La literatura china: un abanico
Por GUILLERMO DAÑINO
La imagen oriental del abanico nos sirve para señalar
la enorme variedad y belleza de la producción literaria china
a lo largo de casi treinta siglos.
La literatura mitológica puede ser considerada la
más antigua por su relación con el tiempo. Sus relatos o mitos
literarios se encuentran en diversas obras de temas diferentes:
orígenes del universo, de la humanidad, del fuego, de las artes
y técnicas, héroes y dioses.
La literatura filosófica se inicia con el Yi Jing ( Libro de los cambios ), considerado
obra poética, y continúa con el Dao
De Jing , de Lao Zi, las Analectas ,
o dichos atribuidos a Confucio, el Zhuangzi
y muchas otras obras filosóficas que poseen un valor literario
evidente.
Muchos hermosos textos de literatura epistolar, entre
los que destaca la famosa carta de Li Ling, nos ofrecen modelos
ejemplares de este género.
La larga tradición de fábulas, tanto populares como
cultas, nos ofrece una variedad fascinante de relatos como lecciones
de vida.
Los proverbios resumen, con fórmulas de concisión
y belleza formal, la sabiduría popular o culta.
Los cuentos, tradicionales o modernos, orales o escritos,
de plazas y mercados o de libros variadísimos, nos deleitan
con su inmensa variedad de personajes, situaciones, matices
y mundos exóticos.
La novela logra valores universales de primera calidad
con A la orilla
del agua, El sueño del pabellón rojo, La peregrinación al oeste
y Jin Ping Mei .
La teoría literaria se inicia hacia el año 220 d.C.
con Cao Pi ( Acerca de la literatura ) y continúa
en los siglos IV y V con Liu Xie ( Esculpiendo
dragones en el corazón de la literatura ) y Lu Ji ( El Fu de la literatura ).
La historia y sus relatos documentales, descripción
de lugares y hechos, inicia su larga producción de anales y
registros de valor literario con la obra monumental de Sima
Qian (siglo II a.C.)
El teatro, que logra su esplendor en la dinastía
Yuan (siglo XIII), es cultivado de forma variada según las regiones
y las épocas. Cantado o no, con máscaras o maquillaje, bailes,
mimos, sombras, etc. La ópera es una de sus formas y la de Beijing
una de sus tantas manifestaciones.
Pero la forma literaria china por excelencia es la
poesía. Gente del pueblo y funcionarios; letrados, reyes y campesinos;
cantantes, obreros, comerciantes; todas las capas de la sociedad
participan de este entusiasmo. Concursos poéticos, desafíos,
improvisaciones, creatividad continua de formas y estilos de
gran belleza nos revelan el alma esencialmente poética del pueblo
chino.
De tan amplia y variadísima producción poética de
varios siglos, entresacamos tan sólo tres breves poemas.
CUARTETO
Caminando
sobre el agua, la luna parece desplazar piedras;
en el
límpido arroyo, las nubes parecen besar flores.
Al posarse,
los pajaros conocen el viejo camino;
pasa un
velero, ¿en qué hogar descansará esta noche?
Du
Fu
TARAREAR A MI GUSTO
Desde
que estudio con ardor la vía del vacío,
he eliminado
en mi vida toda clase de sentimientos.
Sólo al
demonio de la poesía no he logrado vencer,
apenas
encuentro al viento o a la luna, me pongo a
tararear
a mi gusto.
Bai
Juyi
RESPONDO AL PREFECTO ZHANG
A
medida que pasan los años mi espíritu se serena,
liberado
de las diez mil preocupaciones.
Me pregunto
a mí mismo y ya sé la respuesta.
¿Hay algo
mejor que el regreso al hogar?
El viento
en el bosque de pinos agita mi túnica
y mi laúd
se argenta bajo la pálida luna.
¿Me preguntas
en qué consiste la buena fortuna?
En la
orilla distante, un pescador sigue cantando.
Wang Wei