La Fiesta de la Primavera:
Fusión de la Humanidad y la Naturaleza
Por nuestro reportero HUO
JIANYING
LOS chinos celebran dos fiestas al final del
año: la Fiesta de la Primavera del calendario lunar y el
Año Nuevo del calendario solar. Entre ambas pasa aproximadamente
un mes.
La Fiesta de la Primavera
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Danza del dragón, la actividad más
representativa de la Fiesta de la Primavera |
Los chinos celebraban una sola Fiesta de la
Primavera en los años anteriores al 1912, es decir, un
año después de la revolución democrática
dirigida por el Dr. Sun Yat-sen.
En la antigüedad, la agricultura era vital para los campesinos,
quienen representaban la absoluta mayoría de la población
china, y estaba relacionada con la prosperidad y la decadencia
del país. Por eso el calendario servía principalmente
para la producción agrícola. Nuestros antepasados
dividían la traslación anual de la Tierra alrededor
del Sol en 24 jieqi (o períodos); es decir, cada
mes se dividía en dos períodos. Por ejemplo, el
lichun significa el comienzo de la primavera; el jingzhe,
el guyü y el dongzhi se entienden respectivamente
como "El despertar de los insectos", "La lluvia
para las plantas" y "La llegada del invierno".
En el norte, los campesinos trabajaban y siguen trabajando según
estos períodos.
En la dinastía Han (206 a.C.-220), la gente celebraba la
Fiesta de la Primavera en el período lichun (aproximadamente
a principios de febrero del calendario solar). Por medio de reformas,
se determinó que en el primer día del primer mes
del calendario lunar (pocos días antes o después
del lichun) se celebrase la Fiesta de la Primavera. Después
de la Revolución de 1911, la República de China
empezó a usar el calendario solar y desde entonces los
chinos pasaban el Año Nuevo. Razón por la cual,
los chinos tienen dos fiestas anuales para celebrar el final y
el inicio del año.
Sin embargo, los chinos aprecian más la Fiesta de la Primavera,
porque consideran que esta fiesta señala el inicio de la
primavera y el despertar de todo el mundo.
Esperanza de la población
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Las campanadas anuncian la llegada del Año
Nuevo |
Los chinos creen que la primavera es la estación
más importante del año, sobre todo para la producción
agrícola. Y esperan que el año que comienza les
traiga buenas cosechas, paz, felicidad y prosperidad. Es decir,
depositan sus más bellas esperanzas en el año nuevo.
Gastan mucho dinero en la compra de ropa nueva y sabrosas comidas,
y celebran la fiesta con diversas actividades.
En el pasado, la Fiesta de la Primavera era considerada como la
ocasión para poner fin a la tristeza, la pobreza, la enfermedad,
las calamidades y las deudas, y el período para superar
las dificultades o substraerse a ellas. Por ejemplo, pocos días
antes de la fiesta, se debían saldar las deudas y exigir
su pago. Los campesinos y los ciudadanos pobres que no tenían
dinero para pagar las deudas o los arriendos solían salir
de casa para evitar encontrarse al acreedor o al terrateniente,
ya que en los felices días de la fiesta no podía
exigirse el pago de deudas.
Además, en esta fiesta los peones, los sirvientes y los
obreros de los talleres privados tenían vacaciones y recibían
su salario anual, con el que compraban ropa, zapatos y artículos
necesarios para la fiesta y regresaban a su casa para reunirse
con sus familiares.
Comienzo de la Fiesta
En realidad, los chinos comenzaban a preparar
todo lo necesario para la celebración de la fiesta con
un mes de antelación.
A principios del último mes del calendario lunar, la gente
empezaba a comprar ropa, zapatos, sombreros, estampas de Año
Nuevo, petardos, fuegos artificiales, frutas, pasteles, caramelos,
así como carne, pollo, pescado, pato, etc. En el norte
del país, la gente tenía que preparar panes al vapor,
pastel de mijo glutinoso y platos para quince días, y guardarlo
todo en tinajas grandes como neveras que se colocaban en el patio,
ya que durante la Fiesta de la Primavera no se podía encender
el fuego ni cocinar.
El octavo día del último mes lunar se debían
preparar gachas hechas con diversos tipos de grano y la fruta
para ofrecer el sacrificio de invierno. Esta comida, símbolo
de las buenas cosecha agrícolas durante todo el año,
se regalaba a los vecinos.
Ese mismo día había que salar carne y adobar ajos
en vinagre, para que el primer día de la fiesta pudieran
comerses ravioles acompañados de ajos adobados y vinagre,
productos que, según se decía, facilitaban la digestión.
A partir del octavo día se empezaba a limpiar la casa,
a pegar papeles recortados en la ventanas como decoración
y a colgar en las puertas pareados de buen agüero escritos
en papel rojo.
El día 23 se celebraba la pequeña Fiesta de la Primavera,
en la que se hacía una ofrenda de despedida a la divinidad
del hogar para que en el año siguiente ésta trajera
buena suerte a la familia.
El día 25 se recebía al Emperador de Jade (divinidad
soberana del taoísmo). Se dice que ese día dicho
Emperador baja del cielo para inspeccionar la Humanidad. Dado
que el Emperador había comido opíparamente en el
cielo, la gente sólo le ofrecía sopa de frijoles
rojos.
El tema principal de
la Fiesta
Los
días más animados de la Fiesta de la Primavera son
los que van del chuxi (la tarde del último día
de año) al día quince del primer mes lunar.
En el chuxi, toda la familia se reúne y en la cena
se ofrece todo lo exquisito: carne, pollo, pato y verduras. El
pescado, que en chino también significa abundancia, es
un elemento indispensable. En esta cena, la presencia de quienes
no han podido volver a casa para reunirse con la familia se simboliza
colocando en su lugar un par de palillos.
Esa noche no se apaga la luz y la gente no duerme. Los adultos
comen bocadillos y toman té. A las cero horas, los niños
disparan petardos y fuegos artificiales, señal que anuncia
la llegada de un nuevo año.
A la madrugada del día siguiente, bajo la dirección
del jefe de familia, los miembros ofrecen sacrificios ante las
tabillas de los antepasados y les saludan. Luego, los niños
saludan a sus abuelos y padres, quienes les dicen palabras de
ánimo y les entregan dinero envuelto con papel rojo. Las
discordias entre hermanos desaparecen con los saludos recíprocos.
En un libro de la dinastía Ming (1368-1644) se dice: "En
la Fiesta de la Primevera las calles de la capital están
llenas de gente, funcionarios y civiles, que va y viene a visitar
a sus directores y amigos para saludarlos". En el segundo
día de la fiesta, las casadas deben regresar al hogar de
sus padres para saludarlos. Ese mismo día, la gente saluda
tambén al Dios de la Riqueza.
Se dice que en el tercer día de la fiesta los ratones se
casan; la gente esparce grano y sal sobre el piso para felicitarlos
y se acuesta más temprano para no molestar a los animalitos
recién casados.
El cuarto día, los diversos dioses bajan a la tierra, por
lo que después del almuerzo deben ofrecérseles sacrificios
y quemar incienso.
El quinto día, se empieza a cocinar y limpiar la casa,
y los comercios reanudan su actividad.
La Fiesta de los Faroles
El
día quince del primer mes del calendario lunar se celebra
la Fiesta de los Faroles.
En Apuntes sobre la capital, obra del año 1593 (en
tiempos de la dinastía Ming), se dice: "Desde el décimo
día del primer mes, en la calle de Dengshi [Mercado de
los Faroles, cerca de lo que hoy es la calle de Wangfujing, en
el centro de Beijing], se venden faroles en forma de oveja, ratón,
barca, etc.; el más caro vale mil yuanes. Los comerciantes
de provincias venden allí antigüedades y juguetes,
entre ellos sables y lanzas de madera, máscaras y figurillas
de arcilla. El alquiler de los puestos aumenta y es difícil
conseguir uno que esté bien situado. El día catorce
se empiezan a encender los faroles y el día dieciséis
se apagan".
La noche del día dieciséis, las mujeres salen de
casa y, llevando incienso en la mano, pasan por los puentes cercanos,
lo que significa superar las dificultades, y tocan los clavos
de la puerta del muro de la ciudad para tener un hijo varón.
Esa misma noche se disparan petardos.
Cambios experimentados
La Fiesta de la Primavera es una manifestación
de la milenaria cultura y tradición china. Al igual que
las reliquias no materiales de otros países, esta fiesta
se enfrenta con los retos planteados por la sociedad moderna.
Debido al progreso social, la forma y el contenido de esta fiesta
china han venido experimentando inevitablemente una serie de cambios,
algunos de los cuales han provocado la desaparición de
ciertas costumbres.
Por ejemplo, la sociedad moderna que ha abandonado la economía
agrícola no puede dedicar todo un mes a la celebración
de esta fiesta. Hoy en día, los chinos disponen oficialmente
de un período de siete días comprendido entre dos
domingos para celebrar la Fiesta de la Primavera.
A pesar de que aún se conserva la costumbre de pegar pareados,
cenar con la familia en la última noche, saludar a los
antepasados y los amigos, y encender faroles, tanto la forma como
el contenido de estas actividades son muy diferentes de las antiguas.
Los faroles, por ejemplo, adoptan la forma del ratoncito Mickey,
de OVNIS, etc.
El disparar petardos y fuegos artificiales son actividades de
una elevada carga simbólica. Sin embargo, el humo y el
ruido que producen contaminan el medio ambiente y perjudican la
salud. En la actualidad, estas actividades son sustituidas por
el disparo de petardos eléctricos o electrónicos
y el pisoteo de pequeños globos de colores. En las afueras
todavía se tiran petardos y fuegos artificiales, pero en
las ciudades está prohibido.
Los ravioles ya no son la comida típica de la Fiesta de
la Primavera, puesto que gracias a la elevación del nivel
de vida del pueblo éstos pueden prepararse en cualquier
momento. No obstante, en esta fiesta no pueden faltar los ravioles,
ya que en su elaboración intervienen todos los miembros
de la familia, cuya fraternidad se refuerza al compartir las tareas
de picar la carne, cortar las verduras, hacer la masar y envolverla
con el relleno.
Los juguetes sencillos, como los sables de madera, las figurillas
de arcilla y las máscaras de cartón, ya no satisfacen
a los niños, mucho más interesados en los juguetes
modernos y eléctricos. Las antiguas actividades de la fiesta
tampoco llaman la atención de los jóvenes, quienes
arpovechan los siete días de vacaciones para viajar a otras
provincias o países.
Con todo, a los ancianos les parece que las actividades actuales
de la fiesta no son mejores que las anteriores y que los platos
y los bocadillos no tienen el mismo sabor que los de antes. Esta
impresión es muy natural, puesto que en la actualidad la
gente puede comer ravioles y comprar ropa nueva en cualquier época
del año y no necesita esperar hasta la Fiesta de la Primavera.
Algunas actividades con características culturales muy
marcadas se han fusionado con la vida de la sociedad moderna y
se conservan como relíquias culturales, entre ellas la
danza del dragón, la danza del león, las estampas
de Año Nuevo y los pareados.
En realidad, en los últimos 2.000 años las actividades
de la Fiesta de la Primavera han experimentado cambios sucesivos.
La importancia de esta celebración es un reflejo de la
antigua concepción filosófica china según
la cual "el cielo y la humanidad se combinan en uno",
de la unificación armoniosa de la naturaleza y la primavera
deseada por los chinos y del nuevo punto vital de partida para
todo el mundo.
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