SEPTIEMBRE  2002

 

 

 

 

 

 

 

 


Qingdao, una ciudad cara al mar

Por nuestra reportera LI XIA

Sea en el Mediterráneo, sea en el Pacífico, cuando los chinos divisan velas desplegadas sobre un cielo azul, blancas nubes y un mar verde esmeralda se preguntan suspirando: “¿No estaremos en nuestra Qingdao?”. Lo cierto es que, a diferencia de otras ciudades costeras chinas, Qingdao posee un acusado sabor exótico, no en vano fue colonia de Alemania y de Japón. Ello, unido a su larga tradición marinera y naval, promocionada también por de los dirigentes locales, hacen de Qingdao una ciudad única.

Construcciones de mil países

Las innumerables construcciones de estilo europeo le han valido a Qingdao el sobrenombre de “ciudad con construcciones de mil países”. Los edificios de esta ciudad, sean viviendas o establecimientos públicos, sean antiguos o modernos, son de estilo occidental. No sólo los qingdaoneses, sino también los demás chinos se sienten orgullosos de este tesoro arquitectónico, pero al mismo tiempo se sienten humillados porque les recuerda la ocupación colonial.

Las tropas alemanas conquistaron Qingdao en noviembre de 1897; diecisiete años más tarde, es decir, en noviembre de 1914, fueron sustituidas por las tropas japonesas, que permanecieron en esta ciudad hasta el 10 de diciembre de 1922, fecha en la que China recuperó su soberanía sobre este territorio.

Resuelto a actuar conforme a sus intereses, el gobierno colonial alemán llevó a cabo una serie de transformaciones de gran envergadura que afectaron a la estructura y la distribución de la ciudad de Qingdao. Tras demoler las construcciones tradicionales de la dinastía Qing, los alemanes levantaron una nueva ciudad siguiendo punto por punto los modelos urbanísticos europeos de la época y prescindiendo por completo de los elementos culturales de la arquitectura civil china. Durante los 17 años de ocupación germana fueron formándose el estilo arquitectónico y el paisaje característicos de Qingdao, que durante la ocupación nipona no experimentó cambios radicales. Los ladrillos rojos, los árboles frondosos, el mar verde y el cielo azul trazan el peculiar paisaje de la ciudad de Qingdao.

Los edificios de la época colonial más visitados hoy en día son los siguientes.

La Mansión del Virrey

En este edificio construido en 1906 despachaba el virrey de Alemania los asuntos administrativos y públicos. De un estilo clásico europeo imponente y majestuoso, alberga en la actualidad la sede del gobierno municipal de Qingdao.

La Comisaría de Policía Jiao´ao

De techo rojo y muros amarillos, se construyó en 1905 a imitación de las iglesias europeas rurales de la Edad Media. Hoy en día es la Comisaría Municipal de Policía.

Residencia del Virrey

Este típico chalet de alta categoría y su extenso jardín, abiertos hoy al público, se construyeron en 1908 al sur del monte Xinhao. No es una exageración decir que esta residencia, rebosante de lujo y riqueza, constituye una obra maestra de la arquitectura alemana.

La Estación Ferroviaria de Qingdao

Sus dos construcciones principales son la Sala de Espera y la Torre del Reloj. En esta última, coronada por un techo octogonal, hay cuatro relojes gigantescos adosados a otras tantas paredes orientadas a los cuatro puntos cardinales.

La Iglesia de Qingdao

La iglesia con aspecto de fortaleza erigida por los alemanes en 1910

Terminada de levantar en 1910, su parte principal alcanza una altura de 17,28 metros. Con aspecto de fortaleza, se caracteriza por sus muros amarillos y su obra hecha de gruesos bloques de granito.

A estos edificios, pueden añadírseles otros dos muy conocidos construidos en los años 30.

La Iglesia Católica de St. Michael

Esta catedral gótica construida en 1934 fue una de las que ejerció mayor influencia religiosa en el pueblo. Hoy en día, cerca de 10.000 católicos de Qingdao participan regularmente en los oficios religiosos que se celebran en esta iglesia, una de las construcciones de mayor envergadura de la ciudad.

La Villa Badaguan

El edificio Huashi (flor de piedra) es una muestra representativa de la arquitectura de la Villa Badaguan

Este complejo residencial adquirió sus actuales dimensiones en los años 30 del siglo XX. Aunque los más de 200 chalets que la componen no son muy espaciosos, todos tienen jardín y la mayoría cuenta con habitaciones que dan al mar. El conjunto da la impresión de ser una exposición de la arquitectura de países exóticos, puesto que no hay dos chalets iguales. Los más representativos son el Chalet Huashi y el Chalet de la Princesa.

Múltiples escenas marítimas

Todos los paisajes de Qingdao tienen que ver con el mar.

El primer acuario de China se construyó en Qingdao en 1932. A pesar de ser más viejo que los construidos posteriormente en otros lugares, el Acuario de Qingdao, con su grandioso diseño y sus innumerables especies animales del mar Huanghai, sigue siendo muy visitado por los turistas. Junto a él, está construyéndose un nuevo acuario.

Los buques de guerra del Museo de las Fuerzas Navales de Qingdao despiertan la curiosidad de los niños

El Museo de las Fuerzas Navales de Qingdao ofrece una visión panorámica de la evolución de la armada china. Este es, pues, el lugar ideal para conocer de cerca la historia tanto de las batallas navales libradas en nuestro país, como de la diplomacia marítima china. El museo, en el que se exhiben todo tipo de buques de guerra y submarinos, atrae principalmente a los niños que sueñan con ser héroes.

Los incontables jardines y lugares de interés paisajístico existentes en Qingdao, todos ellos con la impronta de su cercanía al mar, convierten esta ciudad de medianas dimensiones en una zona sumamente bella y atractiva. 

El Jardín del Monte Xiaoyu

En este monte de no mucha altura y frondosos árboles, imperan el verdor y la tranquilidad. Desde el quiosco levantado en su cima se contempla una espléndida vista panorámica de la costa y el mar. Lo más atractivo de este jardín es que, dispersas entre los árboles, se encuentran réplicas en miniatura de las más conocidas construcciones antiguas de Qingdao.

El Jardín del Pequeño Qingdao

Situado en la bahía de Qingdao, este jardín tiene forma de piano, por lo que es conocido también como Isla del Piano. Sus rocas, de colores rosa y marrón, y formas tan caprichosas como diversas, constituyen uno de los mayores atractivos de la zona. La blancura de esta isla la convierte en una baliza natural que orienta a los barcos que van y vienen por la bahía. “Las luces titilantes de la Isla del Piano” es uno de los diez paisajes más renombrados de Qingdao.

El Embarcadero del Parque de Zhanqiao

El Embarcadero del Parque de Zhanqiao, construido en 1891, es el emblema de Qingdao. Sus 440 metros permiten a los turistas adentrarse en el mar y admirar más de cerca su belleza, lo que lo convierte en el principal punto de interés turístico de la ciudad.

Balnearios junto al mar

El Salón Náutico Internacional

En Qingdao hay excelentes playas de fina arena muy limpias, así como muchos balnearios con capacidad para atender a un elevado número de visitantes. El primer balneario se encuentra en la bahía de Huiquan, al lado del Acuario de Qingdao. En el segundo, situado junto a la Villa Badaguan, en un entorno de gran belleza y elegancia, se puede nadar y disfrutar del paisaje al mismo tiempo; la limpieza y la claridad de sus aguas convierten este balneario en el favorito de los dirigentes gubernamentales. El prestigio del sexto, que está al oeste del Puente Zhanqiao, atrae a montones de turistas. Pero si lo que busca es un lugar tranquilo, lo más recomendable es ir al Balneario Shilaoren; como queda un poco lejos de la zona urbana (hacia el este), no hay tanta gente, y sus bellos paisajes, así como sus completos servicios, garantizan un pleno disfrute de la estancia.

La Fiesta del Mar

El marcado sabor marítimo de Qingdao se debe no sólo a su situación geográfica, sino también a la idiosincrasia de sus administradores, como es fácil de comprobar durante la Fiesta del Mar, que se celebra todos los años en el mes de julio. La Fiesta del Mar de este año ha revestido una significación especial, ya que las competiciones de vela de los Juegos Olímpicos del 2008 se disputarán aquí.

Los objetivos de esta fiesta son “desarrollar la economía marítima y fomentar la explotación de la industria de este sector”. Debido a la preeminencia de Qingdao en los estudios oceanográficos, el Foro Internacional sobre Desarrollo Económico y Científico que se celebra durante la Fiesta del Mar se ha convertido en la reunión de su género de más alto nivel y mayor proyección de las que se convocan en nuestro país. Este importante foro ha contado con más de 300 participantes, entre ellos el rector de la Academia China de Ingeniería, 31 miembros de la Academia China de Ciencias Naturales y cuatro premios Nobel de Química.

Por otra parte, atendiendo a un interés compartido por gran parte de la población, se celebran el Salón Náutico Internacional y diferentes actividades culturales de divulgación científica. Los qingdaoneses desean que sus industrias relacionadas con el mar prosperen y que el resto del mundo les conceda la misma atención que ya presta a su amplia oferta turística.

Gracias a esta actitud abierta, que se percibe en la sociedad de arriba a abajo, quienes visitan Qingdao suelen marcharse con la impresión de que a pesar de no ser una gran ciudad, reina en ella la tolerancia y generosidad propias de las metrópolis. Por poner un ejemplo, tanto los dependientes como los camareros jamás engañan a los forasteros y tratan a todos los clientes con igual consideración. Ello constituye uno de los mayores atractivos de esta ciudad, no siendo de extrañar, pues, que los turistas sean nacionales sean extranjeros se sientan como en su casa.

Otros aspectos de interés

Las puestas de sol y las noches de Qingdao son maravillosas. El mejor momento para nadar y descansar en la playa es cuando los últimos rayos de sol resplandecen sobre el mar. Después de cenar, resulta de lo más agradable pasear por las plazas de la ciudad, como la Plaza del 4 de Mayo y la Plaza de la Música, animadas por niños y jóvenes que practican acrobacias con sus bicicletas, madres con cochecillos que pasean a sus bebés y pintores que retratan a turistas. Esta es una buena manera de compartir con los qingdaoneses su vida cómoda y relajada.

A partir de las diez de la noche llega el momento de los restaurantes de especialidades. Qingdao no tiene muchos bares, pero sí calles de restaurantes. Quienes se alojen en la parte sur de la ciudad harían bien en acercarse a Yunxiao Zhongyuan, calle en la que se sirven platos exquisitos. En los meses de julio y agosto, pueden saborearse los mariscos típicos de Qingdao; unos restaurantes los venden en raciones y otros a peso, siendo estos últimos los más recomendables. Aparte de marisco, también pueden encontrarse platos de Sichuan, Hunan y Shanghai, si bien, todo hay que decirlo, las dotes culinarias de los qingdaoneses no están a la altura de los paisajes de su ciudad.

La cerveza de Qingdao es famosa dentro y fuera de China. A los qingdaoneses, sean hombres o mujeres, jóvenes o viejos, les encanta la cerveza, a la que consideran un refresco. Últimamente está popularizándose un tipo de cerveza cruda llamada  Yuansheng , que caduca al cabo de sólo un mes, por lo que no es frecuente encontrarla fuera de Qingdao. Su finura y suavidad la convierten en una de las maravillas de esta ciudad.

La zona más nueva de Qingdao, y la más recomendable para alojarse, es la de la costa sur. Además de contar con hoteles de categoría y todo tipo de establecimientos turísticos, se halla cerca de los lugares de interés turístico descritos en este artículo.

Las cadenas de hipermercados  Carrefour  (francesa) y  Jusco  (japonesa) tienen sucursales en Qingdao. En estas grandes superficies comerciales, que durante la temporada alta permanecen abiertas hasta las once de la noche, puede encontrarse de todo, incluso los mariscos típicos de Qingdao.

Antes de salir para la playa, es conveniente aplicarse cremas protectoras, puesto que el sol pica mucho, sobre todo en julio, agosto y septiembre. Si la playa no queda muy lejos del hotel, lo mejor es cambiarse en él, ya que los vestuarios públicos están siempre muy llenos y no suelen reunir las mejores condiciones. En las playas se alquilan salvavidas, botes de goma y parasoles.

Los taxis de Qingdao son baratos. Además, como la ciudad no es grande, ir en taxi de aquí para allá resulta muy económico. Lo más importante es que el servicio de taxis está muy bien gestionado y que los taxistas son buenos profesionales. Si surge algún problema, siempre puede llamarse al teléfono indicado en la factura. El servicio de taxis cuenta también con oficinas de objetos perdidos. Durante la Fiesta del Mar del presente año, un turista se olvidó sus cosas en un taxi de la Segunda Compañía de Autos Turísticos S.A.: al cabo de dos horas, el taxista ya las había llevado al hotel donde se alojaba su olvidadizo cliente.

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