En la primera etapa de China hoy, fueron muchos los personajes célebres que escribieron artículos
para la revista. La directora de la redacción era Soong
Qing Ling, Presidenta Honoraria de la República Popular
China y esposa del Sun Yat-sen. El famoso activista Jin
Zhonghua y Chen Hansheng, investigador de la historia universal
y la política internacional, desempeñaban el puesto de subdirectores
de redacción.
Elogio
de la paz
Soong
Qing Ling, miembro de la comisión internacional para la
paz, se consagró a la noble causa de la paz y redactó varios
artículos exhortando a extenderla por todo el mundo.
La reunión sobre la paz en la región Asia-Pacífico, que ha contado con
la presencia de representantes de diversas etnia y de diversos
países y regiones, ha culminado con pleno éxito. ¿Con que
fin se convocó dicha reunión? Para fomentar por la paz y
la fraternidad.
El pueblo ansía establecer la paz en un ámbito más amplio
por medio de esta reunión.
Hacía
mucho tiempo que una causa no despertaba la solidaridad
como lo ha hecho la causa de la paz. En Beijing, los representantes
de América Latina y de la India se sentaron juntos, como
también lo hicieron los de Canadá y Birmania, Estados Unidos
y Corea del Sur, China y los países de Oriente Medio, Japón
y Mongolia, y Paquistán y Nueva Zelanda.
Las grandes contribuciones hechas
por la región Asia-Pacífico infunde a la opinión
pública la esperanza de poder superar las dificultades.
En muchos lugares, ésta es consciente de que, pese al acercamiento
de la guerra, es capaz de cambiar el proceso de la historia.
Miles de personas participaron en la firma para el desarme
total y pidieron el acuerdo de cinco países, el control
del armamento y el fin de los preparativos bélicos de Japón y Alemania Occidental.
Todo esto con un fin: la Conferencia de Paz de Viena.
Todas
las personas justas, sea cual sea su punto de vista, abrigan
la misma noble esperanza. El pueblo expresa su deseo por
diversos canales para apoyar la Conferencia
de Paz
de Viena, puesto que está convencido de que los esfuerzos
tanto en lo espiritual como en lo esencial darán sus frutos
en Beijing, en Viena y en otros lugares.
¡ El
pueblo defiende y defenderá la paz!
------ Extraído de “Vamos a Viena a por
la paz”, artículo de Soong Qing Ling publicado en el No.
6 de 1952
Proteger
la democracia
Las elecciones populares de 1953 fueron
un gran acontecimiento que mostró la participación de los
chinos en los asuntos estatales. Un artículo de Jing Zhonghua
refleja la realidad de aquel entonces.
Miles de personas participaron en las elecciones. Tras la primera ronda,
nació la asamblea popular de nivel de cantona, de las que
en todo el país existen 280.000. Un representante de cantón
es elegido de entre más de cien candidatos. Las próximas
elecciones se efectuarán en los 2.037 distritos, 153 ciudades
y 30 provincias de China, y, por último, se elegirá a los
representantes de nivel nacional.
El
Gobierno Popular fue elegido por la asamblea del mismo nivel.
La Asamblea Popular Nacional se encarga de la elaboración
de leyes, la planificación del plan quinquenal y la elección
del nuevo Gobierno Central.
Los
organismos del Gobierno Central salen de las elecciones.
Después de la liberación, se puso de moda esta consigna:
"Somos dueños de nuestro destino”. En cuanto al número
de participantes, China representa la mayor democracia.
---- Extraído de “Las mayores elecciones
populares del mundo”, articulo de Jin Zhonghua publicado
en el No.4 del 1953
El
I Plan Quinquenal
Tras
la fundación de la nueva China, el pueblo chino se volcó
en la construcción del país para apartarse gradualmente
de la pobreza. El I Plan Quinquenal
que se realizó desde el año 1953 tuvo su importante
significado. En aquellos cinco años echaron buena base para
el posterior desarrollo de la industria y la defensa nacional
de China.
El I Plan Quinquenal se inició en el año 1953 con el propósito de establecer
una base sólida para la industria y la agricultura de nuestro
país socialista.
El plan concede especial importancia a
la industria pesada, cuyo progreso determina el de los demás
sectores, sobre todo el de la agricultura, que al que se
dedica la mayor parte de la población China. En algunas
granjas estatales, la llegada de máquinas modernas ha impresionado
profundamente a los campesinos. Un anciano dijo que una
jornada de veinte buyes no alcanzaba lo que en diez minutos
hacía un solo “buey de hierro”, que es como llamaba al tractor.
Los tractores y las máquinas agrícolas son productos de
la industria pesada. La producción actual de acero no alcanza
a la de la Rusia de 1913, razón por la cual decidimos concentrar
nuestros esfuerzos en la producción de las máquinas necesarias
para la modernización de la agricultura.
En
el primer bienio del plan quinquenal, la industria pesada
experimentó avances notables. En efecto, entre 1952 y 1954,
la producción de hierro se incrementó un 56 por ciento;
la de acero, un 65 por ciento; la de electricidad, un 51
por ciento; la de carbón, un 26 por ciento; la de petróleo
crudo, un 84 por ciento; la de cemento, un 61 por ciento;
y la de maquinaria, un ciento por ciento. Ahora China es
capaz de fabricar algunas piezas de máquina que anteriormente
no podía fabricar. A finales de 1957, los equipos de maquinaria,
la maquinaria de precisión, los aviones, los camiones y
los tractores saldrán de las cadenas de producción y la
envergadura de la industria pesada será 2,25 veces superior
a la del año 1952.
---- Extraído de “La gran significación
del I Plan Quinquenal”, artículo de Chen Hansheng publicado
en el No. 10 de 1955
La
reforma agraria
Para los campesinos chinos, es
decir, para la mayor parte de los habitantes de nuestro
país, la tierra, que les fue arrebatada en la sociedad feudal,
representa su vida. En este sentido, la restitución de ésta
a los campesinos era el requisito previo para su emancipación.
Por consiguiente, en
sus primeros años el Gobierno Central se fijó
como objetivo prioritario
la puesta en práctica de la reforma agraria, gracias la
cual los campesinos se convertirían en dueños de las tierras
que trabajaban.
El 30 de junio de 1950 se promulgó la
Ley de Reforma Agraria de la República Popular China, por
la que los derechos de propiedad de la tierra pasaban
de la clase terrateniente a los campesinos, con lo cual
se consiguió liberar a la mano de obra rural, desarrollar
la agricultura y abrir caminos a la industrializacion de
la nueva China.
El objetivo de la reforma agraria, que se encuentra ya en su última etapa,
es abolir el sistema feudal de la distribución de la tierra vigente en China durante 2.500 años
y sustituirlo por un sistema en el que los trabajadores
son dueños de la tierra. Antes de la reforma, los terratenientes,
es decir un 5 por ciento de la población, acaparaban entre
el 50 y el 60 por ciento de la tierras. Esta situación injusta
fue un factor interno que impidió el avance de China. Hoy,
sin embargo, quienes vivieron oprimidos, disfrutan de una
auténtica democracia.
En junio de 1950,
el Gobierno Central promulgó la Ley de Reforma Agraria;
en agosto de ese mismo año el Gobierno Central aprobó la decisión
sobre la división de las clases en el campo.
La
reforma abarca cuatro etapas: en la primera, se estudia
la situación de determinado cantón o aldea; en la segunda,
se define la clase de los campesinos; en la
tercera, se confiscan los bienes a los terratenientes
para redistribuirlos; y en la cuarta, se destruyen públicamente
los contratos y documentos entregados por los terratenientes.
En 1951, la reforma afectó a 320 millones de campesinos,
es decir, a un 80
por ciento de la población campesina; en 1952, la reforma
se extenera a todo el territorio chino, con excepción de
Taiwan y de algunas regiones de las minorías nacionales.
Tras la reforma, los campesinos trabajan con ilusión, la
producción de cereales se ha incrementado y el poder adquisitivo
ha aumentado. No obstante, las repercusiones de la reforma
no se circunscriben al ámbito económico, puesto que ésta
impulsa el progreso tanto económico como cultural y contribuye
a la paz mundial.
---- Extraído de “La reforma agraria suprime
el sistema feudal”, artículo de Chen Hanxiang publicado
en el No. 3 de 1952
Una
bella flor del arte tradicional
Una
de los objetivos de nuestra revista es dar al conocer al
resto del mundo las ricas manifestaciones del arte, la cultura,
la música, el teatro y el cine de nuestro país, manifestaciones
artísticas que, recogiendo lo bueno que le había dejado
la tradición, experimentaron un gran auge en la nueva sociedad.
Entre los intelectuales de primera fila que escribieron
artículos para nuestra revista cabe destacar a Lao She,
Mei Lanfang, Liang Sicheng, Hu Yuzhi, Liu Danian, Bai Shouyi,
Zhou Gucheng, Wu Yuzhang, Zheng Zhenzhuo, Wu Zuoren, Zhu
Kezhen, Hua Luogeng y Li Siguang. El gran maestro de la
ópera de Beijing, Mei Lanfang, redactó algunos artículos
sobre la ópera china tradicional.
La ópera china tradicional tiene ya una larga historia. Se trata de una
representante del patrimonio cultural respetada por las
masas populares.
El
Ministerio de Cultura y los círculos artísticos estamos
realizando la tarea de poner el arte de la vieja sociedad
al servicio del pueblo de la nueva sociedad. Por una parte,
debemos recoger lo mejor que nos ha legado la tradición
operística, esto es, el espíritu patriótico, progresista
y democrático; por otra parte, debemos desechar lo negativo
de dicha tradición, a saber, las ideas obsoletas y reaccionarias
de la sociedad feudal y de las sociedades semifeudal y semicolonialista
de la vieja China.
De
entre las nuevas óperas, la que más éxito ha tenido ha sido
Tres batallas en la aldea de Zhu. Inspirada
en la famosa novela clásica A la orilla del agua, esta ópera recrea la insurrección campesina que se produjo en tiempos
de la dinastía Song, representándose sobre el escenario
diversas batallas y la lucha entre las ideas correctas y
las ideas equivocadas.
El
pueblo chino siempre ha sido muy aficionado a la ópera tradicional
y sus críticas son generalmente acertadas. Con todo, en
la vieja sociedad algunos espectadores sólo atendían a las
cualidades de los actores; y los miembros de la clase dominante
controlaban los teatros, donde presenciaban las actuaciones de los actores más famosos sin tratarlos
adecuadamente. Es casi imposible describir la discriminación,
la opresión y las humillaciones que sufrimos los actores
en aquellos tiempos.
----- Extraído de “El arte tradicional
tiene un brillante futuro”, artículo de Mei Lanfang publicado
en el No. 5 de 1952