El
mundo entero condena el último delito de Falun Gong
En los últimos
días, diversas personalidades de la comunidad internacional,
así como la prensa de todo el mundo, han censurado duramente
a Li Hongzhi, máximo responsable de la secta ilegal Falun
Gong, por haber ordenado la interferencia de las señales
radiofónicas y televisivas del satélite chino Sinosat.
En Ginebra (Suiza), el director de los Servicios Espaciales de
Telecomunicaciones Vía Satélite (subordinado a la
Unión Internacional de Electricidad, UIE), recordó
que el tratado de telecomunicaciones estipula claramente la asignación
de los canales de los satélites de telecomunicaciones a
los diferentes países, y que ningún país
ni particular puede utilizar un canal asignado a otros. Toda acción
que afecte negativamente a los equipos o a las señales
vía satélite pertenecientes a otros países
viola los tratados internacionales.
Los expertos jurídicos del Comité de Telecomunicaciones
de EE.UU. han declarado que en este país la acción
llevada a cabo por la secta Falun Gong también es constitutiva
de delito y que, por lo tanto, la ley lo trataría como
tal. En 1934, el Gobierno de EE.UU. promulgó una ley que
prohíbe la emisión de señales de telecomunicaciones
sin la correspondiente autorización gubernamental; en esa
misma ley se establecen penas de prisión de hasta diez
años para quienes perturben o supriman a propósito
este tipo de señales y para quienes hagan lo propio con
emisiones televisivas inalámbricas.
El gerente del Centro Comunicaciones Universales Televisivas S.A.
(Australia) expresó su preocupación ante esta acción
ilegal y añadió que en su país la emisión
pública de señales radiofónicas y televisivas
está estrictamente protegida por la ley. Todos los miembros
de la comunidad internacional debe castigar este tipo de delitos
severamente y proteger el orden social.
El director de la Asociación Internacional de Fomento Comercial
de Japón manifestó que el atentado de la secta Falun
Gong contra el satélite Sinosat no sólo ha representado
una clara violación de la ley, sino que ha puesto en riesgo
la seguridad y la paz social de China. No es con acciones como
esta con las que se ganan las simpatías de la opinión
pública. Dijo también que la seguridad y la estabilidad
de China son muy importantes para la estabilidad mundial, y que
el deseo compartido por la gente de todo el mundo es que la sociedad
se desarrolle sin cesar.
En uno de los artículos publicados por el European Times
(Francia) se explicaba que entre los días 23 a 30 de junio
la normalidad de la vida y el trabajo del pueblo chino se vio
alterada por la secta Falun Gong, que al interferir en el funcionamiento
habitual del satélite Sinosat, cuyas señales llegan
a todo el territorio chino, impidió a muchos ciudadanos
ver en directo los encuentros de los Campeonatos Mundiales de
Fútbol. En el mismo artículo se decía que,
además de contradictorio, era detestable que una secta
religiosa que proclama ser la encarnación de "la verdad,
la bondad y la tolerancia" viole sin escrúpulos las
normas internacionales y los derechos humanos fundamentales, y
atente contra la libertad y los intereses de los telesespectadores
chinos.
En una conferencia de prensa ofrecida en Nueva York por la Asociación
de Chinos de Ultramar, todas las intervenciones se dirigieron
a criticar esta última prueba de vileza dada por la secta
ilegal Falun Gong.
Los habitantes de Qiaoyu, distrito de la ciudad de Guigang (Región
Autónoma de Guangxi), han expresado sus indignación
diciendo que si no se erradica la secta Falun Gong, el pueblo
no podrá vivir ni un solo día en calma. Huang Si,
profesor de la escuela central del distrito, ha dicho: "La
secta Falun Gong es detestable. Tenemos que mostrar a nuestros
hijos su verdadera naturaleza para que no se conviertan en sus
víctimas. Una alumna de quinto curso escribió un
artículo para la radio de la escuela en el que decía
que la secta Falun Gong ha destruido a muchas familias felices
y perturba la paz y el orden social, por lo que tenemos el deber
de enfrentarnos a ella con todas nuestras fuerzas".
En los últimos días, desde todos los sectores sociales
de la provincia de Hunan se han proferido enérgicas condenas
contra el último delito de Falun Gong, a saber, la interferencia
de los programas radiofónicos y televisivos emitidos por
medio del satélite Sinosat. Se considera unánimemente
que Falun Gong intenta por todos los medios sabotear la causa
socialista de nuestro país y la vida norma del pueblo.
En consecuencia, debemos adoptar todos los medios a nuestro alcance
para luchar contra esta secta.
El 10 de julio la Universidad de Chongqing organizó una
serie conferencias en las que profesores y alumnos pusieron al
descubierto y criticaron la secta Falun Gong. Zhou Cinong, veterano
profesor de tecnología de las telecomunicaciones, dijo
que Li Hongzhi y su secuaces tratan en todo momento de sabotear
la construcción socialista de nuestro país y que
la prolongada interferencia de las señales televisivas
y radiofónicas del Sinosat representa una grave violación
de las normas básicas de las telecomunicaciones civiles
y los convenios internacionales. Yu Ping, doctor de la universidad
de Chongqing, la ciencia y la tecnología son espadas de
doble filo, puesto que si bien pueden ponerse al servicio del
pueblo, también pueden ser empleadas incorrectamente por
personas empecinadas en poner en riesgo la seguridad nacional
y en atentar contra los derechos e intereses de las masas populares.
Al conocer la noticia del atentado al satélite Sinosat,
tanto el pueblo como los cuadros de la región autónoma
de Tíbet condenaron inmediatamente la acción la
secta Falun Gong, a la que criticaron por sus reiterados intentos
de sabotear la estabilidad social y la paz del pueblo, intentos
que revelan su naturaleza antihumana, antisocial y anticientífica.
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