JANVIER 2002

 

 

 

 

 

 

 

 


 

Años cincuenta: personajes célebres redactan la revista

En la primera etapa de China hoy, fueron muchos los personajes célebres que escribieron artículos para la revista. La directora de la redacción era Soong Qing Ling, Presidenta Honoraria de la República Popular China y esposa del Sun Yat-sen. El famoso activista Jin Zhonghua y Chen Hansheng, investigador de la historia universal y la política internacional, desempeñaban el puesto de subdirectores de redacción.

Elogio de la paz

Soong Qing Ling, miembro de la comisión internacional para la paz, se consagró a la noble causa de la paz y redactó varios artículos exhortando a extenderla por todo el mundo.

La reunión sobre la paz en la región Asia-Pacífico, que ha contado con la presencia de representantes de diversas etnia y de diversos países y regiones, ha culminado con pleno éxito. ¿Con que fin se convocó dicha reunión? Para fomentar por la paz y la  fraternidad. El pueblo ansía establecer la paz en un ámbito más amplio por medio de esta reunión.

Hacía mucho tiempo que una causa no despertaba la solidaridad como lo ha hecho la causa de la paz. En Beijing, los representantes de América Latina y de la India se sentaron juntos, como también lo hicieron los de Canadá y Birmania, Estados Unidos y Corea del Sur, China y los países de Oriente Medio, Japón y Mongolia, y Paquistán y Nueva Zelanda.

Las grandes contribuciones hechas  por la región Asia-Pacífico infunde a la opinión pública la esperanza de poder superar las dificultades. En muchos lugares, ésta es consciente de que, pese al acercamiento de la guerra, es capaz de cambiar el proceso de la historia. Miles de personas participaron en la firma para el desarme total y pidieron el acuerdo de cinco países, el control del armamento y el fin de los  preparativos bélicos de Japón y Alemania Occidental. Todo esto con un fin: la Conferencia de Paz de Viena.

Todas las personas justas, sea cual sea su punto de vista, abrigan la misma noble esperanza. El pueblo expresa su deseo por diversos canales para apoyar la Conferencia de Paz de Viena, puesto que está convencido de que los esfuerzos tanto en lo espiritual como en lo esencial darán sus frutos en Beijing, en Viena y en otros lugares.

¡ El pueblo defiende y defenderá la paz!

------ Extraído de “Vamos a Viena a por la paz”, artículo de Soong Qing Ling publicado en el No. 6 de 1952

Proteger la democracia

Las elecciones populares de 1953 fueron un gran acontecimiento que mostró la participación de los chinos en los asuntos estatales. Un artículo de Jing Zhonghua refleja la realidad de aquel entonces.

Miles de personas participaron en las elecciones. Tras la primera ronda, nació la asamblea popular de nivel de cantona, de las que en todo el país existen 280.000. Un representante de cantón es elegido de entre más de cien candidatos. Las próximas elecciones se efectuarán en los 2.037 distritos, 153 ciudades y 30 provincias de China, y, por último, se elegirá a los representantes de nivel nacional.

El Gobierno Popular fue elegido por la asamblea del mismo nivel. La Asamblea Popular Nacional se encarga de la elaboración de leyes, la planificación del plan quinquenal y la elección del nuevo Gobierno Central.

Los organismos del Gobierno Central salen de las elecciones. Después de la liberación, se puso de moda esta consigna: "Somos dueños de nuestro destino”. En cuanto al número de participantes, China representa la mayor democracia.

---- Extraído de “Las mayores elecciones populares del mundo”, articulo de Jin Zhonghua publicado en el No.4 del 1953

El I Plan Quinquenal

Tras la fundación de la nueva China, el pueblo chino se volcó en la construcción del país para apartarse gradualmente de la pobreza. El I Plan Quinquenal  que se realizó desde el año 1953 tuvo su importante significado. En aquellos cinco años echaron buena base para el posterior desarrollo de la industria y la defensa nacional de China.

El I Plan Quinquenal se inició en el año 1953 con el propósito de establecer una base sólida para la industria y la agricultura de nuestro país socialista.

El plan concede especial importancia a la industria pesada, cuyo progreso determina el de los demás sectores, sobre todo el de la agricultura, que al que se dedica la mayor parte de la población China. En algunas granjas estatales, la llegada de máquinas modernas ha impresionado profundamente a los campesinos. Un anciano dijo que una jornada de veinte buyes no alcanzaba lo que en diez minutos hacía un solo “buey de hierro”, que es como llamaba al tractor. Los tractores y las máquinas agrícolas son productos de la industria pesada. La producción actual de acero no alcanza a la de la Rusia de 1913, razón por la cual decidimos concentrar nuestros esfuerzos en la producción de las máquinas necesarias para la modernización de la agricultura.

En el primer bienio del plan quinquenal, la industria pesada experimentó avances notables. En efecto, entre 1952 y 1954, la producción de hierro se incrementó un 56 por ciento; la de acero, un 65 por ciento; la de electricidad, un 51 por ciento; la de carbón, un 26 por ciento; la de petróleo crudo, un 84 por ciento; la de cemento, un 61 por ciento; y la de maquinaria, un ciento por ciento. Ahora China es capaz de fabricar algunas piezas de máquina que anteriormente no podía fabricar. A finales de 1957, los equipos de maquinaria, la maquinaria de precisión, los aviones, los camiones y los tractores saldrán de las cadenas de producción y la envergadura de la industria pesada será 2,25 veces superior a la del año 1952.

---- Extraído de “La gran significación del I Plan Quinquenal”, artículo de Chen Hansheng publicado en el No. 10 de 1955

La reforma agraria

Para los campesinos chinos, es decir, para la mayor parte de los habitantes de nuestro país, la tierra, que les fue arrebatada en la sociedad feudal, representa su vida. En este sentido, la restitución de ésta a los campesinos era el requisito previo para su emancipación. Por consiguiente,  en sus primeros años el Gobierno Central se fijó como objetivo prioritario la puesta en práctica de la reforma agraria, gracias la cual los campesinos se convertirían en dueños de las tierras que trabajaban.

El 30 de junio de 1950 se promulgó la Ley de Reforma Agraria de la República Popular China, por la que los  derechos de propiedad de la tierra pasaban de la clase terrateniente a los campesinos, con lo cual se consiguió liberar a la mano de obra rural, desarrollar la agricultura y abrir caminos a la industrializacion de la nueva China.

El objetivo de la reforma agraria, que se encuentra ya en su última etapa, es abolir el sistema feudal de la distribución de la  tierra vigente en China durante 2.500 años y sustituirlo por un sistema en el que los trabajadores son dueños de la tierra. Antes de la reforma, los terratenientes, es decir un 5 por ciento de la población, acaparaban entre el 50 y el 60 por ciento de la tierras. Esta situación injusta fue un factor interno que impidió el avance de China. Hoy, sin embargo, quienes vivieron oprimidos, disfrutan de una auténtica democracia.

En junio de 1950,  el Gobierno Central promulgó la Ley de Reforma Agraria; en agosto de ese  mismo año el Gobierno Central aprobó la decisión sobre la división de las clases en el campo.

La reforma abarca cuatro etapas: en la primera, se estudia la situación de determinado cantón o aldea; en la segunda, se define la clase de los campesinos; en la  tercera, se confiscan los bienes a los terratenientes para redistribuirlos; y en la cuarta, se destruyen públicamente los contratos y documentos entregados por los terratenientes. En 1951, la reforma afectó a 320 millones de campesinos, es decir, a  un 80 por ciento de la población campesina; en 1952, la reforma se extenera a todo el territorio chino, con excepción de Taiwan y de algunas regiones de las minorías nacionales. Tras la reforma, los campesinos trabajan con ilusión, la producción de cereales se ha incrementado y el poder adquisitivo ha aumentado. No obstante, las repercusiones de la reforma no se circunscriben al ámbito económico, puesto que ésta impulsa el progreso tanto económico como cultural y contribuye a la paz mundial.

---- Extraído de “La reforma agraria suprime el sistema feudal”, artículo de Chen Hanxiang publicado en el No. 3 de 1952

Una bella flor del arte tradicional

Una de los objetivos de nuestra revista es dar al conocer al resto del mundo las ricas manifestaciones del arte, la cultura, la música, el teatro y el cine de nuestro país, manifestaciones artísticas que, recogiendo lo bueno que le había dejado la tradición, experimentaron un gran auge en la nueva sociedad. Entre los intelectuales de primera fila que escribieron artículos para nuestra revista cabe destacar a Lao She, Mei Lanfang, Liang Sicheng, Hu Yuzhi, Liu Danian, Bai Shouyi, Zhou Gucheng, Wu Yuzhang, Zheng Zhenzhuo, Wu Zuoren, Zhu Kezhen, Hua Luogeng y Li Siguang. El gran maestro de la ópera de Beijing, Mei Lanfang, redactó algunos artículos sobre la ópera china tradicional.

La ópera china tradicional tiene ya una larga historia. Se trata de una representante del patrimonio cultural respetada por las masas populares.

El Ministerio de Cultura y los círculos artísticos estamos realizando la tarea de poner el arte de la vieja sociedad al servicio del pueblo de la nueva sociedad. Por una parte, debemos recoger lo mejor que nos ha legado la tradición operística, esto es, el espíritu patriótico, progresista y democrático; por otra parte, debemos desechar lo negativo de dicha tradición, a saber, las ideas obsoletas y reaccionarias de la sociedad feudal y de las sociedades semifeudal y semicolonialista de la vieja China.

De entre las nuevas óperas, la que más éxito ha tenido ha sido Tres batallas en la aldea de Zhu. Inspirada en la famosa novela clásica A la orilla del agua, esta ópera recrea la insurrección campesina que se produjo en tiempos de la dinastía Song, representándose sobre el escenario diversas batallas y la lucha entre las ideas correctas y las ideas equivocadas.

El pueblo chino siempre ha sido muy aficionado a la ópera tradicional y sus críticas son generalmente acertadas. Con todo, en la vieja sociedad algunos espectadores sólo atendían a las cualidades de los actores; y los miembros de la clase dominante controlaban los teatros, donde  presenciaban las actuaciones de los actores más famosos sin tratarlos adecuadamente. Es casi imposible describir la discriminación, la opresión y las humillaciones que sufrimos los actores en aquellos tiempos.

----- Extraído de “El arte tradicional tiene un brillante futuro”, artículo de Mei Lanfang publicado en el No. 5 de 1952

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