MAYO 2002

 

 

 

 

 

 

 

 


Verdes aguas rodean Shijiazhuang

Por YU JIE y JIA LAN

Vista de la ciudad de Shijiazhuang

CUANDO el visitante llega a la ciudad de Shijiazhuang, apenas puede creer lo que ve, puesto que está acostumbrado a pensar que en una ciudad industrial todo es cemento, chimeneas humeantes y ruido de máquinas. Por ello se lleva una gran sorpresa al encontrarse con un bello paisaje formado por jardines, un río serpenteante y altos y frondosos árboles. Cuesta creer que hace sólo 100 años Shijiazhuang fuese simplemente una pequeña estación ferroviaria.

Una ciudad nacida junto a las vías del tren

Shijiazhuang, capital de Hebei, está en el sudoeste de dicha provincia, la cual se encuentra en el norte de China y linda al este con el mar de Bohai.

Entre finales del siglo XIX y principios del XX, Shijiazhuang era, como su nombre indica, una aldea de casas de piedra en cuyos menos de 0,1 kilómetros cuadrados de superficie vivían unas 200 familias. Situada al pie de la montaña de Taihang, la aldea quedaba lejos de la ciudad de Dingcheng, centro político de aquella época. Además, estaba muy mal comunicada, ya que por ella no pasaban ni ríos ni carreteras. Sus habitantes trabajaban la tierra generación tras generación llevando una vida sencilla y apacible. Esta situación comenzó a cambiar radicalmente a principios del siglo XX gracias a la rápida ampliación de la red de ferrocarriles chinos.

En 1902 el gobierno de la dinastía Qing tendió la vía férrea Beijing-Wuhan, una de cuyas estaciones se construyó al este de Shijiazhuang. Como la aldea era tan pequeña y muy poca gente la conocía, la estación llevaba otro nombre.

En septiembre de 1903 una compañía francesa emprendió las obras de construcción de la línea ferroviaria Shijiazhuang-Taiyuan, obras que finalizaron cuatro años después. De este modo, dos líneas vinieron a converger en Shijiazhuang, circunstancia que convirtió a la aldea en un centro de transbordo de mercancías.

La llegada del ferrocarril terminó con el aislamiento de Shijiazhuang, ciudad que hoy en día es uno de los nudos de comunicaciones más importantes del norte de China. En efecto, por esta ciudad pasan numerosas vías férreas, carreteras y líneas aéeras que forman una red que la comunica en todas direcciones. Su población ha llegado ya a los 9,2 millones de habitantes y su supercie ha alcanzado los 15.848 kilómetros cuadrados, habiéndose convertido además en el centro industrial, comercial y farmacéutico del norte de China.

El sueño del río

Paseando junto al río

Shijiazhuang es una ciudad interior carente de cursos fluviales. Sus habitantes siempre habían soñado con excavar un canal para llevar el agua hasta esta tierra sedienta.

Desde la fundación de la nueva China, momento en que emprendieron la planificación de la construcción urbana, los shijiazhuangneses nunca han abandonado el sueño de llevar el agua hasta su ciudad. Al principio querían aprovechar el lecho de un viejo canal, pero a medida que se desarrollaba la industria, sobre todo la textil, la farmacéutica y la química, se fueron dando cuenta de que el vertido de aguas residuales planteaba un grave problema. Debido a la ignorancia, en los años de 50 las aguas residuales se vertían directamente en canales construidos en las afueras de la ciudad, lo que no sólo provocaba la contaminación de las aguas subterráneas sino todo tipo de malos olores. Dichos canales se convirtieron en los “canales de la tristeza” del pueblo de Shijiazhuang.

Una alumna de primaria escribió en su cuaderno de deberes escolares: “¡Cuántas veces he soñado que un río de aguas claras corría junto a nuestra escuela!”.

Después de una tormenta de verano, la gente solía acercarse hasta los canales y al ver el agua mezclada con arena y barro se preguntaba: “¿Llegará el día en que nuestro sueño se haga realidad?”.

A finales de 1996 la ciudad de Shijiazhuang figuraba en el puesto 15 de la nación. Su creciente poderío económico y la mayor concienciación ecológica de sus habitantes se unieron para hacer realidad dicho sueño.

El río Minxin: el corazón del pueblo

Incluso los niños han contribuido a la construcción del río Minxin

El 29 de septiembre de 1997 se iniciaron las obras de canalización de aguas, proyecto en el que se invirtieron 1.000 millones de yuanes. Bian Chunyou, teniente de alcalde de Shijiazhuang, subrayó que eran las obras de mayor envergadura emprendidas por Shijiazhuang para mejorar el medio ambiente.

Al principio este proyecto se llamó Obras para la Canalización del Agua y la Mejora del Medio Ambiente. Pero posteriormente pasó a llamarse Obra del Río Minxi (corazón del pueblo) en reconocimiento al gran apoyo prestado por el pueblo en las últimas etapas de su ejecución. Estas obras consistieron principalmente en tender tuberías para conducir hasta la ciudad el agua almacenada en Gannan y Huangbizhuang, depósitos ubicados en las zonas montañosas del oeste de Shijiazhuang.

El ardor que alentaba en el corazón del pueblo no pudo contenerse y se manifestó en acciones concretas. Las más de 600 empresas y entidades estatales, y las 1.200 familias establecidas a lo largo del los 56,9 kilómetros del curso del río, se trasladaron oportunamente sin preocuparse por sus pérdidas y dejaron lo antes posible el terreno libre para la ejecución de las obras. Durante sus vacaciones, muchos ciudadanos acudían al lugar de las obras para quitar cieno, transportar piedras, mover tierras y plantar árboles. Gracias a este decidido apoyo y al intenso trabajo de los constructores, las obras se finalizaron en dos años, es decir, un año antes de lo previsto.

Los responsables del proyecto consideraban que no se trataba simplemente de canalizar el agua, sino de crear más espacios de uso público y de mejorar las condiciones medioambientales en las que vivía el pueblo.

Después de rehacer los canales cubiertos y a cielo abierto existentes, y de excavar un canal a cielo abierto de 9,46 kilómetros de longitud, el río de Minxin alcanzó una anchura media de 20 metros y una superficie de 2,5 millones de metros cuadrados. A lo largo de sus riberas se extienden 1,4 millones de metros cuadrados de césped, de modo que la superficie verde per cápita es actualmente de 3 metros cuadrados.

Para satisfacer las distintas necesidades de ocio de los hombres, las mujeres, los niños y los ancianos, los urbanistas planean construir plazas y jardines con su estilo propio, caracterizado por la fusión de la jardinería china y la occidental, en las confluencias del río con las principales avenidas de la ciudad. Gracias al río Minxin, la antaño árida ciudad de Shijiazhuang se ha transformado en un vergel lleno de vida y belleza.

Cuando el 29 de septiembre de 1999 se inauguró el río Minxin, las aguas afluyeron a su cauce alegremente por cinco cursos desde los depósitos de las afueras de la ciudad situados en los cuatro puntos cardinales, haciendo así realidad el sueño de varias generaciones de shijiazhuangneses. El río, que se ha convertido en el símbolo de Shijiazhuang, rodea la ciudad como un cinturón de jade.

En el año 2001, las obras del río Minxin obtuvo el Premio al Medio Ambiente Modelo para las Viviendas de China, otorgado por el Ministerio de Construcción.

El desarrollo llega con nuevos sueños

Expertos chinos y extranjeros conversando con dirigentes municipales acerca de la planificación urbanística de la ciudad

En la década de los 90 la construcción urbana de Shijiazhuang experimentó un rápido desarrollo. En el quinquenio comprendido entre 1995 y el 2000, el gobierno municipal invirtió 6.300 millones de yuanes en la construcción de infraestructuras, concretamente en la realización de múltiples obras para la creación de zonas verdes y la mejora del tráfico, del suministro de agua y del medio ambiente. Durante el citado período se realizaron asimismo las decisivas obras del río de Minxin.

En los últimos años Shijiazhuang no sólo ha construido y ensanchado más de 70 carreteras importantes, sino que ha renovado los accesos a la zona urbana, facilitando con ello la entrada y la salida de la ciudad. La calzada de circulación rápida y los cruces a distinto nivel de la segunda vía de circunvalación, que constituyen el armazón de las vías de comunicación de la ciudad, terminaron de construirse el 1 de julio de 1996. A finales del 2000, la zona urbana de Shijiazhuang contaba con 30 cruces a distinto nivel y la superficie de carretera per cápita era de 8 metros cuadrados.

En el pasado, el agua potable de los shijiazhuangneses provenía de manantiales subterráneos. En julio de 1997 finalizó la primera fase del Proyecto Vida y se inauguró el suministro de agua potable procedente de aguas superficiales. Al año siguiente, se procedió a la transformación de la planta de agua potable y se tendieron más de 1.000 kilómetros de tuberías subterráneas, todo lo cual se tradujo en una mejora notable de la calidad del agua.

Al mismo tiempo, se aceleraron la construcción y la renovación de viviendas. Por otra parte, no sólo se construyeron nuevas zonas residenciales a razón de 1,2 millones de  metros cuadrados anuales, sino que se terminó la construcción de instalaciones complementarias de las antiguas.

“El éxito conseguido en la construcción del río Minxin ha abierto a los países subdesarrollados un nuevo camino para la mejora del medio ambiente”, afirmó el equipo de investigadores de proyectos prioritarios del Comité Económico del Reino de Nepal. A fin de garantizar la calidad del agua, simultáneamente a la construcción del río Minxin se llevó a cabo la transformación del alcantarillado, proyecto que llevaba cerca de 20 años planeándose y en el que se ha puesto especial atención en separar las aguas llovedizas de las aguas residuales. Gracias al ensanchamiento de los canales, la ciudad de Shijiazhuang está ahora mejor preparada para hacer frente a las inundaciones.

La Shijiazhuang de hoy, con sus partes sur y nordeste ocupadas por industrias, y su centro convertido en zona residencial, lleva camino de convertirse en una metrópoli, el nuevo sueño de sus habitantes.

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