MARZO 2002

 

 

 

 

 

 

 

 


El murciélago, la mascota de China

Por nuestro reportero HUO JIANYING

EN la pintura de un antiguo jarrón de porcelana china aparece un niño que levanta la cabeza para mirar el vuelo de los murciélagos. Esta pintura, titulada "Pidiendo felicidad", es un fiel reflejo de la vida de los beijineses de antaño.

Escena del ayer

El motivo del murciélago adornando una cometa

Cuando los beijineses ya ancianos evocan su niñez, ante sus ojos se reproduce la siguiente escena de una noche de verano: la gente está sentada en un patio cuadrangular bajo un gran árbol bebiendo té y charlando mientras toma el fresco con el abanico en la mano para ahuyentar a los mosquitos; varios murciélagos revolotean sobre el patio rompiendo el silencio de la noche y los niños levantan sus zapatos intentando cazar alguno.
A mediados del siglo pasado, los tradicionales patios cuadrangulares de Beijing comenzaron a ser sustituidos por altos edificios de cemento armado gris. Con ello, la gente fue perdiendo el lugar donde se reunía para tomar el fresco y el espacio por donde los murciélagos podían volar libremente fue reduciéndose. Los niños y jóvenes de hoy en día ya no saben qué es un murciélago; sólo conocen a Batman (Hombre murciélago), el protagonista de cómics y películas estadounidenses. Esos niños y jóvenes que ahora juegan con automóviles y aviones en forma de Batman creen que el murciélago es un superhombre vestido de negro.

El murciélago en la historia de China

Jarrón decorado con las figuras de una urraca y un ciruelo

En la antigua China, la gente no sabía de dónde venían esos animales de alas membranosas, ojos brillantes, orejas ergidas y boca picuda que llamamos murciélagos. Según la leyenda, estos quirópteros eran ratones que habían comido sal, frijoles o algún aceite. Un conocido poeta de la época de los Tres Reinos (220-280) les dedicó estos versos: "¡Qué feo es el murciélago!"; y "El murciélago no es aceptado ni por los mamíferos ni por los pájaros". En una de las fábulas de Esopo se dice del murciélago que es una animal oportunista, puesto que en la lucha que entablaron los mamíferos y los pájaros adulaba siempre al bando vencedor, diciendo que era un mamífero o un pájaro según las circunstancias. Cuando finalmente los mamíferos y los pájaros acordaron la paz, el murciélago fue despreciado por unos y otros. Desde entonces, este animal de alas membranosas no se atreve a mostrarse a la luz del día y espera que anochezca para salir de su escondrijo.
Sin embargo, en cierto texto antiguo de la medicina tradicional china se afirma que "el polvo de murciélago viejo de color blanco prolonga la vida humana" y "cura la epilepsia infantil". Lo cierto es, sin embargo, que nunca se ha demostrado de manera convicente que el polvo de murciélago contribuya a la longevidad ni que tenga virtudes terapéuticas.
Lo que sí sabemos hoy en día es que este mamífero de alas membranosas tiene una vista muy deficiente y que para orientarse en sus vuelos nocturnos utiliza las orejas a modo de radar.

Símbolo de la felicidad

Estampa de la Fiesta de la Primavera del año 1645 con el motivo del niño abrazando a un pez, símbolo de la abundancia

A pesar de su fealdad, en China este mamífero ha tenido suerte, ya que el segundo carácter de su denominación en chino () se pronuncia igual que uno de los caracteres que significan "felicidad". Por ello, este animal tiene una relación muy estrecha con los chinos y simboliza la buena suerte.
En el siglo XVII, es decir, en los primeros años de la dinastía Qing (1644-1911), la figura del murciélago se usaba mucho en la decoración de edificios, los bordados, las pinturas, las porcelanas, los utensilios de madera y las esculturas de ladrillo y piedra. Los cinco murciélagos que se unen formando un círculo significan respectivamente la longevidad, la riqueza, la salud, la buena suerte y la buena conducta; el motivo formado por muchos murciélagos y un durazno (símbolo chino de la longevidad) significa "tener larga vida y mucha felicidad"; el motivo formado por un murciélago y una moneda con un agujero cuadrado en su centro anuncia la pronta llegada de la buena suerte; en una estampa de Año Nuevo aparecen un murciélago rojo, símbolo de buenos auspicios, y un dios capaz de expulsar monstruos, con todo lo cual se expresa el deseo de atraer la felicidad y ahuyentar a los malos espíritus.

Homófonos chinos

En las obras literarias chinas y en la vida real se usan muchos juegos de palabras. Por ejemplo, "cabeza de pato" y una manera colloquial de decir "muchacha" se pronunciación igual: yatou. Los chinos ven en el 8 el número de la suerte, ya que en los dialectos meridionales dicho número se pronuncia fa, es decir, igual que "enriquecerse"; no es de extrañar, pues, que mucha gente quiera que la matrícula de su automóvil o su número de teléfono contengan ese número, ni que muchas parejas de novios deseen casarse un día 8.

Un gran panchang (nudo chino) trenzado con cuerda de seda

Al ver una pintura en la que aparecen juntos un murciélago y un ciervo, los chinos imaginan en seguida que la felicidad y la riqueza vendrán unidas, puesto que la pronunciación de "murciélago" evoca la felicidad y la de "ciervo" evoca la riqueza; un jarrón (ping) y tres alabardas (ji) significa lograr tres ascensos; la pintura titulada La urraca en la ramita del árbol alude a la creencia de que las cejas expresan la alegría, creencia basada en la pronunciación idéntica de las segundas sílabas de las palabras que significan "ceja" (meishao) y "ramita de árbol" (shushao); por una razón parecida, cuando la garceta, la flor de loto y el renacuajo aparecen juntos, eso significa que se obtendrán buenos resultados en el examen imperial; la figura de un niño sentado entre lotos sosteniendo un pez en sus brazos tiene un significado equivalente al del cuerno de la abundancia. Como es natural, las estampas de Año Nuevo que reproducen alguno de estos motivos tienen una acogida excelente.
Las diferentes culturas eligen distintas mascotas, es decir, personas, animales o cosas a los cuales atribuyen la virtud de alejar desdichas o de atraer la buena suerte. Para algunos occidentales, el murciélago es un animal de mal agüero. En China, en cambio, este mamífero ha sido y sigue siendo considerado una mascota, quizás porque, como ya hemos dicho, en chino "murciélago" y "felicidad" se pronuncian igual.


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