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               Las mujeres chinas y el 
                matrimonio 
               
              Por CHEN XINXIN  
              LAS formas de concebir el matrimonio son actualmente 
                muy diversas, sobre todo en las ciudades, donde entre los jóvenes 
                conviven las concepciones tradicional y contemporánea, 
                no sin cierta confusión. En la cada vez más compleja 
                vida social, la multiplicidad de ideas sobre el matrimonio está 
                repercutiendo en las relaciones conyugales.  
              Características 
                del los matrimonios chinos 
               
              En China, las ideas sobre el matrimonio también 
                están cambiando. Hasta ahora lo habitual ha sido creer 
                que "los jóvenes deben casarse tan pronto como sean 
                casaderos". Sin embargo, cada vez es más frecuente 
                que la decisión sobre cómo, cuándo y con 
                quién casarse se tome ateniéndose a las circunstancias 
                concretas de cada persona. Ello explica en parte una serie de 
                nuevos fenómenos: el matrimonio se contrae a edades cada 
                vez más avanzadas; el número de divorcios va en 
                aumento; y cada vez son más las parejas que deciden no 
                tener hijos. A todo ello hay que añadir  
               
              
                 
                    | 
                 
                 
                  | Boda con elementos orientales y occidentales | 
                 
               
              la extensión de situaciones hasta ahora 
                inexistentes o muy limitadas, como las relaciones homosexuales, 
                la soltería, las relaciones y la convivencia prematrimoniales, 
                las familias monoparentales y las costumbres feudales de "ocultar 
                a una segunda mujer" y "buscar una favorita". 
                La decisión de casarse, hasta hace poco basada exclusivamente 
                en razones económicas y la necesidad de tener descendencia, 
                se fundamenta cada vez más en los sentimientos, la satisfacción 
                sexual y la compatibilidad psicológica. Dicho de otro modo, 
                lo que se busca en el matrimonio es un espacio armonioso en el 
                que los cónyuges puedan mostrarse su cariño y expresar 
                su alegría. No obstante, muchas personas siguen llegando 
                al matrimonio impulsadas por motivos escasamente sentimentales, 
                como es el deseo de mejorar su situación económica. 
                 
                Hay quienes, considerando que el matrimonio es un asunto privado 
                que nada tiene que ver con la estabilidad social, rechazan la 
                unión matrimonial sin amor y defienden el derecho a la 
                felicidad personal.  
                En los últimos años, la tasa de casamientos ha ido 
                descendiendo: en 1998 había registradas 8,918 millones 
                de parejas; en 1999 esa cifra era de 8,888 millones; y el año 
                siguiente, de 8,480 millones. 
                La felicidad conyugal se ha convertido en el factor clave de la 
                continuidad de la vida matrimonial. Por otra parte, se ha puesto 
                en entredicho la concepción de que "la familia es 
                la célula básica de la sociedad, dentro de la cual 
                le corresponde desempeñar una función estabilizadora", 
                y la mayoría de los ciudadanos considera que el divorcio 
                no debe ser mal visto y es un asunto puramente personal. Por lo 
                tanto, no es de entrañar que la tasa de divorcios haya 
                ido aumenta sin cesar: en 1998 había en China 1,191 millones 
                de parejas divorciadas (es decir, el 13,36 por ciento de las parejas 
                registradas); en 1999, su número era de 1,203 millones 
                (es decir, el 13,54 por ciento de las parejas registradas); y 
                en 2000, de 1,210 millones (es decir, el 14,27 por ciento de las 
                parejas registradas). 
               
              
                 
                    | 
                 
                 
                  | Una pareja de recién casados 
                    se fotografía en la Plaza 
                    de Tian´anmen (Beijing) durante su luna de miel | 
                 
               
              La concepción de virtud matrimonial también 
                ha cambiado. Antes se esperaba de la mujer no sólo que 
                se mantuviera fiel a su marido desde que se casaba hasta que moría, 
                sino que cumpliera "las tres obediencias" (al padre 
                antes de casada, al marido después de casada y al hijo 
                después de la muerte del marido) y poseyera "las cuatro 
                virtudes femeninas" (fidelidad, atractivo físico, 
                decoro en el hablar y habilidad en las labores de aguja); pero 
                de un tiempo a esta parte, se va imponiendo la mentalidad de que 
                las mujeres no deben subordinarse a nadie ni ser consideradas 
                meros objetos, que dentro del matrimonio tienen derecho a gozar 
                de libertad de acción y conciencia, y que si en un matrimonio 
                no hay amor, su continuación resulta inmoral. A todo ello 
                cabe añadir un mayor tolerancia hacia la relaciones extramatrimoniales. 
                La exigencia de que las mujeres lleguen vírgenes al matrimonio 
                está siendo muy criticada, pero muchos hombres siguen insistiendo 
                en ello.  
                En la actualidad, la mayoría de las mujeres admite que 
                el matrimonio se va construyendo en la convivencia cotidiana, 
                sobre la base del intercambio de ideas entre los cónyuges. 
                Sin embargo, no son pocas las mujeres que, debido a su edad ya 
                algo avanzada, la falta de recursos económicos, su escasa 
                independencia y la preocupación por los hijos, depositan 
                todas sus esperanzas en la fuerza de la Ley. 
                En una sociedad en plena transformación como la actual, 
                coexisten concepciones del matrimonio progresistas y tradicionales 
                . 
              Matrimonio tradicional 
               Las dificultades económicas, el bajo 
                nivel cultural y la necesidad de sobrevivir que convergen en el 
                matrimonio tradicional explican la desigualdad entre los cónyuges, 
                desigualdad basada en un enraizado machismo. 
               
              
                 
                    | 
                 
                 
                  | Familia de tres miembros | 
                 
               
              Este tipo de matrimonio es el predominante en 
                el campo y en las ciudades económicamente poco desarrolladas. 
                Debido a las estrecheces económicas y la obligación 
                de cuidar de los hijos, la parte femenina debe resignarse a desempeñar 
                el papel de esposa virtuosa y madre cariñosa, y renunciar 
                a todo tipo de recompensas sentimentales. 
                En la mayoría de los casos, son los hombres quienes toman 
                la iniciativa en las relaciones sexuales fuera del matrimonio. 
                Éstas, sin embargo, no se consideran relaciones extramatrimoniales 
                y no son criticadas por la sociedad, puesto que no hay en ellas 
                sentimientos amorosos, sino que su único objetivo es satisfacer 
                el apetito sexual, tal como sucede en el caso de los hombres que 
                van con prostitutas o tienen secretamente otra mujer. Por todas 
                estas razones, el matrimonio tradicional dista de ser satisfactorio. 
                Matrimonio progresista. Este tipo de matrimonio, poco frecuente 
                en China, suele corresponder a jóvenes de las ciudades 
                con elevados ingresos y un nivel cultural alto. Los dos miembros 
                de la pareja aspiran a la igualdad, la libertad y la independencia. 
                La relación conyugal o de pareja se sustenta exclusivamente 
                en el amor. El enamoramiento es el único motivo que mantiene 
                la relación entre los cónyuges o compañeros, 
                y las dos partes gozan de libertad y privacidad. Por todo ello, 
                este tipo de matrimonio resulta altamente satisfactorio desde 
                los puntos de vista tanto material como espiritual. 
                Si uno de los cónyuges ha tenido una relación sexual 
                con un tercero, el otro o bien procura entenderlo y perdonarlo, 
                o pone fin rápidamente a la relación mediante el 
                divorcio. En este último caso, ambas partes suelen proceder 
                desapasionadamente y siguen siendo amigos.  
                Matrimonio de transición. Este tipo de matrimonio se encuentra 
                entre los dos tipos anteriores, hallándose unas veces más 
                próximo al primero y otras al segundo. Por lo general, 
                ambos cónyuges cuentan con altos ingresos y una buena posición 
                social. No obstante, la parte masculina sigue arrastrando el prejuicio, 
                propio de la concepción tradicional del matrimonio, de 
                que el hombre está por encima de la mujer.  
                Cuando se descubre que el hombre mantiene relaciones con otra 
                mujer, el matrimonio no siempre termina en divorcio, puesto que 
                aquél, encandilado como está con las nuevas relaciones, 
                no se indispone con su esposa; ésta, por su parte, no se 
                atreve a pedir el divorcio y se resigna por una serie de motivos: 
                la posibilidad de que sus hijos pierdan al padre, las dificultades 
                que conlleva el vivir sola, el problema de la vivienda, la esperanza 
                de que el marido ponga fin a sus relaciones extramatrimoniales, 
                etcétera. Ni que decir tiene que en tales circunstancias, 
                este tipo de matrimonio resulta escasamente satisfactorio.  
                Por el contrario, muchas mujeres que tienen una buena posición 
                social y elevados ingresos no vacilan en castigar la infidelidad 
                de sus cónyuges presentando la demanda de divorcio. Tras 
                una experiencia como esta, dejan de creer en los hombres y si 
                se casan de nuevo no es tanto por amor, sino por mejorar su nivel 
                de vida.  
              Encuesta sobre la felicidad 
                matrimonial 
               
              
                 
                    | 
                 
                 
                  | Las mujeres, a quienes la vieja sociedad les 
                    prohibía comer sentadas, disfrutan ahora de ese derecho | 
                 
               
              Xu Anqi, investigador del Instituto de Sociología 
                de la Academia de Ciencias Sociales de Shanghai, realizó 
                una encuesta de ámbito nacional sobre la felicidad matrimonial. 
                Tomando como parámetros los sentimientos, las condiciones 
                materiales, las actividades de ocio, la vida sexual y la cohesión 
                entre los cónyuges, obtuvo los siguientes resultados: de 
                las 3.205 parejas encuestadas, el grado de felicidad matrimonial 
                del 22 por ciento de ellas puede considerarse bajo; el del 75 
                por ciento, mediano; y el del 3 por ciento, alto. Es decir, la 
                felicidad matrimonial de la mayoría de los cónyuges 
                chinos alcanza un grado medio. 
                Según Xu, durante los últimos diez años la 
                situación de las mujeres ha mejorado notablemente. En China, 
                la felicidad matrimonial se fundamenta en la igualdad, la confianza 
                y la armonía. Pero la encuesta también reveló 
                algunos problemas, como el elevado número de matrimonios 
                no basados principalmente en el amor, la falta del interés 
                por la vida matrimonial y la calidad de la vida sexual. 
                Por otra parte, según una encuesta llevada a cabo conjuntamente 
                por el Instituto de Sanidad Pública de la Universidad de 
                Beijing y la Universidad China de Hong Kong , cuyos resultados 
                se dieron a conocer en octubre de 2001, la salud psíquica 
                de las mujeres de entre 22 y 55 años que viven y trabajan 
                en las ciudades con buenas condiciones no es tan bueno como el 
                de las mujeres de la misma franja de edad que viven en el campo. 
              Mujeres jóvenes 
                de ciudad 
               
              Las empresas de capital extranjero emplean a 
                más de 30.000 mujeres de entre 20 a 30 años, un 
                tercio de las cuales son solteras. Debido a su alto nivel de estudios 
                y a sus elevados ingresos, no les resulta fácil encontrar 
                un novio adecuado. Este problema también se da entre la 
                población femenina en general. 
                La fidelidad bajo sospecha. Todo el mundo elogia el amor de Romeo 
                y Julieta, pero el número de divorcios y de relaciones 
                extramatrimoniales no cesa de aumentar.  
                Una jefe de personal dijo que todavía no estaba enamorada 
                porque había sufrido muchos desengaños amorosos 
                y añadió que la posibilidad de casarse cada vez 
                le entusiasmaba menos.  
                Nostalgia de la mujer ama de casa. Una profesora de secundaria 
                altamente cualificada dijo: "Me gustaría quedarme 
                en casa para cocinar, lavar y hacer las tareas del hogar; ahora 
                llevo un vida agotadora, puesto que trabajo en casa y en la escuela". 
                 
               
                
              Según una encuesta realizada recientemente 
                por la Universidad de Beijing, la Universidad de Nankai y la Universidad 
                de Tianjin, ha descendido el porcentaje de alumnas dispuestas 
                a tomar parte en la competencia social y empresarial, porcentaje 
                que hace unos años era del 85 por ciento. Algunos expertos 
                consideran que la mayoría de las mujeres tienen aún 
                muy arraigada la idea tradicional de que "el hombre es el 
                centro", razón por la cual la liberación completa 
                de las mujeres no resulta fácil y exige mucho tiempo. 
                Criterios para la elección de novio/a. Los hombres suelen 
                buscan chicas bonitas con una buena figura, mientras que las mujeres 
                buscan chicos altos, con buenos recursos económicos y un 
                expediente académico brillante.  
                Un máster de 28 años de edad que gana más 
                de 10.000 yuanes mensuales se hacía estas preguntas: ¿qué 
                es más importante: el trabajo o el matrimonio?; ¿es 
                éticamente correcto basar la elección de novio/a 
                en las oportunidades de ascenso social? ¿qué problemas 
                plantea la elección de novia?; ¿qué aspectos 
                prácticos debe tomarse en consideración? ¿qué 
                criterios son los más importantes? Para este joven, elegir 
                novia no es nada fácil. Pero tampoco lo es para las empleadas 
                jóvenes de las que hablábamos antes.  
              Mujeres de mediana edad 
                 
               
              Cada vez son más las mujeres que piden 
                el divorcio. De las 500 demandas de divorcio registradas entre 
                enero y septiembre del 2001 en Jiang´an, zona subordinada 
                a la ciudad de Wuhan, el 82 por ciento, es decir, 417, fueron 
                presentadas por mujeres. Más de 300 eran de mujeres con 
                estudios universitarios o especializados.  
                En cuanto a los hombres, unos tienen amantes, otros sólo 
                son capaces de hacer las tareas del hogar y otros son "favoritos" 
                de las mujeres. 
                El 64 por ciento de las 1.102 demandas de divorcio registradas 
                en Beijing hasta el 20 de septiembre del 2001 fueron presentadas 
                por mujeres. Según las encuestas, las mujeres cuya demanda 
                fracasaba preferían suicidarse a vivir sin amor e insistían 
                en poner fin a su insatisfactorio matrimonio. 
               
              
                 
                    | 
                 
                 
                  | Una pareja de edad avanzada 
                    dibujan su futuro de llegar juntos 
                    a la vejez, fin ideal del matrimonio tradicional chino | 
                 
               
              Algunos jueces consideran que esas mujeres se 
                atreven a presentar peticiones de divorcio porque ya no pueden 
                soportar la angustia en la que viven y no quieren renuncian al 
                amor. El 42 por ciento de las mujeres que presentaron demandas 
                de divorcio llevaban casadas de 10 a 20 años. 
                Según algunos expertos, las mejoras en la situación 
                económica, social y familiar de las mujeres han puesto 
                a los hombres en apuros, ya que ahora aquéllas exigen más 
                a éstos.  
                Gracias al progreso social, las mujeres han aprendido a reflexionar 
                sobre la naturaleza del matrimonio y las características 
                de uno y otro sexo. Ello les ha permitido adaptar su mentalidad 
                a las nuevas realidades sociales y comprender que una mujer psicológicamente 
                sana no necesita apoyarse en otras personas y es capaz de afrontar 
                adecuadamente los problemas surgidos en el matrimonio y el divorcio. 
              El sexo ya no es tabú 
               
              Antes, nadie se atrevía a hablar de sexo. 
                Ahora, la gente no solamente discute cuestiones relacionadas con 
                el sexo, sino que la compatibilidad en este aspecto es un importante 
                criterio a la hora de elegir pareja. Además, la vida sexual 
                insatisfactoria se considera causa suficiente para presentar una 
                demanda de divorcio. 
                El problema sexual puede ser motivo de divorcio. Las causas más 
                frecuentes de divorcio han venido siendo las discrepancias sobre 
                la educación de los hijos, las disputas por los bienes, 
                la incompatibilidad de caracteres, etc. Pero en los últimos 
                años, la vida sexual insatisfactoria aparece con frecuencia 
                creciente entre los motivos de divorcio, lo que parece indicar 
                que no se está dispuesto a prolongar un matrimonio no basado 
                en el amor. Según hemos averiguado en los tribunales, este 
                motivo de divorcio, hasta no hace mucho desconocido, es ahora 
                uno de los más comunes, incluso en parejas de avanzada 
                edad.  
              Problemas matrimoniales 
                de la tercera edad 
               
              Las mujeres constituyen el sector de población 
                más débil. En un artículo titulado "La 
                dura existencia de las ancianas de Beijing", se decía 
                que las ancianas de la capital cuentan con escasos recursos económicos, 
                se han jubilado temprano, gozan de pocos derechos en el hogar 
                y viven más tiempo que sus maridos. 
                Según las estadísticas, de cada cuatro personas 
                despedidas que encuentran un nuevo trabajo tres son hombres y 
                sólo una mujer. La "Línea especial para las 
                mujeres de la tercera edad" ha revelado que el 30 por ciento 
                de las mujeres ha tenido problemas en su matrimonio; el 20 por 
                ciento tienen dificultades en sus relaciones personales; y el 
                12,6 por ciento tienen problemas con la ayuda social. Se suele 
                pensar que los matrimonios de edad avanzada son más estables 
                que los jóvenes; sin embargo, lo cierto es que la presión 
                social también afecta a los hombres ya mayores, sobre todo 
                a aquellos cuyo éxito en el trabajo les incita a buscar 
                una compañera más joven y bonita.  
                Una encuesta ha demostrado que no son pocas las mujeres de 60 
                años que, obligadas por sus escasos o nulos ingresos, dependen 
                de su marido o sus hijos. La mayoría de los hombres minusvaloran 
                los quehaceres domésticos. 
                Casi todos los viudos ya ancianos desean volverse a casar, aunque 
                sólo sea por tener los "cuatro elementos": viejo 
                hogar, viejos ahorros, viejo compañero y viejos amigos. 
                Sin embargo, los ancianos que se casan de nuevo tropiezan con 
                numerosas dificultades y sus relaciones matrimoniales suelen caracterizarse 
                por ser "breves, sencillas y rápidas", con lo 
                que se quiere decir que la nueva pareja se casa poco después 
                de conocerse, lleva una vida sencilla y no tarda en divorciarse 
                y volverse a casar. En los matrimonios contraídos durante 
                la tercera edad, la tasa de divorcios se ha situado entre el 70 
                y el 80 por ciento, siendo pocos los casos los que la nueva pareja 
                vive feliz y en armonía.  
              Las mujeres del campo 
               
              
                
                    | 
                 
                
                  | Campesina vendiendo bordados artesanales en 
                    Beijing | 
                 
               
              El programa establecido por el Fondo de Población 
                de las Naciones Unidas (FNUAP) para mejorar la salud de la mujer 
                en el proceso de reproducción ha permitido conocer más 
                a fondo la situación de las mujeres en el campo, sobre 
                todo a través de las conferencias celebradas en las provincias 
                de Heilongjiang, Sichuan, Gansu y Shaanxi La mayoría de 
                ellas están satisfechas con sus condiciones de vida, aspiran 
                a progresar material y espiritualmente, y se esfuerzan junto con 
                sus cónyuges por proporcionar una buena educación 
                a sus hijos.  
                En el campo también existen problemas, como la bajada del 
                precio de los cereales, el fuerte incremento del coste de la educación 
                y la asistencia médica, así como la precariedad 
                de los empleos ofrecidos en las ciudades, problemas que las mujeres 
                del campo intentan afrontar con una actitud abierta y entusiasta. 
                 
                En resumen, las mujeres chinas incorporan a sus relaciones matrimoniales 
                las conquistas del progreso social, en un proceso no carente de 
                sufrimiento y angustia.  
              CHEN XINXIN, subinvestigadora 
                del Instituto de Investigación Académica de la Federación 
                de Mujeres de China 
                   
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