Extranjeros que
se quedan en China
Por nuestra reportera
JENNY
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Uno
de los muchos profesores nativos contratados por las escuelas
chinas para enseñar lenguas extranjeras |
“Vine a trabajar a Beijing porque aquí hay muchas
oportunidades”, dijo Mao Yihui, un italiano que habla chino
con fluidez y trabaja de editor de inglés en una estación de
Internet de Beijing. Su afición por la música, a la que dedica
la mayor parte de su tiempo libre, lo empujó a formar un conjunto
musical, “Big Aeroplane”, junto con otros cinco amigos provenientes
de Australia, Canadá e Italia. Este conjunto, del que Mao es
batería, toca principalmente en locales de la conocida calle
Sanlitun y a veces actúa en actos oficiales organizados por
las embajadas. “El desarrollo de nuestro conjunto tiene mucho
que ver con la diversidad de los lugares donde actúa. Respecto
al progreso musical, Italia no puede compararse con China”,
dijo este italiano para el que la antigua ciudad de Beijing
resulta cada día más atractiva.
El francés Alain quedó fascinado por nuestra cultura
tan pronto como descubrió la caligrafía china. Ahora trabaja
de profesor de francés en un centro de Shanghai y está muy satisfecho
de haber encontrado esta ocupación, ya que así puede conocer
más de cerca la cultura de nuestro país.
Hoy por hoy, en las grandes ciudades internacionales,
como Beijing, Shanghai, Guangzhou y Shenzhen, el contacto con
los extranjeros está convirtiéndose en algo habitual, puesto
que muchos de ellos son profesores que imparten clases en centros
educativos, chefs que preparan platos exóticos en restaurantes,
estilistas que maquillan en centros de belleza, artistas que
actúan en locales de ocio, etc.
Las costumbres y las técnicas extranjeras están influyendo
en cierta medida en el estilo de vida de los chinos. Al mismo
tiempo, los chinos están acostumbrándose al hecho de que los
extranjeros no sean casi exclusivamente especialistas, técnicos
de empresas de capital foráneo y directivos de nivel medio y
alto.
Estas personas vienen a China a ganarse la vida y
a buscar oportunidades de promoción, ya que los éxitos económicos
logrados por nuestro país, y reconocidos por el resto del mundo,
ofrecen a los extranjeros nuevas perspectivas. En efecto, China
es un país rebosante de vigor que ofrece numerosas oportunidades
y un potencial de desarrollo impresionante. Estas son razones
más que suficientes para que muchos extranjeros decidan quedarse
en nuestro país.
Según las estadísticas, en China hay actualmente
60.000 extranjeros con permiso de trabajo. Pero el número real
de extranjeros que trabajan en nuestro país es mucho mayor.
La mayoría de ellos son trabajadores contratados por entidades
chinas del mundo de la administración, el comercio, la contabilidad,
la restauración y la enseñanza. Vienen de más de 90 países y
regiones, aunque en su mayor parte proceden de Japón, Estados
Unidos, la República de Corea, Alemania y Singapur, y se concentran
en Beijing, Shanghai y Guangzhou. Con la entrada de China en
la OMC (Organización Mundial de Comercio), la contratación de
extranjeros tiende a aumentar.
Una necesidad
real
Estamos a bordo de un Boeing 767. Las azafatas indican
a los pasajeros que se aprieten bien el cinturón. De repente,
el avión empieza a vibrar fuertemente y las luces parpadean.
Los pasajeros rompen en llantos y gritos. Inmediatamente, las
azafatas intentan poner a los pasajeros fuera de peligro conduciéndolos
a las compuertas. Dos azafatas recorren rápidamente el avión
para cerciorarse de que no queda ningún pasajero y bajan del
aparato por un tobogán llevando sendos botiquines. Estamos en
el Centro de Entrenamiento de las Líneas Aéreas Internacionales
de China y lo que acabamos de ver es un simulacro de accidente
que forma parte del adiestramiento de 12 azafatas japonesas
contratadas en el 2001 .
La contratación de estas 12 azafatas japonesas suscitó
una gran polémica. Muchos chinos no acababan de entender por
qué se gastaba tanto dinero en la contratación de personal extranjero,
siendo así que el nivel de las azafatas chinas es bastante bueno.
Li Fujian, jefe de la sección de personal encargado
de la contratación, justificó así la decisión de la empresa:
“Los resultados de una encuesta llevada a cabo en la línea China-Japón
revelaron que en ella hay 40 vuelos diarios y que el 60 por
ciento de los pasajeros son japoneses. La mayoría son ancianos
que no saben ni inglés ni chino, por lo que les resulta muy
difícil comunicarse con nuestras azafatas. Además, las cuestiones
de protocolo son muy importantes para los japoneses, cuestiones
que las azafatas chinas no comprenden muy bien, por lo que les
cuesta bastante atenderlos como es debido. Por otra parte, dicha
encuesta muestra que el 52 por ciento de los pasajeros japoneses
optan por vuelos atendidos por azafatas japonesas. Esta es la
principal razón por la que hemos contratado a azafatas japonesas.
Otra razón es la enconada competencia imperante entre las compañías
de aviación civil”. La presencia de azafatas japonesas se tradujo
en un aumento del número de pasajeros de esta nacionalidad.
Decididas a mejorar sus servicios lo antes posible,
las Líneas Aéreas Internacionales de China anunciaron que en
el momento oportuno contratarán a más azafatas extranjeras.
Resulta obvio que el aumento de la contratación de
extranjeros está estrechamente vinculado con la necesidad que
tiene China de internacionalizarse en terrenos como el conocimiento,
los recursos humanos, las estrategias, los conceptos, los servicios
y los productos. Algunos organismos y empresas de nuestro país
emplean a extranjeros de valía con miras a su futuro y a la
internacionalización de su sector. En muchos casos, esta es
la única manera de no sucumbir en la dura competencia.
Las aportaciones de los trabajadores extranjeros
a los intercambios y la comunicación entre China y la comunidad
internacional no deben minusvalorarse. El ejemplo más claro
es el de Milu, el entrenador de la Selección China de Fútbol,
que al clasificar a este equipo para la fase final de los Campeonatos
Mundiales de Fútbol dio una gran alegría a los chinos, especialmente
a los aficionados a este deporte.
El francés Alain, primer representante de la Compañía
Famatong en China, lleva 10 años trabajando en nuestro país.
Aportando la tecnología de dicha empresa, Alain colaboró con
la Fábrica de Tornos N.° 1 de Shanghai en la producción de equipos
para centrales nucleares, equipos calificados de excelentes
por el Comité de Supervisión Científica y Tecnológica de Francia
y recomendados por la OMC. Lü Huayong, tenista profesional norteamericano
de ascendencia mexicana, fue invitado por el Grupo Bashi de
Shanghai para organizar el Open Shanghai--Gily. Valiéndose de
sus relaciones e influencia, consiguió que este torneo fuese
un éxito, tanto es así que la ATP (Asociación de Tenistas Profesionales)
decidió elevarlo a la máxima categoría de su circuito anual.
Casi al mismo tiempo, varias compañías de seguros
nacionales contrataron a consejeros extranjeros sin reparar
en gastos. La Compañía de Seguros Ping’an contrató a Stephen
Mair, vicepresidente del Lincoln Insurance Group (EE.UU.), y
a Zhang Zixin, presidente de la Mackenzie Insurance. Al mismo
tiempo, Wang Guoliang, presidente de la Compañía de Seguros
Pacific, manifestó que una de las principales estrategias para
su desarrollo a largo plazo es la de contratar a personal competente
de dentro y fuera del país.
Todo esto no es más que un botón de muestra de la
importancia que está adquiriendo la contratación de trabajadores
extranjeros de valía. Cabe decir que en China ya existe una
fuerte competencia por hacerse con los servicios de este tipo
de trabajadores.
Canales
de entrada
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Un
pianista extranjero ameniza un pase de modelos chinos celebrado
en Shanghai |
Yuantengyu, catedrático japonés de 60 años, se dedica
a la recolocación en China de técnicos japoneses de alto nivel
de mediana y avanzada edad. El Centro Japón-China para la Transferencia
de Técnicas e Inteligencia, entidad en la que trabaja Yuantengyu,
firmó una carta de intenciones con las correspondientes instituciones
de nuestro país. En agosto del 2001 se fundó el Centro China-Japón
para el Desarrollo de Recursos Humanos.
Según el Centro de Atención a Especialistas y Estudiantes
en el Exterior, los japoneses que vienen a China deben trabajar
aquí un mínimo de entre 2 y 5 años. En nuestro país trabajan
actualmente 500 japoneses.
En China, la mano de obra es muy abundante, pero
la formación de los técnicos de alto nivel no es, en general,
tan buena como sería de desear. Ello ha abierto un canal para
la entrada de técnicos extranjeros. Según las estadísticas,
de los 70 millones de técnicos chinos, sólo el 5 por ciento
es de alto nivel, proporción que dista mucho del 40 por ciento
de los países desarrollados. Los expertos sostienen que el bajo
nivel de la industria nacional no debe atribuirse a los ingenieros,
sino a los técnicos, ya que éstos son incapaces de materializar
los diseños.
En el año 2001 se estableció en China el Mercado
Internacional de Personal Competente, entidad especial al servicio
de todos los sectores, que actúa de mediadora en la contratación
de personal de valía procedente del exterior. En el futuro,
la invitación y contratación de especialistas foráneos, así
como el envío de personal chino al extranjero para su capacitación,
se realizará a través de dicha entidad. Actualmente, sus actividades
se centran en la contratación de especialistas extranjeros.
Cuando recibe solicitudes para la contratación de científicos,
técnicos o profesores universitarios, el Mercado Internacional
de Personal Competente publica la información correspondiente
no sólo en su sitio web, sino también en el de otras entidades.
Shanghai, que lleva camino de convertirse en una
metrópoli internacional, ha situado en un importante puesto
la implementación de un mecanismo de empleo de extranjeros de
valía correspondiente a este tipo de ciudad. Para el año 2005,
Shanghai será la ciudad asiática con el mayor número de personas
de valía, y para el 2015, contará con una estructura preliminar
de empleo de personas de valía de todo el mundo.
Chen Yanhua, empleado de la división de contratación
de extranjeros de la Oficina de Trabajo y Seguridad Social de
Beijing, anunció que tras su ingreso en la OMC, China también
abrirá las puertas del mercado laboral, lo que significa que
se aliviarán las restricciones sobre el empleo de extranjeros.
Entre los más solicitados figuran los técnicos y directivos
empresariales. Nuestro país no tardará en expedir una tarjeta
verde a los trabajadores extranjeros que deseen permanecer aquí.
Esta medida favorecerá mucho a los técnicos, los inversores
y los directivos foráneos, ya que les permitirá entrar en China
sin visado. Además, el Gobierno chino proporcionará información
y servicios a los sectores especiales que emplean a extranjeros.
Las aportaciones
de los trabajadores foráneos
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El
paraguayo Gaciano, que ha disputado numerosos partidos de
la liga china de fútbol profesional, es uno de los futbolistas
extranjeros que juegan en equipos de nuestro país |
Para muchos extranjeros China es un buen lugar para
trabajar. El sueldo mensual de algunos directivos de medio y
alto nivel de compañías transnacionales puede superar los 100.000
dólares, lo que significa que los impuestos que deben pagar
son también bastante elevados.
Dong Keyong, catedrático del Instituto de Trabajo
y Personal de la Universidad del Pueblo Chino, sostiene que,
en circunstancias normales, resulta aceptable contratar a algunos
extranjeros para desempeñar altos cargos; lo que sería contraproducente,
advierte, es que esa práctica se generalizase. No hay país que
no aplique medidas tendentes a proteger la mano de obra nacional
y a controlar estrictamente la contratación de extranjeros.
Hoy día, en el mercado laboral la oferta supera a la demanda,
circunstancia que obliga a dedicar grandes esfuerzos a la capacitación
de los trabajadores chinos.
Otros estudiosos ven en la contratación de extranjeros
un índice del aumento del poderío integral de China. A su juicio,
el desarrollo económico propiciará la extensión de este fenómeno,
pero no hay razón para preocuparse: el impacto de la incorporación
de algunos extranjeros en un mercado laboral tan inmenso como
el chino será mínimo. Si los trabajadores chinos desaprovechan
las oportunidades de empleo y dejan que los extranjeros las
aprovechen, quienes “rompen su tazones” son ellos mismos, no
los trabajadores foráneos.
Meng Xiancang, de la división de Empleo de la Oficina
de Trabajo y Seguridad Social de Beijing, comparte esta opinión.
En Beijing hay actualmente 16.000 extranjeros y 5.000 compatriotas
de Taiwan, Hong Kong y Macao que están tramitando la obtención
de la tarjeta verde de trabajo. El 85 por ciento de ellos son
técnicos especializados y directivos empresariales de medio
y alto nivel. Teniendo en cuenta que la población de Beijing
supera los 10 millones de habitantes, ni su número ni sus actividades
laborales constituyen una amenaza para la población activa de
la capital.
El mercado laboral chino está diversificándose. El
incremento de la contratación de extranjeros en los sectores
de la hostelería, la restauración, el ocio y la industria informática
promoverá el desarrollo económico de nuestro país y constituirá
al mismo tiempo un desafío. Además, la contratación de extranjeros
no sólo fomenta los intercambios y la comunicación de China
con el resto del mundo, sino que contribuye a difundir las transformaciones
de nuestro país en el exterior.
Anexo
Breve Introducción al Trabajo en Beijing para Extranjeros
y Ciudadanos de Taiwan y de las Zonas Administrativas Especiales
de Hong Kong y Macao.
Antes de solicitar un trabajo en Beijing, debe conocer
los Reglamentos Administrativos sobre el Trabajo de Extranjeros
en China (para más detalles consulte el sitio web http://www.bjld.gov.cn).
De acuerdo con el
Artículo 7º de los Reglamentos Administrativos sobre
el Trabajo de Extranjeros en China, los requisitos que deben
cumplir los solicitantes son los siguientes:
1) Ser mayor de 18 años y gozar de buena salud;
2) Capacidad para desempeñar el trabajo solicitado
y experiencia demostrada en el mismo;
3) Carecer de antecedentes penales;
4) Haber recibido una oferta de trabajo de una
entidad concreta;
5) Ser titular de un pasaporte o de cualquier
otro documento de turismo internacional que pueda reemplazarlo.
Además, deben entregarse
los siguientes documentos:
1) Permiso de trabajo para extranjeros;
2) Certificado médico (a presentar en la Administración
de Sanidad y Cuarentena de Beijing);
3) Fotocopia de la licencia de negocios y copia
del contrato laboral firmado por el extranjero contratado;
4) Pasaporte (original y fotocopia);
5) Formulario para la contratación de extranjeros
(con dos fotos de dos pulgadas y el sello de la entidad contratante
estampado sobre el nombre completo de la misma ).
Teléfono de información: (010)88011135
E-Mail: webmaster@mail.bjldbzj.gov.cn
Dirección: Oficina de Trabajo y Seguridad
Social de Beijing, C/ Huaibaishu n.° 2, Distrito de Xuanwu,
Beijing