¿Quién
fija los precios?
Por
nuestro corresponsal QIAO TIANBI
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Reunión de consulta con los consumidores sobre los
precios de los billetes de tren |
“PARTICIPO en esta reunión de consulta a los consumidores
como un ciudadano común que trabaja lejos de su tierra natal.
Creo que subir los precios de los billetes de tren no es la
mejor manera de resolver el problema del número excesivo de
pasajeros. La mayoría de los ciudadanos que vuelven en tren
a su pueblo natal para visitar a sus añorados padres, hijos
y cónyuges son trabajadores procedentes del campo con rentas
salariales bajas. Para ellos, los precios ordinarios son altos,
puesto que representan casi un diez por ciento de sus ingresos
anuales. No estoy de acuerdo con la subida de los precios”.
Esta fue la opinión que expresó Wu Shulin en la reunión de consulta con los consumidores sobre el control
de los precios de los billetes de tren, convocada el 12 de enero
del 2002 por la Comisión Estatal de Planificación y Desarrollo.
Wu, de 32 años de edad, oriundo de la provincia de Anhui, lleva
15 años trabajando en el sector de la construcción. En su primer
año de estancia en Beijing ganaba menos de cien yuanes al mes.
Actualmente gana 1.200, pero el salario medio que paga su empresa
es de 700 yuanes mensuales. Wu regresa todos los años a su pueblo
natal para pasar la Fiesta de la Primavera con su esposa y su
hijo, alumno de primer grado de la escuela primaria.
El medio de transporte más utilizado en China es el tren. Pero los servicios
prestados por la red de ferrocarriles no satisfacen las exigencias
de los pasajeros. Aunque China es uno de los países del mundo
con más kilómetros de vía férrea, su kilometraje per cápita
equivale a longitud de un cigarrillo. En los últimos años, el
desarrollo de la economía ha propiciado un incremento de la
demanda en el sector ferroviario. Ésta alcanza su punto culminante
durante la Fiesta de la Primavera, período en el que grandes
cantidades de trabajadores procedentes del campo, así como de
estudiantes, regresan a casa. Según cálculos oficiales, durante
este período festivo los trenes transportan a 100 millones de
pasajeros. El 24 de enero del 1998 aproximadamente 300.000 viajeros
se quedaron bloqueados en la estación de Guangzhou. A veces
el tren va tan sobrecargado que se producen accidentes, como
el que ocurrió cuando un viajero prefirió saltar del tren en
marcha antes que permanecer un segundo más en un lavabo de un
metro cuadrado en el que se apiñaban siete u ocho pasajeros.
Ante esta situación, los departamentos de ferrocarriles decidieron controlar
la afluencia de pasajeros mediante los precios, decisión que
ha suscitado las quejas de los usuarios. El año pasado Qiao
Zhanxiang, un abogado de la provincia de Hebei, y Yang Lirong,
un empleado del Buró de Ferrocarriles de la provincia de Sichuan,
presentaron sendas objeciones al Ministerio de Ferrocarriles.
Al mismo tiempo, la Asociación China de Consumidores envió una
carta de requerimiento sobre el fundamento de la ley la subida
de precio. Según la Ley de Precios de
la República Popular China, en vigor desde el 1 de mayo
del 1998, la fijación de los precios de las mercancías y los
servicios públicos debe realizarse mediante reuniones de consulta
a los consumidores convocadas por los correspondientes departamentos
gubernamentales, para recabar las opiniones de las diversas
partes y estudiar la viabilidad de la política de precios. La
reciente reunión de consulta a los consumidores es la primera
de nivel nacional que se celebra desde agosto de 2001, fecha
en la se promulgaron los Métodos para la Celebración de Reuniones
de Consumidores sobre los Precios.
Los resultados de dicha reunión han sido publicados y en la fijación de
los precios de los billetes de tren se ha tomado en cuenta a
la población con ingresos bajos, como lo demuestra el hecho
de que los asientos duros hayan experimentado una subida moderada.
Este año, como de costumbre, los trenes han circulado
llenos de pasajeros que regresaban a sus hogares o iban de viaje.
Sin embargo, esta reunión de consulta a los consumidores sigue
siendo un tema de conversación candente, puesto que para la
mentalidad de los chinos supone una novedad. Este año tendrán
lugar nuevas reuniones de este tipo para dar así a los ciudadanos
la oportunidad de participar en la toma de decisiones oficiales.
La reuniones
de consulta a los consumidores, una novedad para los chinos
En
las reuniones de consulta a los consumidores participan ciudadanos
directamente afectados por las decisiones gubernamentales. De
los 33 representantes, 12 son consumidores, 7 son gerentes y
14 son representantes especiales (incluidos algunos especialistas
y diputados de la Asamblea Popular Nacional y de la Conferencia
Consultiva Política del Pueblo Chino).
La Asociación China de Consumidores selecciona a 12 consumidores de entre
560 candidatos de todo el país, procedentes de diversas capas
sociales y profesiones, entre ellas obrero, peón, profesor y
funcionario. El representante de más edad tenía 72 años y el
más joven 17. Entre los representantes, en su mayoría intelectuales,
había algunos versados en derecho.
Los representates que más atrajeron la atención de los periodistas fueron
tres trabajadores de origen rural. Este tipo de trabajadores
es el más afectado por las subidas de precios, puesto que a
pesar de trabajar duramente en las ciudades, apenas gozan de
los beneficios de los que disfrutan los habitantes de éstas,
quienes suelen menospreciarlos por considerarlos incultos y
zafios. Pero en la reunión de consulta a los consumidores ejercieron
su derecho de participar en la fijación gubernamental de los
precios. Los trabajadores de origen campesino depositaron su
confianza en estos tres representantes, en la esperanza de que
actuasen de voceros de sus opiniones. El menor de ellos, Xiao
Xiaosong, de 23 años, era la segunda vez que participaba en
una reunión de este tipo, pues había participado previamente
en una reunión de consulta de la provincia de Guangdong. Oriundo
de la provincia de Hubei, lleva tres años trabajando en Foshan,
ciudad de la provincia de Guangdong. El 90 por ciento de los
más de 9.000 empleados de la empresa donde trabaja provienen
de otras provincias. Xiao Xiaosong realizó una encuesta entre
200 empeados y llevó a cabo una investigación en la estación
ferroviaria de Guangzhou. En la reunión manifestó que, a su
parecer, si se subieran los precios de los billetes de tren
durante la Fiesta de la Primavera, se cometería una injusticia
contra los trabajadores campesinos con bajos ingresos. Sus palabras
fueron recibidas por los presentes con una salva de aplausos.
Xia Jiangen, un representante proveniente de Shanghai, dijo que fuera el
que fuese el resultado de la reunión de consulta a los consumidores,
se sentía conmovido por el respeto que entrañaba el hecho de
tener la oportunidad de exponer su opinión. Casi todos los representantes
manifestaron ese mismo sentimiento.
En la economía planificada, el Gobierno determinaba los precios de la mercancías
y de los servicios sin participación alguna de los consumidores,
que son quienes se ven directamente afectados por la política
de precios.
A medida que los mecanismos competitivos comenzaron a introducirse en el
sistema económico de China, la fijación y el reajuste de los
precios empezó a regirse por la ley de la oferta y la demanda.
Ello explica tanto las guerras de precios libradas en los últimos
años para vender televisores, hornos microondas, reproductores
VCD y aparatos de aire acondicionado, como la actual lucha de
precios en el sector del automóvil. En contraste, es el Gobierno,
y no dicha ley, quien generalmente determina y reajusta los
precios de los servicios públicos monopolizados por éste, como
el suministro eléctrico, el transporte ferroviario, la aviación
civil y las telecomunicaciones. En octubre del 2001, la Comisión
Estatal de Planificación y Desarrollo presentó en la reunión
de consumidores una lista de precios que incluía las tarifas
eléctricas y de telecomunicaciones, así como los precios de
los billetes de tren y de avión. Ello significa que la fijación
y el reajuste de los precios deben someterse a la consideración
de la reunión de consulta a los consumidores y que éstos cuentan
con más derechos para proteger sus intereses.
Antes de la promulgación de la Ley de Protección de los Derechos de los
Consumidores, éstos solamente podían defender sus intereses
mediante el regateo con los vendedores. Dicha ley vino a conceder
mayor protección a los consumidores, puesto que les reconocía
el derecho a presentar demandas después de efectuar una compra
o cerrar un trato. Gracias a las reuniones de consulta a los
consumidores, ahora éstos pueden además proteger sus intereses
por medio de su participación activa en el proceso de establecimiento
de los precios. De los 33 representantes de esta reunión, 17
manifestaron su desacuerdo con la propuesta de precios presentada
por el Ministerio de Ferrocarriles, lo que llevó a su modificación.
Anomalías
inesperadas
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Muchos pasajeros y pocas puertas |
Al tratarse de la primera reunión de este tipo de nivel nacional, es lógico
que polarizase la atención de toda la sociedad. Y como también
es lógico, la reunión no estuvo exenta de anomalías, circunstancia
que justifica cierto grado de descontento entre los ciudadanos.
Algunos especialistas indicaron los errores cometidos en los
preparativos. El famoso economista Yu Hui dijo que la preparación
de la reunión fue tan precipitada que los representantes no
tuvieron tiempo suficiente para leer y estudiar la documentación.
Por otra parte, el público se mostró un tanto receloso con respecto
a la elección de los representantes. Qi Hong, representante
de los consumidores de la provincia de Sichuan, todavía no sabe
que procedimiento se siguió en su elección. A tales anomalías
cabe añadir las siguientes: la lista de los representantes se
publicó con un solo día de antelación; los materiales y los
datos se publicaron el mismo día de la reunión; y la fase de
discusión, la parte más interesante del proceso, no fue transmitida
por televisión.
El doctor Liu Hanhua, de la Academia China de Ciencias Sociales, dijo que
los representantes de los consumidores y los representantes
de la administración participaron en la reunión desde ángulos
diferentes. Al parecer, los representantes de los consumidores
se limitaron a defender sus propios intereses y no los del sector
de población que en teoría debían representar. La disposición
del Ministerio de Ferrocarriles era un documento de 153 páginas
que incluía 10 apéndices. Si a ello se le añade la premura de
tiempo, resulta en cierta medida compresible que los representantes
de los consumidores no fueran más allá de sus propios intereses
y no tomasen como referencia los datos y las estadísticas sobre
la gestión proporcionados por los departamentos de ferrocarriles.
Wang Yang, director adjunto de la Comisión Estatal de Planificación y Desarrollo,
dijo que la reunión de consulta a los consumidores es una novedad
y exige un período de adaptación. Pese a las irregularidades
señaladas, como el resutado de la reunión la devolución del
5% del precio de asientos duros es la victoria de los consumidores.
El porvenir
de este sistema
Las reuniones de consulta con los consumidores son algo ya habitual en
Occidente, pero para los chinos constituyen una novedad. Con
la introducción de este sistema China ha dado un gran paso en
su proceso de democratización. La transparencia que el Gobierno
chino siempre ha buscado es la base de la política democrática.
La incorporación de nuestro país a la OMC exige la aceleración
de dicho proceso. Según el principio de transparencia de la
OMC, entre el anuncio de una nueva política y su puesta en práctica
debe mediar un período para justificarla ante los ciudadanos.
Además, antes de promulgar una nueva política el Gobierno debe
realizar sondeos de opinión y convocar reuniones de consulta
con las partes interesadas.
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El representante del Ministerio de Ferrocarriles
respondiendo a las preguntas del público |
En las reuniones de consulta los chinos tienen ahora un eficaz medio para
expresar sus opiniones. De acuerdo con la Ley de Sanciones Administrativas
publicada en 1995, si un ciudadano desea recurrir contra una
orden de los órganos administrativos, como la suspensión de
la producción, el cierre del negocio o la retirada de licencia,
puede solicitar la celebración de una reunión de consulta con
los organismos pertinentes. Por otra parte, en el proceso de
la elaboración de las leyes, las partes interesadas, aunque
sean personas comunes y
corrientes, tendrán derecho a solicitar este tipo de reuniones.
Según diversas fuentes, el Tribunal Supremo introducirá el sistema
de reuniones de consulta en los juicios de los casos de compensaciones
estatales, a fin de que los interesados puedan examinar y copiar
documentos, así como solicitar la comparecencia de testigos
y la investigación de los mismos. Todo ello, reflejo de la racionalización
del sistema judicial, aportará mayor transparencia a la administración
de justicia.
Asimismo, las reuniones de consulta representan una excelente vía para
dirimir los litigios económicos. Desde marzo de 1997, fecha
en la que entraron en vigor los Reglamentos contra el Dumping,
la Comisión Estatal de Economía y Comercio ha tratado 12 casos
relacionados con esta práctica, casos en los que las reuniones
de consulta se han revelado imprescindibles. La primera reunión
de este tipo celebrada tras el ingreso de China en la OMC tuvo
lugar el 22 de enero de 2002 en Beijing,en el marco de un caso
de dumping de ácido clorhídrico.
Las reuniones de consulta ocupan también un lugar destacado en el sistema
legal de los procedimientos administrativos. La entrada de las
reuniones de consulta en la vida social del pueblo chino marca
el paso de la opacidad a la transparencia en la determinación
de políticas. El hecho de someter las acciones gubernamentales
a la supervisión de la sociedad es consecuencia de la aplicación
de los principios de justicia y eficacia, y facilita la elaboración
de políticas más adecuadas. Por todo ello, cabe concluir que
la celebración de este sistema de consulta beneficiará tanto
al Gobierno como al pueblo.