Acupuntura
y salud
Moxibustión para
la longevidad ( I )
Por
HE SHUHUAI y LI MINGXIA
La duración máxima de la vida humana viene indagándose
desde tiempos muy remotos. La mayoría de los científicos han
llegado a la conclusión de que una persona sana puede vivir
más de cien años e incluso llegar a los 200. Pero esa duración
teórica es mucho más corta que la real, debido a que los seres
humanos, incluidos los centenarios, generalmente mueren de enfermedad,
es decir, por causas patológicas, y rara vez fallecen de vejez,
es decir, por causas fisiológicas. No obstante, el caso de los
longevos nos enseña que el hallazgo de las leyes de la longevidad,
así como una atención médica adecuada, podrían atenuar los efectos
de las enfermedades y prolongar la vida en gran medida. Sun
Simiao (581-682), médico de la antigua China, y el gran pintor
Qi Baishi (1863-1957) trabajaron hasta su último aliento, ofreciéndonos
con ello ejemplos elocuentes al respecto.
La
moxibustión se utiliza desde hace milenios para prevenir y tratar
las enfermedades, así como para alcanzar la longevidad. Gao
Wu, médico de la dinastía Ming (1368-1644), escribió en su obra
Comentarios selectos sobre la acupuntura y
la moxibustión : “Al hecho de aplicar la acupuntura
y la moxibustión antes de caer enfermo lo llamamos ´ir contra
la corriente`”. Un dicho popular reza así: “La seguridad requiere
que el sanli permanezca siempre húmedo”. Este sanli es el punto clave zusanli (Fig. 1). Este dicho significa
que la moxibustión debe aplicarse a este punto clave muy a menudo,
tanto es así que el calentamiento frecuente termina produciendo
una herida; dicho de otro modo, este punto clave es de gran
importancia para el mantenimiento de la salud. La moxibustión
es una terapia económica y sencilla, ya que el paciente no necesita
tomar medicamentos ni acudir al hospital. Muchos especialistas
consideran que los medicamentos poseen indudables virtudes curativas,
pero que al mismo tiempo contienen elementos tóxicos. En efecto,
la práctica clínica ha demostrado que las enfermedades iatrogénicas
(o inducidas por los médicos) son cada vez más habituales, hecho
que obliga a buscar nuevos métodos curativos no farmacológicos,
como el qigong (un tipo de ejercicios respiratorios), el taijiquan , la balneoterapia, la dietoterapia,
la acupuntura y la moxibustión.
Los científicos tanto chinos como extranjeros han
descubierto que la moxibustión fortalece el sistema inmunológico,
regulariza las funciones de los órganos internos, estimula el
metabolismo y produce una mejora en la composición de la sangre
(apreciable en el aumento de los glóbulos rojos, la hemoglobina
y los leucocitos, así como en la intensificación de la fagocitosis),
todo lo cual retrasa el envejecimiento y prolonga la vida.
La
moxibustión ha dado resultados clínicos satisfactorios al ser
aplicada en diferentes puntos clave. Aplicada en el shenzhu (Fig. 2), favorece el sano
desarrollo de los niños; aplicada en el fengmen (Fig. 2), previene la gripe en los jóvenes de 17-18
años; si se aplica en el sanyinjiao
(Fig. 3), fortalece los órganos genitales de los jóvenes de
24-25 años; si se aplica en el zusanli ,
fortalece el estómago de los hombres mayores de 30 años; y si
se aplica en el quchi (Fig. 4), los ancianos
conservan bien su vista, su dentadura y su presión sanguínea.
En una escuela primaria, 70 de sus 1.200 alumnos padecían enfermedades
crónicas gastrointestinales, hipertrofia de amígdalas, inflamación
de los ganglios linfáticos, dolencias oculares y auriculares,
o debilidad general. Al mes de la aplicación de la moxibustión
en los puntos clave shenzhu, fengmen, lingtai (Fig. 2) y kongzui (Fig. 5), su estado había mejorado en todos los sentidos.
A continuación pasamos a explicar con detalle el
material usado en la moxibustión y sus métodos de aplicación.
I.
Material
El material más empleado es la artemisa ( Artemisia argi Levi etVant ), planta
medicinal que se recoge en mayo. Después de asolear las hojas
(Fig. 6) y quitarles las impurezas, la artemisa adquiere una
textura semejante a la del algodón, la “felpa de artemisa” (Fig.
6), y ya está lista para ser utilizada. Un antiguo libro de
medicina habla de su eficacia en el tratamiento de todo tipo
de enfermedades.
II. Métodos de aplicación
A. Después de disponer la artemisa sobre los oportunos
puntos clave formando pirámides, se le prende fuego (Fig. 8).
En primer lugar, es necesario acostar al paciente en una posición
adecuada y localizar los puntos clave; a continuación, se coloca
encima de cada uno de ellos una pirámide de artemisa del tamaño
de un grano de trigo (Fig. 7) y se enciende con incienso (Fig.
8); cuando el paciente empieza a sentir quemazón, se retira
la artemisa. Esta es
la primera “hornada” o aplicación. La segunda se hace de la
misma manera. Por regla general, se realizan de tres a cinco
aplicaciones, hasta que la piel afectada enrojezca o, como mucho,
presente pequeñas ampollas; si éstas son grandes, pueden perforarse
con una aguja esterilizada para sacar el líquido, lo que permite
volver a aplicar la moxibustión.
B. Rollos de artemisa. Se enrolla la felpa de
artemisa con papel y se enciende por uno de sus extremos (Fig.
9).
C. Si quien aplica la moxibustión es el propio
paciente, después de encender el rollo de artemisa debe mantenerlo
a unos tres o cuatro cms. para evitar el calor excesivo; si
la sensación de calor es muy intensa, debe mover el rollo de
arriba abajo, de izquierda a derecha o describiendo círculos.
Lo importante es que la sensación de calor no se interrumpa.
Una sesión consiste en calentar de tres a cinco puntos clave
entre cinco y diez minutos cada uno.
D. Si quien aplica la moxibustión es otra persona,
ésta debe sostener el rollo de artemisa con una mano y colocar
los dedos medio e índice de la otra alrededor del punto clave
para controlar la intensidad del calor y, opcionalmente, masajear
la zona tratada.
No está de más advertir que hay que apagar el rollo
introduciendo el extremo encendido en algún recipiente con agua.
Observaciones
1. Para que el paciente no coja frío ni sienta
excesivo calor, hay que tener mucha precaución con el clima
y la temperatura de la habitación donde se aplica la moxibustión
También hay que tener mucho cuidado de no quemar al paciente.
2. Es necesario acostar al paciente en una posición
adecuada y tan natural que sus músculos se mantengan relajados.
3. Es esencial respetar el orden siguiente: espalda,
pecho, abdomen, cabeza, extremidades, parte superior y parte
inferior.
4. La paciencia es el primer requisito para obtener
resultados satisfactorios.
5. La moxibustión se aplica indistintamente por
la mañana o por la tarde, haga sol o esté nublado.
6. En ciertos casos los pacientes, pueden sentir
sequedad de boca, calentura o incomodidades corporales, molestias
que desaparecen por sí solas. Si se agravan, el tratamiento
puede espaciarse o suspenderse durante cierto tiempo.
7. En el tratamiento de enfermedades de los órganos
internos, la ley que rige la aplicación de la moxibustión es
la de seleccionar puntos clave simétricos; es decir, si se estimula
un punto clave de la parte superior del cuerpo, hay que estimular
también el punto clave correspondiente de la parte inferior
para “conducir la fuerza calorífica hacia abajo”. El tamaño
de las pirámides de artemisa y la frecuencia de las aplicaciones
deben ir aumentado progresivamente.