China y Brasil,
más cercanos tras 35 años de relaciones
Por ISIDRO ESTRADA y
ZOU MENGMENG
China y Brasil acaban de celebrar 35 años de relaciones
diplomáticas, con motivos más que justificados para
el ambiente festivo.
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Clodoaldo Hugueney,
embajador brasileño en China, y Yan Junqi, vicepresidenta
del Comité Permanente de la XI APN, brindan por la
amistad entre China y Brasil. |
En momentos en que ambos países afianzan sus relaciones
bilaterales, que desde 1993 tienen carácter de asociación
estratégica, sus respectivos liderazgos políticos
se miran con mayor confianza a los ojos, dispuestos a entrar juntos
en una nueva y superior etapa de intercambios, en la cual prime
el concepto de ganancia múltiple y se superen diferencias
y obstáculos, a favor de consensos cada vez más
consolidados.
Las partes están conscientes asimismo del especial papel
que les ha tocado desempeñar en esta época difícil.
Tanto China como Brasil impulsan un nuevo orden económico
y financiero, que permita dejar detrás cuanto antes, y
con la menor cantidad de secuelas negativas posibles, la actual
crisis financiera. Saben que para ello la apertura y la colaboración,
junto con el rechazo al neo-proteccionismo, resultan piezas claves
de un complicado engranaje que es preciso consolidar a escala
planetaria. Por eso se reúnen una y otra vez, dialogan
y suman voluntades, procurando dar al traste con las hegemonías
de cualquier tipo.
Muestra fehaciente del multilateralismo que propugnan China y
Brasil es su participación activa en el denominado grupo
BRIC, el cual integran junto a Rusia y la India, las otras dos
grandes economías emergentes. Los cuatro están contribuyendo
en buena medida a cambiar las reglas del juego económico
mundial. Por tanto, la asociación chino-brasileña
rebasa con creces el marco del tú a tú entre dos
naciones interesadas en colaborar en múltiples áreas.
El hecho de que China sea ya el segundo socio comercial de Brasil,
sólo superado por Estados Unidos, calza en gran medida
la afirmación de que hoy Beijing y Brasilia se ubican más
cercanos que nunca. Así lo destacó en agosto pasado
Li Xiaolin, vicepresidenta de la Asociación de Amistad
del Pueblo Chino con el Extranjero (AAPCHE), en la ceremonia por
el aniversario de relaciones chino-brasileñas en Beijing.
En la ocasión, la funcionaria china recordó cómo
estos nexos se desarrollaron desde la llegada de cultivadores
de té chinos a Río de Janeiro, a principios del
siglo XIX, hasta llegar al bien cimentado vínculo de 2009,
cuando el volumen de comercio bilateral se ha triplicado, con
tres años de anticipación a la fecha prevista. El
año pasado, dijo, el volumen comercial llegó a 48.500
millones dólares, para un aumento del 63,2%.
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Cena por el aniversario de
los nexos bilaterales. |
Por su parte, el embajador brasileño en China, Clodoaldo
Hugueney, evocó ese día, en conversación
con China hoy, los 13 acuerdos que firmaron los presidentes brasileño,
Luiz Inácio Lula da Silva, y chino, Hu Jintao, durante
la visita del primero a China, en mayo de 2009. Al resaltar que
lo más trascendente entre los protocolos rubricados entonces
fue el Comunicado Conjunto, el diplomático reveló
que ambas partes han propuesto un Plan de Acción Conjunta
para los próximos cinco años, como parte del cual
los dos gobiernos analizan añadidos que deberán
aprobarse en la venidera reunión bilateral del alto nivel,
en el mes de noviembre en Brasil. Los demás acuerdos,
financieros y para el desarrollo, entre otros, ya se están
implementando, explicó Hugueney. Y añadió:
en el sector de comercio, una decisión importante
fue la liberalización de las importaciones de pollo que
China realiza desde Brasil. Por nuestra parte, también
abrimos el mercado a productos agrícolas de China. Además,
en el área de tecnología establecimos un nuevo programa
de acción. A partir del próximo año, explicó,
entraremos en un nuevo período de las relaciones Brasil-China.
Al destacar que el 35 aniversario de relaciones
bilaterales coincide con otro aniversario redondo: el 60 de la
fundación de la nueva China, el embajador Hugueney añadió:
El pueblo chino alcanzó numerosos logros en estos
60 años. Fue un período de dificultades y sacrificios,
pero sus avances son hoy admirados por todos. Hoy todo el mundo
reconoce a China como un gran país, merecedor de respeto
y admiración, con una proyección mundial creciente,
con el cual todos tienen interés en colaborar.

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