El 1 de octubre de 1949 marcó una fecha fundamental para la cabal comprensión de la historia contemporánea de la humanidad, dado que ese día de un décimo y perfecto mes, como lo quiso Pitágoras, se fundó la República Popular China, debido, en primera instancia, al pacto social hecho realidad por Mao Tsedong, designado primer presidente de este joven Estado, que desde su milenario pasado abrió una puerta al presente, luego de haber sido gobernado por 19 añejas dinastías imperiales.

La República de China logró superar no sólo condiciones adversas, sino el recuerdo de la dolorosa ocupación de su territorio, que en un acto injusto y violatorio de su soberanía, fue repartido en los siglos XIX y XX entre las potencias extranjeras, como si se tratara de un codiciado botín de guerra. Generosa como su gente y su tierra, la cultura madre del continente asiático, vive de sus realizaciones presentes, herencia ganada con trabajo y sudor.

Reiteradamente he afirmado que China y México comparten tradiciones y desarrollos paralelos. En primer lugar, una cosmogonía que sitúa el origen del universo en el punto medio del mismo, habitada por la gente han, que se hermana con nosotros, herederos de los tlacuilos, pintores y poetas que por el poder de las palabras consignaron en Los Anales de Cuautitlán: que “Mientras exista el mundo y la tierra, perdurará la fama y la gloria de México-Tenochtitlán. Larga vida a la República Popular China, compañera de México en más de un sentido. Mientras su asombrosa muralla siga irradiando en el tiempo y en el espacio, vectores de la historia, su luz y atemporal belleza, a un planeta urgido de ambas, continuará en el centro del universo y su historia se convertirá en nuestra historia, patrimonio de la humanidad.

En estos primeros 12 lustros, México y China son los constructores de un Nuevo Orden Económico Internacional, basado en la justicia, la equidad y el respeto al derecho ajeno, como prerrequisito para la paz.

--------------------------------------------------------------------------------------------------Jorge Nuño Jiménez

------------------------------------------------------------------------------Director General del Centro de Estudios

-----------------------------------------------------------------------------Económicos y Sociales del Tercer Mundo.

----------------------------------------------------------------------------------------------------Ciudad de México.

Cambio en el concepto del matrimonio refleja renovación

Estimados Sres. de China hoy:

Reciban mis cordiales saludos. Hace mucho que no les escribo, pues estoy muy ocupada. Empero, saqué tiempo para leer el número 9 de su revista.

Me gusta mucho la columna de los 60 años de la Nueva China, sobre todo el artículo sobre el Matrimonio chino. Es muy interesante. Desde el cambio del matrimonio, puedo percatarme del cambio del concepto de los chinos. También creo que es uno de los motivos por los que los chinos pueden lograr un acelerado desarrollo económico.

Se cumple el 60 aniversario de la fundación de la Nueva China, espero de todo corazón que su país siga sus pasos de desarrollo y su pueblo viva pacíficamente.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------María Cecilia

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------México