que flota sobre sus numerosos y lindos
lagos, ríos y puentecitos; tampoco se parece a las milenarias
ciudades de las planicies centrales, con su arquitectura antigua
y sus vestigios históricos. Bajo un cielo despejado, Jiamusi
muestra sus propios atractivos. Jiamusi tiene una superficie
de 32.700 kilómetros cuadrados, lo que representa una superficie
de 1,46 hectáreas por habitante, proporción que dobla la media
nacional. En esta vasta tierra es fácil hacerse una idea de
lo abiertos, naturales e impresionantes que pueden llegar a
ser los paisajes del norte de China. En invierno, cuando todo
está cubierto por el hielo y la nieve, en el parque de atracciones
reina una gran animación espoleada por las esculturas y los
faroles de hielo, el surfing a vela y las carreras de
motos sobre hielo, y los trineos tirados por perros. También
hay muchos nadadores valientes que muestran las particulares
cualidades de los norteños.
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Guarda
forestal |
Después de contemplar las
escenas representadas bajo un cielo glacial y un suelo nevado,
pueden recorrerse las playas donde pescan los miembros de la
etnia hezhe , quienes ofrecen hospitalariamente
pescado asado o estofado. Las familias de la nacionalidad hezhe
honran a sus huéspedes más distinguidos ofreciéndoles un plato
de pescado crudo y el obligado licor de arroz. Todos beben con
desenvoltura e incluso tararean desde lo profundo de su alma
algunos versos del canto folklórico Henina .
Hace 50 años, esta tierra
era todavía una landa; pero gracias a los esfuerzos de roturación
y construcción llevados a cabos por oficiales, soldados y jóvenes
instruidos, lo que antes eran los “grandes eriales del norte”
son ahora el “inmenso granero del norte”. En efecto, la llanura
de Sanjiang es un importante centro cerealícola y una zona dedicada
a la explotación agrícola experimental.
Tras la fundación de la
nueva China, se levantaron en esta región numerosas fábricas
de las que salían gran diversidad de productos. Con el tiempo,
Jiamusi, entonces una pequeña ciudad fronteriza, ha ido convirtiéndose
en una próspera ciudad industrial de la llanura de Sanjiang,
caracterizada por la diversificación de la producción. En ella
se encuentra no solamente la Fábrica de Papel de Jiamusi, la
mayor fábrica de papel, sino también la Fábrica de Maquinaria
Eléctrica de Jiamusi, la más antigua dedicada a la producción
de maquinaria eléctrica anti-explosivas. A estas dos fábricas
hay que añadir los cinco pilares industriales formados por las
industrias química, alimentaria, papelera, de maquinaria y de
materiales para la construcción. Entre todas ellas producen
más de 40 tipos de productos que cumplen las normas internacionales
más exigentes, siendo más de 10 los que han obtenido medallas
estatales de oro o plata.
Impulsado tanto por el
desarrollo de la agricultura y de la industria, como por las
ventajas derivadas de su condición de ciudad fronteriza, el
comercio exterior de Jiamusi ha avanzado con mucha rapidez.
En la actualidad, esta ciudad exporta 18 valiosos tipos de productos,
entre ellos cereales, aceites, tejidos, productos autóctonos
derivados de animales de cría y productos de las industrias
ligera y química. Estos productos se exportan a más de 50 países
y regiones, como Japón, el sudeste de Asia, Estados Unidos,
Alemania, Italia, Canadá, Australia, Rusia y Oriente Medio.
En el 2001, la suma de las exportaciones e importaciones superó
los 100 millones de dólares. Jiamusi se ha hermanado con las
ciudades de Nirasaki (Japón) y Komsomolsk-na-Amure (Rusia),
y mantiene relaciones comerciales e intercambios amistosos con
unos 30 países y regiones.
Un puerto con una creciente
actividad económica
“Que Jiamusi se abra al
mundo para darse a conocer.”
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El
animado muelle de Fuyuan |
En 1989, China ratificó
la ciudad de Jiamusi como puerto abierto a Rusia de primer nivel.
Esta ciudad cuenta con los puerto de Jiamusi, Fujin, Tongjiang,
Fuyuan y Huachuan, todos los cuales despliegan una importante
actividad turística vinculada con su cercanía a la frontera
sinorrusa. La economía de Jiamusi, impulsada por la situación
privilegiada de esta ciudad y la prosperidad de su actividad
turística, se desarrolla con excepcional vitalidad.
Ubicada en el centro del
noreste de Asia, Jiamusi limita al norte con Rusia; al sur se
divisa la península de Corea; y al este, Japón. Desde aquí,
descendiendo por el río Heilong se atraviesa parte de Rusia
y se llega hasta el canal de Tartaria, ya a orillas del Océano
Pacífico, desde donde puede pasarse a otros países, entre ellos
Japón, la República Democrática de Corea y Corea del Sur. Se
comprende así que Jiamusi constituya un punto clave del transporte
fluvial y que también se la conozca con el nombre de “puente
continental rumbo al Pacífico”.
El puerto de Fuyuan es
el puerto hacia Rusia más importante de la provincia de Heilongjiang.
Situado en el noreste de la ciudad de Jiamusi, está a sólo 65
kilómetros del puerto de Khabarovsk, la mayor ciudad del extremo
oriente de Rusia. El puerto de Fuyuan se encuentra en la confluencia
de los ríos Heilong y Wusuli, circunstancia que lo convierte
en el puerto más importante del transporte marítimo y fluvial,
desempeñando la función de cabeza de puente entre la provincia
de Heilongjiang y el Pacífico.
Alrededor del puerto de
Fuyuan hay numerosas vías fluviales y terrestres que se extienden
en todas direcciones. Por los ríos Heilong, Wusuli y Songhua
se llega a muchas ciudades y provincias, entre ellas Jiamusi,
Heihe y Raohe. El río Heilong desemboca muy cerca de la ciudad
rusa de Nikolayevsk-na-Amure.
El puerto de esta ciudad es la única salida al mar de la ciudad
de Jiamusi y de la provincia de Heilongjiang. Desde aquí zarpan
buques con destino a Japón, Corea del Sur, Estados Unidos y
Canadá, mientras que las carreteras que parten de esta ciudad
llevan directamente a numerosas ciudades y regiones, como Tongjiang,
Fujin, Raohe y Jiamusi, enlazando así con la red viaria del
resto de China.
El puerto de Fuyuan es
el mejor puerto de aguas profundas de la ribera china del río
Heilong, ya que sus aguas son amplias y sin bajos aislados.
Cuando las aguas alcanzan su nivel más alto, pueden atracar
en él barcazas de 5.000 toneladas y los buques de 10.000 toneladas
pueden navegar directamente hasta la bocana de Heilongjiang.
Todo ello lo convierte en un buen puerto de transbordo para
el transporte marítimo y fluvial que pasa por la provincia de
Heilongjiang y la ciudad de Jiamusi.
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Regateando |
El río Heilong y el río
Songhua confluyen en la ciudad de Tongjiang, formando una corriente
fluvial que marca la frontera entre China y Rusia a lo largo
de 166 kilómetros. Enclavada en esta “Ruta de la seda del norte
de China”, la ciudad de Tongjiang tiende un puente para la amistad
entre China y el resto del mundo. Además, su ventajosa situación
geográfica explica la larga tradición de su comercio con el
exterior. Ya en 1904, por ejemplo, había establecimientos que
comerciaban con los rusos. En 1992, el Consejo de Estado ratificó
este puerto natural como puerto de comercio internacional de
primer nivel estatal.
Hoy en día la ciudad de
Jiamusi rebosa vitalidad. No es nada extraño que la distancia
que la separa del resto de China y del mundo parezca disminuir
día a día. Incluso el invierno ya no resulta tan largo y frío.