JANVIER 2002

 

 

 

 

 

 

 

 


 

Reforma y apertura, temas constantes en los años 80

La política de reforma y apertura, que viene aplicándose desde 1978, ha tenido un fuerte impacto en el desarrollo económico de China y ha contribuido decisivamente al aumento del potencial nacional, tanto es así que el peso del conjunto de la economía china se aupó al séptimo puesto mundial. Cabe calificar dicha política como revolucionaria, puesto que está cambiando radicalmente el destino de China. Nuestra revista ha prestado especial atención a la reforma y la apertura. A continuación reproducimos algunos extractos de artículos centrados en las etapas más importantes de.

 

Fijación de las cuotas de producción partiendo de la familia campesina como unidad

El sistema de remuneración parcial en especie, cuya aplicación empezó a finales de la década de los 70, inauguró la época de la reforma y la apertura de China. Esta reforma, que dio sus primeros pasos en el campo, introdujo la economía de toda China en una espiral de desarrollo rápido y saludable. En aquel entonces, enviamos a varios periodistas a Anhui, primera provincia en la que se aplicó el nuevo sistema, para poder ofrecer a  nuestros lectores noticias frescas y pormenorizadas lo antes posible.
Usted me preguntó cuál es la labor de un jefe de equipo de producción bajo el nuevo sistema—dijo Chen--. Primero, permítame contarle cómo era antes: El simple hecho de distribuir las faenas diarias y reunir a los miembros del equipo para que fueran al campo, era para mí un rompecabezas. Cada noche tenía que calcular muy bien lo que se debería hacer al día siguiente y la labor específica de cada miembro del equipo; fuera de eso, casi todas las jornadas de trabajo eran tumultuosas. Cada mañana tocaba una campana como señal para que todos fueran a trabajar al campo. Pero había ocasiones en que, a pesar de haberla tocado dos veces, nadie se presentaba.
--Ahora ya no es necesario usar más la campana, ¿verdad?—le pregunté.
--No, porque cada familia planifica de manera adecuada sus propias tareas y sus horas de trabajo, y no es necesario que tenga que estar detrás de ellos. Pero visto el asunto desde otro ángulo, estoy más ocupado que antes; incluso puedo concentrarme más en mi verdadera tarea directiva.
Chen siguió hablando y me habló sobre algunos de los asuntos a los que se dedica. A comienzos del año tiene la responsabilidad de firmar los contratos con cada familia; asimismo, debe mantenerse al tanto de la producción de todo el equipo, por ejemplo cereales, algodón , aceite, cerdos, huevos y aves de corral. Cuando es necesario, estimula a las familias para que cumplan la cuota fijada. Por otra parte, debe explicar las políticas y los reglamentos estatales a los comuneros e informar al gobierno sobre las sugerencias y opiniones de éstos.
La mayor parte de sus responsabilidades se relaciona con el bienestar colectivo del equipo. Además de ayudar a determinar la asignación de agua y búfalos, Chen dirige a los comuneros en el aprendizaje de la labranza mediante métodos científicos y en la elaboración de planes para las tareas colectivas, tales como la construcción básica en el campo, proyectos de conservación de agua y ocupaciones auxiliares. Todas estas tareas varían de acuerdo con las diferentes temporadas agrícolas. También desempeña un papel dirigente en el sentido de dar educación a las familias sobre higiene y control de la natalidad. Cuando algunas familias tropiezan con dificultades en el cumplimiento de sus faenas agrícolas debido a enfermedades o a otras causas, busca el modo de ayudarlas. Incluso, con frecuencia lo llaman para que sirva de mediador en las disputas entre familias o vecinos.
---- Extraído de “El jefe de un equipo evalúa el nuevo sistema”, artículo de nuestro reportero Peng Xianchu publicado en Nº. 11 de 1981

 

Transformación de la vida

De acuerdo con el objetivo fijado para nuestra revista por el primer ministro Zhou Enlai, a lo largo de los 50 años transcurridos desde su fundación, China hoy ha ido adquiriendo poco a poco una personalidad propia, cuyo rasgo más destacado es la voluntad de “reflejar los problemas sociales desde la perspectiva de la vida diaria del ciudadano común y corriente”. En los últimos años de la década de los 80 publicamos una serie de 24 reportajes titulada Viaje de la vida, en los que 24 representantes del pueblo llano trazaron sus biografías, algunas de las cuales contenían pasajes conmovedores. A continuación reproducimos tres párrafos extraídos de un artículo escrito por el Shen Suru.
Mi fallecida esposa fue mi compañera de estudios en la universidad. Vivimos como matrimonio durante 33 años, compartiendo las alegrías, pero más bien las penas. A pesar de la carga de la vida y el tormento que sufrió junto conmigo, ella cumplió el deber que le incumbía como madre, esposa y dueña de casa. Especialmente durante los diez años de penalidades de la “revolución cultural”, en que mis tres hijos y yo hicimos trabajos forzados en distintas zonas rurales, se vio obligada a jubilarse por enfermedad, vivió sola en un pequeño y obscuro desván, pero no dejó de calentar con cariño materno el corazón herido de los tres hijos. Sin embargo, justamente en los momentos en que apareció la aurora a raíz del derrocamiento de la “banda de los cuatro”, la enfermedad le arrebató la vida, lo que constituyó un duro golpe para mí y para mis hijos.
Mis amigos me estimularon a rehacer mi vida. En este tiempo la situación del país fue mejorando y los viejos intelectuales como yo empezaron a tener una posición mejor. Esto me dio esperanza y valor para ello.
Fue en estas circunstancias en las que me casé con mi actual esposa por mediación de los amigos. Ella es investigadora médica de alta categoría. Yo le llevo 12 años. Antes de nuestro casamiento había pensado en la posible oposición de los hijos de nuestras dos partes, por lo que decidimos tomar dos medidas: primera, mantendríamos la forma de dos familias, o sea, mis hijos y los de ella vivirían separados, y nosotros dos nos alojaríamos por turno con ellos; segunda, mis hijos seguirían llamándola tía, y los de ella seguirían llamándome tío.

---- Extraído de “Rehaciendo la vida”, artículo de Shen Suru publicado en el Nº. 8 de 1989

Serie de reportajes sobre la reforma

Desde finales de los años 80 hasta principios de los 90, nuestra revista publicó una serie de reportajes sobre el río Changjiang (Yangsté) y las provincias, regiones autónomas y ciudades subordinadas directamente al poder central. El contenido de dichos reportajes abarcaba datos básicos, aspectos especiales, economía, recursos turísticos, etc. Muchos empresarios y comerciantes extranjeros aprovecharon esa información a la hora de hacer sus primeros negocios en China.
En 1998 publicamos una serie de artículos en los que se echaba una mirada retrospectiva al camino recorrido por China en su avance hacia la reforma y la apertura. Lo que sigue es un fragmento de uno de ellos.
(Liu Guixian es una mujer de más de 60 años. Hace 18 años abrió un restaurante privado, convirtiéndose, sin saberlo, en la primera propietaria de un establecimiento de este tipo. Hoy en día, por todo Beijing se ven restaurantes.)
En aquella época, abrir un restaurante era mucho más difícil que ahora. Puesto que no teníamos dinero, pedimos prestados varios cientos de yuanes, cantidad que representaba para nosotros una suma astronómica. Aún hoy me estremezco al pensar qué habría pasado si el negocio hubiera ido mal. Otro problema era el abastecimiento de carne , huevos, verdura, pescado, etc., ya que de acuerdo con los principios de la economía planificada sólo te suministraban una cantidad fija de cada producto, aunque tuvieras dinero para comprar más. La única solución era intentar conseguirlo fuera de Beijing. Aunque me levantaba a las cinco de la madrugada, sólo conseguía lo necesario para una cena.
La curiosidad de muchos periodistas chinos y extranjeros por conocer el primer resturante privado de Beijing hizo que el número de clientes aumentara. Entre ellos hubo embajadores y consejeros de 74 países. No era fácil comer en mi restaurante. Las reservas llegaron a tener que hacerse con 48 días de antelación.
Aunque durante estos 18 años hemos ganado bastante, yo sigo administrando todo el dinero, y mis hijos tienen que pedirme permiso para disponer de él. A mis 65 años, sueño con comprar un vehículo de reparto para poder atender a todos nuestros clientes.
---- Extraído de “Mi historia”, artículo publicado en el nº. 12 de 1998

 

Memorias sobre Panchen

El Tíbet es una región autónoma china de nivel provincial igual a cualquier otra división administrativa. Pero debido a su especial historia y a su particular situación geográfica, siempre ha atraído la atención de todo el mundo. Desde su primer número nuestra revista ha tratado de reaccionar rápidamente a lo que ocurría en esta tierra: por ejemplo, la rebelión de la clase dirigentes, el 40 aniversario de la reforma democrática, el cincuentenario de la liberación pacífica y los tremendos cambios ocurridos en la vida económica y cultural de los habitantes del Tíbet. Mención especial merece la serie de artículos sobre el Panchen Lama, entre los que destacan Entrevista con el Panchen en el Tíbet; Entrevista con Panchen en Beijing; El Panchen Lama habla sobre el Tíbet; El Panchen Lama comenta los progresos del Tíbet y Las actividades religiosas de Panchen Lama. A continuación reproducimos un párrafo de una entrevista con el X Panchen Lama publicada por nuestra revista.
Quisiera decirle a las personas que se especializan en inventar el “problema del Tíbet” en los países extranjeros lo siguiente: algunos problemas presentados por ustedes no son reales en absoluto y otros sólo existen parcialmente. Estos problemas ya están resueltos o están en vías de solución. Actualmente, el Gobierno Central Popular aplica políticas justas, que han sido bien acogidas por las masas populares del Tíbet. Ante esta situación, deseo que dichas personas, chinos o extranjeros, hagan menos reproches y ayuden más. Históricamente, el Tíbet ha sido una región pobre. Desde el año 1952 hasta hoy día, el Gobierno Central Popular ha proporcionado 12.000 millones de yuanes para la construcción del Tíbet. Si ustedes tienen verdadero afecto hacia el Tíbet, sería mejor que le prestaran apoyo económico. Varios tibetanos de ultramar me han dicho que se ha formado un contingente de estudiantes universitarios tibetanos en el extranjero. Hablé con ellos diciéndoles que, si quieren mucho a su pueblo natal, podemos invitarlos a participar en la construcción del Tíbet. Aunque en el Tíbet hay cuatro universidades en las que anualmente se gradúan cientos de estudiantes, ello no cubre las necesidades. Queremos que los estudiantes residentes en el extranjero regresen al Tíbet. Pero cabe señalar que, después de su regreso, no estamos en condición de ofrecerles altos salarios, sino sueldos normales iguales a los que ganan los intelectuales tibetanos y los de la nacionalidad han. Además vivirán en los dormitorios públicos y comerán tsampa. Todos los tibetanos trabajan actualmente con diligencia en la meseta del Tíbet y solamente ustedes llevan una vida cómoda en el extranjero. Todos los días se encuentran bien alimentados y no trabajan. Además, organizan manifestaciones e inventan rumores. Estos actos son lamentables. Sus compatriotas tibetanos los califican como “viejos señores que contemplan el tiro de flechas”.

 

---- Extraído de “El Panchen Lama habla sobre el Tíbet”, artículo publicado en el nº. 1

de 1988

Testimonios del retorno de Hongkong y Macao

China perdió su soberanía de Hong Kong a raíz de un tratado desigual firmado con Gran Bretaña tras la Guerra del Opio (1940). A partir de entonces, el pueblo chino empezó una lucha sin descanso por recuperar su soberanía sobre Hong Kong, objetivo que no pudo pasar de ser un sueño en la vieja China. El 1 de julio de 1997 ese sueño se hizo realidad y Hong Kong volvió al regazo de la patria. A lo largo de 1997 nuestra revista publicó una columna especial, titulada Hechos históricos de Hong Kong, en  la que se ofrecía información sobre este acontecimiento histórico y se explicaba el problema de Hong Kong mediante temas populares que despertasen el interés de nuestros lectores.
La ceremonia en la que se firmó la Declaración Conjunta Sino-Británica duró solamente 15 minutos, pero las negociaciones previas se desarrollaron a lo largo de un arduo y dilatado proceso. Nuestra revista envió a varios de sus periodistas a Hong Kong para cubrir dicha ceremonia. Fruto de su trabajo fue el artículo 15 minutos históricos, del que reproducimos el siguiente pasaje.
El 19 de diciembre de 1984 es un día que quedará inscrito en los anales de la historia mundial y vale la pena que se lo conmemore para siempre. A las cinco y media de este día, el presidente de la Comisión Central de Asesoramiento del Partido Comunista de Chin, Deng Xiaoping; el Presidente de la República Popular China, Li Xiannian; y otros dirigentes estatales, llegaron sonrientes al salón oeste del Palacio del Pueblo y participaron en la ceremonia de firma de la declaración conjunta sino-británica sobre el problema de Hong Kong. El primer ministro Zhao Ziyang y la señora Margaret Thatcher estaban sentados detrás de la larga mesa cubierta de tela aterciopelada de color verde oscuro y frente a las banderas nacionales de China y Gran Bretaña. Cuando los jefes de los dos gobiernos estaban firmando, en el salón reinaba el silencio y sólo se oían los disparos de las cámaras fotográficas de decenas de periodistas chinos y extranjeros, quienes no solamente darían a conocer la noticia, sino también registraban la historia. Una vez terminada la firma, las 101 personalidades presentes, de diversos círculos de Hong Kong que habían sido invitadas a Beijing para asistir a la ceremonia, aplaudieron cordialmente. Los dos jefes de gobierno se pusieron de pie e intercambiaron los textos firmados. Después de un cordial apretón de manos, se ofrecieron una copa de vino en señal de felicitación. Un complicado problema histórico, que había durado un siglo y medio, quedó resuelto en quince minutos. La declaración conjunta ha establecido perfectamente que China retomará en 1997 el ejercicio de su soberanía sobre Hong Kong, ha sentado una base sólida para mantener la prosperidad y la estabilidad de Hong Kong, y ha abierto una nueva página en la cooperación entre China e Inglaterra.
---- Extraído de “15 minutos históricos”, artículo de nuestro reportero Wang Yongyao publicado en el nº. 3 de 1985

 

Enfocando el proceso de democratización

Tras el inicio de la política de reforma y apertura, la construcción de los órganos del poder ha venido experimentando notables progresos. La Asamblea Popular Nacional y la Asamblea Consultiva Política, los máximos órganos de poder de China, actúan cada vez con mayor eficacia, contribuyendo con ello a acelerar el proceso de democratización de los órganos del poder.
Sin la democratización es imposible realizar la modernización del país. La reciente sesión de la VII Asamblea Popular Nacional (APN) y el VII Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh) celebrados en Beijing simbolizan la aceleración del proceso democrático en China. Los periodistas extranjeros se sorprendieron del ambiente democrático sin precedentes que reinó en ambas sesiones.
… …
En las anteriores asambleas, casi todas las resoluciones fueron aprobadas por unanimidad. Sin embargo, durante el curso de la presente sesión, ningún acuerdo se consiguió con pleno consenso. Al someter a votación la elección de dirigentes del Estado, ningún candidato fue elegido unánimemente. Además, al votar la resolución sobre el informe de la labor del gobierno, varios diputados manifestaron su desacuerdo o se abstuvieron. Estos hechos nunca habían sucedido en la historia de la Nueva China.
El 28 de marzo, en una sesión plenaria de la VII APN, se sometió a aprobación los candidatos que debían figurar en las siete comisiones especiales subordinadas a la asamblea. Cuando estaba a punto de someterse a votación la lista de candidatos elegidos para la Comisión de Educación, Ciencia, Cultura y Salud Pública, Huang Shunxing, delegado de la provincia de Taiwan, presentó una objeción. De repente, el ambiente de la conferencia se caldeó. Lleno de entusiasmo y de moral, Huang opinó que, de acuerdo con el principio de rejuvenecer el cuerpo directivo, el candidato a presidente de dicha comisión evidentemente no era conveniente. Acto seguido, otro delegado se levantó y propuso que la comisión debía incluir al personal médico. Como resultado, la votación de esa comisión obtuvo 8 votos en contra y 69 abstenciones.
… …
Ye Xuanping de 65 años e hijo del mariscal Ye Jianying, fallecido Presidente de la APN, quien desempeñó el cargo de vicegobernador de la provincia de Guangdong a partir del año 1980 y actual gobernador de la misma localidad, nos dijo: “ Al tener un cargo como el mío no se pueden temer las críticas y las malas palabras, ya que nos sirven para conocer el pensamiento del pueblo. Al decir únicamente la verdad, los dirigentes no se hacen daño a sí mismos, sino que ganan la comprensión y confianza del pueblo. En torno a las políticas, las diversas opiniones pueden unificarse mediante la discusión democrática.
                                               
---- Extraído de “Proceso de democratización”, artículo de nuestros reporteros Deng Shulin y Xu Yaoping publicado en el nº. 6 de 1988

 

Lucha sin cuartel contra la corrupción

La corrupción es una enfermedad rebelde que existe desde la antigüedad. Pero ante ésta, los comunistas chinos nunca bajarán la guardia. Nuestro Gobierno ha promulgado numerosos reglamentos y leyes encaminados a combatir y controlar este fenómeno malsano, objetivo en que ya ha logrado éxitos sonados. Sin embargo, sigue habiendo ámbitos en los que la corrupción campa por sus respetos. Nuestra revista ha publicado diversos artículos en contra de esa lacra social. En el número de julio de 1986 nuestra revista publicó un artículo en el que Fei Xiatong, profesor de sociología de la Universidad de Beijing, analizaba este lacerante fenómeno. 
Hay quienes consideran que la corrupción se debe a la influencia perniciosa de la ideología capitalista occidental. Parece que no les falta razón, puesto que en los años 50 y 60, a diferencia de lo que sucede hoy en día, muy poca gente “se obsesionada por el dinero” y perseguía únicamente el enriquecimiento personal. Este cambio de actitud ha coincidido con la puesta en práctica de la política de reforma y apertura, y con la transición de la economía planificada a la econonía de mercado.
Con todo, el profesor Fei, convencido de que tal conclusión peca de simplista, afirma en el mencionado artículo:
 Este fenómeno es la manifestación de las causas internas de la corrupción existente en la larga historia del feudalismo chino, provocada por  las especiales condiciones exteriores [...] En la vieja China, la vinculación de la posesión del poder con la corrupción y la malversación, así como con la búsqueda del lucro personal, era un fenómeno muy extendido. ‘El gobernador de distrito que en tres años  se apropia indebidamente de 5.000 kilos aún puede ser considerado íntegro’, rezaba un popular dicho de la sociedad feudal china. Tras el triunfo de la revolución china, el nuevo poder político trajo nuevas costumbres a la sociedad. En los años 50, por ejemplo, estaban en boga las consignas de ‘servir al pueblo de todo corazón’ y de ‘ser honesto en el cumpliminto de las obligaciones oficiales’. Sin embargo, ello no significa que la corrupción se hubiese erradicado por completo. Los diez años de ‘revolución cultural’ (1966-1976) confundieron el pensamiento de la gente. Es fácil imaginar hasta qué punto el resto del mundo exterior influirá en nuestra población cuando China quede abierta al exterior. Por otra parte, los vacíos legales y la falta de una formación ideológica adecuada contribuirán a provocar  un nuevo incremento de los casos de corrupción y la aparición de infinidad de tendencias malsanas.
No se debe olivedarse que la ideologia tradicional del sistema hereditario chino controla aún a muchos chinos.Hay pocos padres chinos que no tengan en cuenta los intereses de sus hijos. Las actividades económicas ilegales llevadas a cabo por los hijos de altos funcionarios suelen estar muy relacionadas con la mentalidad de sus padres.
Debemos oponernos a todo tipo de corrupción, pero no sería realista pretender eliminar de un día para otro toda la basura que ha ido amontonándose a lo largo de milenios. No debemos bajar la guardia ante la corrupción, pero tampoco debemos abrigar temores infundados. Si para acabar con la corrupción se decidiera poner fin a la política de reforma y apertura, ello representaría un gran retroceso histórico.

 

Conmemoración del 50 aniversario de la República Popular

 

La fundación de la RPC (República Popular China) en 1949 marcó el comienzo de una nueva era para nuestro país y significó, parafraseando a Mao Zedong, que “el pueblo chino se había puesto en pie”. El 1 de octubre de 1999 se celebró el cincuentenario de la fundación de la RPC. Un mes antes, China hoy había comenzado a preparar un número especial. Lo que sigue es un extracto de Yo y la nueva China, artículo del editor honorario Israel Epstein publicado en el número 10 de 1999.

 
La velocidad y la amplitud del progreso chino en lo económico, lo tecnonógico y la vida del pueblo han llamado poderosamente la atención de la gente. En la vieja China que he conocido ningún producto de acero era de fabricación nacional; incluso las plumas de acero y los chenches se importaban de Alemania y Gran Bretaña. Hoy día, China es  una potencia en la producción de hierro, acero, carbón, cereales y productos textiles. Muchos volúmenes de producción de China figuran entre los primeros diez del mundo. Durante los 20 años transcurridos desde el inicio de la reforma y la apertura, la vida del pueblo ha experimentado grandes cambios. Los televisores, las lavadoras, las neveras, los teléfono y los aparatos de aire acondicionado han dejado de ser artículos de lujo fuera del alcance de la gente común. De las familias de las ciudades y los pueblos, el 90 por ciento tiene lavadora; el 76 por ciento, nevera; el 64 por ciento, teléfono; el 20 por ciento, aparato de aire acondicionado; y el 4 por ciento, ordenador personal. El número de familias que tienen automóvil está aumentando y los productos chinos de marca han entrado en el mercado mundial.
Los arriba mencionados son apenas algunos de los avances realizados por China en los últimos 20 años. Hoy día seguimos enfrentándonos con problemas y dificultades: la corrupción aumenta y los altos valores éticos están en decadencia; se eleva el desempleo a causa del progreso tecnológico; las dificultades que atraviesa una parte de la población debido al ajuste del sistema de bienestar social; la contaminación del medio ambiente; etc. Los medios de comunicación extranjeros destacan exclusivamente tales dificultades y defectos, pasando por alto los esfuerzos hechos por China para resolverlas y subsanarlos.
                  
El Ingreso de China en la OMC

 

La entrada de China en la OMC significa que la reforma y la apertura de nuestro país han entrado en una nueva etapa, imprimiendo con ello un nuevo impulso al desarrollo de la sociedad china.

En su artículo China prepara su incorporación a la OMC (publicado en el número 11 del 2001), nuestra reportera Yi Da escribió lo siguiente:
Durante la última etapa de los 15 años de negociaciones el pueblo chino ha adoptado una actitud muy distinta a la anterior. Durante cierto período, los especialistas y los estudiosos se han adelantado a las repercusiones de la entrada de China en la OMC y han prestado suma atención a los aspectos relacionados con la política, las leyes, el mercado y los recursos humanos. Al mismo tiempo, han presentado la propuesta de realizar lo mejor posible los preparativos en dichos ámbitos a fin de poder satisfacer las exigencias futuras. Por lo tanto, cabe decir que el pueblo chino en general y los funcionarios y expertos en particular han abandonado las actitudes ingenuas mostradas inicialmente y han comenzado a poner en ejecución medidas prácticas y concretas”.                                          
Dirección : 24, calle Baiwanzhuang, Beijing, 100037, China
Fax : 86-10-68328338
Sitio Web : http://www.chinatoday.com.cn
E-mail: chinepresent@263.net
Todos los derechos reservados: China hoy