SEPTIEMBRE  2002

 

 

 

 

 

 

 

 


Extranjeros que se quedan en China

Por nuestra reportera JENNY

 

Uno de los muchos profesores nativos contratados por las escuelas chinas para enseñar lenguas extranjeras

“Vine a trabajar a Beijing porque aquí hay muchas oportunidades”, dijo Mao Yihui, un italiano que habla chino con fluidez y trabaja de editor de inglés en una estación de Internet de Beijing. Su afición por la música, a la que dedica la mayor parte de su tiempo libre, lo empujó a formar un conjunto musical, “Big Aeroplane”, junto con otros cinco amigos provenientes de Australia, Canadá e Italia. Este conjunto, del que Mao es batería, toca principalmente en locales de la conocida calle Sanlitun y a veces actúa en actos oficiales organizados por las embajadas. “El desarrollo de nuestro conjunto tiene mucho que ver con la diversidad de los lugares donde actúa. Respecto al progreso musical, Italia no puede compararse con China”, dijo este italiano para el que la antigua ciudad de Beijing resulta cada día más atractiva.

El francés Alain quedó fascinado por nuestra cultura tan pronto como descubrió la caligrafía china. Ahora trabaja de profesor de francés en un centro de Shanghai y está muy satisfecho de haber encontrado esta ocupación, ya que así puede conocer más de cerca la cultura de nuestro país.

Hoy por hoy, en las grandes ciudades internacionales, como Beijing, Shanghai, Guangzhou y Shenzhen, el contacto con los extranjeros está convirtiéndose en algo habitual, puesto que muchos de ellos son profesores que imparten clases en centros educativos, chefs que preparan platos exóticos en restaurantes, estilistas que maquillan en centros de belleza, artistas que actúan en locales de ocio, etc.

Las costumbres y las técnicas extranjeras están influyendo en cierta medida en el estilo de vida de los chinos. Al mismo tiempo, los chinos están acostumbrándose al hecho de que los extranjeros no sean casi exclusivamente especialistas, técnicos de empresas de capital foráneo y directivos de nivel medio y alto.

Estas personas vienen a China a ganarse la vida y a buscar oportunidades de promoción, ya que los éxitos económicos logrados por nuestro país, y reconocidos por el resto del mundo, ofrecen a los extranjeros nuevas perspectivas. En efecto, China es un país rebosante de vigor que ofrece numerosas oportunidades y un potencial de desarrollo impresionante. Estas son razones más que suficientes para que muchos extranjeros decidan quedarse en nuestro país.

Según las estadísticas, en China hay actualmente 60.000 extranjeros con permiso de trabajo. Pero el número real de extranjeros que trabajan en nuestro país es mucho mayor. La mayoría de ellos son trabajadores contratados por entidades chinas del mundo de la administración, el comercio, la contabilidad, la restauración y la enseñanza. Vienen de más de 90 países y regiones, aunque en su mayor parte proceden de Japón, Estados Unidos, la República de Corea, Alemania y Singapur, y se concentran en Beijing, Shanghai y Guangzhou. Con la entrada de China en la OMC (Organización Mundial de Comercio), la contratación de extranjeros tiende a aumentar.

Una necesidad real

Estamos a bordo de un Boeing 767. Las azafatas indican a los pasajeros que se aprieten bien el cinturón. De repente, el avión empieza a vibrar fuertemente y las luces parpadean. Los pasajeros rompen en llantos y gritos. Inmediatamente, las azafatas intentan poner a los pasajeros fuera de peligro conduciéndolos a las compuertas. Dos azafatas recorren rápidamente el avión para cerciorarse de que no queda ningún pasajero y bajan del aparato por un tobogán llevando sendos botiquines. Estamos en el Centro de Entrenamiento de las Líneas Aéreas Internacionales de China y lo que acabamos de ver es un simulacro de accidente que forma parte del adiestramiento de 12 azafatas japonesas contratadas en el 2001 .

La contratación de estas 12 azafatas japonesas suscitó una gran polémica. Muchos chinos no acababan de entender por qué se gastaba tanto dinero en la contratación de personal extranjero, siendo así que el nivel de las azafatas chinas es bastante bueno.

Li Fujian, jefe de la sección de personal encargado de la contratación, justificó así la decisión de la empresa: “Los resultados de una encuesta llevada a cabo en la línea China-Japón revelaron que en ella hay 40 vuelos diarios y que el 60 por ciento de los pasajeros son japoneses. La mayoría son ancianos que no saben ni inglés ni chino, por lo que les resulta muy difícil comunicarse con nuestras azafatas. Además, las cuestiones de protocolo son muy importantes para los japoneses, cuestiones que las azafatas chinas no comprenden muy bien, por lo que les cuesta bastante atenderlos como es debido. Por otra parte, dicha encuesta muestra que el 52 por ciento de los pasajeros japoneses optan por vuelos atendidos por azafatas japonesas. Esta es la principal razón por la que hemos contratado a azafatas japonesas. Otra razón es la enconada competencia imperante entre las compañías de aviación civil”. La presencia de azafatas japonesas se tradujo en un aumento del número de pasajeros de esta nacionalidad.

Decididas a mejorar sus servicios lo antes posible, las Líneas Aéreas Internacionales de China anunciaron que en el momento oportuno contratarán a más azafatas extranjeras.

Resulta obvio que el aumento de la contratación de extranjeros está estrechamente vinculado con la necesidad que tiene China de internacionalizarse en terrenos como el conocimiento, los recursos humanos, las estrategias, los conceptos, los servicios y los productos. Algunos organismos y empresas de nuestro país emplean a extranjeros de valía con miras a su futuro y a la internacionalización de su sector. En muchos casos, esta es la única manera de no sucumbir en la dura competencia.

Las aportaciones de los trabajadores extranjeros a los intercambios y la comunicación entre China y la comunidad internacional no deben minusvalorarse. El ejemplo más claro es el de Milu, el entrenador de la Selección China de Fútbol, que al clasificar a este equipo para la fase final de los Campeonatos Mundiales de Fútbol dio una gran alegría a los chinos, especialmente a los aficionados a este deporte.

El francés Alain, primer representante de la Compañía Famatong en China, lleva 10 años trabajando en nuestro país. Aportando la tecnología de dicha empresa, Alain colaboró con la Fábrica de Tornos N.° 1 de Shanghai en la producción de equipos para centrales nucleares, equipos calificados de excelentes por el Comité de Supervisión Científica y Tecnológica de Francia y recomendados por la OMC. Lü Huayong, tenista profesional norteamericano de ascendencia mexicana, fue invitado por el Grupo Bashi de Shanghai para organizar el Open Shanghai--Gily. Valiéndose de sus relaciones e influencia, consiguió que este torneo fuese un éxito, tanto es así que la ATP (Asociación de Tenistas Profesionales) decidió elevarlo a la máxima categoría de su circuito anual.

Casi al mismo tiempo, varias compañías de seguros nacionales contrataron a consejeros extranjeros sin reparar en gastos. La Compañía de Seguros Ping’an contrató a Stephen Mair, vicepresidente del Lincoln Insurance Group (EE.UU.), y a Zhang Zixin, presidente de la Mackenzie Insurance. Al mismo tiempo, Wang Guoliang, presidente de la Compañía de Seguros Pacific, manifestó que una de las principales estrategias para su desarrollo a largo plazo es la de contratar a personal competente de dentro y fuera del país.

Todo esto no es más que un botón de muestra de la importancia que está adquiriendo la contratación de trabajadores extranjeros de valía. Cabe decir que en China ya existe una fuerte competencia por hacerse con los servicios de este tipo de trabajadores.

Canales de entrada

Un pianista extranjero ameniza un pase de modelos chinos celebrado en Shanghai

Yuantengyu, catedrático japonés de 60 años, se dedica a la recolocación en China de técnicos japoneses de alto nivel de mediana y avanzada edad. El Centro Japón-China para la Transferencia de Técnicas e Inteligencia, entidad en la que trabaja Yuantengyu, firmó una carta de intenciones con las correspondientes instituciones de nuestro país.  En agosto del 2001 se fundó el Centro China-Japón para el Desarrollo de Recursos Humanos.

Según el Centro de Atención a Especialistas y Estudiantes en el Exterior, los japoneses que vienen a China deben trabajar aquí un mínimo de entre 2 y 5 años. En nuestro país trabajan actualmente 500 japoneses.

En China, la mano de obra es muy abundante, pero la formación de los técnicos de alto nivel no es, en general, tan buena como sería de desear. Ello ha abierto un canal para la entrada de técnicos extranjeros. Según las estadísticas, de los 70 millones de técnicos chinos, sólo el 5 por ciento es de alto nivel, proporción que dista mucho del 40 por ciento de los países desarrollados. Los expertos sostienen que el bajo nivel de la industria nacional no debe atribuirse a los ingenieros, sino a los técnicos, ya que éstos son incapaces de materializar los diseños.

En el año 2001 se estableció en China el Mercado Internacional de Personal Competente, entidad especial al servicio de todos los sectores, que actúa de mediadora en la contratación de personal de valía procedente del exterior. En el futuro, la invitación y contratación de especialistas foráneos, así como el envío de personal chino al extranjero para su capacitación, se realizará a través de dicha entidad. Actualmente, sus actividades se centran en la contratación de especialistas extranjeros. Cuando recibe solicitudes para la contratación de científicos, técnicos o profesores universitarios, el Mercado Internacional de Personal Competente publica la información correspondiente no sólo en su sitio web, sino también en el de otras entidades.

Shanghai, que lleva camino de convertirse en una metrópoli internacional, ha situado en un importante puesto la implementación de un mecanismo de empleo de extranjeros de valía correspondiente a este tipo de ciudad. Para el año 2005, Shanghai será la ciudad asiática con el mayor número de personas de valía, y para el 2015, contará con una estructura preliminar de empleo de personas de valía de todo el mundo.

Chen Yanhua, empleado de la división de contratación de extranjeros de la Oficina de Trabajo y Seguridad Social de Beijing, anunció que tras su ingreso en la OMC, China también abrirá las puertas del mercado laboral, lo que significa que se aliviarán las restricciones sobre el empleo de extranjeros. Entre los más solicitados figuran los técnicos y directivos empresariales. Nuestro país no tardará en expedir una tarjeta verde a los trabajadores extranjeros que deseen permanecer aquí. Esta medida favorecerá mucho a los técnicos, los inversores y los directivos foráneos, ya que les permitirá entrar en China sin visado. Además, el Gobierno chino proporcionará información y servicios a los sectores especiales que emplean a extranjeros.

Las aportaciones de los trabajadores foráneos

El paraguayo Gaciano, que ha disputado numerosos partidos de la liga china de fútbol profesional, es uno de los futbolistas extranjeros que juegan en equipos de nuestro país

Para muchos extranjeros China es un buen lugar para trabajar. El sueldo mensual de algunos directivos de medio y alto nivel de compañías transnacionales puede superar los 100.000 dólares, lo que significa que los impuestos que deben pagar son también bastante elevados.

Dong Keyong, catedrático del Instituto de Trabajo y Personal de la Universidad del Pueblo Chino, sostiene que, en circunstancias normales, resulta aceptable contratar a algunos extranjeros para desempeñar altos cargos; lo que sería contraproducente, advierte, es que esa práctica se generalizase. No hay país que no aplique medidas tendentes a proteger la mano de obra nacional y a controlar estrictamente la contratación de extranjeros. Hoy día, en el mercado laboral la oferta supera a la demanda, circunstancia que obliga a dedicar grandes esfuerzos a la capacitación de los trabajadores chinos.

Otros estudiosos ven en la contratación de extranjeros un índice del aumento del poderío integral de China. A su juicio, el desarrollo económico propiciará la extensión de este fenómeno, pero no hay razón para preocuparse: el impacto de la incorporación de algunos extranjeros en un mercado laboral tan inmenso como el chino será mínimo. Si los trabajadores chinos desaprovechan las oportunidades de empleo y dejan que los extranjeros las aprovechen, quienes “rompen su tazones” son ellos mismos, no los trabajadores foráneos.

Meng Xiancang, de la división de Empleo de la Oficina de Trabajo y Seguridad Social de Beijing, comparte esta opinión. En Beijing hay actualmente 16.000 extranjeros y 5.000 compatriotas de Taiwan, Hong Kong y Macao que están tramitando la obtención de la tarjeta verde de trabajo. El 85 por ciento de ellos son técnicos especializados y directivos empresariales de medio y alto nivel. Teniendo en cuenta que la población de Beijing supera los 10 millones de habitantes, ni su número ni sus actividades laborales constituyen una amenaza para la población activa de la capital.

El mercado laboral chino está diversificándose. El incremento de la contratación de extranjeros en los sectores de la hostelería, la restauración, el ocio y la industria informática promoverá el desarrollo económico de nuestro país y constituirá al mismo tiempo un desafío. Además, la contratación de extranjeros no sólo fomenta los intercambios y la comunicación de China con el resto del mundo, sino que contribuye a difundir las transformaciones de nuestro país en el exterior.

Anexo

Breve Introducción al Trabajo en Beijing para Extranjeros y Ciudadanos de Taiwan y de las Zonas Administrativas Especiales de Hong Kong y Macao.

Antes de solicitar un trabajo en Beijing, debe conocer los Reglamentos Administrativos sobre el Trabajo de Extranjeros en China (para más detalles consulte el sitio web http://www.bjld.gov.cn).

De acuerdo con el  Artículo 7º de los Reglamentos Administrativos sobre el Trabajo de Extranjeros en China, los requisitos que deben cumplir los solicitantes son los siguientes:

1)     Ser mayor de 18 años y gozar de buena salud;

2)     Capacidad para desempeñar el trabajo solicitado y experiencia demostrada en el mismo;

3)     Carecer de antecedentes penales;

4)     Haber recibido una oferta de trabajo de una entidad concreta;

5)     Ser titular de un pasaporte o de cualquier otro documento de turismo internacional que pueda reemplazarlo.

Además, deben entregarse los siguientes documentos:

1)     Permiso de trabajo para extranjeros;

2)     Certificado médico (a presentar en la Administración de Sanidad y Cuarentena de Beijing);

3)     Fotocopia de la licencia de negocios y copia del contrato laboral firmado por el extranjero contratado;

4)     Pasaporte (original y fotocopia);

5)     Formulario para la contratación de extranjeros (con dos fotos de dos pulgadas y el sello de la entidad contratante estampado sobre el nombre completo de la misma ).

Teléfono de información: (010)88011135

E-Mail: webmaster@mail.bjldbzj.gov.cn

Dirección: Oficina de Trabajo y Seguridad Social de Beijing, C/ Huaibaishu n.° 2, Distrito de Xuanwu, Beijing

Dirección : 24, calle Baiwanzhuang, Beijing, 100037, China
Fax : 86-10-68328338
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