ABRIL 2002

 

 

 

 

 

 

 

 


Changsha, una ciudad tranquila

Por YI DA

Nuevos edificios en la antigua ciudad de Changsha

LA ciudad de Changsha es famosa en China, especialmente desde los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, por haber sido la tierra natal del presidente Mao Zedong, quien cursó sus estudios en el Instituto Pedagógico de dicha ciudad. En aquella época de culto a la figura de Mao Zedong, los revolucionarios más exaltados convirtieron Changsha en una tierra sagrada, lo que con el tiempo le daría su actual fama.

Las opiniones sobre Changsha, capital de la provincia de Hunan, son muy diversas. Unos dicen que es una hermosa ciudad; pero otros creen que es desordenada y sucia. Unos dicen que les gustan el río Xiangjiang, las verdes colinas y las lindas chicas que pasean por sus calles; otros afirman que se trata de una ciudad gris, cuyas desordenadas calles son más propias de una aldea atrasada que de una ciudad. Pero en realidad es una ciudad antigua y bonita con profundas raíces culturales.

El valor cultural de las numerosas reliquias históricas desenterradas en Changsha, ciudad fundada hace más de 3.000 años, puede comparse al de las halladas en la ciudad de Xi´an.

Changsha es una ciudad eminentemente cultural. Desde antiguo, en la Academia de Yuelu se preparó a personas cualificadas y se aplicaron métodos de enseñanza que dejaron su impronta en todo el país. El dicho “todas las personas cultas y de talento provienen de Chu” (antiguo nombre de Hunan) revela la trascendencia cultural de este lugar. Hunan ha sido siempre una provincia con un nivel educativo bastante alto. En la época feudal, las mujeres de Hunan tenían más oportunidades de acceder a la educación. Hoy día, en Changsha hay industrias de tecnología punta, universidades conocidas a nivel estatal y algunos famosos científicos, entre ellos Yuan Longping, especialista en el estudio de la semilla de arroz, que ha alcanzado prestigio internacional gracias a la producción de una nueva especie de arroz que ha propiciado el aumento de las cosechas en todo el país.

Prenda de seda de 2.100 años de antigüedad exhumada en una tumba de la dinastía Han

Lo interesante es que en una ciudad tan culta como ésta queden vestigios del mundo rural. Muchos edificios recién construidos se han levantado en lo que antes eran tierras de cultivo y hasta no hace mucho sus habitantes eran campesinos. Paseando por la calle, uno se da cuenta de que alguna gente todavía no se ha acostumbrado a la vida urbana, puesto que cruza la calle con el semáforo rojo, pisa el césped y grita en el teatro. Sin embargo, son muchas las ciudades chinas que conservan rasgos rurales, ya que en el proceso de urbanización de nuestro país un elevado número de campesinos han abandonado sus labores agrícolas para trabajar y vivir en la ciudad.

El modo de hablar y de vestir de los changshaneses resulta a veces un poco vulgar. Les gustan las telenovelas de humor y ciertos programas de televisión que la mayoría de los chinos considera vulgares. En el taxi se oyen las palabras malsonantes que el chófer pronuncia al hablar con sus amigos por el teléfono móvil, palabras que hieren los oídos de las personas cultas y civilizadas.

Los changshaneses se muestras muy generosos y afables con los forasteros. En cierta ocasión, varios estudiantes extranjeros fueron a un restaurante y preguntaron a los clientes cuáles eran los platos típicos. Lo curioso es que los clientes terminaron invitando a los estudiantes a comer con ellos.

A los changshaneses les gusta saborear los platos típicos, pero no dan ninguna importancia al modo de vestir. Al atardecer, el fuerte olor de la comida que se está preparando se propaga por las viejas callejuelas empujando a los viandantes que regresan a sus hogares. Los sabrosos platos de Changsha se preparan generalmente con fuego intenso. Si se le presenta la oportunidad de probar los platos preparados por una familia changshanesa no debe desaprovecharla, ya que cada una tiene sus platos favoritos.

Dormitorio de Mao Zedong en su vieja casa de la aldea de Qing Shuitang

A diferencia de lo que sucede en Beijing y Shanghai, en Changsha los problemas de tráfico empiezan a partir de las doce de la noche. Infinidad de taxis congestionan las calles, como si todos los habitantes de la ciudad se hubiesen puesto de acuerdo para salir de sus casas al mismo tiempo. Lo cierto es que son muchos los changshaneses que salen de noche para ir a divertirse.

Los clubes de noche surgidos a principios de los años noventa desaparecieron rápidamente; después aparecieron las salas de karaoke; y ahora se abren locales especializados en lavar y cuidar los pies. Los chinos consideran que los pies están relacionados con órganos vitales y que el lavarlos con agua caliente es beneficioso para la salud. Si se tiene buena salud, uno se siente feliz, por lo que no es de extrañar que dichos locales se hayan puesto en boga.

Las formas de entretenerse cambian rápidamente, pero dos cosas resisten todos los vaivenes de la moda: los salones de canciones y la comida nocturna. Por increíble que parezca, los aficionados a los salones de canciones forman legión. El gordo anunciador y los cantantes ambulantes de un famoso salón atraen a las gentes del lugar. Todas las noches numerosos aficionados se dan cita en este salón, en cuya entrada a veces se producen apretujones y forcejeos.

La comida nocturna es una costumbre muy extendida en las ciudades sureñas. Pero la de Changsha es tan completa como el almuerzo, puesto que incluye pollo, cerdo, buey, pescado, etc.

A los changshaneses les gusta ir al restaurante y consumir bebidas alcohólicas. A ello se debe la prosperidad de la comida nocturna. Los restaurantes no cierran hasta las dos o las tres de la noche, momento en que se producen los esperables embotellamientos de tráfico. Todo ello da mayor vitalidad a la ciudad de Changsha.

Viaje a Changsha

La montaña de Yuelu

La milenaria Academia de Yuelu

Situada en la ribera oeste del río Xiangjiang, ha sido un famoso lugar paisajístico desde la antigüedad. En sus bosques y praderas viven gran cantidad de especies animales y vegetales. Al llegar el invierno la montaña de Yuelu se cubre de nieve; en primavera se abren las flores; en verano caen poéticas lluvias; y en otoño la fruta cuelga de los árboles.

La Academia de Yuelu es la institución de este tipo más antigua del mundo. Construida en tiempos de la dinastía Song (976), está compuesta por un quiosco, un templo, un pabellón y un jardín. En ella se conservan antiguas coplas antitéticas de notable valor histórico. Aquí dictaba sus lecciones el famoso filósofo Zhu Xi. Dentro de la academia hay inscripciones sobre lápidas, las más antiguas de las cuales datan de la dinastía Tang.

El islote del mandarín

Es un islote del río Xiangjiang cuyo pintoresquismo atrae a numerosos turistas. Mao Zedong daba paseos en este islote cuando estudiaba en Changsha y allí escribió la famosa poesía titulada Changsha. Muchos literatos de la antigüedad encontraron en este bello paisaje una fuente inagotable de inspiración. Actualmente es un parque alrededor del cual se apiñan restaurantes de comida típica.

El pabellón Tianxin

Detalle del pabellón Tianxin

Emblema de la ciudad, es un pabellón de estilo antiguo situado en el parque del mismo nombre. La construcción abarca un pabellón y una larga galería. No se sabe exactamente en qué año se construyó, pero se calcula que fue antes de la dinastía Ming. Desde lo alto del pabellón se divisa una vista panorámica de la ciudad.

La tumba de la dinastía Han

Situada en el cantón Mawangdui del barrio de Furong, la tumba se divide en tres partes, en las que fueron enterrados un funcionario y sus dos familiares. La tumba, descubierta el 16 de enero de 1972, se halla a 16 metros de profundidad y conserva los restos de una mujer que vivió en tiempos de la dinastía Han, es decir, hace 2.100 años.

En esta tumba se han exhumado numerosas reliquias. La tela de seda de la tumba número 1 mide 1,6 metros y pesa 49 gramos. Entre los libros imprimidos en seda se encuentran varias obras clásicas, como La leyes astrológicas, El clima y la astrología, Síntomas del pulso y tratamiento de 52 enfermedades. Entre las pinturas en seda destacan un Mapa del sur de Changshay un Mapa de la colocación del ejército. Las reliquias de esta tumba poseen un elevado valor artístico, atraen la atención de todo el mundo y gozan del mismo prestigio que las terracotas de Xi´an.

En el museo de la provincia, situado el número 3 de la calle Dongfeng, se exhiben un cadáver de la dinastía Han y los objetos con los que fue enterrado.

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