FEBRERO 2002

 

 

 

 

 

 

 

 


La Fiesta de la Primavera: Fusión de la Humanidad y la Naturaleza

Por nuestro reportero HUO JIANYING


LOS chinos celebran dos fiestas al final del año: la Fiesta de la Primavera del calendario lunar y el Año Nuevo del calendario solar. Entre ambas pasa aproximadamente un mes.

La Fiesta de la Primavera

Danza del dragón, la actividad más representativa de la Fiesta de la Primavera

Los chinos celebraban una sola Fiesta de la Primavera en los años anteriores al 1912, es decir, un año después de la revolución democrática dirigida por el Dr. Sun Yat-sen.
En la antigüedad, la agricultura era vital para los campesinos, quienen representaban la absoluta mayoría de la población china, y estaba relacionada con la prosperidad y la decadencia del país. Por eso el calendario servía principalmente para la producción agrícola. Nuestros antepasados dividían la traslación anual de la Tierra alrededor del Sol en 24 jieqi (o períodos); es decir, cada mes se dividía en dos períodos. Por ejemplo, el lichun significa el comienzo de la primavera; el jingzhe, el guyü y el dongzhi se entienden respectivamente como "El despertar de los insectos", "La lluvia para las plantas" y "La llegada del invierno". En el norte, los campesinos trabajaban y siguen trabajando según estos períodos.
En la dinastía Han (206 a.C.-220), la gente celebraba la Fiesta de la Primavera en el período lichun (aproximadamente a principios de febrero del calendario solar). Por medio de reformas, se determinó que en el primer día del primer mes del calendario lunar (pocos días antes o después del lichun) se celebrase la Fiesta de la Primavera. Después de la Revolución de 1911, la República de China empezó a usar el calendario solar y desde entonces los chinos pasaban el Año Nuevo. Razón por la cual, los chinos tienen dos fiestas anuales para celebrar el final y el inicio del año.
Sin embargo, los chinos aprecian más la Fiesta de la Primavera, porque consideran que esta fiesta señala el inicio de la primavera y el despertar de todo el mundo.

Esperanza de la población

Las campanadas anuncian la llegada del Año Nuevo

Los chinos creen que la primavera es la estación más importante del año, sobre todo para la producción agrícola. Y esperan que el año que comienza les traiga buenas cosechas, paz, felicidad y prosperidad. Es decir, depositan sus más bellas esperanzas en el año nuevo. Gastan mucho dinero en la compra de ropa nueva y sabrosas comidas, y celebran la fiesta con diversas actividades.
En el pasado, la Fiesta de la Primavera era considerada como la ocasión para poner fin a la tristeza, la pobreza, la enfermedad, las calamidades y las deudas, y el período para superar las dificultades o substraerse a ellas. Por ejemplo, pocos días antes de la fiesta, se debían saldar las deudas y exigir su pago. Los campesinos y los ciudadanos pobres que no tenían dinero para pagar las deudas o los arriendos solían salir de casa para evitar encontrarse al acreedor o al terrateniente, ya que en los felices días de la fiesta no podía exigirse el pago de deudas.
Además, en esta fiesta los peones, los sirvientes y los obreros de los talleres privados tenían vacaciones y recibían su salario anual, con el que compraban ropa, zapatos y artículos necesarios para la fiesta y regresaban a su casa para reunirse con sus familiares.

Comienzo de la Fiesta

En realidad, los chinos comenzaban a preparar todo lo necesario para la celebración de la fiesta con un mes de antelación.
A principios del último mes del calendario lunar, la gente empezaba a comprar ropa, zapatos, sombreros, estampas de Año Nuevo, petardos, fuegos artificiales, frutas, pasteles, caramelos, así como carne, pollo, pescado, pato, etc. En el norte del país, la gente tenía que preparar panes al vapor, pastel de mijo glutinoso y platos para quince días, y guardarlo todo en tinajas grandes como neveras que se colocaban en el patio, ya que durante la Fiesta de la Primavera no se podía encender el fuego ni cocinar.
El octavo día del último mes lunar se debían preparar gachas hechas con diversos tipos de grano y la fruta para ofrecer el sacrificio de invierno. Esta comida, símbolo de las buenas cosecha agrícolas durante todo el año, se regalaba a los vecinos.
Ese mismo día había que salar carne y adobar ajos en vinagre, para que el primer día de la fiesta pudieran comerses ravioles acompañados de ajos adobados y vinagre, productos que, según se decía, facilitaban la digestión.
A partir del octavo día se empezaba a limpiar la casa, a pegar papeles recortados en la ventanas como decoración y a colgar en las puertas pareados de buen agüero escritos en papel rojo.
El día 23 se celebraba la pequeña Fiesta de la Primavera, en la que se hacía una ofrenda de despedida a la divinidad del hogar para que en el año siguiente ésta trajera buena suerte a la familia.
El día 25 se recebía al Emperador de Jade (divinidad soberana del taoísmo). Se dice que ese día dicho Emperador baja del cielo para inspeccionar la Humanidad. Dado que el Emperador había comido opíparamente en el cielo, la gente sólo le ofrecía sopa de frijoles rojos.

El tema principal de la Fiesta

Los días más animados de la Fiesta de la Primavera son los que van del chuxi (la tarde del último día de año) al día quince del primer mes lunar.
En el chuxi, toda la familia se reúne y en la cena se ofrece todo lo exquisito: carne, pollo, pato y verduras. El pescado, que en chino también significa abundancia, es un elemento indispensable. En esta cena, la presencia de quienes no han podido volver a casa para reunirse con la familia se simboliza colocando en su lugar un par de palillos.
Esa noche no se apaga la luz y la gente no duerme. Los adultos comen bocadillos y toman té. A las cero horas, los niños disparan petardos y fuegos artificiales, señal que anuncia la llegada de un nuevo año.
A la madrugada del día siguiente, bajo la dirección del jefe de familia, los miembros ofrecen sacrificios ante las tabillas de los antepasados y les saludan. Luego, los niños saludan a sus abuelos y padres, quienes les dicen palabras de ánimo y les entregan dinero envuelto con papel rojo. Las discordias entre hermanos desaparecen con los saludos recíprocos.
En un libro de la dinastía Ming (1368-1644) se dice: "En la Fiesta de la Primevera las calles de la capital están llenas de gente, funcionarios y civiles, que va y viene a visitar a sus directores y amigos para saludarlos". En el segundo día de la fiesta, las casadas deben regresar al hogar de sus padres para saludarlos. Ese mismo día, la gente saluda tambén al Dios de la Riqueza.
Se dice que en el tercer día de la fiesta los ratones se casan; la gente esparce grano y sal sobre el piso para felicitarlos y se acuesta más temprano para no molestar a los animalitos recién casados.
El cuarto día, los diversos dioses bajan a la tierra, por lo que después del almuerzo deben ofrecérseles sacrificios y quemar incienso.
El quinto día, se empieza a cocinar y limpiar la casa, y los comercios reanudan su actividad.

La Fiesta de los Faroles

El día quince del primer mes del calendario lunar se celebra la Fiesta de los Faroles.
En Apuntes sobre la capital, obra del año 1593 (en tiempos de la dinastía Ming), se dice: "Desde el décimo día del primer mes, en la calle de Dengshi [Mercado de los Faroles, cerca de lo que hoy es la calle de Wangfujing, en el centro de Beijing], se venden faroles en forma de oveja, ratón, barca, etc.; el más caro vale mil yuanes. Los comerciantes de provincias venden allí antigüedades y juguetes, entre ellos sables y lanzas de madera, máscaras y figurillas de arcilla. El alquiler de los puestos aumenta y es difícil conseguir uno que esté bien situado. El día catorce se empiezan a encender los faroles y el día dieciséis se apagan".
La noche del día dieciséis, las mujeres salen de casa y, llevando incienso en la mano, pasan por los puentes cercanos, lo que significa superar las dificultades, y tocan los clavos de la puerta del muro de la ciudad para tener un hijo varón. Esa misma noche se disparan petardos.

Cambios experimentados

La Fiesta de la Primavera es una manifestación de la milenaria cultura y tradición china. Al igual que las reliquias no materiales de otros países, esta fiesta se enfrenta con los retos planteados por la sociedad moderna.
Debido al progreso social, la forma y el contenido de esta fiesta china han venido experimentando inevitablemente una serie de cambios, algunos de los cuales han provocado la desaparición de ciertas costumbres.
Por ejemplo, la sociedad moderna que ha abandonado la economía agrícola no puede dedicar todo un mes a la celebración de esta fiesta. Hoy en día, los chinos disponen oficialmente de un período de siete días comprendido entre dos domingos para celebrar la Fiesta de la Primavera.
A pesar de que aún se conserva la costumbre de pegar pareados, cenar con la familia en la última noche, saludar a los antepasados y los amigos, y encender faroles, tanto la forma como el contenido de estas actividades son muy diferentes de las antiguas. Los faroles, por ejemplo, adoptan la forma del ratoncito Mickey, de OVNIS, etc.
El disparar petardos y fuegos artificiales son actividades de una elevada carga simbólica. Sin embargo, el humo y el ruido que producen contaminan el medio ambiente y perjudican la salud. En la actualidad, estas actividades son sustituidas por el disparo de petardos eléctricos o electrónicos y el pisoteo de pequeños globos de colores. En las afueras todavía se tiran petardos y fuegos artificiales, pero en las ciudades está prohibido.
Los ravioles ya no son la comida típica de la Fiesta de la Primavera, puesto que gracias a la elevación del nivel de vida del pueblo éstos pueden prepararse en cualquier momento. No obstante, en esta fiesta no pueden faltar los ravioles, ya que en su elaboración intervienen todos los miembros de la familia, cuya fraternidad se refuerza al compartir las tareas de picar la carne, cortar las verduras, hacer la masar y envolverla con el relleno.
Los juguetes sencillos, como los sables de madera, las figurillas de arcilla y las máscaras de cartón, ya no satisfacen a los niños, mucho más interesados en los juguetes modernos y eléctricos. Las antiguas actividades de la fiesta tampoco llaman la atención de los jóvenes, quienes arpovechan los siete días de vacaciones para viajar a otras provincias o países.
Con todo, a los ancianos les parece que las actividades actuales de la fiesta no son mejores que las anteriores y que los platos y los bocadillos no tienen el mismo sabor que los de antes. Esta impresión es muy natural, puesto que en la actualidad la gente puede comer ravioles y comprar ropa nueva en cualquier época del año y no necesita esperar hasta la Fiesta de la Primavera.
Algunas actividades con características culturales muy marcadas se han fusionado con la vida de la sociedad moderna y se conservan como relíquias culturales, entre ellas la danza del dragón, la danza del león, las estampas de Año Nuevo y los pareados.
En realidad, en los últimos 2.000 años las actividades de la Fiesta de la Primavera han experimentado cambios sucesivos. La importancia de esta celebración es un reflejo de la antigua concepción filosófica china según la cual "el cielo y la humanidad se combinan en uno", de la unificación armoniosa de la naturaleza y la primavera deseada por los chinos y del nuevo punto vital de partida para todo el mundo.


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