A principios de la década de los 80, una lectora
francesa de 82 años escribió una carta a nuestra redacción en
la que decía que siempre le había interesado conocer China y
que se había subscrito a China
Reconstruye en la década de los 60. Esta anciana lectora
añadía que dejó de leerla cuando en China se desató la llamada
revolución cultural. Pero cuando se enteró de que
China había emprendió una segunda marcha (la de
la reforma y la apertura), decidió suscribirse de nuevo a la
revista.
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Las actividades culturales
y deportivas contribuyen a que los empleados mantengan su
entusiasmo por el trabajo. En la feria del Año Nuevo de
1965, un grupo de expertos extranjeros representó una función
tradicional china: la navegación en barco terrestre |
A pesar de que la revista China
Reconstruye nació en las condiciones favorables y con ventajas
excepcionales, ello no le ha impedido atraversar todas las vicisitudes
por las que ha pasado nuestro país. Al repasar el contenido
de nuestra revista a lo largo de estos 50 años, se percibe la
huella de los movimientos políticos antiderechistas, el
gran salto adelante, la revolución cultural,
etc. Por otra parte, las opiniones y sugerencias de nuestros
lectores arrojan luz sobre los cambios introducidos para mejorar
la revista. Veamos un ejemplo. Los lectores han manifestado
su desacuerdo con algunos artículos, como los titulados Alcanzaremos
a Gran Bretaña en15 años, Una acería en una callejuela
(durante el gran salto adelante), ¿En qué
consiste la lucha, la crítica y la transformación, ¡Viva
el espíritu de rebeldía de los soldados rojos! y El
sol rojo ilumina la Fábrica General Textil de Beijing
(durante la revolución cultural). Después de leer
estos artículos, los lectores escribieron cartas en las que
se quejaban de que su contenido era tan abstruso que tenían
que leerlos varias veces para entenderlos. Un lector de Nueva
Zelanda lanzó a la redacción la siguiente advertencia: China
Reconstruye es una revista china muy bien acogida por los
lectores extranjeros. Sin embargo, si continua publicando consignas
en lugar de artículos, perderá a sus lectores.
Ante esta problemática, Zhou Enlai y Soong
Ching Ling enviaron sendas cartas con opiniones opuestas. En
1958, por ejemplo, después de leer un artículo de la redacción
sobre el nivel de bienestar de China, Soong dijo: Este
artículo me ha dado una impresión: todos los problemas ya son
solucionados, pareciendo que tenemos la capacidad para resolver
los problemas de toda la gente y la fuerza suficiente para enfrentar
acontecimientos imprevistos.
En esos períodos en que la revista, fuertemente
influida por la situación política, publica casi únicamente
artículos de contenido político, Zhou Enlai expresó esta opinión
a través de un ayudante: Hay que publicar artículos sobre
economía y cultura de acuerdo con las directrices fijadas y
no es posible cambiar el estilo que caracteriza a la revista.
No me parece adecuado que China Reconstruye publique tantos artículos
de contenido político, ya que con ello tiende a confundirse
con las publicaciones estricamente políticas, como China
Popular [predecesora de Beijing
Informa].
Vale la pena destacar que, a diferencia de
lo que ocurrió con infinidad de periódicos y revistas, durante
la revolución cultural la publicación de nuestra
revista no se vio interrumpida. Precisamente esa es la causa
de que China Reconstruye constituya un registro
completo de lo sucedido en dichos períodos, dejando así a las
generaciones venideras no pocos datos para la reflexión.
China Reconstruye comenzó
a publicarse exclusivamente en inglés. Pero con el paso de los
años fueron apareciendo nuevas ediciones en español (1962),
francés (1963), árabe (1964), alemán (1978), portugués (1980),
chino (1980) y braille inglés (1983). Con el fin de poner la
revista en manos de los lectores lo antes posible y de establecer
una comunicación directa con ellos, la edición en braille inglés
y la árabe comenzaron a imprimirs, publicarse y distribuirse
en San Francisco (Estados Unidos) y El Cairo (Egipto), respectivamente.
A partir de la década de los 80, momento en
que China emprendió la política de reforma económica y de apertura
al exterior, nuestra revista dedicó tres años a la publicación
de artículos sobre las 14 ciudades litorales en las que se inició
la puesta en práctica de dicha política. Con el fin de reforzar
el protagonismo del pueblo en las páginas de nuestra revista,
a finales de esa misma década se crearon dos nuevas secciones:
la titulada La jornada de un bejinés, en la que
se describía detalladamente lo que iba haciendo un habitante
de la capital a lo largo del día; y la titulada A través
de la vida humana, en la que se relataron la niñez, la
juventud y la vejez, incluyendo sus estudios, empleo y jubilación,
de 24 personas normales y corrientes. Estas innovadores secciones
dieron a conocer a los lectores extranjeros una China progresiva
y la vida real del pueblo chino.
De acuerdo con el deseo incumplido de Soong
Ching Ling, a partir del número de enero de 1990 China
Reconstruye pasó a llamarse China
hoy, nombre más acorde con las características de esta publicación.
Con el fin de consolidar la reforma y la apertura, China
hoy ha publicado muchísima información sobre acontecimientos
de pequeña y gran envergadura que han tenido como escenario
el inmenso territorio chino.
El cambio más destacado de este último período
ha sido la publicación de las ediciones en inglés y en chino
a todo color y con un contenido más amplio. Por otra parte, todas las ediciones se encuentran
en la Internet, ofreciéndose así una rápida ruta a los lectores
extranjeros que deseen conocer China.
Quizás lo más interesante sea el hecho de
que nuestra revista se ha convertido para los lectores chinos
en un puente hacia el conocimiento de la cultura de otros países,
ya que cada vez son más numerosos los lectores chinos que la
utilizan como material auxiliar en su aprendizaje de lenguas
extranjeras. Por otra parte, esta es una buena oportunidad del
desarrollo surgida durante la reforma y la apertura realizada
en los últimos de más de 20 años.
Cuando
ahora volvemos la mirada al momento en que se fundó nuestra
revista, constatamos los éxitos cosechados en sus 50 años de
existencia. Hoy en día, el grupo de voluntariosos trabajadores
que forma la plantilla de esta publicacion sigue esforzándose
por mejorar en todos los sentidos ese puente entre China y el
resto del mundo.