China
estudia español (I)1
Nicolás
Arriaga Agrelo
|
El
autor de este artículo (de pie, segundo por la izquierda)
con un grupo de profesores y alumnos del Instituto de Lenguas
Extranjeras de la Universidad Pedagógica de la Capital
(Beijing) |
ESTE año se cumplen cincuenta años de la fundación
del primer departamento de español en China y la ocasión es
muy oportuna para hablar sobre la enseñanza de nuestra lengua
en un país que ha empezado a estar de moda y que, sin lugar
a dudas, será uno de los grandes protagonistas de este siglo
recién inaugurado. Por estas razones, creemos que estamos en
un momento apropiado para hacer un balance de la actual situación
de la enseñanza del español en China. En este artículo, además,
trataremos ciertos aspectos lingüísticos y sociales que podrían
dar con algunas de las claves que condicionarán el
futuro inmediato del español en la República Popular.
Por la cantidad de universidades
existentes en este país, y por lo difícil que resultaría hablar
de todas ellas en la misma medida, me limitaré aquí a tratar
de la zona de la capital y la vecina Tianjin, que son dos municipios
que reúnen la mitad de los centros en los que se oferta la titulación
superior de Filología Hispánica y en donde recientemente he
coordinado dos trabajos de investigación. Creo, de todos modos,
que esta información es transferible, en gran medida, al ámbito
nacional.
¿Por qué se estudia español?
Existen, no cabe duda,
intereses que van más allá del propio deseo de adentrarse en
el universo de la lengua y la cultura de los países de habla
hispana. Si el motivo principal con el que en los años cincuenta
se fundaron los primeros departamentos de español fue la urgente
necesidad de contar con intérpretes y traductores capaces de
satisfacer las demandas de la política exterior de la recién
fundada República Popular, medio siglo después las causas que
impulsan el desarrollo del español y condicionan la motivación
extrínseca de los alumnos vienen, además, de la mano de una
serie de factores que aparecen vinculados al impresionante florecimiento
económico, consecuencia, directa o indirecta, de la política
de apertura de China. Estos factores son, entre otros:
La previsión
de que China será uno de los principales destinos turísticos
del mundo a corto y medio plazo;
La elección
de Beijing como sede de los Juegos Olímpicos del año 2008;
La incorporación
a la Organización Mundial de Comercio (OMC) y el interés de
muchas empresas chinas por abrir nuevos mercados en el exterior;
La demanda
laboral de hablantes de español no sólo para organismos oficiales,
sino también para el sector empresarial de capital mixto;
La reciente
celebración de la Universiada (Juegos Universitarios) en agosto
de 2001.
Hay, al mismo tiempo, otros
indicadores de naturaleza académica, que ponen de manifiesto
la buena salud del hispanismo chino. En la práctica, esto se
ve reflejado en el aumento del número de alumnos, que es el
mayor de la historia, pero también en su motivación y rendimiento
académico. Es relevante prestar atención al hecho de que los
factores que se exponen a continuación concurran en un periodo
tan breve de tiempo:
La publicación
de nuevos materiales y ediciones actualizadas de manuales chinos
de español (1999-2001);
La publicación en mayo de 2002
de una nueva versión traducida a cargo de Sun Jiameng (la primera
ilustrada en chino) de El
Quijote , que incluye la serie de grabados de Salvador
Dalí que ser expusieron en China en junio de 2000.
La reciente traducción de las
obras completas de Jorge Luis Borges (1999).
La titulación
de los primeros doctores en Hispánicas por una universidad china
(D. Chang Fuliang y D. Liu Jian en diciembre de 2000);
La concesión
de la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica al profesor
Dong Yangsheng por su dedicación docente e investigadora y por
sus traducciones (noviembre de 2000);
Los cursos
de metodología de la enseñanza del español para profesores chinos
organizados por la AECI y la Universidad Antonio de Nebrija
(julio de 2000 y 2001);
La visita
del Presidente del Gobierno Español (1999) y del Príncipe de
Asturias (2000), en cuyas reuniones oficiales con los hispanistas
chinos se reiteró la firme voluntad de España de promover el
hispanismo chino, llegando a revelar el interés del Instituto
Cervantes en China.
La celebración
del Simposio Internacional de Hispanistas en Beijing (1998);
El apoyo
logístico y económico de la Agencia Española de Cooperación
Internacional (especialmente a raíz de las primeras ayudas para
lectorados en 1998), la apertura de una Oficina Técnica de Cooperación
en Beijing y la excelente labor de coordinación y referencia
de la Sección Cultural de la Embajada de España en Beijing.
Datos sobre el profesorado y el alumnado
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Laboratorio
de idiomas de de la Universidad de Lenguas y Culturas Extranjeras
de Beijing (Beijing Yuyan Wenhua Daxue) |
En un país como China,
cuyos parámetros son tan particulares, el uso de las cifras
y las estadísticas puede dar lugar a malinterpretaciones. Por
ser, no obstante, necesarias para poder tener una perspectiva
objetiva de la situación educativa, a continuación pasamos a
ofrecer unos datos acompañados de las explicaciones pertinentes.
En el curso 1999-2000,
el número de profesores de español en China era de 108; lo que
significa que entonces había un profesor por cada siete alumnos.
Este hecho en sí mismo, o comparado con años anteriores, no
parece desfavorable, sino, más bien, todo lo contrario. Lo que
ocurre es que, centrándonos como ejemplo en los 58 que ejercen
la docencia en el área capitalina, tan sólo cinco tenían entre
30 y 40 años, y en torno a 15 se encontraban a menos de cinco
años de la jubilación. El principal problema surgido de la obligatoria
renovación de los docentes es encontrar candidatos cualificados
y, una vez en activo, que se mantengan, para sacar el mejor
provecho de la inversión hecha en la formación que obtienen
de la práctica y de los cursos propuestos por instituciones
como la Agencia Española de Cooperación Internacional.
Si hasta hace poco se preveía
un caos momentáneo como consecuencia del vacío generacional,
secuela de las políticas culturales chinas entre los 60 y los
70, lo cierto es que la transición se está llevando a cabo más
o menos dentro de lo previsto. Los profesores jóvenes están
desempeñando un gran papel, muchas veces de mucha responsabilidad,
y se encuentran con oportunidades de formación en el extranjero.
Pero todavía existen grandes riesgos en una etapa de mutación
social no tan veloz en el sector educativo. A pesar de que se
dan ciertos progresos, las condiciones de vida de los profesores
chinos no mejoran al mismo ritmo que las de otros profesionales
de igual formación académica.
En lo que respecta al profesorado
extranjero en Beijing y Tianjin, en este curso el número es
de diez, ocho de los cuales son de nacionalidad española (la
mitad enviados por la AECI). A cada Facultad le corresponde,
según la ley actual, un “especialista extranjero”, si bien en
aquellas facultades que desdoblen los cursos en dos grupos,
se podría conceder otro
puesto. Desde hace unos años es frecuente que un profesor permanezca
en la plaza por un promedio de dos años, aunque los de la AECI
suelen comprometerse por tres. Otro dato curioso es que la mayoría
aterrizan en el mundo chino sin tener conocimientos de la lengua
del lugar de destino.
Según los resultados de
nuestras investigaciones, la motivación del 87 por ciento de
los alumnos se encuentra en un estado normal o alto. La opinión
de los profesores chinos corrobora este hecho. Cerca de un 50
por ciento dedican más de dos horas diarias al estudio de la
lengua española además de la media de 14 horas de clase semanales
ofrecidas por el departamento.
Una de las causas que fortalece
la motivación de los alumnos, según su propia opinión, es la
confianza en que el español es una especialidad con mucho futuro
en China (83,8 por ciento). Es importante mencionar que el perfil
del empleado de mayor proyección en las empresas de capital
mixto de la zona es aquel que combina, según los informantes,
unas competencias lingüísticas (chino, español e inglés), además
de habilidades en el campo de la informática, conocimientos
de economía, comercio exterior, turismo, etc.
Curiosamente, se da la circunstancia de que, a pesar
de la considerable presencia extranjera en Beijing (estudiantes,
profesores, diplomáticos y personas de empresa), el 56 por ciento
de los estudiantes declara no tener amigos hispanohablantes,
y el 23,5 por ciento sólo uno. Se achaca este hecho a la timidez
en el carácter de los chinos, que también se hace notar en las
aulas. Por esta razón, conviene decir que ante los niveles de
competencia lingüística que demuestran, el mérito es mayor sin
la práctica oral con hablantes nativos.
Internet y nuevas tecnologías
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Edificio
de la Universidad de Lenguas y Culturas Extranjeras de Beijing
(Beijing Yuyan Wenhua Daxue) |
Capítulo aparte merece
la popularización del uso de las nuevas tecnologías entre la
población universitaria china. Un estudio paralelo llevado a
cabo por Cris Wang Jing en las mismas Facultades de Español
de Beijing y Tianjin (2001) refleja un hecho generalizado en
esta época de revoluciones tecnológicas: en un país como China,
tan alejado del mundo hispano, y todavía con un considerable
déficit en materiales “auténticos” (básicamente por un problema
de divisas), Internet y el correo electrónico, así como otros
sistemas de comunicación interactivos en tiempo real (yahoo
messenger, ICQ, etc.) ponen al 96.8% de los estudiantes de español
en contacto con el mundo hispano. Resulta llamativo que el 42.1%
de los alumnos encuestados realice esta actividad desde un ordenador
personal en su domicilio. Otro dato a tener en cuenta es que
el estudiante de lenguas extranjeras es consciente de que el
uso de Internet y el correo electrónico es una herramienta que
le hace más autónomos en su aprendizaje, un detalle que podría
parecer obvio al occidental, pero que refleja un cambio, o mejor,
un valioso complemento a las tendencias tradicionales de la
enseñanza china.
Por otra parte tenemos al profesorado local, que
en un 81.5% declara no haberlo usado nunca en su práctica docente.
La razón estaría, según la encuesta, en el hecho de que el 93.7%
reconoce no saber explotar las posibilidades pedagógicas de
los diferentes usos de Internet. Destaca, como excepción a estas
cifras, el profesor Dragón, de la Universidad de Estudios Extranjeros
n.º 2 de Beijing, que comenta que “con el uso de Internet he
logrado actualizar textos de enseñanza y reunir materiales para
elaborar mis propios CD-ROMs educativos, de modo que el uso
de Internet ha aumentado mi motivación para la enseñanza y la
mejora de mi nivel de español” (Wang, 2001).
Notas:
1 Agradecemos a Inma González Puy de la Embajada
en España en Beijing la ayuda prestada y a la revista Glosas Didácticas y la Asociación para la Enseñanza del Español como
Lengua Extranjera (ASELE) por permitirnos reproducir partes
de sendos artículos publicados en sus páginas (http://www.aselered.org
y http://sedll.org/doc-es/publicaciones/glosas/n8/arriaga.html).
2 Las Facultades donde
se ha realizado la investigación son las de la Universidad de
Beijing, la Universidad Pedagógica de la Capital, la Universidad
de Estudios Extranjeros, la Universidad de Estudios Extranjeros
n.º2 y la Universidad de Estudios Extranjeros de Tianjin, con
la participación de un 20% de sus alumnos (distribuidos equitativamente
por cursos) y profesores. Además de las mencionadas, hay otras
tres en Beijing y siete más en Cantón, Shanghai (2), Hong Kong,
Jilin, Luoyang, Nanjing, Changchun y Xi’an.
3 Estos datos proceden de dos trabajos de investigación que dirigí en la Facultad de
Español de la Universidad Pedagógica de la Capital entre mayo
y junio de 2001, con la colaboración de Clara Miao Qing
y Cris Wang Jing. Parte de esta información se vertió
en sendas tesis de grado. Agradecemos la ayuda de todos los
profesores y alumnos participantes.
Nicolás Arriaga Agrelo ha sido profesor
en el Instituto de Lenguas Extranjeras de la Universidad Pedagógica
de la Capital (Beijing)
en los tres últimos años académicos. Actualmente está terminando
su tesis doctoral en la Universidad de La Laguna (Islas Canarias),
que lleva por título La influencia de la L1 (chino) y L2 (inglés)
en la producción escrita del español como L3 en la enseñanza
universitaria china: Análisis de la interlengua .