JANVIER 2002

 

 

 

 

 

 

 

 


 

Acumulación de éxitos en los años 60

Al hablar de la década de los 60, lo primero que acude a la mente es la “revolución cultural”, movimiento político que duró diez años. También durante ese período prosiguió, nuestra revista prosiguió con su labor e informó de los éxitos cosechados en la construcción del país. Los grandes éxitos conseguidos en dicha época no sólo cimentaron el ulterior desarrollo de China, sino que contribuyeron a la restitución de los derechos de China como miembro de la ONU, restitución que se produjo a principios de la década siguiente.
Entre los grandes y numerosos resultados positivos alcanzados en los años sesenta en el campo de la defensa nacional, la ciencia y la tecnología sobresalen el lanzamiento experimental de una bomba atómica y de una bomba de hidrógeno, así como el lanzamiento de un satélite artificial. China consiguió dichos éxitos apoyándose exclusivamente en sus propios recursos, con lo que se puso de manifiesto el temple del espíritu nacional y la grandiosidad de nuestro país.

La bomba atómica, la bomba de hidrógeno y el satélite artificial llaman la atención del mundo  

A las 16 horas del 9 de mayo de 1966, China realizó exitosamente por encima de su zona occidental una explosión nuclear que contenía material termonuclear.
Cuando China hizo estallar su dos primeras bombas atómicas, el Gobierno de la República Popular China emitió declaraciones en las que expuso la posición fundamental de China respecto a la cuestión de las armas nucleares y propuso concretamente la celebración de una conferencia cumbre de todos los países del mundo para discutir la prohibición total y la destrucción completa de este tipo de armas.
Estamos plenamente convencidos de que es posible evitar una guerra nuclear, siempre que todos los pueblos y países del mundo amantes de la paz realicen esfuerzos mancomunados y perseveren en la lucha. Al igual que en el pasado, el Gobierno y el pueblo chinos, junto con los demás pueblos y países amantes de la paz, continuarán sosteniendo una lucha firme y perseverante por el noble objetivo de la prohibición total y la destrucción completa de las armas nucleares.
---- Extraído de “China lanza exitosamente una bomba que contiene materiales termonucleares”, publicado en el No. 7 de 1966
Se ha hecho realidad el gran llamamiento del presidente Mao de que "Nosotros también debemos producir satélites artificiales". El 24 de abril de 1970, China lanzó con éxito su primer satélite artificial.
Al enterarse de esta noticia excepcionalmente grata, el país entero, tanto las ciudades como las zonas rurales, estalló de inmensa alegría. La gente escuchaba una y otra vez por la radio y los altavoces el comunicado de prensa sobre el exitoso lanzamiento del  primer satélite artificial chino y los acordes de “El este es rojo” transmitidos por ese satélite artificial en honor de nuestro gran líder, el presidente Mao. En distintos lugares del país, cientos de miles de trabajadores que portaban enormes retratos de nuestro gran líder acudieron cantando y bailando a calles y plazas para celebrar mítines y manifestaciones. La tierra temblaba estremecida ante el resonar de los tambores, los gongs, los triquitraques, los gritos y las consignas: "¡ Viva el Presiente Mao!", "¡ Viva el Partido Comunista de China!". Llenas de orgullo, las gentes decían: " El exitoso lanzamiento del primer satélite artificial chino ha elevado en sumo grado la moral del pueblo chino y los pueblos revolucionarios del mundo, y ha infligido un duro golpe a la arrogancia del imperialismo, el revisionismo contemporáneo y la reacción mundial".
La grata noticia del exitoso lanzamiento del primer satélite artificial chino corrió como un reguero de pólvora por los cinco continentes y los pueblos revolucionarios del mundo se sintieron sumamente regocijados y estimulados por ello. El presidente Mao Tsetung, el vicepresidente Lin Piao y el primer ministro Chou En-lai han recibido telegramas enviados por los partidos hermanos y los estados amigos, en los cuales felicitan a nuestro país por haber iniciado con buen pie el desarrollo de su técnica espacial.
Este satélite se mantiene normalmente en órbita alrededor del globo terrestre. Todos los días los periódicos informan de la hora en la que el primer satélite artificial chino puede verse desde las diversas ciudades de la patria. En la espléndida noche, el pueblo de todas las nacionalidades del país contempla feliz el magnífico paso del primer satélite artificial lanzado por China.
----Extraído de “China celebra jubilosamente el lanzamiento de su primer satélite”, publicado en el No. 7 de 1970

 

El campo petrolífero de Daqing y su “hombre de hierro”

Tras ser nombrado vicepresidente del comité revolucionario del campo petrolífero de Taching, Wang Chin-hsi (izquierda) siguió trabajando normalmente y formando a jóvenes al pie de los pozos

El campo petrolífero de Taqing se construyó en condiciones infrahumanas y tiempos difíciles. Se inició la batalla para ponerlo en explotación en 1960, cuando China hacía frente a graves calamidades naturales y dificultades coyunturales en la economía nacional, y el imperialismo, el revisionismo y la reacción las aprovechaban para provocar disturbios y bloquear económicamente a China.
Al comienzo de la batalla, los obreros no construyeron viviendas para ellos, sino que utilizaban establos en ruinas como alojamiento y oficinas. Los que no tenían ningún cobertizo vivían en cuevas o acampaban al aire libre. Al no poseer máquinas o camiones, trasportaban las instalaciones arrastrándolas o cargándolas a sus espaldas. “Si hay condiciones lo construiremos, y si no las hay, las crearemos”, esta frase se convirtió en la orgullosa consigna de los constructores de Daqing.
A fin de marchar de prisa en el trabajo, el jefe del equipo perforador No. 1205, el veterano obrero Wang Jinxi (conocido como “el hombre de hierro”), organizó a sus obreros para que transportaran, sobre sus propios hombros o con gruesos palos, las máquinas perforadoras antes de que llegaran las grúas y otros medios de transporte. Esas instalaciones pesaban más de 60 toneladas. Las descargaron por separado del tren, llevándolas a hombros o haciéndolas llegar al lugar de prospección moviéndolas metro a metro con ayuda de sus gruesos palos, y las montaron para comenzar la perforación inmediatamente. Cuando la máquina estaba lista para empezar a funcionar, todavía no se habían tendido bien las tuberías necesarias. Fueron a sacar con cubos y palanganas el agua del lago a una distancia de varios cientos de metros, portearon en total decenas de miles de litros de agua, necesarios para el buen funcionamiento de una máquina perforadora. Así se perforó el primer pozo petrolero de alta calidad y a máxima velocidad.

 

Línea férrea en las zonas montañosas

La línea férrea Chengdu-Kunming, de 1.085 kilómetros de longitud, fue construida en 1985. Esta línea troncal de comunicación del suroeste conecta con el ferrocarril Chengdu-Baoji en el norte, formando parte de la gran red ferroviaria que cruza el suroeste y el noroeste de China.
La línea férrea serpentea por entre escarpadas montañas y numerosos ríos de las provincias de Sichuan y Yunnan. A lo largo de su recorrido hay enormes montañas y hondos valles, grandes ríos de rápidas aguas, complejas condiciones geológicas y frecuentes cambios de clima. Una tercera parte de la línea pasa por una zona sísmica donde se han registrado terremotos de más de siete grados. Por allí, los constructores horadaron centenares de montañas, excavaron 427 túneles, tendieron 653 puentes y construyeron decenas de estaciones dentro de túneles y sobre puentes. En cierta oportunidad, debido a un fuerte lluvia torrencial, la formación rocosa cambió de lugar, y más de diez metros del techo de la boca del túnel se derrumbaron. Luo Chunwei, miembro del Partido Comunista, dijo con firmeza: “Compañeros, somos combatientes del pueblo y podemos hacer frente al cielo caído y a la tierra hundida. Debemos luchar por el Partido y el pueblo hasta el último momento de nuestra vida”. Sus 13 compañeros, formados en una firme colectividad combativa, observaron el derrumbamiento e intensificaron la estibación. Bajo la luz de una linterna de pilas, finalizaron el vaciado externo de la bóveda con el hormigón ya preparado. Cierto día, el tiempo cambió repentinamente: Se levantó un viento furioso, los nubarrones se revolvieron, llovía a cántaros con truenos y relámpagos. El jefe de la campañía reunió entonces a los soldados paraban discutir si paraban los trabajos. Los constructores dijeron: “Tenemos que aprovechar el tiempo para terminar la obra lo antes posible. Nuestra voluntad revolucionaria debe formarse precisamente en medio de tempestades”. Intensificando las medidas de seguridad laboral, reanudaron su trabajo.

 

Los médicos descalzos

Muchos de los problemas existentes en China afectan principalmente a los campesinos. Uno de ellos es el de la atención médica. No podrá decirse que China ha resuelto la problemática planteada por la prestación de servicios médicos hasta que no se resuelvan los problemas que acompañan a la atención médica de los campesinos, grupo de ciudadanos que representan la mayoría de la población de nuestro país. A pesar de su escasa preparación técnica, los médicos descalzos que aparecieron en las zonas rurales de China durante los años 50, 60 y 70 del siglo XX suplieron no pocas deficiencias de los servicios de asistencia médica. Terminada la época de las comunas populares, casi todos los campesinos comenzaron a recibir asistencia médica, pero todavía hoy se sigue insistiendo en la necesidad de intensificar los trabajos médicos y sanitarios en las zonas rurales.
“Ta-Hsin, ¡Apresúrate y examina a nuestro hijo! ¡Está enfermo!”
Una alta muchacha de 20 años, que se encontraba transplantando arroz con otros comuneros, inmediatamente dejó caer sus brotes y salió del agua, a la entrada del arrozal. Sin detenerse para limpiarse sus pies embarrados, tomó del suelo su botiquín y salió corriendo. Era Chang Ta-sin, una trabajadora sanitaria que también trabaja como granjera en la brigada Tungping de la Comuna Popular Chiangchen, en la costa sureste de Shanghai. Los comuneros la llaman afectuosamente su “médica descalza”.
En una ocasión fue llamada para que atendiera a una mujer que tenía un parto difícil. Aunque el niño nació, éste tenía el cuerpo amoratado y no podía respirar. Chang Ta-sin le aplicó una inyección al niño para estimular su corazón y le dio un tratamiento con acupuntura. Pero todo fue en vano. Cuando abrió la boca del niño, ésta estaba llena de sangre coagulada. A pesar de le que sacó los coágulos de sangre, el niño seguía sin respirar. Entonces, colocó su boca en la del niño y comenzó a succionar. Aunque sintió náuseas por el hedor, se contuvo y continuó succionando. Apesadumbrado, el padre del niño, viendo que ya no había esperanza, le pidió a Ta-sin que descansara. Pero Ta-sin continuó trabajando y después de 45 minutos, el niño tuvo su primer y débil respiro y su piel comenzó a cambiar de color. Entonces se escuchó el primer grito del bebé.
Los médicos descalzos de las comunas no solamente curan las enfermedades, también son propagandistas del pensamiento de Mao Zedong. Son consejeros en el trabajo preventivo. Afectuosamente enseñan a los comuneros cómo y por qué debe desinfectarse el agua potable, a diseñar los sitios de las letrinas, y a utilizar científicamente los excrementos; asimismo dan explicaciones sobre sanidad e higiene y ayudan a los comuneros a efecturar campañas de sanidad. Gracias a esto, el número de casos de enfermedades contagiosas ha disminuido notablemente. Los médicos descalzos han llegado a ser una fuerza efectiva en el cumplimiento de la política de dar énfasis a la prevención de las enfermedades en la práctica médica. También han ayudado notablemente a cambiar las costumbres y hábitos y a transformar el campo.

 

China restituida a su legítimo puesto en la ONU

China es uno de los países fundadores de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de dicha organización. Debido a los obstáculos puestos por una serie de países encabezados por los Estados Unidos, durante mucho tiempo la RPC permaneció alejada del lugar que en justicia le correspondía dentro de la ONU. En 1971, durante su XXVI Período de Sesiones, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó por una aplastante mayoría de votos la restitución a la RPC de su condición de miembro de pleno derecho de la organización mundial de máximo nivel. Ello supuso una victoria tanto de los países que defienden la justicia como del pueblo chino. En aquel momento histórico, el jefe de la delegación china pronunció un importante discurso. Al releerlo ahora, nos embarga la misma emoción que sentimos al leerlo por primera vez. 
Hemos sostenido siempre que todos los países, grandes o pequeños, deben estar en pie de igualdad y que los Cinco Principios de la Coexistencia Pacífica deben ser las normas que rijan las relaciones entre los Estados. Todos los pueblos tienen derecho a darse el sistema social conforme a su propia voluntad y a salvaguardar la independencia, soberanía e integridad territorial de sus propios países, y ningún país tiene derecho a perpetrar la agresión, la subversión, el control, la intervención y el atropello contra otro país. Somos contrarios a la teoría imperialista y colonialista según la cual los países grandes son superiores a los países pequeños y éstos deben subordinarse a aquiéllos. Nos oponemos a la política de fuerza y al hegemonismo que presuponen el atropello de países grandes a países pequeños, de países poderosos a países débiles. Sostenemos que los asuntos de cada país deben ser manejados por su propio pueblo, que los asuntos del mundo deben ser manejados por todos los países del mundo y que los asuntos de las Naciones Unidas deben ser manejados por todos sus miembros, y es impermisible la manipulación y monopolio por parte de las supoerpotencias. Las superpotencias son las que pretenden ponerse por encima de los demás y tiranizarlos cabalgando sobre sus espaldas. China jamás será, ni ahora ni en el futuro, una superpotencia, autora de la agresión, subversión, control, intervensción y atropello contra otros.

 

El Este es rojo

El Este es rojo es un espectáculo épico de cantos y danzas que narra la revolución china creado para celebrar el 15 aniversario de la fundación de la RPC. Esta obra compuesta de forma colectiva incorpora un sinfín de novedades relacionadas con la literatura, el canto poético, la música, la danza, la iluminación, el sonido, etc. Durante los 40 años transcurridos desde su creación, no ha habido artista que no haya intentado superar esta obra, pero ninguno lo ha conseguido.
El Este es rojo es un espectáculo épico de grandes dimensiones al contar con 3.000 ejecutantes que a través de coros, solos y danzas rememoran a grandes rasgos la revolución del pueblo chino desde la fundación del Partido Comunista en 1921 hasta el presente. Se puso en escena durante la celebración del décimoquinto aniversario de la fundación de la RPC el 1° de octubre de 1964. Las primeras 14 representaciones que se llevaron a cabo en el auditorio principal del Gran Palacio del Pueblo con capacidad de más de 10.000 personas fueron presenciadas por un total de 150.000 espectadores, entre los cuales se encontraban 3.000 invitados extranjeros de cinco continentes. Muchos millones más pudieron apreciarlo en la TV.
Este espectáculo, que consta de ocho actos, sintetiza la lucha del pueblo chino, la construcción del pueblo chino bajo la dirección del partido comunista y refleja la aplicación exitosa y creadora del marxismo-leninismo a la revolucion china por el presidente Mao, cuyos pensamiento está presente de comienzo a fin del espectáculo.
“El Este es rojo” hace pleno uso de la música y la danza que han venido desarrollándose durante las pasadas etapas revolucionarias y las eleva a un nivel digno del tema central. Para cada componente, se seleccionaron como motivo principal las canciones revolucionarias más en boga de la época.
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