Sucesos y figuras de la amistad
Rodríguez
Pastor y la presencia china en el Perú
Por
Georgina Cabrera Morillo
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Humberto
Rodríguez Pastor, eminente investigador peruano especializado
en la emigración china al Perú |
SOBRE la base de la aceptada
teoría de que el origen del poblador americano está en las migraciones
asiáticas por el estrecho de Bering, se cuentan muchas leyendas
que vinculan a China con el Nuevo Continente. En el Perú, por
ejemplo, se pueden encontrar muchos topónimos en lengua aborigen
que guardan gran similitud con palabras chinas, como Chancay
(Perú) y Shanghai (China), nombres de ciudades que,
además, coinciden en que, en ambos casos, son puertos; Chan
Chan (famosas ruinas preincaicas de la costa norte del Perú
llamadas también Ciudad de las Murallas) y el nombre chino bastante
aproximado de la Gran Muralla China (Chang-Cheng).
Pero, más allá de la leyenda,
en el Perú hay un hecho histórico significativo que marca el
inicio de una efectiva relación del Perú con China: la gran
migración china de mediados del siglo XIX.
No hace mucho, visitó China,
por primera vez, Humberto Rodríguez Pastor, el más notable investigador
peruano de este fenómeno social, cuya influencia fue tan grande
que llegó a darle un matiz especial a la sociedad del Perú,
especialmente en la región de la costa.
Con estudios de antropología,
incluido el ciclo de doctorado, en la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos de Lima, Humberto Rodríguez Pastor, no obstante
haber ejercido la docencia en las principales universidades
del Perú, ha centrado su carrera académica en el campo de la
investigación, dentro de la cual ocupa un lugar relevante la
dedicada a esclarecer el significado de la presencia china en
el Perú, a raíz de la gran migración de culíes en el siglo XIX.
Producto de veinticinco años de trabajo en esta área son numerosos
artículos y ensayos publicados en diarios y revistas especializados
y varios libros, entre los que destacan Los
trabajadores chinos culíes en el Perú, La
rebelión de los rostros pintados,
Chinos culíes: bibliografía fuentes, documentos y ensayos, Hijos del Celeste Imperio en el Perú y Herederos del Dragón . Actualmente,
el doctor Humberto Rodríguez Pastor desempeña el cargo de Director
de Investigaciones del Area de Ciencias Sociales del Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología del Perú.
Una invitación especial cursada
por el Ministerio de Educación de China hizo posible que Rodríguez
Pastor viniera a este país a dictar conferencias, y lo hizo
en Hong Kong, Macao, Guangzhou y Beijing.
Saber que se hallaba en Beijing
fue una agradable sorpresa, pues, a pesar de la comunicación
epistolar nada fluida, la verdad, a causa de las múltiples ocupaciones,
mantengo con Humberto una entrañable amistad desde los tiempos
en que yo realizaba investigaciones en el Archivo Agrario, cuyo
director era en ese entonces, precisamente, él. Fue muy grato
encontrarlo y verlo después de tanto tiempo. Con el pelo algo
encanecido, la fatiga del viaje y los estragos de la diferencia
horaria reflejados en su rostro, dejaba ver, sin embargo, una
gran vitalidad.
Conversamos de todo, de los
amigos comunes, de sus impresiones de China, hasta que desembocamos
en el tema inevitable: la migración china al Perú. Estamos sentados
en la sala de estar de la habitación del hotel en que se aloja
y yo me dispongo a tomar nota de lo que dice.
“Pocos países americanos como
Perú -empieza diciendo-han tenido con China una vinculación
migratoria tan prolongada, pues se ha mantenido durante algo
más de 150 años. Y no ha sido un hecho simple, ya que los inmigrantes
fueron causa de una serie de cambios fundamentales en la sociedad
peruana”.
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Humberto
Rodríguez Pastor saludando a varios de los asistentes a
la conferencia que pronunció en el Instituto de América
Latina |
Humberto se explaya y yo voy
tomando nota de los datos. El flujo de emigrantes asiáticos
al Perú se inició en 1849 con chinos que iban en condición de
culíes. Durante veinticinco años, fue tan intenso que llegaron
a ser unos cien mil. El fenómeno prosiguió con altibajos, hasta
que, a comienzos del siglo XX, se produjo una segunda ola migratoria
china, pero esta vez, los inmigrantes iban en condiciones diferentes
a las de sus antecesores. “Pero el flujo no cesa”, continúa
diciendo Humberto, “incluso hasta el presente año 2002”.
“¿Te das cuenta? -me dice-,
“el viejo y sólido puente tendido entre China y Perú ha sido
transitado por oleadas grandes o chicas de grupos de personas
oriundas del Celestial Imperio”.
Le pregunto sobre las causas
de este singular fenómeno y él me responde: “En el siglo XIX,
en China ocurrieron una serie de sucesos que facilitaron la
emigración a diferentes países, preferentemente de gente natural
de la provincia de Guangdong. Uno de esos sucesos fueron las
Guerras del Opio y, como consecuencia de esto, la instalación
de los ingleses en Hong Kong. Otro hecho digno de tomarse en
cuenta es la rebelión de los Taiping, conocida también como
el Imperio Celestial. Sacudió los cimientos del régimen imperial
de la dinastía Qing y fue sofocada de manera sangrienta. Había
zozobra e inestabilidad en la sociedad china y entre mucha gente,
un deseo de emigrar a otros países.
Pero, le pregunto, ¿por qué
los chinos tuvieron que ir en condición de culíes?
“Porque en esos momentos, en
el Perú, había una gran necesidad de trabajadores en el sector
agrario y en otras áreas de la economía nacional. Esto dio pie
para que se organizaran mafias tanto en Hong Kong y Macao como
en el Perú que empezaron un tráfico horrible de gente. Se dice,
por eso, que el tráfico de culíes al Perú y a Cuba no fue sino
la continuación del tráfico de negros, pues las condiciones
de esclavitud eran las mismas”.
En otro momento, Rodríguez
Pastor dice: “Los inmigrantes culíes al Perú deben ser considerados
como pioneros en una sociedad extraña a ellos. El impacto inmediato
que produjo esta inmigración fue el acrecentamiento de la riqueza
del Perú. Fue inmenso el aporte de los chinos al desarrollo
de la agricultura de exportación, a los ingresos por la venta
del guano en el mercado internacional, ya que los culíes trabajaron
arduamente en las islas guaneras. Además, participaron en la
construcción de las vías ferroviarias, que significó un paso
adelante en la modernización de las vías de comunicación en
el Perú”.
La conversación ha tocado múltiples
aspectos del tema de la migración china que, lamentablemente,
no puedo recoger en este artículo. Pero, como peruana, sé que
en mi país, la presencia china es parte de la identidad nacional.
Los descendientes de la primera migración y de las posteriores
también son peruanos de nacimiento, ya manteniendo el apellido
chino, ya cambiado por otro de origen hispano.
Gracias a investigadores como
Humberto Rodríguez Pastor, los detalles de esta presencia y
su significación en la sociedad peruana van quedando cada vez
más esclarecidos. Y yo pienso que los veinticinco años dedicados
por Humberto a este loable trabajo son su mejor aporte al desarrollo
de la amistad entre Perú y China.