Una
salida para los menos favorecidos
Por
MA JIE
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La
llegada de mano de obra procedente del campo ejerce presión
sobre el mercado laboral de Shanghai |
Wang Minghua, licenciado de 45 años de edad, había
sido jefe de departamentos de técnica, de producción y de administración.
Después de perder su empleo, envió más de 30 cartas solicitando
trabajo, pero no recibió ninguna respuesta. Más tarde, acudió
a la feria de empleo “4050”, organizada por el Buró de Trabajo
y Bienestar de Shanghai para ofrecer puestos de trabajo a hombres
de más de 50 años y a mujeres mayores de 40. Una vacante de
administrador jefe en una empresa alimentaria le llamó la atención
y entregó su curriculum vitae en seguida. Unos días después
fue contratado. Wang desempeña muy bien su nuevo trabajo, que
es parecido al que tenía antes.
El “plan
4050” emprendido por
Shanghai para ayudar a los grupos menos favorecidos a encontrar
empleo, está teniendo una gran resonancia tanto en la sociedad
china como en la comunidad internacional. Hace poco, un responsable
de las organizaciones internacionales de sindicatos, tras visitar
esta ciudad para conocer de cerca el “plan 4050”, lo definió
como “el modelo de Shanghai para el empleo no convencional y
la erradicación de la pobreza urbana”.
Un plan
para dar trabajo a los menos favorecidos
Desde la década de los 90 del siglo pasado, el municipio
de Shanghai viene ejecutando cada año diversos proyectos encaminados
a resolver problemas relacionados con las masas populares. En
el 2000, el problema del desempleo fue incluido en este proyecto
municipal con el fin de generar 100.000 puestos de trabajo.
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Algunos
desempleados encuentran trabajo haciendo de vendedores en
las zonas turísticas |
La población activa de China se incrementa anualmente
en varios millones de personas. Por otra parte, las transformaciones
económicas y la reconversión industrial provocan un aumento
del número de desocupados. Por motivos históricos, la formación
cultural de las mujeres de más de 40 años y de los hombres mayores
de 50 suele ser bastante deficiente, de ahí que sus posibilidades
de encontrar trabajo sean más bien escasas. El desempleo dificulta
la convivencia y los desempleados son considerados miembros
de los grupos débiles de la sociedad. Desde mediados de los
90, momento en que se inició el reajuste de la configuración
industrial de Shanghai, hasta la fecha, el número de parados
de este municipio ha ido aumentando hasta situarse en cerca
de 1,2 millones, de los cuales entre un 30 y un 40 por ciento
son mujeres mayores de 40 años y hombres mayores de 50.
A pesar de su importancia, los recursos financieros
de Shanghai no alcanzan para ofrecer subsidios de desempleo
a los parados. Por otra parte, no hay suficientes puestos de
trabajo para todos ellos. Tras la realización de estudios e
investigaciones, se decidió poner en marcha el “plan 4050”,
cuyo objetivo es colocar a los desempleados a través del mercado
laboral.
El “plan 4050” está llevándose a la práctica con
nuevos métodos de gestión. Entre marzo del 2001 y principios
del 2002, el Buró de Trabajo y Bienestar Social de Shanghai
pidió a los ciudadanos que hicieran sugerencias sobre los proyectos
englobados en dicho plan y recibió más de mil respuestas. A
principios del 2002, cerca de 20.000 desocupados habían encontrado
empleo.
El “plan
4050” no es una agencia de empleo
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En
uno de los programas del “plan 4050” se enseña a hacer zapatillas
a mujeres en paro |
Wang Dexin, antiguo director de la oficina de administración
de la Corporación de Servicios del Puerto de Shanghai, tiene
el título de “ingeniero administrativo”. A consecuencia de la
reestructuración laboral de su entidad, tuvo que abandonar el
puesto que durante tantos años había desempeñado. Para ganarse
la vida y generar más puestos de trabajo, Wang, con el permiso
y la ayuda de la oficina de administración de su barrio, organizó
un servicio de vigilancia de bicicletas que se encarga de la
seguridad de las bicicletas del barrio. Con ello, no sólo se
ayudó a sí mismo, sino que proporcionó trabajo a otras personas.
En realidad, el “plan 4050” no es una iniciativa de mera asistencia, sino
un proyecto mediante el cual el municipio ofrece políticas preferenciales
para que las fuerzas sociales participen en la creación de empleo.
Por lo tanto, el municipio sólo desempeña el papel de coordinador,
no el de procurador de puestos de trabajo. Quienes participan
en él, sea a título individual, sea a través de instituciones
sociales, se benefician de las políticas preferenciales del
municipio. Es decir, el municipio elabora dichas políticas,
pero los protagonistas son las diversas partes sociales.
En la gestión del “plan 4050” hay cinco elementos
que desempeñan importantes funciones: el primero es el diseñador,
el responsable de elaborar los proyectos del plan; si su diseño
es aprobado, los departamentos municipales lo compran, y si
contiene buenas ideas, es premiado por el municipio; el segundo
elemento es el responsable del proyecto, persona designada por
el municipio; el tercero es el ejecutante del proyecto, representado
por una persona jurídica o una persona natural; el cuarto es
el inversor, que puede ser una institución de fondos públicos
o una organización social; y el quinto es el supervisor del
proyecto, una institución bancaria o asesora que se encarga
de la supervisión y coordinación del proyecto.
Una vez definido el proyecto, las instituciones y
los inversores se benefician de varias políticas preferenciales,
entre ellas la exención de impuestos durante tres años, la concesión
de avales y los descuentos en el pago de intereses.
El asesoramiento
de los especialistas
A iniciativa del Buró de Trabajo y Bienestar Social,
en mayo del 2000 se fundó un grupo de asesores formado por especialistas
de diversos terrenos, quienes aportan sus valiosos conocimientos
y amplia experiencia a la resolución del problema del paro.
Los servicios que presta dicho grupo, sufragados
enteramente por el municipio, son muy diversos, puesto que van
desde el registro de la empresa, la planificación de la gestión
y la defensa del proyecto, hasta los estudios de mercado, la
planificación de la ventas y la renovación tecnológica, pasando
por la administración, el análisis de las inversiones y las
finanzas, la propiedad intelectual y el control de calidad.
Las formas en que se ofrecen estos servicios también son diversas:
consultas individuales y consultas en grupo.
En el 2001, el objetivo prioritario del Buró de Trabajo
y Bienestar Social fue desarrollar el “plan 4050” . Con este
fin, 206 especialistas distribuidos en 24 grupos evaluaron el
plan y asesoraron a los interesados.
Zhao Yongxin, especialista en piscicultura, atiende
pacientemente a quienes le piden asesoramiento y les hace atinadas
sugerencias. Gracias a los consejos de Chen Chong´en y Ni Zhengming,
especialistas en administración mercantil, una empresa de servicios
domésticos obtuvo pingües beneficios y alcanzó mucho prestigio
en Shanghai. Tras un año de trabajar de especialistas, los profesores
universitarios Shi Jintao y Xu Benliang no sólo han redescubierto
la importancia que encierra la investigación del mercado laboral,
sino que se sienten muy satisfechos de haber contribuido al
bienestar social.
Diversos
puestos de trabajo
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La
limpieza de la verdura facilita la vida a los shanghaineses
y proporciona algunos puestos de trabajo |
Los proyectos del plan deben satisfacer las exigencias
planteadas por el desarrollo económico de Shanghai. Por ejemplo,
entre los proyectos viables figuran los relacionados con la
venta de souvenirs artesanales, la elaboración de artesanía,
el alquiler de bicicletas y la venta de periódicos y revistas.
Otros ámbitos laborales aptos para este plan son los servicios
funerarios y nupciales, la ayuda a las embarazadas, la limpieza
de automóviles y el envío de libros.
Gong Xuezhen, gerenta de una empresa de servicios
domésticos para las embarazadas, dijo: “Antes se decía que no
había trabajo, pero la verdad es que en Shanghai hay mucho que
hacer”.
Wang Qing trabajaba de contable en una tienda de
electrodomésticos. Después de perder su trabajo, estableció
una funeraria y posteriormente abrió cuatro sucursales, dos
de las cuales son consideradas como las que ofrecen los mejores
servicios de Shanghai. No es de extrañar que Wang tenga la sensación
de haber logrado el éxito.
En el centro de capacitación laboral se imparten
clases de maquillaje y belleza a las que asisten más de 30 mujeres
que están aprendiendo técnicas de tratamiento de belleza. Este
curso ha sido organizado por Qiu Zengkui, esteticista y maquillador
participante en el “plan 4050”. Habiéndose percatado de la afición
de las mujeres por el maquillaje, Qiu estableció empresas dedicadas
a los tratamientos dermatológicos. De este modo, no sólo puso
los tratamientos de belleza al alcance de mujeres con pocos
recursos económicos, sino que dio empleo a desempleadas como
Jiang y Zhao, que están aprendiendo con muchas ganas para después
poder abrir sus propios salones de belleza.
El desempleo es un problema grave, puesto que impide
el sano desarrollo de la economía china. En la reunión sobre
el trabajo económico convocada recientemente por el Comité Central
del Partido, la creación de empleo fue incluida en la lista
de tareas clave para el año 2002. Desde 1997, el número de desocupados
en las ciudades y cantones se ha mantenido alrededor de los
15 millones, hecho que además de afectar negativamente al desarrollo
de la economía, constituye un desafío para el sistema de la
seguridad social. El “plan 4050” del municipio de Shanghai destinado
a la recolocación de los desempleados es considerado una iniciativa
de carácter experimental muy positiva.