El
futuro de Hong Kong cada vez más brillante
Por HE HAN
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Tung
Chee Hwa visitando una guardería |
EN 1995 una revista de prestigio internacional expresó su pesimismo con respecto
al futuro de la RAEHK (Región Administrativa Especial de Hong
Kong) vaticinando su decadencia. Pero en contra de lo pronosticado,
la devolución a China de esta parte de su territorio no produjo
inestabilidad alguna. En mayo del presente año, esa misma revista
publicó un artículo titulado “¿Quién necesita Hong Kong ahora?”,
cuyo autor señalaba que la importancia de esta región china es
cada vez menor.
Wu Guangzheng, presidente del Buró de Desarrollo Comercial de Hong Kong, ha
replicado: “En mi opinión está sucediendo todo lo contrario. Durante
los dos últimos años, el número de empresas estadounidenses que
poseen oficinas en la RAEHK se ha incrementado un 33 por ciento;
el de japonesas, un 44 por ciento; el de australianas, un 53 por
ciento; y el de europeas, un 23 por ciento. Tras reflexionar sobre
las posibles causas de este fenómeno, llegué a la conclusión de
que la importancia de Hong Kong se basa en el hecho de reunir
una serie de condiciones que potencian su competitividad: la eficacia
en el trabajo, un sistema impositivo favorable, la cercanía al
gran mercado del interior de China, el libre intercambio de información,
la libre circulación de recursos humanos y financieros, así como
el libre intercambio de mercancías. En el bienio 1978-1979, Hong
Kong se encontraba en el puesto 23 de la lista mundial de centros
comerciales, lista en la que actualmente ocupa el décimo puesto,
con un volumen comercial valorado en 3 billones de HK $ y el liderazgo
en la exportación de 9 mercancías”.
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En
el Museo de Historia de Hong Kong se exponen más de 3.700
piezas |
En cumplimiento del principio de “un país, dos sistemas”, desde que Hong Kong
regresó al seno de la patria su Gobierno ha aplicado las políticas
de “los hongkoneses gonbiernan Hong Kong” y “alto grado de autonomía”,
sin modificar las leyes vigentes ni alterar las formas de vivir
y de organizarse social y económicamente. Los miembros de la Comisión
Legislativa de la RAEHK fueron elegidos entre los años 1998 y
2000. Según Li Guoneng, juez supremo del Tribunal de Última Instancia
de la RAEHK: “Hong Kong conserva su independencia judicial. Actualmente,
el número anual de casos tratados dobla la cifra correspondiente
a 1997, incremento que refleja la mayor facilidad con la que el
público accede a los servicios judiciales”.
La crisis financiera de Asia (1998-1999) se tradujo en un crecimiento negativo
de la economía de Hong Kong, que se prolongó durante cinco trimestres
consecutivos. En el 2000 la economía de Hong Kong empezó a recuperarse,
pero al año siguiente experimentó un nuevo retroceso: la demanda
interior se redujo, los índices del mercado de valores descendieron
y el sector inmobiliario se hallaba lejos de una situación ideal.
Los especialistas señalaron que Hong Kong debería enfrentarse
con dificultades económicas durante un largo período.
En 1998 el Gobierno de la RAEHK aplicó una política consistente en la supervisión
completa de las finanzas, decisión con la que logró estabilizar
el mercado financiero y mantener las fluctuaciones de la tasa
de cambio entre el dólar estadounidense y el hongkongés dentro
de ciertos límites. Al mismo tiempo, tomó medidas orientadas a
crear puestos de trabajo y aliviar la pobreza mediante la reducción
de los impuestos. En los cuatro años transcurridos desde su regreso
a la patria, los fondos que Hong Kong asigna a la educación han
experimentado un aumento del 46 por ciento con respecto a los
de 1997.
Como predijo Tung Chee Hwa, jefe ejecutivo de la RAEHK, esta región no sólo
ha llevado a cabo una transición política sin sobresaltos y ha
sabido mantener a flote su propio orden financiero en la tormenta
financiera de Asia, sino que sigue siendo un gran centro de las
finanzas, el comercio y el transporte marítimo.
Según estadísticas proporcionadas por el Buró de Asuntos Financieros de la RAEHK,
en esta región tienen su sede principal 3.200 empresas transnacionales;
más de 100.000 empresas la han elegido como trampolín para sus
negocios con el continente chino; en ella trabajan más de 250.000
extranjeros; y en ella tienen sucursales 100 grandes compañías
de seguros, entre las cuales se cuentan 11 de las 20 mayores del
mundo.
En los últimos cinco años los hongkoneses que se habían marchado al extranjero
han ido regresando. Hong Kong atrae a todo el mundo con su imagen
de “metrópoli de ritmo rápido”. Sólo en el año 2001, la RAEHK
recibió por vía aérea, terrestre y marítima a 149,7 millones de
visitantes, cifra un 4 por ciento superior a la del año precedente.
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El
tendido de cables submarinos contribuye a la mejora de las
comunicaciones con el resto del mundo |
Superado ya el crecimiento negativo del pasado año, en marzo del actual las
exportaciones de está región alcanzaron un valor de 124.000 millones
de HK $, es decir, aumentaron un 2,2 por ciento con respecto al
registrado en el mismo período del año anterior. Esta pujanza
del comercio exterior revela el importante papel que desempeña
Hong Kong como centro comercial. En cuanto al transporte marítimo,
las importaciones y las exportaciones sumaban en abril 98 millones
de toneladas, cifra que supone un aumento del 20,1 por ciento
en relación con el mismo período del año anterior.
En la actualidad, los hongkongneses son dueños de 37 millones de toneladas de
buques, es decir, del 7 por ciento del total mundial; en los últimos
años, el tonelaje de los buques registrados en Hong Kong ha llegado
a los 14 millones de toneladas, número 2,5 veces superior a los
5,6 millones de toneladas de 1997. Todo ello revela la gran confianza
que los propietarios de barcos depositan en Hong Kong.
El 29 de enero de este año, se iniciaron las obras auxiliares del Parque Disney
de Hong Kong, proyecto que cuenta con una inversión de 2.100 millones
de HK $. He Chaoqiong, presidente del Grupo Xinde, considera que
las nuevas obras fomentadas por el Gobierno de la RAEHK serán
la fuerza motriz de su futura mejora económica.
Los hongkongneses, inteligentes y trabajadores, están haciendo algo sin precedentes,
a saber, poner en práctica el gran principio de “un país, dos
sistemas”, esforzándose al mismo tiempo por crear un Hong Kong
civilizado, próspero, estable, democrático y revitalizador.
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