En
distintas épocas y bajo circunstancias diversas, la Medicina
Tradicional China (MTC) ha actuado como lo más cercano
a la panacea para generaciones de chinos con algún problema
de salud. Esta permanencia en el tiempo podría obedecer
a la devoción de esta ciencia por escudriñar exhaustivamente
al ser humano. Cambian los tiempos y surgen nuevas dolencias,
pero, en esencia, las personas seguimos siendo las mismas.
Medicina Tradicional China, una ciencia
con fijador
Por GUO HONGYUAN
Siempre algo nuevo que decir
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Los métodos diagnósticos
de la MTC son curiosos para muchos extranjeros. |
La Medicina Tradicional China (MTC) es una ciencia más
dedicada a consolidar la vida que a batallar contra la enfermedad.
Sus principios básicos apuntan ante todo a mantener la
buena salud y eliminar las enfermedades. Para ello la MTC procura
estimular una circulación adecuada de la energía
interna, llamada Zhong Qi en chino. Esta energía nace en
los órganos internos y recorre las diversas partes del
cuerpo, produciendo intercambios con las mismas. El Huangdi Neijing
(Canon Interno del Emperador Amarillo), obra maestra más
importante de la MTC, señala: Lo pernicioso no podrá
surgir si lo sano predomina en el interior del cuerpo humano [...]
Lo pernicioso se impone cuando lo sano se hace deficiente.
Es decir, son principalmente factores internos nuestros, no bacterias
o virus, los que desencadenan las enfermedades; de la misma manera,
la fuerza que cura la indisposición también yace
dentro de nosotros. De ahí que el uso del medicamento chino
priorice el reforzamiento o resucitación de la fuerza interna,
más que la eliminación de los organismos patógenos
intrusos.
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Estatua antigua que muestra
la relación entre los cinco elementos y las cinco vísceras. |
Como productores de la energía, los órganos internos
desempeñan diferentes funciones en el recorrido de ésta,
a la vez que constituyen un todo indivisible. La MTC clasifica
cinco vísceras como macizas, a saber, Zang (corazón,
hígado, bazo, pulmones y riñones) y a otras seis
como huecas o Fu, (intestino delgado, vesícula biliar,
estómago, intestino grueso, vejiga y cavidades del cuerpo).
La energía circula siguiendo un orden entre estas vísceras.
Cuando en este recorrido la energía tropieza con algún
impedimento o atasco, la misma denuncia el surgimiento de una
indisposición o enfermedad. Cabe indicarse que el concepto
de las cinco vísceras Zang no se corresponde exactamente
con la clasificación similar de la medicina occidental,
sino que se refiere a cinco mecanismos de circulación de
la energía, encabezado por las vísceras Zang, que
incluyen a las vísceras Fu, el Jingluo (el meridiano, pasillo
por donde circula la energía por todo el cuerpo) y demás
tejidos. A diferencia de la medicina occidental moderna,
que asume al cuerpo humano desde el punto de vista de la estructura,
la MTC o medicina taoísta, lo hace desde el ángulo
de la energía, explica el maestro Li Yi, abad del
templo taoísta Jinyun y famoso practicante de la medicina
taoísta del país y experto en Qigong.
Cinco elementos (Wu Xing) y Cinco Zang
El concepto de los cinco elementos y el Yin y el Yang, teoría
esencial que sustenta muchas prácticas chinas como la medicina,
las artes marciales o el Fengshui, resultan familiares incluso
para muchos extranjeros. Para explicar el primero se recurre a
cinco elementos simbólicos de la naturaleza, en concreto:
la Madera, el Fuego, el Metal, el Agua y la Tierra, cada uno de
ellos representa una fase del movimiento o la transformación
de la energía (Qi). En la MTC, la madera corresponde al
hígado, como representación del lapso de crecimiento
de la energía; el fuego pertenece al corazón, símbolo
de la energía en pleno ascenso; el metal se asocia a los
pulmones en su función de contraerse; el agua pertenece
a los riñones, como muestra del movimiento descendiente,
y la tierra, al estómago, donde prima un movimiento circular.
Cuando la persona dispone de un flujo energético que circula
con facilidad entre las vísceras, se muestra en buena disposición
todo el día y goza de un dulce sueño por la noche,
imbuido de un estado de ánimo sereno y consciente.
Por el contrario, cuando uno se siente desanimado por el día,
o deprimido por largo tiempo, puede estar evidenciando interrupciones
energéticas que afectan a órganos como el hígado
o el corazón, encargados principalmente de impulsar la
energía hacia arriba. O se debe a que los pulmones y riñones,
receptores de la energía descendiente, laboran en un estado
demasiado excitante. Del mismo modo, si alguien padece de insomnio
continuado o le cuesta contener la impaciencia y la ira, puede
estar sufriendo una deficiencia de energía en sus pulmones
y riñones o un descontrol de energía en su hígado
y corazón. Los dos casos son considerados un desequilibrio
entre el Yin y el Yang en el cuerpo humano. El mecanismo del estómago,
incluido el bazo y su meridiano, corresponde al elemento tierra,
el central según la ideología del país agrícola,
lo que evidencia la posición importante del órgano,
que se encarga de transformar los alimentos en energía
y transportarla a todo el cuerpo, considerado por la MTC como
la raíz de la salud después del nacimiento. Incluso
una secta de la MTC insiste en que para el tratamiento de todas
las enfermedades debe ponerse la mano en el estómago y
el bazo. En el meridiano del estómago, que comienza en
la cara pasa por los pechos y termina en los pies, se sitúa
el punto acupuntural más importante para mantener la salud,
el Zusanli. Masajeando o tocando suavemente sobre él o
todo el meridiano se favorece a la salud y la buena digestión
y se previene el envejecimiento.
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La MTC, de contenido
amplio y profundo, ocupa una posición singular en el
área de la medicina. |
El uso de las
hierbas medicinales de la MTC se ve lleno de misterio. |
Como factores aglutinadores de los cinco elementos funcionan
la generación (la alimentación) y la dominación
(el control). Estas establecen que la madera es hija del agua
y madre del fuego, el fuego genera la tierra, ésta es madre
del metal y la última produce la madera. El agua domina
al fuego, la tierra domina al agua, el fuego domina al metal,
la madera domina a la tierra y el metal domina a la madera. Esta
relación de la generación y el control también
se refleja entre los cinco órganos. La medicina china considera
que un órgano se encuentra en estado sano sólo cuando
recibe al mismo tiempo suficiente energía (la generación)
y el correcto control (el dominio). En caso contrario, la víscera
puede debilitarse hasta enfermar por escasez de flujo energético
o desarrollo desenfrenado. En caso de tratar a un paciente con
dolencias de estómago, por ejemplo, el médico debe
determinar ante todo si se trata de un problema de debilitación
o desenfreno. Si es el primer caso, se aplicará el tratamiento
también al órgano madre, el corazón. Si es
el segundo, se tratará asimismo su órgano rival,
el hígado. A la vez, se debe tomar en consideración
si la indisposición del estómago puede afectar las
vísceras más relacionadas con él.
Las cinco vísceras se corresponden también con
cinco estados anímicos: los pulmones se vinculan a la tristeza;
el hígado a la ira; los riñones al temor; el corazón
a la alegría y el bazo a la reflexión. Esta correspondencia
significa que, por un lado, el exceso de algún estado de
ánimo puede afectar la salud del órgano homólogo;
por el otro, quienes sufran problemas con algún órgano
pueden sentir fácilmente el correspondiente estado emocional.
Pero precisamente porque entre los cinco estados emocionales funciona
también la relación de generación y dominio
de los cinco elementos, muchos practicantes de medicina tradicional
aprovechan esta particularidad para curar las enfermedades ocasionadas
por el mal humor.
Una vez, Zhu Danxi, eminente médico de la dinastía
Ming, fue invitado a ver a un joven que enfermó profundamente
tras la muerte de su esposa. Después de tomarle el pulso,
el médico caviló un rato y dijo seriamente al joven:
¡Muchas felicidades! No tienes ninguna enfermedad.
Tu mala sensación se debe a que estás embarazado.
Al oír esto, el paciente quedó boquiabierto y enseguida
comenzó a reír a carcajadas. Después de transcurrido
mucho tiempo, cada vez que recordaba la consulta, el joven no
podía contener la risa. Así se recuperó de
la enfermedad. En su caso, la alegría (fuego) venció
a la tristeza (metal).
En realidad, la medicina china nunca separa el estado mental
del estado de ánimo del cuerpo humano, pues los considera
como una unidad de influencia mutua y en estrecha ligazón.
En Occidente, cuando uno se enferma, comienza por acudir
al médico. Si el problema no se resuelve, el médico
le recomendará buscar un psiquiatra. Si el psiquiatra tampoco
funciona, se le sugiere al paciente hablar con el sacerdote. Pero
cuando un chino se encuentra en la misma situación, le
basta acudir a un médico de MTC, porque esta doctrina no
se limita a tratar las indisposiciones, sino que ofrece orientaciones
para todos los aspectos de la vida, explica Qu Limin, famosa
experta de MTC y autora de varios libros del tema que han sido
muy bien acogidos. En últimos años, el tratamiento
de la depresión mediante la ingestión de cocimientos
de hierbas medicinales de la MTC, también ha arrojado resultados
satisfactorios, principalmente en el cuidado al hígado
y el corazón.
La relación entre la Naturaleza y el hombre es otro tema
importante para la MTC, como bien refleja la asociación
de los cinco elementos y las cinco vísceras Zang. La energía
resurge en primavera y, lógicamente, corresponde a la madera.
Ese es el momento también para nuestro mecanismo del hígado,
que requiere de una apertura del ánimo y que el cuerpo
propicie este surgimiento de la energía. El verano pertenece
al fuego y el corazón. Es la época en que los días
son más prolongados y la Naturaleza entra en su etapa de
florecimiento; también lo hace el ser humano, quien necesita
aprovechar esta ocasión para elevar la calidad de su cuerpo.
El otoño se inscribe en la categoría del metal y
los pulmones, cuando la energía de la Naturaleza tiende
a decaer y la persona necesita cuidar de sus pulmones, por el
cambio del tiempo. En el invierno la persona debe dejar reposar
su energía y ahorrarla para el nuevo ciclo, tal y como
hace la propia naturaleza. En una palabra, para mantener la salud,
se deben observar y respetar las leyes del medio ambiente donde
se vive, sea por un año, un mes o incluso un día.
El equilibrio entre el Yin y el Yang
es la base de la salud
La teoría del Yin y el Yang se refiere a los dos polos
opuestos y complementarios de una misma cosa. China se sitúa
en el hemisferio norte del planeta. Desde tiempos remotos, los
chinos sabían que el Sol ilumina sólo el lado sureño
de la colina y el norteño permanece en la sombra, por eso
llamaron a la mitad iluminada como Yang, y a la otra, la denominaron
Yin. Más tarde, esta ecuación dio pie a la piedra
angular de la filosofía china: todo lo que va hacia arriba
y hacia afuera, lo caliente, lo claro, lo que está en movimiento
fuerte, pertenece al Yang; lo que tira hacia abajo y va hacia
dentro, lo frío, lo oscuro, lo que se mantiene en reposo
relativo, pertenece al Yin. La teoría del Yin y el Yang
también orienta el diagnóstico, tratamiento y mantenimiento
de salud en la MTC.
Según esta teoría, en el cuerpo humano existen
muchas relaciones de Yin y Yang. Por ejemplo, la parte superior
del hombre es Yang y la posterior, Yin. La espalda es Yang y el
pecho, Yin. Las vísceras Zang pertenecen al Yin, porque
conservan la energía, y las Fu a Yang, que transportan
la energía, entre otros. Esencialmente, la MTC determina
las enfermedades basándose en el principio del Yin y el
Yang; las primeras, con motivo del exceso de Yin, o la deficiencia
del Yang, exponen las síntomas como tez oscura, falta de
ánimo y pesadumbre, fatiga corporal y manos y pies fríos,
respiración entrecortada y pocas palabras, poca sed, orina
clara y pulso débil. Las segundas, ocasionadas por el exceso
de Yang, o la deficiencia de Yin, muestran síntomas como
tez enrojecida, calor y sed frecuentes, impaciencia, respiración
agitada y voz estridente, orina amarilla y pulso acelerado. El
principio más básico del tratamiento de la MTC es
utilizar las yerbas medicinales de carácter Yang para curar
las enfermedades Yin, o viceversa.
La gente nace con una calidad corporal que tiende hacia el Yang,
o hacia el Yin, en diferentes grados. Sea para curar las enfermedades,
o para mantener la salud, se necesita tener conciencia sobre esta
particularidad. El objetivo final es conseguir un equilibrio entre
el Yin y el Yang, para lo cual las personas deben mantener un
adecuado equilibrio nutricional y en otros aspectos de la vida,
conforme a su propia calidad y respetando la regla que impone
el balance natural entre Yin y Yang.
"Cuando domines las aplicaciones del Yin
y el Yang según la calidad de cada persona, así
como sus asociaciones con las diversas enfermedades, podrás
decir que eres medio experto en MTC; y cuando sepas aplicar los
principios del Yin y el Yang a las yerbas medicinales, calificarás
como aprendiz de doctor de MTC. concluye Zhang Qicheng,
famoso especialista y profesor de la Universidad de Medicina Tradicional
de China.
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