FEBRERO 2002

 

 

 

 

 

 

 

 


Yibin, cuna del bambú

Por JIA LAN

 

Pasillo verde en una zona paisajística del sur de Sichuan

LA ciudad de Yibin se encuentra en el borde sur de la cuenca de Sichuan, en la confluencia de los ríos Minjiang y Jinshajiang (curso superior del río Changjiang).
Yibin, dominada por el aire húmedo y el verdor de sus inmensas extensiones de bambú, es conocida sobre todo por sus más de tres mil años de historia en la elaboración de vino y por su Wuliangye, un licor de fama nacional. Gracias a las favorables condiciones climatológicas, en los 3.283 kilómetros cuadrados de Yibin crecen frondosas plantas, entre las que el bambú ocupa una superficie de 70.000 hectáreas. Recientemente se clausuró en Yibin la III Fiesta Nacional de la Cultura de Bambú, acontecimiento que todavía sigue siendo tema de conversación.

Un joven en la Feria del Bambú

"¡Hola, bienvenido al mar de bambú!"
"¡Hola!, ¿podría tomarme una foto con usted?"
Entre la muchedumbre hay numerosos alumnos de primaria y secundaria, que, cámaras en mano, de vez en cuando invitan a algún extranjero a tomarse una foto de grupo con ellos. Aunque su inglés no es muy fluido, ello no les detiene.
Los yibineses jamás habían imaginado que tanta gente vendría a su pequeña población atraída por el bambú, planta que llevan cultivando durante siglos de generación en generación.
China es el mayor productor mundial de bambú y el país del mundo en el que esta planta ocupa una mayor superficie. Bajo los auspicios del Gobierno y la INBAR (International Network for Bamboo and Rattan, es decir, Red Internacional del Bambú y del Bejuco), se han celebrado tres ediciones de la Fiesta Nacional de la Cultura de Bambú. La de Yibin es la primera realizada en el Oeste de China. Su objetivo es divulgar la cultura, promover la industria y desarrollar la economía del bambú.

Presentación de modelos confeccionados con fibra de bambú

En la Feria del Bambú, una de las actividades de dicha fiesta, vi a un joven haciendo una escultura con una raíz de esta planta. Pocos eran los visitantes que no se detenían para contemplar su hábil trabajo. El joven escultor, que se llamaba Wang Fangrong y era originario de Changning (distrito de Yibin), dijo: "En mi pueblo natal, el bambú crece por todas partes. Cuando se cortan los troncos para confeccionar esteras o bancos, quedan sobrantes las raíces, que sólo sirven para encender el fuego, cosa que a mí me parecía lamentable". Wang Fangrong y otros jóvenes de la aldea empezaron a intentar mejorar su situación económica haciendo esculturas con raíces de bambú. Ahora ya tienen una fábrica propia cuyo volumen de ventas supera los 500.000 yuanes anuales. Las obras que cuelgan detrás de él son tan atractivas que no resulta fácil alejarse de ellas.
Según datos fidedignos, las más de 120.000 familias campesinas de Yibin dedicadas a la industria de bambú pueden ganar al año un total de 80 millones de yuanes.

El son de la flauta en el Foro Académico

Desde la antigüedad, los chinos han sentido una emoción muy especial por el bambú, graminácea a la que los literatos y poetas han dotado de personalidad propia.
La misma fiesta permite a los invitados conocer en toda su profundidad los atractivos de la cultura del bambú. En la velada artística, cuando las muchachas que llevaban modelos confeccionados con bambú subieron al escenario acompañadas de música, el público rompió en atronadores aplausos y los flashes de las cámaras destellaban sin cesar. Empujados por una gran curiosidad, después de la representación algunos espectadores fueron detrás del escenario.
En el Foro Académico, especialistas de China, Japón, Gran Bretaña, Alemania, Colombia y la India pronunciaron conferencias y participaron en un animado simposio sobre la plantación del bambú y las técnicas de su elaboración.
En una pausa entre conferencias, de repente comenzó a oírse en la sala el son de una flauta; de inmediato, alguien empezó a cantar: "Fuera del pequeño pabellón, al lado del viejo camino, la hierba se extiende hacia el horizonte". Esta canción tradicional transcrita a partir de una conocida partitura extranjera aligeró la cargada atmósfera que suelen tener los simposios, despertando un cariñoso y lejano sentimiento en el corazón de los asistentes. Acompañado por la música, subió a la tribuna presidencial Wang Wei, conocido popularmente como "el experto en instrumentos musicales de bambú", que había venido expresamente desde Beijing. Cuando formaba parte del Conjunto Oriental de Cantos y Danzas de Beijing, Wang se apasionó por los instrumentos musicales de bambú, los construyó con sus propias manos y creo una agrupación musical.
Son muchos los países en los que se usan instrumentos musicales de bambú o caña, como la badela (Birmania), las flautas de pan (Latinoamérica), el delang y el zhuyao (Vietnam), y el angelong (Indonesia). China es el país que cuenta con más variedades de este tipo de instrumentos.
En el distrito de Changning se encuentra el Museo Zhuhai (mar de bambú), el único museo de China dedicado a la cultura de esta planta. En él se exhiben gran cantidad de espécimenes de plantas de bambú y objetos antiguos fabricados con este material, cuya contemplación nos permite echar una mirada a su historia cultural. Las casitas bien diseñadas, los utensilios finamente elaborados e incluso los alimentos preparados con bambú muestran silenciosamente el proceso por el cual el bambú fue forjando un espíritu y una cultura, y se introdujo poco a poco en la vida de los chinos.

La INBAR en China

El embajador de Ghana en China en la Feria de la Industria del Bambú

En la ciudad de Yibin, oía decir de vez en cuando "INBAR", palabra muy utilizada en la industria del bambú, pero que yo desconocía.
Se trata de las siglas inglesas de la Red Internacional del Bambú y el Bejuco, organización desarrollada por un proyecto de internet con donaciones del IDRC (International Development Research Centre) de Canadá, que se dedica al estudio científico del bambú y el bejuco asiáticos. Esta es la primera organización internacional que establece su sede principal en China.
En la Fiesta del Bambú se veía a un espigado extranjero andando ocupado de aquí para allá: era Ian R. Hunter, el encargado ejecutivo de INBAR. Desde que asumió su cargo en el 2000, Hunter ha permanecido en China, en cuyas regiones productoras de bambú ha dejado su huella. En la entrevista que mantuvo conmigo, me explicó muy animado que la divulgación de los conocimientos sobre el bambú y el bejuco se traducirá en importantes resultados económicos. Citó como ejemplo a los campesinos del surdeste de China, quienes obtienen todos los años 15.000 dólares anuales por hectárea. Además, en los últimos diez años las exportaciones de China se han multiplicado por siete.
El doctor Lou Yiping, director del proyecto de protección biológica de la INBAR, no es sólo un buen conversador, sino un persona plenamente dedicada a su trabajo. Lou dijo que como el bambú es una planta muy vigorosa, crece rápidamente hasta formar bosques en tierras azotadas por las talas excesivas y luego expande su verdor mediante un intrincado sistema de raíces que se entrecruzan y se propagan espontáneamente. Por este motivo, cuando hace unos años China emprendió la obra de protección biológica, en el norte se ha aplicó la estrategia de "ceder tierras de cultivo a la silvicutura", mientras que en la mayor parte del sur, incluida la ciudad de Yibin, lo que ha venido haciéndose ha sido "ceder tierras de cultivo al bambú". El bambú necesita humedad, pero no soporta la anegación, por lo que crece en zonas montañosas con agua abundante. Aunque estos lugares tienen en general excelentes condiciones naturales, sus comunicaciones no son muy buenas y su economía no está suficientemente desarrollada. En este sentido, el bambú, que crece rápidamente y tiene múltiples usos, era considerado la "madera de los pobres". En primavera, si uno permanece de pie sin moverse en un bosquecillo de bambú, puede oírse un ruido parecido a "kaba, kaba" que produce el bambú al crecer. Esta planta puede sobrepasar los diez metros de altura en tan sólo un mes y pronto se convierte en materia prima. Además, el bambú no ocupa tierras de labranza, puesto que suele plantarse delante o detrás de las casas. Todo ello explica su rentabilidad.

Siendo uno de los patrocinadores de la Fiesta del Bambú, la INBAR ha aprovechado su reputación en la comunidad internacional para invitar a embajadores y cónsules de doce países, a distinguidos húespedes extranjeros de 22 países y regiones, así como a especialistas y estudiosos.

Industria del mañana

Los brotes de bambú que salen en primavera pueden comerse directamente o utilizarse en la elaboración de diversos productos alimenticios. Unos meses después, el bambú maduro se corta y con él se fabrican entablados, contrachapados y muchos otros tipos de materiales para la construcción. Las partes que no pueden aprovecharse para esta finalidad se destinan a la fabricación de papel y a la manufactura de objetos artísticos o de uso diario.
El Grupo Industrial Papelera de Yibin, fundado en 1944, fue la cuna de la primera hoja de papel de prensa de China. En la actualidad, su producción anual es de 130.000 toneladas y en este sector es la mayor empresa estatal del suroeste.

El señor Hunter con un grupo de niños

Los ferrocarriles serpentean por entre el complejo fabril; llegan sin cesar trayendo miles y miles de toneladas de bambú, y salen llevándose incontables vagones llenos de papel.
Según me explicó la subdirectora general del grupo, la fábrica ha puesto en funcionamiento instalaciones de tecnología avanzada para tratar las aguas residuales con el fin de proteger el río Changjiang. La capacidad de dichas instalaciones es actualmente de tres toneladas de agua diarias.
Todos los años China importa pasta de madera para la industria papelera. Si se consiguiera sustituir la pasta de madera por la de bambú, el país ahorraría 5.000 millones de dólares al año. La técnica de fabricar papel con pasta de bambú está cada día más madura. El Grupo Industrial Papelera de Yibin, la Compañía Changjiang de Papel para Embalaje y la Papelera de Changning, las cuales agrupan a unas 24 fábricas del sector, producen anualmente 200.000 toneladas de pasta, en su mayor parte de bambú.
En estos últimos años, la fabricación de papel con pasta de bambú y la elaboración de carbón de bambú han ido convirtiéndose en industrias incipientes con un gran potencial de desarrollo. Por este motivo, muchos países subdesarrollados que poseen abundantes recursos de bambú aplican políticas prioritarias a esta industria y la consideran una industria del siglo XXI.
Hace 20 años, el barrio urbano de la ciudad de Yibin era casi tan pequeño como un poblado, puesto que ocupaba sólo entre tres y cuatro kilómetros cuadrados. Hoy en día, Yibin, vista desde lejos, se encuentra medio oculta dentro de un mar de bambú, y a su barrio antiguo, impregnado de sabor histórico, ha venido a añadírsele un flamante barrio levantado en la orilla sur del río.
La autopista Yibin-Chengdu entronca ahora con la autopista Chengdu-Chongqing, de modo que actualmente se tarda menos de dos horas en ir de Yibin a Chongqing, trayecto que antes se recorría en siete u ocho horas. Esta mejora de las comunicaciones por carretera, junto con el aeropuerto recién construido, el embarcadero del río Changjiang y la planta de tratamiento de residuos ayudarán a Yibin a entrar con buen pie en el escenario de la economía mundial.

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