Dali, rica historia y encantos típicos
Por WU MEILING
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Vivienda típica de
Dali. |
LAS huellas de 4.000 años de los ancestros de la etnia
bai que el tiempo no ha podido borrar, unidas a una rica historia
y un paisaje de encantos típicos, convierten Dali, en la
región occidental de la provincia de Yunnan, en una ciudad
nacionalmente famosa.
En la época de los Reinos Combatientes, hace más
de 2.200 años, la Ruta de la Seda sureña y el Camino
del Té y los Caballos pasaban por aquí y servían
para enlazar las civilizaciones de ambos hemisferios. En la dinastía
Yuan (1206-1368), Dali era considerada una de las 14 ciudades
más grandes del mundo, y durante las dinastías Tang
y Song, es decir, del siglo VII a mediados del XIII, se encontraba
en pleno apogeo como centro político, económico
y cultural de Yunnan.
La entrada de la caballería mongola, en 1253, significó
el fin del antiguo reino de Dali, con lo que el centro político
de Yunnan comenzó a trasladarse a Kunming y posteriormente
se fundó la provincia de Yunnan.
Zona antigua de Dali
Al divisar Dali, da la impresión de estar observando una
pintura tradicional china de tintas. Los muros blancos y las tejas
grises parecen más bien un bosquejo. Así es esta
antigua ciudad, marcada por el profundo sedimento de la historia
y rebosante de elegancia y suavidad.
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Entrada
sureña a la zona antigua. |
Las
tres pagodas de Dali. |
Río
entre las montañas. |
Como capital de dos reinos, la localidad empezó a ser
el centro político, económico y cultural de Yunnan
desde hace 600 años y, según un investigador estadounidense,
fue esta una de las 14 metrópolis del mundo un milenio
atrás. Pese a los sucesivos cambios de gobiernos y vicisitudes
afrontados a lo largo de la historia, la ciudad mantiene en pie
las torres erguidas en sus extremos sur y norte, las tres pagodas
de mil años y las calles en forma de tablero de ajedrez.
Pero lo que la diferencia de los tiempos pasados es el creciente
número de turistas europeos que la visitan y recorren sus
calles, dándole cierto matiz exótico.
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Flores del paso
alto. |
En el paso bajo,
el viento es intenso durante todo el año. |
Las corrientes de agua que pasan por delante de las casas y las
flores que crecen en cada hogar constituyen encantos típicos
de la antigua ciudad. En la calle Sanyue puede apreciarse un monolito
que describe las hazañas del emperador Kublai Khan para
la unificación del país y en el casco antiguo hay
miles de tiendas con todo tipo de souvenires. La calle Yangren
es aquella donde existen muchos bares, galerías y librerías.
Atmósfera romántica de viento, flores, nieve
y luna
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Vista nocturna
de la antigua ciudad. |
Dali es una ciudad alargada, que se extiende de norte a sur,
con el lago Erhai en su seno y la montaña Cangshan a un
lado. En ella reina un clima cálido, con una humedad moderada
y fuertes vientos que pueden batir de un momento a otro, de manera
que a lo largo del año coexisten el viento, las flores
y la nieve. Según los lugareños, estos tres elementos,
más la Luna, constituyen los cuatro regalos de Dali y un
gran regalo de la naturaleza.
El mejor sitio para sentir el aire es el paso bajo, en el sur
de la ciudad, donde a menudo se producen fuertes rachas de viento
con dirección irregular, generando un sonido que al escucharlo
en lo alto del edificio parece a veces el de un cuerno y otras
el de una flauta.
Para contemplar las flores, en cambio, es necesario ir al paso
alto, en el norte de la urbe, donde existe cierto tipo de belleza
maravillosa, como una pintura impresionista. La duradera fragancia
y la larga distancia que esta es capaz de recorrer llevó
a la población a denominarla laurel de kilómetros.
Dicen que la flor de esta planta era tan grande como una hoja
de ninfea y tenía varios colores extremadamente brillantes,
rojo, amarrillo, azul, blanco y violeta. Sin embargo, lo lamentable
es que, según los expertos, la legendaria planta se extinguió
desde la dinastía Yuan, hace siglos.
Montaña Cangshan
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Lago Huanglong de Heqing. |
Si la antigua ciudad y el lago Erhai son como una pintura, la
montaña Cangshan puede ser considerada el marco de este
cuadro. Abarca 19 colinas y entre cada dos de ellas hay un arroyo,
por lo que se pueden apreciar en total 18 riachuelos corriendo
de la montaña al lago. La elevación es famosa por
la vista de las nubes cambiantes, los manantiales y la capa de
nieve que cubre su cumbre durante todo el año. Además,
el mármol que se produce allí es de gran belleza
y alta calidad, y hay quienes sospechan que el nombre de la ciudad
se puede deber a la producción de esta mina, pues en chino
la pronunciación del mármol es da-li.
Las hermosas flores que se distinguen entre el verdor de los
frondosos árboles enriquecen el encanto de la majestuosa
Cangshan, donde es recomendable visitar los sitios paisajísticos
del arroyo Qingbi y la laguna Xima. El primero se caracteriza
por sus aguas cristalinas y la frescura del ambiente, mientras
el segundo es famoso por ser un glacial a elevada altura.
Lago Erhai
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Capa de nieve
en la montaña Cangshan. |
El lago Erhai es un espejo para Dali, pues refleja todo el fenómeno
de la ciudad, considerada la cuna de la cultura de Yunnan, que
nutrió a los ancestros de la etnia bai, a los lugareños
de las otras 26 minorías y a la famosa bailarina Yang Liping.
Desde el espacio se divisa el embalse como si reposara tranquilamente,
como la luna nueva, entre la montaña Cangshan y las tierras
altas.
En su centro emerge un islote redondo llamado Xiaoputuo, que
mide sólo 200 metros de circunferencia, un lugar de encanto
de la cultura búdica de la región.
Sitio de obligada visita es también la isla Nanzhao, que
cuenta con lindas playas, árboles centenarios y muchas
cuevas erosivas. Mientras, el manantial de las mariposas, otro
emblema de Dali, es un estanque de 50 metros cuadrados con aguas
límpidas. Lo maravillo es que en abril de cada año
se pueden ver en este paraje una gran cantidad y variedad de mariposas.
Las tres pagodas de Dali
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Montaña Jizu. |
Las tres pagodas se ubican al lado de la montaña Cangshan
y el lago Erhai y sobresalen entre el paisaje a su alrededor.
Qianxun, la más alta de las tres, con 68m. fue construida
en el reino Nanzhao de la dinastía Tang (antes del año
916). Las otras dos, que reposan en los lados sur y norte, a siete
metros de distancia de la pagoda mayor, fueron erigidas durante
el reino Dali de la época de las cinco dinastías
(en el siglo X).
Azotadas por el viento y la lluvia durante mil años, estas
tres construcciones se mantienen en buen estado y sirven como
un importante elemento para estudiar la historia y cultura de
Dali. La legendaria pagoda Qianxun, edificada en la lejana era
de los bai, está considerada un milagro de la historia.
La belleza de Dali requiere ser tocada con las propias manos
para conocerla bien, de ahí que cada año más
de 10 millones personas visiten la ciudad para contemplar su paisaje
antiguo.
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